'Artificial: Remote Intelligence', ¿la televisión del futuro?

'Artificial' es una serie interactiva que aprovecha la participación de la audiencia para desarrollar la historia protagonizada por un sistema de Inteligencia Artificial. Sin duda es uno de los modelos de entretenimiento más innovadores que se pueden encontrar en la red. Hace menos de un mes regresó con su tercera temporada producida en modo remoto. 'Artificial' aprovecha la participación del público para ir avanzando en la historia. Lo curioso es que el argumento se basa en, precisamente, un desarrollo de Inteligencia Artificial tratando de aprender el modo de ser más humano. La fecha de lanzamiento de esta ‘Season 3’ se produjo el pasado 22 de abril y sus 12 episodios de dos horas de duración cada uno están disponibles en la plataforma Twitch. Otro día hablaremos de este espacio tan curioso donde millones de personas acceden diariamente y donde la emisión de contenidos son un híbrido entre ‘gaming’, ‘lives’ y entretenimiento digital.

'Artificial' es una serie interactiva que aprovecha la participación de la audiencia para desarrollar la historia protagonizada por un sistema de Inteligencia Artificial. Sin duda es uno de los modelos de entretenimiento más innovadores que se pueden encontrar en la red. Hace menos de un mes regresó con su tercera temporada producida en modo remoto. 'Artificial' aprovecha la participación del público para ir avanzando en la historia. Lo curioso es que el argumento se basa en, precisamente, un desarrollo de Inteligencia Artificial tratando de aprender el modo de ser más humano. La fecha de lanzamiento de esta ‘Season 3’ se produjo el pasado 22 de abril y sus 12 episodios de dos horas de duración cada uno están disponibles en la plataforma Twitch. Otro día hablaremos de este espacio tan curioso donde millones de personas acceden diariamente y donde la emisión de contenidos son un híbrido entre ‘gaming’, ‘lives’ y entretenimiento digital.

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Pero volvamos a esta experiencia interactiva llamada 'Artificial'. Se trata de una serie galardonada, que permite a los usuarios dar forma a la historia. Las dos primeras temporadas se centraron en el modelo artificial Sophie Lin (Tiffany Chu), pero la temporada 3, se focaliza en una nueva Inteligencia Artificial guiada por una joven científica idealista llamada Elle. Una historia no demasiado novedosa en su contexto pero sí en el modo en el que se produce.

Si no conocías esta serie, decirte que no es necesario ver las primeras dos temporadas para sumergirte en esta tercera. Funciona de un modo distinto a como puede que estés acostumbrado si las ves en plataformas tradicionales. Además, esta temporada, de hecho, es la primera entrega producida de forma remota atendiendo a los problemas de movilidad que vivimos en medio mundo. La construcción de la historia se combina con un drama que permite involucrar a la comunidad en las decisiones de producción y narración como nunca antes se ha hecho en ninguna serie televisiva o en la propia red. 

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El futuro de este tipo de contenido fue experimentado por el propio Black Mirror con su 'Bandersnatch' donde el sistema te permitía decidir, de un modo muy divertido e inteligente, diferentes modos de seguir la historia. Incluso, parecía, que eras parte de la historia cada vez que los protagonistas aludían a ‘alguien que parecía manejar su vida’. Alcanzar según que finales era complicado y un reto en sí mismo. Pero esto es distinto. Es un salto adelante. El público tiene un control superior. A través de LifeScore, una plataforma de música adaptativa y aumentada con Inteligencia Artificial y cofundada por el compositor Tom Gruber, quién director de tecnología y jefe de diseño de Siri, proporciona las herramientas para que el público influya en la banda sonora de la propia serie. Espectacular.

En la presentación de la serie se hizo un listado de los ‘creadores’ de la temporada. Se enumeró del siguiente modo a quienes ellos consideraban que eran los productores de la temporada: ‘Artificial Season 3 by Bernie Su, Evan Mandery and ‘you’’. Interesante. Hay que decir que el efecto final igual no es lo que esperas, pero el ejercicio es muy interesante por el uso de la inteligencia artificial en su interacción, algo que no había sucedido de manera masiva nunca.

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’Artificial’ es una creación del escritor y productor Bernie Su y de Evan Mandery. El primero es el productor ejecutivo y fundador de ’96 Next’, un pionero de la narración interactiva que ya experimentó anteriormente con 'The Lizzie Bennet Diaries' y con 'Emma Approved’. Por su lado, Evan Mandery, es un guionista aclamado que ha escrito varios libros de ciencia ficción como 'Dreaming of Gwen Stefani' o 'Q: A Novel’. Pero, como digo, lo interesante es que las personas más importantes en la producción están detrás del programa pues son la propia audiencia.

Aquí os dejo el trailer de un minuto que se utilizó como promoción hace un mes. Se titula ‘maybe’ (quizás) y fue lanzado intentando explicar el rango de posibles resultados que se podían producir durante su emisión. Opciones que van desde la comedia hasta la tragedia o del romance al horror. El teaser también menciona la característica por la cual la audiencia podía controlar la música prometiendo que los robots, esta vez, no se harán cargo de nada, la audiencia sí. Repito, no es como una emisión tradicional, no es una serie al uso, pero sí puede ofrecer la respuesta a como debería de ser eso de ‘la televisión del futuro’ cuándo alguien acepte que el público no sólo es alguien que puede tuitear opiniones sobre lo que ven sino que influya en lo que van a ver.

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Reseña de 'La Era de la Humanidad'

Hace unas semanas Ignacio Gavilán hacía esta reseña sobre mi último libro ‘La era de la humanidad‘. La replico aquí una vez ha pasado un tiempo, porque lo considero un buen resumen y, además, un excelente esquema de cuanto digo y quise explicar en él. Ignacio comienza diciendo que mi libro ‘es un largo ensayo sobre el futuro que aguarda a la humanidad, un futuro de una fuerte y disruptiva presencia tecnológica y una automatización masiva, un futuro que además el autor prevé como inevitable y muy cercano y para el que afirma no nos estamos preparando, especialmente desde el ámbito de gobiernos y administraciones’.

Hace unas semanas Ignacio Gavilán hacía esta reseña sobre mi último libro ‘La era de la humanidad‘. La replico aquí una vez ha pasado un tiempo, porque lo considero un buen resumen y, además, un excelente esquema de cuanto digo y quise explicar en él. Ignacio comienza diciendo que mi libro ‘es un largo ensayo sobre el futuro que aguarda a la humanidad, un futuro de una fuerte y disruptiva presencia tecnológica y una automatización masiva, un futuro que además el autor prevé como inevitable y muy cercano y para el que afirma no nos estamos preparando, especialmente desde el ámbito de gobiernos y administraciones’.

Continúa asegurando que ‘se trata de un libro de discurso complejo de estructurar, no porque en sí mismo haga una exposición difícil, todo lo contrario, sino porque se entrelazan temas en una estructura no siempre clara de vislumbrar. Formalmente, el texto se estructura en cuatro grandes partes, cada una con una serie de capítulos de longitud bastante variable’.

Aquí os dejo el esquema, que como decía, me parece un muy buen ejercicio de acercamiento a la estructura y al núcleo de cuando escribí hace ya algunos meses.

  • Parte 1. No era una crisis:‘ Es ante todo, una descripción de una crisis que el autor entiende como muy profunda, no bien entendida y que no es temporal sino estructural acompañada por un lamento por la falta de estrategia y acción por parte de las administraciones. 

    • 1. La deflación del capital:‘ Habla de la crisis de las ‘subprime’ a través de uno de sus protagonistas, Jean Flamcourt y con base en esta historia introduce la idea de la ‘deflación del capital’ como elemento clave.

    • 2. Un nuevo contrato social llamado «empleo»:‘ Cuestiona la recuperación de la crisis, entendiendo que el cambo es estructural y que el desempleo a largo plazo no disminuirá debido a la generalización de la automatización.

    • 3. Un Ministerio del Futuro:‘ Apuesta decididamente por una visión estratégica en los gobiernos, una visión que, claramente, echa en falta.

    • 4. Montar un siliconvalei de cartón:‘ Reclama. de nuevo, una acción decidida de la administración y una fuerte inversión, y compara, de forma desfavorable para nuestro pais, lo que sucede en Francia o Irlanda, frente a la realidad en España.

    • 5. La clave está en los mares del norte:‘ Estudia en más detalle el caso Irlandés.

    • 6. La dimensión de la tragedia:‘ Partiendo del comentario de lo ocurrido en el Foro de Davos de 2016, intenta explicar la magnitud del cambio que estamos sufriendo.

    • 7. A Europa sólo le queda Eurovisión:‘ Analiza la brecha de género.

    • 8. La era de la incertidumbre:‘ Continuando la crisis con perspectiva española.

    • 9. No era una ráfaga, era el futuro:‘ Continua el desalentador análisis, primero de la situación en España y luego a nivel Europeo.

    • 10. La internet del todo:‘ Intenta resumir todo lo expuesto en esta primera parte e introduce brevemente algún elemento tecnológico como Internet de las Cosas o Big Data.

  • Parte 2. Un mundo automatizado:‘ Es, fundamentalmente, una revisión amplia de algunas tecnologías relevantes y, sobre todo, su influencia e impacto, en muchos casos completamente disruptivo en negocios, sectores y organizaciones. Incluye trece capítulos: 

    • 1. Edison no estaba solo:‘ Afirma que la crisis que vivimos es una gigantesca revolución llena de oportunidades. Recuerda el papel que jugaron figuras como Edison, Tesla o Bell en generar innovaciones hace aproximadamente un siglo y lo enlaza con la idea de que las recesiones generan innovación y eso va a volver a pasar.

    • 2. Un presente de ciencia ficción:‘ Comienza hablando brevemente de ciencia ficción para luego enlazar con las predicciones de Peter Diamandis para 2025 y aportar información de algunas realidades que ya se pueden observar por ejemplo en Japón.

    • 3. El mejor amigo de mi amigo es un algoritmo:‘ Habla de algoritmos y de sus sesgos, pero también de su capacidad de automatización y del impacto en empleo y educación.

    • 4. Kodak y el tipo de l abandera roja:‘ Habla de cómo las nuevas tecnologías son disruptivas y alteran sectores y modelos de negocio tradicionales. Comienza comentando el famoso caso Kodak pero luego dedica mucho espacio a la evolución del automóvil, en especial el vehículo autónomo.

    • 5. Fintech: los bancos son las nuevas discográficas:‘ Entra ahora en el sector financiero y bancario y la amenaza por las fintech

    • 6. League of Legends no es solo un juego:‘ Se centrafundamentalmente en la realidad virtual y aumentada y su impacto en contenidos, deportes o espectáculos.

    • 7. Del quirófano a la torre de control:‘ aborda innovaciones en la actividad médica y de salud,

    • 8. Un mundo instantáneo:‘ Comenta la rapidez de la información y los mensajes, comenzando desde los medios sociales, con redes que publican información volatil (tik-tok o stories) hasta implicaciones por ejemplo en el retail.

    • 9. O te transformas o te transformarán:‘ Habla brevemente de transformación digital y cómo estimar el indice de digitalización de una organización.

    • 10. Renta básica inevitable:‘ Plantea el concepto y la necesidad de la Renta Básica Universal en un mundo automatizado.

    • 11. La economía automática:‘ Defiende la automatización y la digitalización extremo a extremo y generando nuevos diseños de negocio.

    • 12. La ética cognitiva:‘ Se adentra en los aspectos éticos asociados especialmente a la inteligencia artificial

    • 13. La humanidad aumentada:‘ Se alarga en los temas relacionados con inteligencia artificial y ética, aunque al final aborda temas muy diversos de cómo las tecnologías complementan y aumentan nuestras capacidades individuales y sociales.

  • Parte 3. La empresa autoajustable:‘ Se orienta a describir modelos de presente y futuro basados en la aplicación de las tecnologías, especialmente en el ámbito de las empresas pero también en los niveles individual o de ciudad. 

    • 1. Nuevos modelos de negocio y una botella de agua:‘ Expone, mediante varios casos, cómo la tecnología está creando nuevos modelos de negocio que, en muchos casos, convierten en absolutamente obsoletos a los precedentes

    • 2. Nuevos clientes en el centro de la cadena de valor:‘ Coloca a la tecnoilogía como nuclear de la estrategia y a las necesidades y gustos de los clientes como ‘drivers’.

    • 3. Nueva comunicación: de la agencia al laboratorio:‘ Habla, como el título anticipa, del nuevo marketing y comunicación.

    • 4. Nuevos procesos: la fábrica conectada:‘ Se centra ahora más en el backoffice y con los ejemplos de Amazon e Hitachi nos ilustra cambios en la producción y la logística, incluyendo elementos de automatización y de Internet de las Cosas.

    • 5. Nuevas interacciones en un entorno robótico:‘ Habla de la aplicación de robots en otros entornos como el hostelero o la seguridad

    • 6. Nuevo crecimiento: de los e-sports a la biotech:‘ habla brevemente de los dos grupos de aplicaciones/tecnologías: los e-Sports y la biotecnología.

    • 7. Nuevas relaciones digitales y sel sex appeal de Siri:‘ Se adentra en escenarios más de interacción y relaciones como es el uso de los asistentes personales.

    • 8. Nuevos escenarios en la ciudad y el campo:‘ Afirma que el futuro estará en las ciudades y comenta las ‘smart cities’ pero también observa y describe interesantes perspectivas para el campo y la agricultura.

  • Parte 4. La quinta revolución industrial:‘ Plantea cómo será el futuro, que el autor entiende muy cercano, y que denomina quinta revolución industrial. 

    • 1. Cuando las máquinas lo hagan todo:‘ Un largo capítulo en que se abordan entre otros temas el asunto del eventual desempleo, los impuestos a los robots o una visualización de un futuro altamente automatizado.

    • 2. ¿Cuán «computabilizable» eres?:‘ Analiza largamente escenarios de relación con robots.

    • 3. El ser humano es el «porqué» y la tecnología el «cómo»:‘ Comienza analizando nuevos tipos de empleo y sigue con las claves para transformar digitalmente una organización.

    • 4. Educación freelance para un futuro laboral freelance:‘ Afirma que la mayor parte del empleo futuro será ‘freelance’ y plantea cómo hacer la educación para ese empleo freelance.

    • 5. La singularidad tecnológica:‘ Tras repasar las revoluciones industriales anteriores acaba comentando la singularidad, ese futuro previsto por pensadores como Diamandis y donde la inteligencia artificial supera a la humana. Comenta algunas fases sobre cómo se alcanzará y también algunos proyectos e iniciativas.

    • 6. La singularidad humana:‘ que se trata de una adaptación para usar nuestros cerebros en lo que son mejores.

    • 7. Bonus track: carta desde el año 2050:‘ Finaliza con un relato anecdótico pero que ilustra la inteligencia que las máquinas serán capaces de alcanzar.

Quiero agradecer a Ignacio el trabajo y su consideración final en que ‘La era de la humanidad‘ es un libro interesante, apasionado, futurista y en ocasiones arriesgado y con frecuencia bastante crítico pero, en el fondo, optimista y orientado a la acción. Asegura que ‘es un libro que habla de tecnología pero desde una perspectiva no tecnológica sino de impacto económico, político y social. Un libro al que creo le hubiera beneficiado una longitud algo más reducida que realzaría con más fuerza el mensaje pero que, de todas formas, considero que es muy efectivo en la activación del interés, y quisiera creer que la acción, para desarrollar la tecnología y los modelos de negocio y sociales asociados y también prepararnos desde un punto de vista educativo, social y ético para un futuro sin duda apasionante, pero complejo y con una transición en la que habrá, sin duda, ganadores y perdedores’.

Ficha técnica

TITULO: La era de la humanidad
AUTOR: Marc Vidal
EDITORIAL: Deusto
AÑO: 2019 
ISBN: 978-8423430918
PAGINAS: 424

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Comunicacion, Personal, Sociedad Marc Vidal Comunicacion, Personal, Sociedad Marc Vidal

Entrevista en 'El Imparcial': 'Intento alejarme de la ciencia-ficción al analizar el futuro'.

En su nuevo libro, La era de la humanidad (Deusto), Vidal apuesta, entre otras cosas, por crear un "ministerio del futuro" que se ocupe de cuestiones como la Inteligencia Artificial o la robotización; implementar una renta básica universal, que sufrague la previsible destrucción de empleo derivada de la automatización; o educar a las futuras generaciones no solo para que sepan 'hablar' con las máquinas, sino también para que aporten un valor añadido ético y "humano".

Con ocasión de la ronda de encuentros con diversos medios para presentar ‘La Era de la Humanidad’, me contactó Eduardo Villamil de El Imparcial para conversar de temas que se tratan en el libro. El enlace de la entrevista publicada originalmente es este, pero si quieres leerlo aquí mismo te lo transcribo a continuación.

Marc Vidal: "En el último debate electoral los candidatos no dijeron ni una vez la palabra 'digital'"

El popular tecnólogo critica en su último libro el "cortoplacismo y la miopía" de la clase política para adaptar la sociedad a la revolución tecnológica y advierte de las funestas consecuencias en caso de que no se empiecen a tomar medidas ya.

Convertir la era de las máquinas en la era de la humanidad. Ese es, según el consultor tecnológico y popular conferenciante Marc Vidal, el objetivo al que debe aspirar nuestra especie en las próximas décadas.

Vivimos la revolución tecnológica más importante de la historia, pero muchos no parecen darse cuenta de su colosal magnitud e imprevisibles consecuencias. Según Vidal, para que los robots y los algoritmos no terminen sustituyéndonos a todos, los gobernantes deben dar un giro de 180 grados a sus políticas cortoplacistas y estrechas de miras, casi siempre más orientadas a obtener réditos electorales que a mejorar la vida de los ciudadanos.

En su nuevo libro, La era de la humanidad (Deusto), Vidal apuesta, entre otras cosas, por crear un "ministerio del futuro" que se ocupe de cuestiones como la Inteligencia Artificial o la robotización; implementar una renta básica universal, que sufrague la previsible destrucción de empleo derivada de la automatización; o educar a las futuras generaciones no solo para que sepan 'hablar' con las máquinas, sino también para que aporten un valor añadido ético y "humano".

España acaba de vivir sus terceras elecciones en un año. ¿Le sorprende que no se haya hablado prácticamente nada de los temas que trata su libro?

Me sorprende porque la clase política debería incorporar a sus programas y análisis alguna perspectiva más allá del corto plazo. Si no tienen luces largas, que sería lo exigible, por lo menos, luces cortas, pero es que están con los intermitentes puestos y parados en la cuneta, esperando a no sabemos qué. En el último debate, los candidatos no pronunciaron ni una sola vez la palabra ‘digital’, lo que sintetiza una lejanía absoluta de la política con el momento histórico que ya estamos viviendo. Vivimos en la cuarta revolución industrial. La quinta, si hacemos caso a los teóricos, comenzará alrededor del 2029 o 2030. Hay que asumir que ya estamos viviendo las repercusiones y seguimos sin abordar el asunto desde un punto de vista político.

¿Por qué?

Los políticos saben que los humanos podemos tratar solo tres o cuatro temas a la vez y por eso se centran en temas que les ofrezcan mayor rédito electoral, como las pensiones, (de ahora, no de dentro de unos años) o la integridad territorial. Por este motivo, según sus planteamientos, no es el momento de preocuparse de temas como la IA, la robótica o la automatización, aún muy lejanos en el tiempo.

¿Son los políticos un reflejo de la sociedad o la sociedad no se merece a estos políticos?

Desde un punto de vista empresarial, diría que los políticos no son nada ‘clientecéntricos’, es decir, no crean productos que los ciudadanos (sus ‘clientes’) quieren. En lugar de dar respuestas a los intereses de la sociedad responden a lo que consideran más fácil porque lo tienen dominado. En este sentido podemos hablar de políticos ‘productocéntricos’.

¿Es un fracaso nuestro sistema político?

Si hablamos en términos estrictamente aritméticos el sistema tiene problemas porque se han generado unos coeficientes que complicarán muchísimo el que un equipo de gobierno muy mayoritario no tenga que ceder ante otros muy minoritarios. En eso consiste el juego de la democracia. En que grandes partidos tengan que recurrir a pequeños participantes, a veces, con entregas desequilibradas. Otro problema es que nuestro sistema político adolece de la incapacidad de llegar a grandes pactos de Estado porque estos se penalizan electoralmente.

Pero deberá cambiar mucho para adaptarse a lo que está por venir…

La política del futuro es, por pura necesidad darwiniana, la política de la incorporación de sistemas inteligentes. La supervivencia de los sistemas políticos actuales depende de su propia eficiencia. El porcentaje de personas en contra del sistema establecido puede ir aumentando a medida que lo haga el descontento ocasionado por la lejanía de las respuestas de los políticos a los problemas de los ciudadanos. Respuestas que tienen que ver, en el futuro inmediato con cómo vamos a robotizar el mundo, generar empleo, instaurar una renta básica, en definitiva, cómo vamos a incorporar a la discusión pública asuntos que no se han debatido hasta ahora. Para que eso suceda, la política ha de ser eficiente y la eficiencia en todo hoy depende exclusivamente de la tecnología y del valor añadido que el ser humano aporte.

Apuesta por crear un ministerio del futuro, o de IA como han hecho Suecia o Arabia Saudí. ¿Cuál sería su misión?

No sé si el método pero al menos introduce el debate en un consejo de ministros. Porque tendremos que tomar medidas estructurales muy importantes sobre lo que viene. Y lo que viene no es algo que vaya a pasar dentro de 30 años. Va a suceder en los próximos cinco o diez años, como máximo. Automatización, IA, robotización… todos esos elementos han de estar en el centro del debate político.

Algunos autores sostienen que la tecnología debería ser el eje central de los nuevos sistemas educativos...

Que la tecnología sea el hilo conductor en la educación de las nuevas generaciones está bien. Ahora bien, si no incorporamos elementos que el ser humano hace mejor que ninguna máquina, será complicado encontrar empleo, porque al final la programación la harán programas. Sin embargo, criticar éticamente ese avance solo lo hará un ser humano.

¿Es sostenible el sistema de pensiones?

Tal y como está, no. Pero eso ya se ve. Por poner un ejemplo, en 2050, 79 de cada 100 personas estarán en el sistema de pensiones en este país. En 1970 eran 19 y ahora 29 de cada 100. Ya es un sistema deficitario. ¿Cómo estará dentro de cinco, dentro de diez…? Sin embargo, los políticos siguen debatiendo si las pensiones se tienen que actualizar al IPC y no hablan de cómo vamos a sujetar una sociedad más automatizada en la que trabajarán menos personas durante menos tiempo.

En el libro habla de renta básica "inevitable"...

Sí. Al final no se trata de si la renta básica será factible o no (porque deberá serlo), o de cómo se aplica, en función de si eres de izquierdas o de derechas, superponiendo o sustituyendo los subsidios existentes. Lo importante es que se introduzca en el debate porque, si no, nos encontraremos con discursos políticos que hablan de reducir la jornada a 34 horas o a cuatro días, como en estas elecciones. Para que eso suceda, primero, hay que debatirlo, y, segundo, hay que diseñar una estrategia de automatización de la economía para que podamos trabajar menos y todo siga igual.

Afirma que el gran reto tecnológico actual es eliminar la palabra inteligente de todo aquello que no lo es…

Llamamos ‘inteligente’ a muchas cosas que realmente no lo son. Cuando hablamos de ‘inteligencia artificial’ nos referirnos a un sistema experto que aprende ligeramente sobre los errores que comete. La inteligencia es algo mucho más complejo.

Hace pocas fechas el Gobierno español anunció que podría controlar las comunicaciones digitales por razones de "seguridad nacional" y "orden público". ¿Le preocupa que nos convirtamos en un estado orwelliano como China?

Me parece que no es más que la reproducción de cosas que se están haciendo en otros países. La cuestión es si a nosotros nos supone lo mismo éticamente que a otros países. Me pregunto quién es el Gobierno para decidir que, por ejemplo, a partir del 9 de diciembre, van a seguir todos mis pasos con mi teléfono móvil. ¿Alguien me ha preguntado? ¿Alguien me ha dicho cuánto me van a pagar? Saben perfectamente que aceptamos las condiciones de uso, como si fuera playback: usted hace como que lo ha leído y yo hago como que no se que no se lo ha leído. A veces tengo la sensación de que alguien está en esas políticas de futuro mal entendidas e, incluso por desconocimiento, no están tratando como a ranas en un estanque de agua caliente.

¿Teme que si no nos adaptamos a velocidad suficiente la revolución tecnológica de paso a una revolución humana violenta?

Todas las revoluciones tecnológicas han tenido un ‘cómo’, que fue la tecnología que las provocó y un ‘qué’, que fueron los seres humanos. Esas revoluciones siempre han mejorado la vida de las personas, en términos generales, y creo que esta no será diferente. Como mucho, podrá propiciar que las personas exijan que esas nuevas capacidades derivadas de la tecnología les lleguen a ellos.

Durante miles de años hemos utilizado la tecnología a nuestro servicio, pero dentro de pocas décadas, si se produce la singularidad, es decir, las máquinas nos superan, será la primera vez que la tecnología podría servir a sus propios intereses, y estos, podrían chocar frontalmente con los de nuestra especie…

Los intereses siempre los marcaremos nosotros. La ética de la robótica siempre la marcarán los seres humanos. La singularidad, como yo la entiendo, dice que una máquina será capaz de corregirse a sí misma. Nada más.

Por tanto, desestima que alguna vez alcancemos la superinteligencia de la que muchos hablan...

La mayoría de los que hablan en términos de ciencia-ficción o bien es porque les han corregido el titular de un discurso muy largo o bien porque tienen algún interés personal o profesional. Yo intento alejarme de la ciencia-ficción cuando hablo de lo que será capaz de hacer la tecnología en los próximos años.

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El resto del libro puedes adquirirlo en diferentes formatos y plataformas a partir de la página oficial de Planeta Libros donde está referenciado.

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Atresmedia lanza 'Levanta la Cabeza' para el necesario uso responsable de la tecnología.

La tecnología se ha instalado en nuestras vidas, pero todavía no somos conscientes de cuáles son sus amenazas u oportunidades. Nuestros hábitos han cambiado y no solo a nivel personal. Nos relacionamos de una forma diferente: las instituciones, las empresas, contactan con nosotros de una manera distinta y la tecnología se ha convertido en parte imprescindible de cualquier tarea o acción que desarrollamos. Para tratar ese tema, Atresmedia lanza el proyecto 'Levanta la Cabeza', un plan vinculado al movimiento social por un uso responsable de la tecnología. Tengo el honor y el privilegio de haber sido invitado a pertenecer al comité de expertos que le dará contenido.

La tecnología se ha instalado en nuestras vidas, pero todavía no somos conscientes de cuáles son sus amenazas u oportunidades. Nuestros hábitos han cambiado y no solo a nivel personal. Nos relacionamos de una forma diferente: las instituciones, las empresas, contactan con nosotros de una manera distinta y la tecnología se ha convertido en parte imprescindible de cualquier tarea o acción que desarrollamos. Para tratar ese tema, Atresmedia lanza el proyecto 'Levanta la Cabeza', un plan vinculado al movimiento social por un uso responsable de la tecnología. Tengo el honor y el privilegio de haber sido invitado a pertenecer al comité de expertos que le dará contenido.

Esta iniciativa es propia de Atresmedia y a través de ella se busca fomentar el debate sobre el entorno digital y tecnológico en el que vivimos y cómo debemos afrontar los cambios y retos que supone. Una propuesta diferente, seria y rigurosa, pero cercana, sin prejuicios ni condiciones previas, cuyo principal objetivo es promover el uso de la tecnología desde un punto racional, responsable, constructivo y positivo. Porque ha llegado el momento de reflexionar, tener un pensamiento crítico y ‘levantar la cabeza’ para afrontar esta nueva realidad con todos los interrogantes que la rodean.

¿Afecta todo esto a nuestras capacidades cognitivas? ¿Estamos ante el fin de la conversación? ¿Existen nuevas conductas personales derivadas del uso de la tecnología? ¿Nuevas enfermedades? ¿Los monopolios tecnológicos amenazan la democracia?. Así, en este contexto de constante cambio, y en algunos casos de incertidumbre ante las nuevas realidades, desde Atresmedia creen que es necesaria la puesta en marcha de una iniciativa social que ayude a las personas a obtener respuestas a estas y otras preguntas y promueva hábitos de uso responsable y consciente.

Desde Antena 3laSexta y Onda Cero se recogió el lanzamiento de este movimiento, mientras que ‘laSexta columna’ analizará en mayor profundidad este viernes, 21 de diciembre, en el prime time de la cadena, el fenómeno que ha supuesto la inclusión y dependencia de las tecnologías en nuestras vidas con el programa de esta semana titulado ‘Yonquis de las pantallas: Levanta la cabeza’.

Como parte fundamental de la propuesta, en enero se pondrá en marcha la plataforma levantalacabeza.info, un punto de encuentro para resolver dudas, generar debate y recoger propuestas. Un foro de reflexión de carácter abierto y colaborativo con intención de convertirse en la plataforma de referencia y consulta sobre temas relacionados con la transformación digital para todos los actores sociales, desde instituciones a las familias, profesorado y entorno educativo y empresas, entre otros.

La iniciativa se apoyará, asimismo, en un comité de expertos compuesto por profesionales especializados en diferentes ámbitos, que aportarán su punto de vista y nuevos temas sobre los que debatir. Ese comité lo formamos Antonio Rodríguez de las Heras, filósofo y director del Instituto de Cultura y Tecnología de la Universidad Carlos III de Madrid; Silvia Moroder, presidenta de la fundación ANAR; Estrella Montolío, catedrática de Lengua Española de la UB; Carina Szpilka, directora general de ADigital; Alicia Richart, directora general de digitales; Mar Abad, periodista y cofundadora de Yorokobu; Jorge Barrero, director de Cotec; Elena Alfaro, Data and Open Innovation en BBVA; (yo mismo) Marc Vidal, consultor en transformación y estrategia digital; Ofelia Tejerina, abogada de la Asociación de Internautas; y Mario Tascón, asesor general de Levanta la cabeza, son algunos de los integrantes de este observatorio tecnológico, que irá aumentando según vayan surgiendo nuevos aspectos sobre los que trabajar.

Levanta la cabeza se articulará en siete grandes líneas de trabajo, que van desde los cambios en hábitos y conducta (nomofobia, phubbing, el fin de la conversación), a la brecha digital, la relación entre jóvenes y tecnología, las fake news, el control de los monopolios tecnológicos, la privacidad y la ciberseguridad. Estas categorías irán aumentando en función de los nuevos desafíos que se vayan planteando.

Privacidad, legislación y ética. Internet y las nuevas tecnologías abren nuevos debates legales, nuevas obligaciones y nuevos derechos, como el tratamiento de los datos, la propiedad intelectual y el derecho al olvido.

  • Jóvenes y tecnología. La precocidad en el uso de tecnologías y la disparidad en el conocimiento sobre las mismas entre generaciones trae nuevos problemas, como el ciberacoso o la adicción a videojuegos.

  • Cambios de hábitos y conducta. El uso de la tecnología ha provocado cambios en la conducta de los seres humanos, nuevos hábitos y nuevas patologías, como el ‘ningufoneo’ (phubbing), pérdida de la conversación, la nomofobia o adicción al móvil, el aumento del sedentarismo o el impacto en la familia.

  • Fake News. Los bulos y noticias con ánimo de distorsionar la opinión pública han proliferado y encontrado un caldo de cultivo impresionante en políticos y ciudadanos polarizados.

  • Brecha digital e inclusión. Reducir la brecha digital social y empresarial, así como procurar acercar a los más desfavorecidos a este nuevo mundo que, con sus peligros, se hace imprescindible.

  • Vigilar los monopolios tecnológicos. ¿Quién vigila a las grandes empresas tecnológicas? ¿Cómo se reclama su responsabilidad? ¿Cómo se establecen mecanismos de control y regulación?

  • Ciberseguridad. La seguridad nacional, pero también el comercio y las personas, se ven afectados por las infiltraciones, los cibercrímenes, los asaltos digitales.

Me hace especial ilusión participar en un proyecto como este y de la mano de mi nueva relación con esta gran corporación que es Atresmedia porque cero en el poder transformador de la televisión, en el compromiso del cambio, siempre con la complicidad y la ayuda de todos. Si a este medio que se reinventa a diario se le suma el uso responsable de la tecnología, podríamos ser optimistas en su hibridación.

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Comunicacion, Economía, Robotica Marc Vidal Comunicacion, Economía, Robotica Marc Vidal

A años luz de poder solucionar el problema de las pensiones.

Hace un tiempo saltaba la noticia de que Bruselas estaba pensando en legislar sobre la robótica a nivel europeo. La decisión poco tenía que ver con aspectos filosóficos ni conceptuales, se trataba de localizar medidas para contrarrestar la pérdida de empleo que nos anuncia la automatización. En principio, una de esas decisiones pasaría por la posibilidad de que los robots coticen a la Seguridad Social y así de este modo garantizar el coste del estado del bienestar y, en definitiva, muy especialmente las pensiones futuras de los europeos.

Hace un tiempo saltaba la noticia de que Bruselas estaba pensando en legislar sobre la robótica a nivel europeo. La decisión poco tenía que ver con aspectos filosóficos ni conceptuales, se trataba de localizar medidas para contrarrestar la pérdida de empleo que nos anuncia la automatización. En principio, una de esas decisiones pasaría por la posibilidad de que los robots coticen a la Seguridad Social y así de este modo garantizar el coste del estado del bienestar y, en definitiva, muy especialmente las pensiones futuras de los europeos.

Y es que las pensiones están en ese punto en el que se encuentra un barco de papel recién doblado y en el que la impermeabilidad de las costuras hechas a mano permiten que no entre el agua y se mantenga a flote. Sin embargo, al igual que ese barquito, las opciones de que a medida que vaya empapándose, por mucho que queramos, habrá más agua dentro que fuera y, tarde o temprano, se hundirá incapaz de equilibrar su estructura flotante y la pérdida de ligereza. Las pensiones no hacen más que empaparse y poco a poco, con múltiples fórmulas, nos van insinuando que las cosas pintan mal.

Lo grave no es que las pensiones del futuro estén en evidente peligro. Lo realmente desesperante es como se asume que así será. La generación nacida después de los setenta suelen responder con un ‘yo no tendré pensión’ como si fuera normal o inevitable sin plantearse una estrategia al respecto y dejándolo todo a la inercia futura. Los que ahora son pensionistas no entienden porque sus pensiones se han ido depreciando de forma tan importante. El hecho de que nuestro sistema sea solidario, es decir, lo que cobra un pensionista de hoy no tiene relación directa con lo cotizado sino con lo que a partir de lo cotizado el sistema actual puede pagarle, complica su comprensión e hipotética justicia. Ese cálculo se produce en base a la capacidad de recaudación de la Seguridad Social a partir de los salarios en general.

Esto, explicado de manera peligrosamente sencilla, no es mucho más que lo que el pasado domingo expliqué en el programa ‘Liarla Pardo’ de La Sexta donde cada domingo participaré explicando algún concepto económico de actualidad. En esta ocasión no hice más que resaltar, con la dificultad del escaso tiempo que se puede tener en un programa frenético como este, algunos datos que son relevantes. Que el poder adquisitivo de los pensionistas no ha hecho más que bajar, que seguirá bajando puesto que hay que atender al coste de sostenibilidad o la tasa de sustitución y que por mucho que todos los partidos hablen de subidas o lo que sea eso no va a pasar cuando se incorporan todos los elementos de cálculo.

En concreto, las pensiones bajarán en 2019 un 0,49% en España de media según los cálculos de Renta4, entidad que por cierto suele acercarse muchas veces en este tipo de análisis. En este caso, repito, que se anuncie una subida de pensiones se refiere a que en ese porcentaje se incorpora algún elemento de la ecuación pero que, al ejecutarlo al completo, dará negativo de media. Eso es muy previsible porque nuestro problema no es sólo de salarios bajos, que también, sino sobretodo de un modelo solidario dependiente del estado demográfico. Vivimos más y cada vez son menos los que cotizan en proporción con los que cobran pensiones. Es pura matemática. Menos para más suele dar negativo.

Y en negativo vamos a estar. Que nos expliquen como piensan enfrentarse a estas cifras sus señorías. Según la OCDE en 2050, cuando los nacidos en 1980 tengan apenas 70 años, es decir en la flor de su jubilación, habrá 77 pensionistas de cada 100 habitantes. Por ver la dimensión de la tragedia diremos que ahora son 29 y en 1970 apenas eran 19 por cada centenar de ciudadanos. Podemos seguir tocando la flauta, insistir en debates sobre banderines o atender a los chanchullos del político de turno, pero el problema se avecina y, al parecer, la decisión tomada por nuestros políticos es la de no hacer nada relevante y de valor que pudiera cambiar el asunto. Nos vamos a dar una hostia de dimensiones bíblicas. Lo jodido no es que esto parezca inevitable, no, lo peor es que en otros países las medidas para enfrentarse a este Miura es totalmente distinta.

En España, las opciones, según sus señorías es la de o bien ‘seguir apostando por el empleo’ o ‘pensar en la subida de impuestos’. La primera es una frase hecha sobretodo cuando tu apuesta por el empleo es la de fabricar ‘pobres asalariados’ ya que el modelo productivo de tu país no es más que estimular la economía cíclica y dependiente de los servicios de escaso valor y, la segunda, una frase de las de tocar la alarma general. ¿Subir impuestos para qué? Para pagar las pensiones a partir de los presupuestos. Una especie de bola de estiércol dando vueltas cuesta abajo. Cada vez será más grande y aportará menos. Subes los impuestos y así generas caja para pagar unas pensiones que volverán a ser insostenibles tarde o temprano. La diferencia es que irás impidiendo la reconversión de sectores que irán ahogándose ante la falta de competitividad en un mercado global.

¿Y entonces? Hay quien considera, como decía al principio, que los robots nos lo van a solucionar todo. Algo que, me vais a perdonar es más que revisable. Es cierto que un robot, a medida que se le ‘inyecta’ inteligencia artificial, pierde su condición de ‘máquina’ y pasa a otro estadio más complejo de delimitar, pero lo que parece un poco absurdo es considerarlo una entidad que deba cotizar a la seguridad social. En todo caso, si algo así pasara algún día, hablamos de una situación muy lejana y que, obligatoriamente, necesitaría un cambio notable de nuestro modelo económico e industrial. Estaría bien primero revisar eso.

Es evidente que no nos tenemos que imaginar los robots humanoides de las películas. Un robot puede ser una pantalla táctil o un algoritmo informático. Un robot que no ves. Por lo tanto nunca habrá un robot que sustituya al humano y cotice por él, porque muy probablemente no habrá un robot, sino que sea algo intangible como un software. Por lo tanto, cuando hablamos de que un robot pague las cotizaciones sociales en realidad nos estaríamos refiriendo a que sea la tecnología la que cotice a la seguridad social más o menos. Por supuesto eso parece una soberana tontería. Pero permite avanzar hacia donde quiero llegar.

Los que consideran que ‘la tecnología y no los robots deben pagar las pensiones’ sugieren una alternativa más real a que ‘algo’ cotice a la Seguridad Social sino que proponen que las empresas paguen más impuestos por el uso de esas tecnologías o por el beneficio que obtienen con ellas. Consistiría en aumentar la fiscalidad a toda tecnología que remplace a las personas, que cotice más por el coste de gente que no ocupa. Con ello, aseguran, se busca un sistema de recompensa social y eso puede ser un gravísimo error.

Un impuesto sobre la tecnología puede ser problemático porque castigará los sectores que apuesten por un cambio tecnológico, por se competitivos y exonerará a los que sigan sin apostar por un modelo menos tradicional y analógico. Es desesperante. El sistema actual es asumible sólo si lo que realmente cambia es el modelo de crecimiento, la estructura económica del país. Un modelo eficiente, tecnológico y que conjugue un verbo como el ‘optimizar’ antes que el de ‘crecer’. Una sociedad digital y una economía transformada nos lleva a la eficiencia de los servicios y del reparto de pensiones más capaz. Mayor productividad y competitividad a ser modernos y capaces de reestructurar todo el sistema del bienestar y garantista del que somos incapaces de desprendernos.

Leí que 'el problema fundamental es cómo recauda el Estado hoy en día. Todos los cimientos en los que se había estructurado el sistema son inservibles para el futuro: lo material, aquello en lo que basamos la recaudación, se va diluyendo'. De hecho, cada vez habrá más problemas para sufragar el gasto que vamos a necesitar pero plantear un impuesto sobre la innovación tecnológica es muy arriesgado y podría retrasar el equilibrio del que dependemos todos los que esperamos jubilarnos a mediados de siglo.

¿Y si las pensiones fueran en si mismas el problema? ¿Y si en lugar de preocuparnos por ellas la alternativa pasara por su desaparición? Tal vez la solución pasa por algo similar a una renta básica universal que sea capaz de unificar prestaciones como pensión, paro o subsidios. Si esa fuera la solución, requeriría de una transformación brutal de nuestro modelo social y económico. Curiosamente estaría en las antípodas de lo que esperan los partidos que habitualmente lo defienden. En el futuro no muy lejano la lógica en las relaciones empresa y trabajadores va a romperse, es evidente, debido a que el sentido económico del empleo se irá difuminando. Nunca seremos más eficientes que un robot y eso lo modificará todo. El papel de las personas variará y deberá regirse por otros calibres menos económicos. La puesta en marcha de esa renta básica podrá algún día ser una opción pero el problema es que para llegar ahí se debe hacer todo lo contrario a lo que propugnan los que la defienden. Antes de llegar a ello es obligatorio tener una economía muy rica, muy tecnificada, muy competitiva y muy productiva para llegar a la transferencia de rentas. España está perdida en la inmensidad del desierto en ese tema porque no cumple ninguna de esas premisas.

Por lo tanto, para garantizar las pensiones primero deberemos pensar en repensarlas como concepto, segundo apostar por una sociedad tecnológica y dejarse de idioteces como que los robots coticen y tres exigir a la clase política que se ponga en serio de una vez. La inercia, en este caso, solo conduce al desastre.

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Verificar y eliminar aplicaciones que acceden a tu Facebook para Dummies.

Ni el fundador de Facebook usa Facebook. Con la que está cayendo y Mark Zuckerberg lleva desde el 2 de marzo sin actualizar su perfil de Facebook. El propio creador del monstruo no considera importante decir nada en su muro acerca de la tormenta del robo de datos sobre la que todo el mundo habla. El asunto es grave. Facebook no sólo maneja infinitos datos sobre nosotros, eso lo sabíamos, y los utiliza colocándonos un sofisticado ‘targeted advertising’ de anuncios dirigidos a compradores probables, sino que también, y eso es lo relevante, Facebook creaba una cosa llamada ‘perfiles de votante psicográficos’ que fabricaba una empresa llamada Cambridge Analytica. Estos 'cracks' construyeron los perfiles de 50 millones de potenciales votantes a partir del estudio de los datos obtenidos de 270.000 usuarios. 

Ni el fundador de Facebook usa Facebook. Con la que está cayendo y Mark Zuckerberg lleva desde el 2 de marzo sin actualizar su perfil de Facebook. El propio creador del monstruo no considera importante decir nada en su muro acerca de la tormenta del robo de datos sobre la que todo el mundo habla. El asunto es grave. Facebook no sólo maneja infinitos datos sobre nosotros, eso lo sabíamos, y los utiliza colocándonos un sofisticado ‘targeted advertising’ de anuncios dirigidos a compradores probables, sino que también, y eso es lo relevante, Facebook creaba una cosa llamada ‘perfiles de votante psicográficos’ que fabricaba una empresa llamada Cambridge Analytica. Estos 'cracks' construyeron los perfiles de 50 millones de potenciales votantes a partir del estudio de los datos obtenidos de 270.000 usuarios. 

La verdad es que si aun no has pensado en borrar tu cuenta de la mayor red social que ha conocido la humanidad, estaría bien que revisaras que aplicaciones están accediendo a tu cuenta sin saber exactamente para qué. Ciertamente a mi no me molesta que Facebook utilice los datos que ofrezco para lo que hemos pactado que los va a usar. Quiero decir que los anuncios y propuestas que me aparecen son un mecanismo de mejorar mi experiencia en la red y esos datos, en mi caso, no me preocupa haberlos cedido. Los cedo todos los días. Lo hago con Amazon, con Google, con Cabify o con quien sea. La diferencia es que confío que son para mejorar mi experiencia en el uso de estas soluciones. Nada es gratis en la red y lo sé. Si algo aparenta ser gratis la moneda soy yo. De ahí que me gusta saber porque pago y a quién.

Cómo con Facebook ya no sé a quién pago ni a quién estoy ofreciendo mis datos he pensado que lo mejor es desactivar todo lo que sea desactivable antes de tomar una ‘decisión definitiva’: eliminar mi cuenta. Si te interesa como puedes verificar las aplicaciones que tienen acceso a tu cuenta de Facebook y cómo eliminarlas sigue estas instrucciones. Ten en cuenta que si llevas años en Facebook probablemente has instalado juegos, aplicaciones o has dado permiso en múltiples sitios para iniciar sesión de un modo rápido con tu propio ‘login’ de la red. Es habitual hacerlo con Netflix, Spotify e incluso (me han contado) con Tinder. Debemos tener claro que Cambridge Analytica, la consultora de datos contratada por la campaña de Donald Trump para las elecciones estadounidenses de 2016 que recolectó datos de hasta 50 millones de usuarios de Facebook sin su permiso a través de datos recopilados de aplicaciones de terceros como las que te acabo de decir, estaría bien saber que no tienes tu cuenta vulnerable a algo similar.

Como evitar que te roben tus datos en Facebook, versión para Dummies:

1.         Ir a Facebook.com, mejor desde tu ordenador de sobremesa que desde el móvil.

2.         Haga clic en la pequeña flecha en la parte superior derecha de la pantalla

3.         Estás en menú de Facebook

4.         Haga clic en Configuración

5.         Busca el botón Aplicaciones en el menú en el lado izquierdo de la pantalla y haga clic en él.

6.         Estás en aplicaciones de Facebook

7.         Esta página te dirá cuántas otras aplicaciones tienen acceso a todos o algunos de sus datos de Facebook.

8.         Lo normal, no te asustes, es tener un centenar de aplicaciones conectadas. He visto gente que tiene miles.

9.         Haga clic en el botón Mostrar Todo y en la mitad de recorrido habrás visto la gran mayoría.

10.   Ahora a eliminar. Tienes que hacer clic en la pequeña "x" que aparece al pasar el mouse sobre una aplicación para eliminar cada una de ellas, una a una. Es pesado, pero no hay otra opción a menos que uses algún script que te montes tu mismo. No muy recomendable.

11.   Comienza con las aplicaciones o los sitios que no usas. Puede que ni recuerdes que las tienes, ni siquiera las usaste nunca. Pero ten en cuenta que están ahí por algo y al parecer no tienes ni idea. Malo.

12.   A medida que vas limpiando te van a quedar las que controlas, las que conoces. Ahí empieza la guerra mental a la que Facebook y sus derivados práctica contigo. Crees que lo necesitas todo. No es así. Prueba.

13.   Una vez que hayas pasado todo este tiempo borrando aplicaciones, hay una cosa más que debes hacer. Debajo de todas las aplicaciones, debería ver un conjunto de cuatro cuadros grises. Haga clic en el botón Editar para la aplicación ‘Aplicaciones para otros usuarios’.

14.   Este menú está bastante oculto y en realidad controla qué aplicaciones de tus amigos son capaces de ver cosas sobre ti. Interesante. Esto es importante pues cuando otros instalan aplicaciones con permisos muy invasivos, muy parecidos al que está en el centro de la debacle de Cambridge Analytica, esas aplicaciones pueden navegar por Facebook como lo hace el usuario, viendo lo que compartes con tus amigos, aunque nunca hayas consentido deja que esa aplicación (que actúa como una extensión de tu amigo) vea y tome tu información. Resulta que has estado compartiendo una gran cantidad de información sobre ti mismo, mucha de la cual sería muy útil para las personas que querían crear un perfil sobre ti para orientar anuncios o mensajes políticos y tú no lo sabías. Cuando ves eso y sabes que es lo que hace realmente, acojona un poco.

15.   Desmarque todas las casillas que están marcadas y presione guardar.

Hay otra opción algo más bestia. Ves donde dice ‘Aplicaciones, sitios web y complementos’, si haces clic en el botón ‘Editar’ tienes la opción de bloquear cualquier aplicación o juego para que no use Facebook nunca. El problema es que con tanto tiempo usando Facebook, probablemente tengas un montón de trabajo configurando tus perfiles en Netflix, Spotify, etc.). Facebook está tan metida en la vida de muchos de nosotros que aunque no lo uses (yo entro muy poco hace meses) sigue siendo sustancialmente una especie de DNI electrónico que te da acceso a mil espacios y, derivadamente, captura los datos de tu vida. Ahora sabemos que los vende o los cede o los pierde. Lo que sea.

Aunque lo borres todo no sabrás nunca cuantos datos tuyos ya están dando vueltas entre algoritmos aportando información relevante sobre ti y tus gustos. Obviamente, la única manera de asegurarse que tus datos no van a ser mercancía es eliminar definitivamente tu cuenta de Facebook. Hay una corriente por ahí, incluso forma parte de ella uno de los fundadores de Whatsapp, alguien que vendió su empresa a Facebook por 19 billones de dólares, que animan a hacerlo. Otros, millones de personas, piensan todavía ‘mi vida es muy sencilla, muy simple, me da igual que me espíen, mis datos no son relevantes y no importan a nadie’. En eso se basa precisamente este retorcido asunto. En que parezca irrelevante.

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Nueva conferencia: ‘reWorking’.

Hoy doy una conferencia para la empresa japonesa Hitachi. No es una charla más, pues estreno contenido y título. Se llamará ‘reWorking’, un intento de sintetizar el obligatorio cambio de metodologías, relaciones y sistemas en el empleo de hoy, especialmente desde el punto de vista de la denominada Industria 4.0. Este es el título que finalmente define mejor el contenido que mostraré durante los casi 50 minutos que dura aproximadamente.

Hoy doy una conferencia para la empresa japonesa Hitachi. No es una charla más, pues estreno contenido y título. Se llamará ‘reWorking’, un intento de sintetizar el obligatorio cambio de metodologías, relaciones y sistemas en el empleo de hoy, especialmente desde el punto de vista de la denominada Industria 4.0. Este es el título que finalmente define mejor el contenido que mostraré durante los casi 50 minutos que dura aproximadamente.

Reworking, se subtitula ‘la industria 4.0 en a Era digital’ y es una conferencia inspiracional y emotiva que pretende ser un análisis de la revolución que vive nuestra sociedad desde un punto de vista empresarial. Una charla que descubre como hemos llegado a este punto y los desafíos a los que nos enfrentamos. Un contenido, audiovisualmente muy cuidado, que defiende el hecho de que la tecnología es el ‘cómo’, pero las personas somos el ‘porqué’

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Tengo claro que las revoluciones siempre se consideraron una crisis por los que las vivieron por la dificultad de entender su repercusión real. En ‘reWorking’ hago un análisis del momento histórico que vive la humanidad en términos de fabricación, distribución y venta de productos, aportando una óptica en positivo. Para lograrlo, las preguntas que intento responder en esta conferencia son: ¿cómo debemos afrontar este reto? ¿qué papel jugamos las personas?

En 1950, el gobierno de Estados Unidos publicó un censo de tipologías de empleo. De las 270 que lo conformaban, sólo una ha desaparecido por culpa de la automatización: el operador de ascensor. Las otras profesiones que se han eliminado de ese listado responden a criterios de mercado, demanda u obsolescencia tecnológica. Es cierto que no vivimos en esa época pero puede inspirarnos a la hora de enfrentarnos a muchos de los titulares que leemos estos días sobre la que se nos viene encima.

De hecho, McKinsey rectificaba el famoso informe de la Oxford University sobre el dichoso asunto de la destrucción masiva de empleo por culpa de los robots. Según la consultora en los próximos años no veremos sustituciones absolutas de empleos sino empleos automatizados parcialmente. Esto es absolutamente trascendental. Del discurso oficial que certifica una ‘robocalipsis’ a medio plazo pasamos a otra menos extendida, y en la que me incluyo, que defiende un escenario donde el ser humano deberá aprender a ser complementario, un valor añadido, a esa automatización. De eso va mi charla en concreto. No es un catálogo de robots aniquilando empleos, sino un muestrario de oportunidades.

Reworking es una de las cuatro conferencias diferentes que ahora mismo ofrezco. Todas responden a un prefijo (re-) que pretende recomponer el argumento de que toca empezar de nuevo muchas cosas y hacerlo desde diferentes ámbitos. Las otras tres son ‘reThinking’, ‘reWorld’ y ‘reOrder’. La primera, la conferencia titulada ‘reThinking’ trata de cómo hacerlo desde el ámbito de la Transformación Digital, ‘reWorld’ es una charla de carácter más social y menos empresarial cuya reflexión gira en torno al mundo que nos viene. La última es la que se basa en el libro ‘Una hormiga en París’ pero actualizada. Su título es ‘reorder’ y trata esencialmente con metáforas y un storytelling divertido, como reorganizar una empresa atendiendo a la Era Digital.

Me gusta mucho divulgar, explicar y compartir experiencias con la audiencia en general. Lo he hecho escribiendo aquí y en libros, en televisión, en talleres y workshops y, por supuesto, en este tipo de charlas. Si consideras que alguna de ellas puede ser interesante para tu empresa o evento, no dudes en preguntarnos sobre ellas.

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Mass-media o mass-tontos. La Transformación digital no era para esto.

Una sociedad agotada de prensa, tertulianos, expertos de todo, pirómanos y moderadores. Agotada pero enganchada. Se hace difícil abandonar el ritmo de la información que además, ahora, permite seguirla en múltiples formatos y dispositivos. El tiempo real, la post-verdad, la reflexión, las fotografías, los videos y sus comentarios, las interpretaciones mínimas, la voluntad maniquea del bueno y el malo y el blanco y el negro en un mar repleto, más que nunca, de grises. Todo se amontona en una orgía indescifrable de información proveniente toda clase de medios y canales.

Una sociedad agotada de prensa, tertulianos, expertos de todo, pirómanos y moderadores. Agotada pero enganchada. Se hace difícil abandonar el ritmo de la información que además, ahora, permite seguirla en múltiples formatos y dispositivos. El tiempo real, la post-verdad, la reflexión, las fotografías, los videos y sus comentarios, las interpretaciones mínimas, la voluntad maniquea del bueno y el malo y el blanco y el negro en un mar repleto, más que nunca, de grises. Todo se amontona en una orgía indescifrable de información proveniente toda clase de medios y canales.

La confianza bajo mínimos. Por lo menos por mi parte. La industria de los medios de comunicación vive su peor momento. No sólo se enfrenta a la disrupción digital sino que también los medios digitales se enfrentan a la disrupción que provoca la falta de análisis. Una falta bíblica de objetividad en la mayoría de ellos los ha conducido a una falta de confianza histórica por parte de sus audiencias no tradicionales. Crecen en oyentes, lectores digitales y posiblemente en espectadores, pero a la vez, éstos, parecen exigir tertulias con aspavientos, detalles sin importancia pero muy efectistas y analistas de todo hablando de nada. En un mundo de medios dirigidos por partes interesadas que tan bien y detalladamente explica el ensayo ‘Power is everywhere’, éstos tienen un público muy claro en mente, y ni siquiera se esfuerzan en buscar otros lectores. Prefieren representar nichos subjetivos en lugar de arriesgar en praderas objetivas.

Es posible pensar que la prensa, técnicamente, sigue sin asumir la disrupción. La información se derrama por miles de canales alternativos y la réplica de titular no es mucho más que eso, una réplica en pocos caracteres y donde la profundidad del epicentro no parece importar a la mayoría. Otras industrias han entendido y sufrido que pasa cuando te llega la disrupción. La compañía de taxis mas grande del mundo no tiene taxis. La compañía hotelera más grande del mundo no tiene ni un solo hotel. La empresa más grande de telefonía no tiene infraestructura propia. La mayor empresa de retail del mundo no tiene inventario propio. La empresa que posee más contenidos del mundo no crea contenidos. El banco que más crece no tiene dinero. La empresa de cines mas grande del planeta no tiene ni una sala propia. En la mayoría de los casos, el concepto ‘user generated’ está encima de la mesa.

Todo ello tiene mucho que ver con la mutación de toda la cadena de valor que está transformando el ‘producto a servicio’. El escenario ha cambiado definitivamente. Ese cambio de liderazgo se sustenta en una estrategia a medio plazo que va más allá de la cosmética. Es una mutación profunda. No se trata tanto de plataformas dónde las personas intercambian productos sino de un lugar dónde se vinculan a servicios. No se trataría tanto de un lugar donde las personas intercambian enlaces informativos o participan de la información y de la opinión. En todo caso se debe profundizar en la idea de que el lector, el consumidor de información, se ha convertido en un agente activo y en un plano muy distinto al que la prensa tradicional le sigue reservando. No consumen, interpretan. E interpretan muy distinto a como otras generaciones lo hacen por cierto.

Reina la idea acerca de los millennial, que para que te lean (lease hagan click) debes hablar de nimiedades y poner muchas fotos. Así corre el contador de páginas vistas. Que les importa más lo que dice una alienada ‘influencer’ a lo que se aporta en la profundidad de un análisis complejo. Y eso no es cierto. Lo que pasa es que el consumo informativo de esta generación es muy heterogéneo y se aparta de lo convencional, de lo prediseñado o de lo que otros, generaciones X o superiores, podemos entender. Resulta que los millennial navegan por los medios mientras hacen otras cosas. En el curso de su trayecto informativo seleccionan y revisan a posteriori lo que han decidido. La guerra estaría en ser relevante y no únicamente 'fast-food'. Lo primero exige objetividad, lo segundo efectos visuales o titulares de autobús.

Esto no va de ‘views’, ni de ‘clicks’. Es muy serio y parece que nadie se entera de que, en la guerra del consumo maniqueo e irresponsable por parte de muchos, está el vacío futuro y la lejanía de la prensa con respecto a sus consumidores inmediatos. Este es un mundo donde la tecnología simultáneamente ha liberado y restringido el contenido que consumimos, con las plataformas periodísticas están haciendo más para dividir que para unir. En este punto habrá un lugar crucial para los editores que puedan ofrecer contenidos en el que se pueda confiar. Ese es, después de todo, el papel tradicional de los medios de comunicación. Parecía que la conquista digital de la prensa nos aportaría inmediatez, objetividad, una visión poliédrica y comparada y un modelo informativo mucho más razonable, pero no ha sido así. El negocio digital de la prensa tradicional no es más que una búsqueda incansable de ‘pageviews’ sin control empujados por sus lectores ideológicamente afines. Lo peor es que muchos de los ‘nuevos medios’ hacen lo mismo.

Las cifras de consumo de los medios tradicionales cae. Suelen remontar puntualmente en momentos de barullo informativo como el actual, pero globalmente, cae. Cae en cantidad, pero también en calidad. La alocada búsqueda del lector ahora ha dado paso a la caza del visualizador de videos. Ya así nos va. Este es uno de esos momentos. Por lo menos por estos territorios. El Brexit, Trump o El Chapo Guzman fueron otros. Sin embargo la tendencia es la que es y el peso de lo inevitable es inmenso. Mucha gente se ha dado cuenta de que no está recibiendo una imagen completa de lo que está pasando a través de los canales en los que confió siempre o le dijeron que eran fiables.

Por si fuéramos pocos, parió la abuela. Y parió un algoritmo. Bueno, varios. Rutinas aritméticas que nos están cegando con opiniones ilustradas de opinadores de ‘todo’ y que aportan más ruido en el griterío pero que, según la inteligencia artificial o el big data, son informaciones que ‘debemos’ leer. Sabemos desde hace tiempo que los medios digitales funcionan haciendo suposiciones acerca de quiénes somos y la clase de cosas que nos gustan. Si bien puede haber algunos aspectos positivos en esto, si ampliamos el diafragma el asunto es terrible. Los medios son cada vez menos medios. La caza del ‘like’ o el ‘retuit’ no dejan de ser una anomalía informativa, un escenario muy poco nutritivo, un McDonals de la información sin sobremesa y sin cubiertos.

A medida que el análisis deja paso a la difusión gigantesca de párrafos ocurrentes, que la lectura del detalle se queda en el bajo título y que el relato prefabricado argumenta el hecho, nos iremos desvaneciendo como sociedad crítica y nos convertiremos en una especie de 'followers' de la 'post-verdad'. Tal vez ya hemos llegado demasiado lejos, quien sabe, y el retorno está complicado. Y es que la tecnología no era para esto. Era para componer opinión con mayor grado de conocimiento. No estamos haciendo mucho con lo que la digitalización nos aporta. La culpa es de todos. Del que lee y del que escribe. Del que emite y del que mira. A veces parece que la tecnología aplicada a los ‘mass-media’ nos está haciendo ‘mass-tontos’. A las pruebas me remito.

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La prensa escrita y la transformación de su modelo de negocio.

Que imprimir periódicos es algo que va a desaparecer está asumido por todos. Especialmente por la propia industria periodística. Lo que no comparten todos es la velocidad a la que esto se va a producir. Los datos que llegan mes tras mes son de puro pánico para los que se sujetan todavía a mantener de algún modo ese modelo porque ‘todavía da algo’.

Que imprimir periódicos es algo que va a desaparecer está asumido por todos. Especialmente por la propia industria periodística. Lo que no comparten todos es la velocidad a la que esto se va a producir. Los datos que llegan mes tras mes son de puro pánico para los que se sujetan todavía a mantener de algún modo ese modelo porque ‘todavía da algo’.

La prensa es un negocio que se rige por ciclos y sus ingresos aumentan cuando hay bonanza económica pues dependen de la publicidad y ésta, precisamente, es la más sensible a ese momento económico. En el horizonte se vislumbra, digan lo que digan, una nueva recesión a medio plazo y eso empujará a sectores, o formas de trabajar, definitivamente a la desaparición tal y como los conocemos.

La diferencia esta vez es notable con respecto a la anterior situación dramática. Hace apenas siete u ocho años la prensa recibió su primera gran bofetada. Cayeron ingresos por muchos motivos. Menos publicidad, competencia de nuevos formatos y aparición de actores inéditos hasta la fecha. Se creyó que en cuanto la economía repuntara se recuperarían las cifras y todo volvería, por lo menos en ingresos publicitarios, a la normalidad. 

No ha sido así. No lo será tampoco ahora. En los últimos años ha ocurrido lo contrario y los ingresos por publicidad no han hecho más que caer. Como siempre recomiendo ver que pasa en Estados Unidos, concretamente en los estados donde se puede homologar su modo de vida con las grandes ciudades europeas, para interpretar con unos meses de adelanto lo que se avecina. También es interesante echarle un vistazo al conocido periodismo robótico que está modificando redacciones y modelos de negocio en la prensa.

Hace un par de semanas que el Wall Street Journal anunciaba que la disminución de venta publicitaria estaba siendo similar a la de hace una década. La reducción de personal es la tónica en muchos medios de la costa este norteamericana. Una tendencia que, aunque se haya detenido ligeramente en Europa, volverá a con fuerza. El declive de la prensa impresa es inevitable y será mucho más rápida de lo que nos han contado. Aplíquese esto a muchos sectores que piensan que la situación terminal de algún modelo de negocio concreto será mucho más tarde y que tienen tiempo para reaccionar. Puede que no. 

Los motivos por los que los periódicos vuelven a sufrir una recaída se esconden bajo un problema demográfico y por otro de mercado publicitario competitivo. La primera razón obedece a que la mayoría de lectores leales a los periódicos son personas nacidas antes de los ochenta. El resto no se suscriben a ningún periódico. Los viejos lectores van desapareciendo y no son reemplazados por nuevos. La nueva masa de lectores de periódicos, incluso digitales, no está en los Milenials. Éstos leen de otro modo.

La segunda razón es el mercado publicitario en si. Las tarifas se han tenido que reducir puesto que ahora muchas marcas conocen modos de publicitarse con modelos targetizados y gestionados con modelos predictivos mucho más sugerentes que los de insertar un anuncio a toda página sin saber quien va a fijarse en él. Hay un dato curioso que refleja que el ajuste sobre el gasto publicitario en periódicos va a ser inmediato y contundente. El año pasado en Estados Unidos los medios impresos representaban sólo el 4% del tiempo de las personas en su día a día. Sin embargo capturan todavía el 16% de los ingresos publicitarios. A la vez los dispositivos móviles ocupan el 25% del tiempo de los usuarios, pero solo un 11% del gasto publicitario. Obviamente esto no va a durar. En Europa los datos van con un cierto 'delay' pero de meses únicamente. Atentos.

Y a todo esto, ha habido grandes diarios que han sabido gestionar bien esa transición y otros no. Algunos creyeron que la salvación era replicar una edición en papel a otra digital y esperar a que la publicidad hiciera lo mismo. Y no es así. No son el mismo negocio en ningún caso y tampoco, en esencia, son lo mismo. En España conocemos cabeceras que se han convertido en referencia digital mientras dejan que su edición papel vaya perdiendo peso. Sin miedo. Otros siguen apostando por el papel ‘porque es la base de sus ingresos’ y la velocidad de transformación es lenta y peligrosa. Además, por supuesto, la aparición de medios nuevos que se han consolidado a una velocidad inédita e imposible en otras épocas.

El ejemplo de la prensa escrita es muy ilustrativo para hablar de cómo adaptarse a una época como la nuestra. Ejemplo de los modos de transformación digital que se pueden tener e incluso para diferenciar entre digitalización y transformación digital. Tenemos prensa que tuvo una apuesta por lo digital creando redacciones nuevas, modelos de trabajo nuevas, espacios de experimentación, aplicación tecnológica e, incluso, generación de nuevos modelos de negocio.

Por otro lado hay otras cabeceras que no supieron aprovechar la relevancia aportada del pasado y apostaron por una convivencia entre lo digital y lo impreso imposible de gestionar con éxito. Que el medio escrito digital sea una réplica del papel, con usos y modelos tradicionales que sólo cambia el canal, ha sido un error de algunos que no lograrán a estas alturas cambiar la tónica hacia una zona de difícil retorno.  

Ha habido incluso medios que han aprovechado la red para crecer, para convertirse en referencia más allá de donde lo eran hasta la fecha, que han sabido conjugar la opinión, la información y lo audiovisual. En Estados Unidos por ejemplo hay un caso notable. A principios de los años noventa, el Washington Post era un diario local de la capital del país. Poca gente, antes del Watergate, fuera del área metropolitana de Washington lo leía a diario. Hoy en día, por el contrario, el Washington Post es una estructura absolutamente nacional de medios cuyas noticias y estudios son leídos de costa a costa. 

Internet potenció aun mas al New York Times y al Wall Street Journal. Su reputación indujo a cientos de miles de personas en todo el mundo a suscribirse. El New York Times ahora tiene más de 1.3 millones de suscriptores digitales y por supuesto ya no paga a nadie por llevarles los periódicos a casa. En España las cifras no son tan espectaculares pero si hay algunos casos que muestran que a partir de una cabecera respetable, manteniendo la calidad periodística, sin reducir plantillas por la franja de la calidad y la experiencia, se pueden generar ingresos inesperados al alcanzar públicos digitalmente que eran inaccesibles o poco rentables en papel. 

Pero los periódicos viven de la publicidad mayoritariamente y éste es un negocio cíclico. Si quieren sobrevivir en muchos casos requerirán repensarlo todo y de manera urgente. Quien piense que lo peor ya ha pasado o que con lo que han hecho ya es suficiente, puede estar suicidándose lentamente. O no tan lentamente. Si creen que se va a recuperar ingresos con 'la bonanza' inminente se equivocan.

La prensa pierde ingresos durante las crisis y los recuperan teóricamente durante las recuperaciones económicas. Pero eso no pasó en ésta última ni pasará ahora. La pérdida de ingresos fue brutal y el rebote no se produjo. Repensar el modelo de negocio es urgente. A todo esto, si me apuras, hay que sumar el hecho de que cada vez son más las ediciones que constan de columnas, crónicas y análisis realizados íntegramente, cómo decía, por robots, por software que pone en un nivel de exigencia en eficiencia y rentabilidad una plantilla de profesionales que, ineludiblemente, también les toca revisar su estado de transformación y adaptación a la época que nos toca vivir. 

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La campaña electoral instantánea. Twitter cede el paso a Snapchat.

Las campañas electorales son como Tinder. Te van pasando fotos de 'candidatos o candidatas' y si alguno te gusta, haces 'match' y ya está. Sin análisis, sin reflexión. Si hay tema hay tema. Eso es lo que buscan los estrategas, influir con poco mensaje, con una foto, con un claim vagamente básico. No me digan que los eslóganes impactan porque no me lo creo. Se ponen porque nadie se imagina una campaña sin un mensaje inicial. Una vez propuse a un cliente que me contrató para ayudarles en una campaña electoral en Chile hace unos años, que debíamos ir sin eslogan. Fue muy efectivo y lo convertí en una conferencia que explicaba el efecto de viralizar este tipo de acciones sin título previo. 

Las campañas electorales son como Tinder. Te van pasando fotos de 'candidatos o candidatas' y si alguno te gusta, haces 'match' y ya está. Sin análisis, sin reflexión. Si hay tema hay tema. Eso es lo que buscan los estrategas, influir con poco mensaje, con una foto, con un claim vagamente básico. No me digan que los eslóganes impactan porque no me lo creo. Se ponen porque nadie se imagina una campaña sin un mensaje inicial. Una vez propuse a un cliente que me contrató para ayudarles en una campaña electoral en Chile hace unos años, que debíamos ir sin eslogan. Fue muy efectivo y lo convertí en una conferencia que explicaba el efecto de viralizar este tipo de acciones sin título previo. 

En esa línea de 'política sin eslogan' pero si 'política de eslogan' estamos. Y así nos va. Que la política española vive en su universo particular es evidente. Que va con retraso en muchas cosas también. Que lo de conectar con jóvenes, es obvio que le cuesta. Uno de los ejemplos más claros de que en general, quienes llevan el asunto estratégico de los partidos políticos en España, viven lejos de lo que realmente sucede y el cómo sucede se evidencia en la ausencia absoluta del uso del método de conexión y comunicación con el potencial electorado. Hablo de la comunicación instantánea que sugiere Snapchat, Periscope o Facebook Live esencialmente. 

Cómo ya pasó con Twitter o Facebook en su día, de repente sus señorías (o sus jefes de gabinete) se dieron que era ‘imprescindible estar’ aunque para ello tuvieran que forzar la situación y posar digitalmente. De golpe, y tarde, o estabas o no existías. El problema radicaba, como ahora, que esto no va de estar de repente, requiere de un proceso fiable, real y duradero. Ahora harán lo mismo y será digno de pillarse una silla en primera fila y ver como se desarrolla el desastre. Sin criterio o con cualquier motivo se meterán pensando que ahí está el electorado perdido como si de un festín electoral se tratara. Y no se tratará.

Lo que me sorprende es que la política española no abrace ya un modelo de comunicación que les iría como anillo al dedo. Frases cortas o ni eso. Imagen y reducción a cero el contexto político, la reflexión profunda y la caricaturización de las campañas. Lo que intentan hacer en otras redes o con otras herramientas y que en Snapchat les encajaría de manera perfecta. No voy a entrar en quien es mejor o peor. Tengo claro que se acerca una segunda oleada de recortes y un importante parón económico que sin ser como el que ya tuvimos (no quedan burbujas que pinchar) le complicará la legislatura al que venga con toda seguridad. No voy a entrar porque ninguno está hablando de lo que realmente importa a mi entender. ¿Cómo piensan organizar este rompecabezas en un escenario de destrucción sistémica del empleo? Por eso no voy a entrar porque ellos no entran. Pero si me importa cómo hablan, con quién, y con qué.

Normalmente para los jefes de campaña, unos más hábiles y estudiados que otros, el lenguaje no es un método de expresión sino un medio de manipulación. El uso que dan de las redes sociales y de la construcción en ‘short-code’ de todo cuanto cuentan lo demuestra. Es insultante pero es objetivamente el mecanismo más eficiente para ‘convencer’. Lo saben todos. Pero, como decía, sorprende lo lejos que están de la realidad, tanto la nueva como la vieja política.

Me quejo habitualmente de que en campaña no se habla de nada que pueda tener interés más allá de unos cuantos meses. Nada de estrategia, sólo táctica. Es más sencillo y menos arriesgado. No hablan de cómo vamos a crear un país capaz de enfrentarse a los retos inmensos, bíblicos que nos va a tocar vivir. Por eso es normal que a su vez sigan alejados de la vanguardia social, de los mecanismos de comunicación que utiliza un gran número de ciudadanos en el país que quieren gobernar.

Que en España uno de cada dos jóvenes esté en paro debería ser motivo de penitencia de todos. Los que estuvieron, lo que están y lo que quieren estar incluidos por no aportar nada al debate significativo. Suenan tan viejos como los de siempre, pero en su caso suenan a no entender el mundo en el que viven y las reglas de un juego que tenemos impuestas y que no podemos cambiar unilateralmente, lo que es más preocupante si cabe. Esa mitad de jóvenes en paro se comunican lejos de dónde lo hacen los políticos. Casi no usan Twitter, no les gusta Facebook, no leen blogs y van abandonando Youtube. El lugar de ‘encuentro’ es Snapchat. Una red creada para que no la entendamos los mayores de 30 años.

En Estados Unidos, siempre a la vanguardia, la campaña electoral está impregnada por este nuevo escenario. Las elecciones del 2016 serán recordadas como las elecciones de Snapchat. En las de 2000 fue la gestión inteligente del email que superó al uso de un lento y poco eficiente Fax. En 2004 los blogs y el nacimiento de la opinión no ‘profesional’. En 2008 las redes sociales como Facebook o Twitter fueron la clave. Redes organizadas y bien gestionadas daban tendencia de opinión en todo momento. En 2012 empezó la gestión del Big Data. Todo lo que pasaba en la red era filtrado y estudiado masivamente. Ahora, en 2016, Snapchat inaugura la campaña instantánea, la campaña fantasma, la campaña ahora estoy, ahora no.

Atentos, por si alguno quiere tomar nota de lo que viene. Snapchat reveló que casi el doble de jóvenes de entre 18 y 24 que vieron el primer debate republicano lo hicieron por Snapchat y no por televisión. La existencia de Snapchat da un giro absoluto al modo en que las noticias atraviesan el saturado muestreo político. Sería interesante saber como está sucediendo esto en España. ¿Te imaginas que esos mismos jóvenes, como en USA, estén haciendo su propio análisis político y se informen a partir de esa herramienta y los partidos no tengan ni puta idea? Es como un universo paralelo en términos de comunicación.

La realidad es otra no obstante por desgracia. Los jóvenes no perciben política alguna. No porque no les hablan del modo que requieren ni en el lugar que habitan. Ellos están en Snapchat por ejemplo, pero como la política no, pues ellos no están en el debate político mayoritariamente. Por si alguno de los lumbreras que llevan la estrategia de estos partidos quiere tener en cuenta la esencia de un nuevo modelo de comunicación es importante tener en cuenta que Snapchat implica un giro absoluto pues opera sobre la antigüedad de las noticias y la caducidad en un Casi todo lo que se comparte por Snapchat, ya sea la foto de un pie o un acto de campaña desaparece en menos de 24 horas.

¿A que cuesta entenderlo? ¿A que para un cerebro de más de 25 años eso de no poder almacenar en una línea histórica para consultar una y otra vez no nos cuadra? Bienvenido al mundo instantáneo. Snapchat registra el aquí y ahora: se ocupa del hoy y sugiere que mañana algo caducará lo de hoy. Los estrategas de campaña se preguntan porque a las 24 horas casi todo pierde relevancia en los flujos digitales de información. En Estados Unidos ya lo han descubierto y tiene que ver con Snapchat que cuando una noticia se digiere colectivamente al cabo de un rato desaparece porque ya se prepararan para otro plato que puede ser totalmente distinto. Fast food electoral. 

En este tipo de campañas, las ocurrencias y los efectos se ventilan rápido las reflexiones y el debate complejo. Esto va de una foto, un mini video, una frase. Me sorprende que en España con lo facilón que está siendo todo no estemos reinando en Snapchat. El mensaje es cada vez más superficial, más banal. Con la televisión pasamos de la política de programa a la de imagen, con Twitter redujimos el mensaje de partidos. Ahora con Snapchat o Periscope, lo que se exige es aun más minúsculo y rápido, además de un modelo de entenderlo todo muy distinto, efimero.

Ayer leía a Enrique Dans hablar de Snapchat. Lo hace como siempre extraordinariamente bien. Habla del hecho comunicacional que es lo que suele interesarle más pero algunas conclusiones son similares a como yo lo veo. Me preocupa que una herramienta como esta sea algo que esté tan lejos de quienes tienen como principal obligación ‘hablar y explicarse’ a todos, incluidos los más jóvenes. Sólo el candidato de ERC, Rufián tiene cuenta en Snapchat de un modo muy reciente. Es la anécdota. 

Sobre Snapchat contarte que hay más de 100 millones de usuarios activos que se conectan a diario. Que se comparten 2 billones de vídeos cada día. Cada segundo 9.000 fotos son compartidas. Que Snapchat es la mejor forma de conectar con la franja de edad entre 13 y 30 años. Más del 60% de los jóvenes de 13 a 30 años que usan un teléfono inteligente tienen snapchat descargado. Más de 8 billones de videos son vistos cada día en Snapchat. Los jóvenes de 13 a 24 años ven 8 veces más videos en vivo en Snapchat que en la TV para eventos similares. El 60% de los usuarios de Snapchat crean contenido a diario. El 71% de los usuarios de Snapchat tienen menos de 34 años. Nos tomaría más de 10 años para ver todas las fotos compartidas en Snapchat solamente en la última hora. 

El país con más usuarios en Snapchat es Irlanda. Snapchat es más conocido que Pinterest o Linkedin. Snapchat tiene más usuarios que Twitter, o Pinterest o Linkedin. Snapchat ha crecido en año lo que Twitter creció en 4 años. Cosmopolitan recibe 3 millones de vistas por día por esta vía. iHeartRadio es otra marca que tiene mucho éxito en Snapchat explicó que en septiembre durante su festival de dos días lograron cerca de 349 millones de impresiones. 

Algo está pasando y muchos se lo están perdiendo. Snapchat es mucho más que una amalgama imperfecta de fotos, 'rainbow filters' o elementos sin importancia. Es un lugar de comunicación y en si mismo un código de conducta y relación. Obviarlo por no entenderlo es muy arriesgado. 

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El 4 de marzo de 1981 no pudiste enviar un email, pero alguien se lo imaginó.

El 4 de marzo de 1981, cuando en los dos únicos canales de televisión disponibles en España reinaba 'Mazinger Z', 'Banner y Flapy', 'La batalla de los Planetas' y el 'Mono Amedio', se relataba la reacción de los españoles saliendo a la calle en contra del fallido golpe de Estado del 23F y la dimisión previa de Adolfo Suarez. Se escribía, se explicaban estos hechos por radio y veíamos imágenes sin contraste y con un color que para filtros de Instagram están muy bien pero que, para retransmitir acontecimientos, hoy no parece lo ideal

El 4 de marzo de 1981, cuando en los dos únicos canales de televisión disponibles en España reinaba 'Mazinger Z', 'Banner y Flapy', 'La batalla de los Planetas' y el 'Mono Amedio', se relataba la reacción de los españoles saliendo a la calle en contra del fallido golpe de Estado del 23F y la dimisión previa de Adolfo Suarez. Se escribía, se explicaban estos hechos por radio y veíamos imágenes sin contraste y con un color que para filtros de Instagram están muy bien pero que, para retransmitir acontecimientos, hoy no parece lo ideal.

El 4 de marzo de 1981 si querías hablar por teléfono debías concretar la hora en que se iba a producir la conversación puesto que sólo había teléfonos fijos. Enviar mensajes de texto pidiendo una cita sólo era posible si los escribías en una hoja de papel, la doblabas y pedías a alguien que la entregara a su destinataria. ¿Internet? ¿Email?, entelequias de futuristas o de personas que habían oído que algunas universidades estaban trabajando en algo difícil de explicar que parecían 'faxes' de nueva generación. Nadie podía imaginar lo que pasaría apenas una década después, dos o cómo sería nuestro mundo hoy en día, tres décadas más tarde. Un mundo conectado, minúsculo, automático y dónde todo es posible con un click.

Ese 4 de marzo de 1981 saltaba un ‘teletipo’ de la Agencia Efe que debió pasar desapercibido en su momento. Se trataba de unas declaraciones del editor alemán Fredich Burrhardt, en las que auguraba la futura confección electrónica de un ‘periódico integrado’ dónde periodistas e impresores, técnicos y redactores, deberían trabajar de manera conjunta a la hora de realizar un ejemplar y que eso se lograría gracias a la tecnología.

El hombre tuvo el atrevimiento de decir que ‘los periodistas del futuro trabajarían con computadoras’. Esto que nos puede parecer de cajón no lo era tanto en ese momento y no se refería sólo al gesto anecdótico de cambiar una máquina de escribir por algo vinculado a un producto digital. No, se refería a la multidisciplina, al cambio de paradigma en el modelo de trabajo y relaciones.

Ese predictivo punto de vista según Burrhardt aseguraba que ‘se constituirá una manera nueva de trabajar dentro de una década’. Acertó y mantuvo sus afirmaciones durante mucho tiempo. De hecho tuvo que enfrentarse a las críticas de quienes consideraban que un periodista jamás podría sustituir su máquina de escribir por un computador que corrigiera gramaticalmente, ortográficamente, etc. Algo así como ahora cuando muchos aseguran que el periodismo robótico no es posible porque siempre hará falta un periodista.

Unos años después del 81, pocos, el uso de tecnologías como el linotipo y el offset entraron en un proceso de decadencia y fueron reemplazados poco a poco por un sistema computarizado de reproducción de textos, en lo que se conoce como la fotocomposición tipográfica. En esos años los reporteros y articulistas de la vieja guardia no imaginaban desprenderse del papel y la máquina mecánica de escribir.

Pero el cambio disruptivo no se detuvo ahí. Hacia finales de la década de los 80, con la aparición de las computadoras personales, el sistema de producción de periódicos impresos observaría el último avance significativo, gracias al control electrónico de los sistemas. Las noticias empezaron a ser redactadas en computadoras conectadas a un servidor de red. Los periódicos eran redactados y diseñados en una pantalla de ordenador gracias a software de edición. Nacía el ‘diseñador editorial’.

En cada cambio que la tecnología obliga a acometer en cualquier modelo de negocio desaparecen oficios y nacen otros. La proporción está por ver cual es ahora, pero por entonces lograba equilibrarse adecuadamente. El mundo de los medios de comunicación escrita no ha parado de sufrir cambios. De la llegada de las computadoras y del trabajo en red pasaron al periódico digital dónde modelos de negocio, de trabajo y de influencia se han visto modificados al extremo.

Un periódico ahora es un generador de contenidos de todo tipo. Los nuevos periodistas suelen saber que eso es así y se desenvuelven en múltiples disciplinas de la comunicación. El vértigo se ha apoderado de la profesión y la profesión se ha visto modificada en sus formas de manera irreversible. Y es normal.

El periodismo robótico por un lado y la deriva de una audiencia creadora, generadora de los contenidos que ellos mismos consumen, el nacimiento de nuevos actores comunicacionales como youtubers que logran mas views en un video que una cabecera histórica en todo un mes, bloggers que se convierten en influencers de opinión, plataformas donde los medios se inscriben sin saber bien para que como Snapchat y medios móviles nativos que conceden a 20 segundos de video más relevancia que a una columna de opinión de un Premio Nobel de Economía.

Hay una deriva hacia espacios dónde el contenido es otra cosa, es una amalgama imperfecta de personas emitiendo, escribiendo, explicando y relacionándose como si fueran canales propios. Es mucho más complejo que Youtube, es más especial que Facebook o Twitter, es un enorme volcado de contenidos por todas partes donde la calidad, la profundidad o la relevancia no tiene ninguna importancia.

El asunto es otro. Lo importante es que como si se tratara de un ‘déjà vu’, cuando alguna agencia recoge la opinión de los que hablamos de un mundo automatizado y extremo en el futuro inmediato, se parezca un poco a ese recorte de 1981. El futuro llega, de hecho ya llegó

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Lo que podría ser (y no será) Periscope. El consumo de contenidos hoy y la cultura del ‘Pause’.

El pasado viernes estrené mi cuenta de Periscope. Tarde, seguro. Un vídeo en streaming mientras conducía por las calles de Dublín camino a casa. Sólo eso. De esta aplicación sólo sabía lo que había leído y el uso que otros usuarios habían hecho junto a mi en algún momento. A diferencia de otros modelos de comunicación a tiempo real, como el que se puede utilizar en ‘Mention’ dentro de Facebook, la audiencia se fabrica al instante y no tanto, que también, una vez termina la retransmisión mientras permanece disponible en diferido. En el caso de Facebook el vídeo permanece como en un canal propio para siempre, pero en Periscope desaparece a las 24 horas. A esto se le ha venido a llamar ‘snapchatism’. Siento el ‘palabro’.

El pasado viernes estrené mi cuenta de Periscope. Tarde, seguro. Un vídeo en streaming mientras conducía por las calles de Dublín camino a casa. Sólo eso. De esta aplicación sólo sabía lo que había leído y el uso que otros usuarios habían hecho junto a mi en algún momento. A diferencia de otros modelos de comunicación a tiempo real, como el que se puede utilizar en ‘Mention’ dentro de Facebook, la audiencia se fabrica al instante y no tanto, que también, una vez termina la retransmisión mientras permanece disponible en diferido. En el caso de Facebook el vídeo permanece como en un canal propio para siempre, pero en Periscope desaparece a las 24 horas. A esto se le ha venido a llamar ‘snapchatism’. Siento el ‘palabro’.

En mi video, cerca de quinientas personas estuvieron visualizando el recorrido de 7 minutos en coche. Durante el resto de horas se llegó a unas mil y algo. Por comparar, en Mention una emisión a tiempo real alcanzan la mitad que este Periscope, pero multiplica por 10 las ‘views’ finales en apenas un día. Dejando de lado las cifras que pueden ser interesantes pero no relevantes, lo que hice a partir de ese momento fue investigar el entorno.

De la idea que en Periscope puedes acceder a cosas que pasan en el mundo a tiempo real, sean de interés o no, se traslada una máxima. Hacemos muchas cosas que no importan lo más mínimo y hay mucha gente con muchísimo tiempo libre. Esto interpreto que antes era igual, sólo que no se mostraba tan claramente y en directo. Títulos a la retransmisión cómo ‘me aburro’, ‘desabúrreme’ o ‘te enseño las tetas cuando llegue a 100 corazones (likes)’ son lo que inundan el timeline público de Periscope.  

Magnificar la aplicación sería un error, infravalorarla también. He leído que va a revolucionar el periodismo o la televisión, que va a cambiar el modo en el que consumimos entretenimiento. Es cierto que hay contenidos muy interesantes. Ayer pude asistir a una manifestación en Barcelona a tiempo real, a la final de copa gracias a que alguien se pasó todo el partido con su teléfono enfocado a la pantalla de su televisión, al concierto de Bruce Springsteen, un accidente automovilístico en Michigan, a la boda de un ruso y al sermón de un reverendo en Sidney. A la vez vi el sol de media noche gracias a una usuaria en Islandia que lo mostró en su Periscope y el estado de las playas en la Guayana.

A mi modo de ver Periscope y sus sucedáneos, que los hay, no dejan de ser un Twitter audiovisual. De hecho la adquisición de Periscope por Twitter hace un año podría ir en esa dirección. Con lo bueno y lo malo que eso significa. No, no es un nuevo medio de comunicación cómo tampoco lo es Twitter. En todo caso es una herramienta para comunicar que es distinto. El problema viene cuando vemos lo que sucede. Al igual que Twitter llegó a ser un estímulo para revoluciones o reivindicaciones (hay quien le otorga alguna responsabilidad en la ‘primavera árabe’) en estos momentos mayoritariamente el asunto pierde sustancia cuando analizas los Trending Topics habituales por ejemplo.

Periscope es una muestra más del modelo de comunicación rápido e insustancial en la mayoría de los casos. Pero hay un cambio. Los 140 caracteres de Twitter son una eternidad, un libro comparado con lo que se exige en esta otra ‘red’. En Periscope, por la dinámica en la que los comentarios de los ‘viewers’ duran apenas uno o dos segundos en pantalla, para que los responda el ‘emisor’ al que se le va interpelando, deben ser muy cortos. He visto algún ‘periscoper’ exigir a los que lo están viendo que ‘no me escriban frases largas, si puede ser sólo de cuatro palabras porque sino no tengo tiempo a leerlo’. Pues eso.

Ahora bien desde el punto de vista empresarial y de negocio es interesante examinar a quien afecta y cómo. Lo hemos dicho en varias ocasiones, estamos en la antesala de lo que se avecina. Muchos creen que Internet está muy desarrollado, que ya no pueden aparecer muchas cosas más, que más o menos se queda así. La historia reciente no para de negar esa opción. Pensad que significa que cualquiera puede retransmitir en directo desde un móvil lo que pasa o le pasa en cualquier momento y sin intermediarios. Hace dos años eso era una quimera. Que además tenga decenas de millones de emisores, hace unos meses era ciencia ficción.

Los medios de comunicación, los generadores de contenido, los derechos de autor. Todo revuelto. Hace tiempo que sabemos que ponerle puertas al campo y a según que es inútil. Ahora mismo no se puede evitar que lo que alguien tiene en su televisión tu lo veas perfectamente en tu dispositivo gracias a su emisión por Periscope. La calidad es menor pero aceptable en muchos casos si lo que buscas es ‘sólo’ saber lo que pasa. Por no hablar de las filmaciones sin consentimiento que se producen a tiempo real de conciertos, reuniones, exposiciones, conferencias, etc.

Sin duda los más afectados de nuevo serán los medios de comunicación y las agencias de publicidad. Deben tomar buena nota. Los usuarios de estos canales no usan los medios digitales, los viven. He trabajado veinte años con audiencias digitales en un entorno u otro, en medios y en redes, pero lo que ahora vivimos es inédito y exponencial. Los jóvenes clasifican el contenido en ‘útil o inútil’ y no tanto en ‘de calidad’ o ‘relevante’. Esos términos no son de ellos, pertenecen a otras generaciones.

Los ‘milenial’ clasifican el contenido bajo un criterio rápido, corto, maniqueo, todo lo valoran en bueno o malo, de moda o no, útil o inútil. No importan mayoritariamente si es un gif animado de algo aparentemente insustancial o un anuncio de ropa sofisticado. La valoración vendrá por los condicionantes que he expuesto. No importa si el vídeo es de un gran director de cine o de su mejor amigo. Es así.  

Además viven en la ‘cultura del pause’. Creen que pueden pausar las relaciones e interacciones cuando consideren y lo trasladan a la vida. ¿No te ha sorprendido nunca cómo los jóvenes terminan una conversación en Whatsapp con un emoticono cuando menos te lo esperas y a partir de ahí tu despedida se queda esperando el doble check durante horas? No lo han mirado, se despidieron y punto. Viven conectados, cierto, y en gratuito, también, pero dentro de su esquema de pensamientos, todo se puede pausar y debe estar abierto a la interacción cuando ellos así lo desean.

Hay una deriva hacia espacios dónde el contenido es otra cosa, es una amalgama imperfecta de personas emitiendo, escribiendo, explicando y relacionándose como si fueran canales propios. Es mucho más complejo que Youtube, es más especial que Facebook o Twitter, es un enorme volcado de contenidos por todas partes donde la calidad, la profundidad o la relevancia no tiene ninguna importancia. El asunto es otro. Relacionarse, en play o en pause, da igual.

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Comunicacion, Economía, Personal Marc Vidal Comunicacion, Economía, Personal Marc Vidal

Economía de Bolsillo S1:E3, 'La Renta'.

Este próximo sábado en ‘Economía de Bolsillo’ de TVE trataremos el tema de la ‘Renta’. En ‘La 2’ y a las 6 de la tarde vamos a analizar de manera ágil y divertida los entresijos del IRPF. De hecho el programa empezará con un extraordinario rapsoda que nos recitará todos los pasos que debemos seguir para hacer correctamente la declaración de la renta. Después, tirando con arco aprenderemos cuál es la historia de los impuestos. El psicólogo social Enric Pol nos planteará para qué sirve pagarlos. Con pelotas de playa y de la mano del economista Jordi Carmona aprendemos todos los conceptos y aspectos técnicos que conforman el IRPF. Una gran escalera nos servirá de ejemplo para ver cómo funcionan sus tramos. Con un montón de piezas de juguete analizo las diferencias impositivas de cada comunidad autónoma. Al final, tendremos una interesante entrevista con el catedrático de Hacienda Ignacio Subiri desde un frontón en el Euskadi.

Este próximo sábado en ‘Economía de Bolsillo’ de TVE trataremos el tema de la ‘Renta’. En ‘La 2’ y a las 6 de la tarde vamos a analizar de manera ágil y divertida los entresijos del IRPF. De hecho el programa empezará con un extraordinario rapsoda que nos recitará todos los pasos que debemos seguir para hacer correctamente la declaración de la renta. Después, tirando con arco aprenderemos cuál es la historia de los impuestos. El psicólogo social Enric Pol nos planteará para qué sirve pagarlos. Con pelotas de playa y de la mano del economista Jordi Carmona aprendemos todos los conceptos y aspectos técnicos que conforman el IRPF. Una gran escalera nos servirá de ejemplo para ver cómo funcionan sus tramos. Con un montón de piezas de juguete analizo las diferencias impositivas de cada comunidad autónoma. Al final, tendremos una interesante entrevista con el catedrático de Hacienda Ignacio Subiri desde un frontón en el Euskadi.

‘Economía de Bolsillo’ parte de la idea de que hay muchos conceptos en economía que desconocemos o que tenemos ideas equivocadas sobre ellos. El objetivo es acercar conceptos económicos al gran público. En una píldora de 25 minutos lo procuramos a través de metáforas, entrevistas a expertos, juegos y aportaciones históricas que lo hacen todo más ameno. Dirigido a al público en general pero especialmente a quienes sienten interés por la economía y necesitan que se la expliquen de manera fácil. 

Esta semana, como he dicho, damos las claves del Impuesto sobre la Renta, en breve hablaremos de manera sencilla de la Bolsa, de los seguros, de la economía colaborativa, de las tarjetas de crédito, del paro, del empleo en general, de las pensiones, del euro y del concepto ahorro por ejemplo. Temas macro bajados a tierra. Tan a tierra que para explicar conceptos como el comercio electrónico se me podrá ver persiguiendo ovejas vestidas con los uniformes de las principales redes sociales. Ya veréis.

Para explicar lo que es la bolsa me pusieron una ‘go-pro’ y me empujaron por una montaña rusa. Para hablar de contratos me tuve que montar en una piragua con un equipo olímpico, para explicar aspectos del empleo tuve el honor de entrevistar al gran Muhammed Yunnus, el premio Nobel de la Paz o para explicar las pensiones compartí cancha con un deportista campeón del mundo de 96 años. Jugué a tenis, a baloncesto con un equipo dominicano, pasé por un frontón vasco como veréis este sábado, entrevisté a alguien en una ciudad fantasma, etc.

Recordad que se pueden ver los episodios atrasados en la propia Web de RTVE a la Carta

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Youtube Unplugged y el necesario modelo de transformación permanente de los Mass Media.

En febrero de 2005, Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim se reunen en PayPal y comienzan a trabajar en una plataforma que permita intercambiar vídeos. Fundan Youtube. El primer video lo suben en abril de ese mismo año y es de la mano de Karim en un ‘corto’ que lo explica desde el zoológico de San Diego. En mayo lanzan la opción de ‘movile’. Ese mismo otoño firman acuerdos con Sony BMG, Warner y Universal. En octubre de 2006 Google lo compra por 1.650 millones de dólares. En esos momentos no ingresaba un céntimo. A principios de 2009 Barack Obama y la Santa Sede ponen en marcha sus propios canales de YouTube. En febrero de 2015 anuncia el lanzamiento de Youtube Kids específicamente para niños. En agosto del año pasado alcanza los mil millones de usuarios en un solo día por primera vez.

En febrero de 2005, Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim se reunieron en PayPal y comenzaron a trabajar en una plataforma que permitiera intercambiar vídeos. Fundan Youtube. El primer video lo suben en abril de ese mismo año y es de la mano de Karim en un ‘corto’ desde el zoológico de San Diego. En mayo lanzaron la opción de ‘mobile’. Ese mismo otoño firmaron acuerdos con Sony BMG, Warner y Universal. En octubre de 2006 Google lo compra por 1.650 millones de dólares. En esos momentos no ingresaba un céntimo por cierto. A principios de 2009 Barack Obama y la Santa Sede ponen en marcha sus propios canales de YouTube. En febrero de 2015 anuncian el lanzamiento de Youtube Kids específicamente para niños. En agosto del año pasado alcanza los mil millones de usuarios en un solo día por primera vez.

Youtube fue disruptivo y puso en juego modelos de sociológicos y de negocio desde el primer momento. Cómo lo hizo el propio Google al permitir que el ser humano tenga una memoria infinita a tiempo real en la que buscar cualquier cosa que no sabe o no recuerda con una visita a su smartphone. Como Facebook que cambió el modo de relacionarse de empresas y personas hasta el punto que se han modificado el sentido y valor de conceptos como ‘amigo’. Sin embargo estas plataformas están viviendo un estado de incertidumbre. El llamado Facebook Zero que complica la difusión de contenidos en la red social, la inevitable fallida de Twitter que va muriendo poco a poco, la desaparición de otras redes, la dificultad para entender nuevos modelos de distribución cerrada y efímera como Snapchat, la endogámica esencia de escenarios que más pronto que tarde también beberán su propio veneno como Instagram o el cada vez menos relevante uso de los blogs como espacio de comunicación, no son más que el signo más evidente que o te adaptas o mueres.

Y de eso Youtube sabe mucho. Su persecución por dominar la pantalla es esencialmente distinta a la que tienen otros players. Ellos no quieren ser uno más, quieren entender la experiencia de sus usuarios/creadores y el modelo de consumo de sus usuarios/prescriptores. Esa es la visión, dominar las pantallas. Youtube ha creado un monstruo, los ‘youtubers’ que han devorado horas y horas de entretenimiento de millones de jóvenes y no tan jóvenes. Tipos que logran en cinco minutos tener más audiencia explicando cualquier cosa que la que consigue un debate entre dos políticos de referencia. El caso de uno de los videos subidos por uno de los stars del Youtube español, El Rubius, contra la emisión de un debate entre Iglesias y Rivera, fue notable. El debate lo vieron unos 4 millones de espectadores durante unas horas por televisión. El video que subió este joven a su canal lo vieron el doble en 10 minutos.

YouTube sabe mejor que nadie que el mundo cambia y deprisa. Es parte de ese cambio y sabe que sino te adaptas rápido te puedes quedar fuera de juego. La velocidad de los cambios es una de las características de esta etapa de nuestro mundo en plena transformación digital y tecnológica. Por eso están preparando un nuevo servicio en línea de televisión por streaming que podría permitir a los usuarios cortar la conexión definitivamente con los servicios tradicionales de televisión.

YouTube está trabajando en un nuevo servicio de suscripción de pago titulado Unplugged que proporcionará a los usuarios los canales de televisión por cable transmitiéndolo a través de su propia página de YouTube. El nuevo servicio está programado para 2017 y se sabe que se ha convertido en la mayor prioridad para la compañía propiedad de Google. Las negociaciones así lo demuestran. Los acuerdos vendrán de la mano de NBC, Universal, Viacom, XXI Century Fox y CBS. Probablemente también Bloomberg. Luego vendrán el resto, será cuestión de tiempo. Tengo ganas de ver como se lo toman y como se ‘defienden’ algunos de los principales players europeos, en especial los españoles. ¿Seguirán pensando que esto es una amenaza o lo verán como una oportunidad?

El proyecto busca que los usuarios puedan acceder a sus programas de televisión en cualquier parte del mundo en cualquier dispositivo conectado. Algo que, no obstante, ya están haciendo BBC, Sky, Netflix, Hulu, Amazon Prime y Sony Play Station Vieu. Sin embargo el Unplugged de YouTube podría cambiar las reglas del juego en términos de conquistar la pantalla ‘definitiva’ que no está claro donde se encuentra todavía. ¿TV screen, tablets, smartphones, sobremesa?

Y es que Google lleva obsesionado con emitir por cable desde 2012. De hecho Youtube no ha hecho más que reforzar su oferta de suscripción como Youtube Red, Kids o Gaming. Esto a la vez que el número de abonados está en declive para los canales de cable como ESPN de Walt Disney Co., TNT, de Time Warner y MTV de Viacom, permite a estas compañías esperar incluirse en la oferta Youtube Unplugged y recuperar clientes ‘milenial’, su obsesión.

En España y en Europa en general,  los grupos mediáticos y las televisiones también notan la dificultad para fidelizar a esta franja de espectadores/clientes. La llegada de estos formatos y modelos de negocio fragmentado es inminente. Toca reinventarse, pactar, acordar y establecer nuevas hojas de ruta que van a ser muy distintas a las actuales. No es sólo ‘transformación digital’, es ‘transformación constante’.

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Comunicacion, Politica, Sociedad Marc Vidal Comunicacion, Politica, Sociedad Marc Vidal

La vida está cambiando

“La vida está cambiando“. Así empezaba una de las conferencias que ofrecí la semana pasada. En el mismo día y en ciudades diferentes, Madrid y Zaragoza, intenté transmitir la misma sensación: todo está cambiando, lo hace por diferentes motivos y se está reflejando en lo económico y político cada vez con mayor fuerza, sin embargo esto es algo mucho más sustancial. El cambio en la distribución del trabajo y en la manera en como se transmite el conocimiento está siendo disruptivo y no parece que pueda compararse a nada anterior por la confluencia de esas dos revoluciones. Así lo intenté explicar y así lo reflejaron un par de medios que aquí os señalo.
 

“La vida está cambiando“. Así empezaba una de las conferencias que ofrecí la semana pasada. En el mismo día y en ciudades diferentes, Madrid y Zaragoza, intenté transmitir la misma sensación: todo está cambiando, lo hace por diferentes motivos y se está reflejando en lo económico y político cada vez con mayor fuerza, sin embargo esto es algo mucho más sustancial. El cambio en la distribución del trabajo y en la manera en como se transmite el conocimiento está siendo disruptivo y no parece que pueda compararse a nada anterior por la confluencia de esas dos revoluciones. Así lo intenté explicar y así lo reflejaron un par de medios que aquí os señalo.

En el Aragón Digital se hicieron eco de la conferencia ante mil empresarios que ofrecí en el Centro de Convenciones de la antigua Expo del Agua.

Marc Vidal: “No hay una crisis, hay un cambio de modelo”

Zaragoza.- Marc Vidal ha asegurado en su intervención en el Foro Empresa que el modelo económico y social ha cambiado radicalmente gracias a la revolución digital. El fundador y CEO de Idodi considera que no es una crisis lo que estamos viviendo y que el nuevo escenario implica una serie de importantes cambios que la empresa tiene que afrontar. Vidal ha defendido la importancia de las ideas frente a los productos como motor del cambio.

 

“La vida está cambiando, y todo cambiará más en los próximos años”. Con esta frase ha arrancado el fundador y CEO de Idodi, Marc Vidal, su intervención en el Foro Empresa 2012. “Desde hace años oímos que vivimos en crisis, pero no existe crisis que dure tanto, esto es otra cosa, lo que ocurrió en 2008 fue el inicio de un cambio absoluto”.

El analista especializado en nueva economía considera que los sistemas de producción y de transmisión del conocimiento están variando y son los que están haciendo cambiar al mundo. Según Vidal, al igual que a lo largo de la historia se han vivido revoluciones en los modelos productivos como la lítica, la domesticación de las especies animales o la industrial, ahora vivimos una digital.

La diferencia, según el ponente, es que ésta se produce justo cuando también sucede una variación en el modelo de transmisión del conocimiento y que confluye con los mismos elementos y herramientas. Del mismo modo que el saber humano se empezó a transmitir a través de los jeroglíficos y ha vivido diferentes etapas como la imprenta, el audio o el vídeo, ahora aparece lo digital. “Por primera vez en la historia se produce a la vez un cambio tanto en los sistemas de producción como los de transmisión del conocimiento, y eso es algo histórico”, ha señalado Vídal.

De este modo, Vidal plantea un mundo nuevo, una hipersociedad, un escenario de una “conectividad extrema”, de sistemas inteligentes, que se está consolidando de forma computacional y en el que hay tal sobrecarga de datos “que a veces nos sobrepasan”. Así, en esta nueva sociedad, recibimos tanta información que muchas veces es complicada de absorber algo que hace que “seamos menos reflexivos, porque no tenemos tiempo para ello, y que hagamos las cosas simplemente porque seguimos una tendencia de opinión”.

Según Vidal, este cambio en el modelo productivo ha provocado cambios en la cadena de valor. “En el mercado de la música, fue la empresa la que introdujo la tecnología digital para reducir costes, pero al consumidor le seguía costando igual, y se olvidó que la clientela podía pensar por sí misma, y lo que era una sustitución se transformó en un cambio de modelo de producción en el que han surgido nuevas plataformas para escuchar música”, ha ejemplificado Vidal, “ya no vendemos productos, proponemos servicios, y hay que entenderlo ya”.

El experto considera que el modelo de gestión ha cambiado, “y lo ha hecho para siempre y no va a retornar nunca, esforzarse por recuperar algo no conduce a nada”. Frente a esto Vidal se ha mostrado partidario del intercambio de ideas, ya que pensar en común es algo que se puede hacer de manera aterritorial y atemporal. “El talento global se reproduce en este escenario, con ideas conectadas que permiten que la sociedad sea mejor, muchos de estos cambios van a surgir de la inteligencia colectiva”, ha señalado. En ese nuevo territorio aparecen conceptos como la economía relacional o de la atención, donde las nuevas aportaciones que las redes sociales y los escenarios digitales ofrecen un canal claro para ajustar costes y cristalizar modelos.

Trasladado al ámbito empresarial, Vidal considera que hay una actitud que acometer: “El cambio que tenemos que vivir inminentemente es creer que somos capaces de salir de estereotipos livianos, hay que liberarse, tenemos que quitarnos de encima las trabas que nos dicen que esto es una crisis”.

Según el ponente, considerado como una de las diez personas más influyente de Internet en España, las micropymes y emprendedores deben dejar de competir en el mismo escenario, “hay espacio para un nuevo juego y cada uno de nosotros estamos para inventarlo”. Para ello, ha animado a los asistentes a trabajar en equipo, utilizar el pensamiento lateral, a disfrutar del propio proceso de emprender y lanzarse y a aprender de los errores “porque la nueva economía está llena de retos”.

En la publicación de referencia TicBeat se explicaban los detalles de la conferencia matinal que ofrecí en el BBVA Innovation Center de la Plaza Sta. Barbara de Madrid donde ante un público vinculado al sector médico busqué como razonar los cambios que a ellos también les están afectando de manera trascendental. Aquí se habló mucho de Social Media, de procesos y de como algunas iniciativas médicas en las que participa IDODI están aportando elementos muy interesantes en el ejercicio de cambio empresarial inminente.

 

 

El mejor momento para emprender es ahora

Muchos profesionales no saben cómo reaccionar ante los cambios rápidos que están ocurriendo en el mundo del emprendimiento. Se han producido cambios rápidos e importantes durante las últimas décadas que han influido la forma en la que piensan los emprendedores, las ideas que surgen del emprendimiento y las herramientas que se utilizan para trabajar. Estos son algunos de los conceptos expuestos por Marc Vidal, economista especializado en la nueva economía y fundador de IDODI, durante el evento de Ideágoras en Madrid. El evento, de la que TICbeat es media partner, une a profesionales del sector empresarial y de la salud, se centra en los cambios que se están produciendo en el mundo gracias a la influencia de las nuevas tecnologías y las redes sociales.

En cuanto al emprendimiento, Vidal opina que ahora tenemos más oportunidades que nunca. La conectividad de las personas, el alcance que pueden tener individuos a través de internet y las repercusiones que tiene el entorno de información globalizada significan nuevas oportunidades y empoderamiento de nuevos emprendedores. Nuestra sociedad es capaz de vivir en aprendizaje constante; aprender del error es la clave para poder avanzar. Como sociedad, apunta Vidal, sabemos aprender juntos con una inteligencia colectiva. Con las herramientas tecnológicas ahora somos capaces de hacer muchas cosas a la vez, algo que no se podría hacer en generaciones previas.

Vivimos en un entorno social, en la que tenemos dispositivos que indican datos que no veríamos normalmente. “Vivimos en una sociedad de apps”, apunta Vidal. Esto ha transformado los proyectos que ahora están en auge dentro del mundo del emprendimiento; cada vez cobra más protagonismo los proyectos que usan estas nuevas tecnologías, además de los que puedan sacar partido al big data.

Vidal entró en la temática de la forma de trabajar de las empresas. Cada vez más empresas se están creando desde el punto de partida del uso de la nueva economía y las empresas ya existentes deberían saber cambiar su forma de trabajar para poder adaptarse a los cambios. “Las empresas horizontales son más eficientes, está probado”, apunta Vidal.

Al contrario de lo que piensan muchos profesionales y analistas, quienes consideran que el producto final es más importante que el concepto inicial, Vidal apuesta por el valor de las ideas. “Hoy en día la idea es capaz de fabricar cosas que valen mucho menos que la idea inicial”, apunta. “Por primera vez lo intangible parece más costoso”, añade.

Los cambios del emprendimiento no se restringen a las labores de empresa, sino también a la forma de pensar de los equipos. “Cuando busco un equipo tiene que ser uno que sepa crear cosas inútiles”, explica Vidal.  “Como sociedad podemos dar mucha importancia al valor de pensar lateralmente”, apunta, “el poder cambiar la forma de pensar y entender las cosas de otra forma”.

 

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Comunicacion Marc Vidal Comunicacion Marc Vidal

Facebook Market

Ya se sabe cuando y por cuanto saldrá Facebook al mercado de valores abierto. Lo comunicó ayer la CNBC y será antes de marzo de 2012. Al parecer la Oferta Pública de Acciones de la red social más importante del mundo pondría un precio de mercado sobre la compañía de Mark Zuckerberg de aproximadamente 100.000 millones de dólares.

Ya se sabe cuando y por cuanto saldrá Facebook al mercado de valores abierto. Lo comunicó ayer la CNBC y será antes de marzo de 2012. Al parcer la Oferta Pública de Acciones de la red social más importante del mundo pondría un precio de mercado sobre la compañía de Mark Zuckerberg de aproximadamente 100.000 millones de dólares.

Parece que el elemento que se está utilizando como valor objetivo por el que han decidido que eso sea así es que “la Comisión de Mercados y Valores americana obliga a las empresas con más de 500 inversores a rendir cuentas con la agencia”, es decir, dar a conocer su estado contable exacto y detallado. Está claro que han superado esa cifra, pero tal vez esa no sea la única razón de acelerar ese proceso.

Si estamos o no ante una explosión de la denominada burbuja 2.o ya se verá, pero que ante nuestro ojos algunos fenómenos inesperados empiezan a sucederse podrían estar detrás de esa “urgencia”. Recordemos que desde hace un tiempo, las entradas de inversión en Facebook se traducen en un incremento de valor de la compañía, así Goldman Sachs invirtió en nombre de algunos inversores un total de 1.500 millones de dólares en la compañía de Zuckerberg, lo que otorgó un precio de mercado a la red social de alrededor de 50.000 millones de dólares. De ahí todo ha sido aumento de valor mientras que su facturación y valor objetivo de la compañía por expectativas no crecen del mismo modo.

El extremo se situa en que el imperio social creado en Harvard empieza a retroceder en número de usuarios de manera alarmante. Cerca de seis millones de estadounidenses dejaron de utilizar esta red social durante el pasado mes de mayo. Eso también está pasando en Canadá que perdió más de un millón y medio de usuarios durante el mismo mes. Y no solamente el continente americano sufre de un inicio de desencanto. Hasta 100.000 han dejado de usar esta web tanto en Noruega como Inglaterra y Rusia. Lo curioso es que empieza a decrecer donde primero creció.

En España, siempre que podemos, nos apuntamos a lo que suene a burbuja. Por eso crecemos y de manera exponencial. Se ha llegado a los 15 millones de perfiles, lo que seguramente viene a decir que muchos usuarios tienen varias cuentas con diversos nombre u objetivos, pues parece difícil de creer que uno de cada tres españoles tiene perfil en Facebook. ¿No?

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