CONGELACIÓN DE EMBARGOS

Según los últimos datos de RealtyTrac, el 20% de las familias en los Estados Unidos tienen problemas para afrontar el pago de sus hipotecas. La crisis subprime ha obligado a la Administración de Bush a crear el plan Lifeline que prorrogará durante 30 días cualquier ejecución de embargo por falta de pago de los propietarios. Ésta no es la primera medida que, el poco previsor secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Alphonso Jackson, ha dispuesto. A finales del año pasado ya puso en marcha el plan Hope Now que intentaba frenar el creciente nivel de morosidad hipotecaria.

Este nuevo plan lo han aceptado Bank of America, Citigroup, Countrywide Financial, Washington Mutual, JPMorgan y Wells Fargo. Entre ellas suman la mitad de la deuda americana y todas consideran que es una buena medida a corto plazo. Posiblemente si, pero lo que resulta evidente en todo caso es la existencia de un problema superior a cualquier previsión. De momento son friegas de alcohol al dolor superficial y oxígeno al crédito más doméstico. Dudo que se solucione el problema que brota de un cráter de dimensiones todavía desconocidas. Estamos hablando de que los propietarios que lleven un retraso de tres meses en el pago de las cuotas de sus hipotecas, podrán congelar el embargo de sus viviendas durante 30 días más para poder renegociar las condiciones crediticias.

Este nuevo caso de intervencionismo y excepcionalidad en política económica por parte de un gobierno extremadamente liberal se sumará a la medida que permitió que 1,2 millones de familias americanas congelaran durante cinco años el pago de los intereses de sus créditos. No será suficiente, ni el plan Hope, ni éste. El primero se evidente que no fue bastante efectivo, por la sencilla razón de que estamos hablando del segundo y del hecho de que exista la posibilidad de paralizar temporalmente la ejecución de hipotecas. Es evidente que las cosas no han hecho más que agravarse en éstos dos últimos meses. La Federal Deposit Insurance calcula que este año habrá un millón y medio de embargos de propiedades en los Estados Unidos.

Hace tiempo que todo el mundo dice que lo que está de moda en los EE.UU., en poco más de un año nos llega a nosotros. Mucho me temo que no hablaban de l’Iphone.El problema no es la importación o no de un grave escenario de embargos e impagados, que también, sino la clara evidencia de que el principal consumidor del mundo está muy fastidiado y seguramente esta noticia sí acabará reflejada en las explotaciones empresariales de nuestras compañías. La desaceleración americana puede agravar mucho el negro futuro de la economía española.

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