Marc Vidal - Conferenciante, Divulgador y Consultor en Economía Digital

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Las ventajas de internacionalizar tu empresa desde Irlanda.

En Irlanda hace generalmente mal tiempo. Por lo menos desde la óptica mediterránea. Sin embargo para el mundo de los negocios es un lugar ideal. Llevo algo más de tres años viviendo aquí y en este tiempo son dos campos en los que he estado trabajando mayoritariamente. Desde Ceithre o la consultora Idodi Ireland, por ejemplo, ayudado a un buen número de empresas a instalarse aquí, ya sea con filiales que buscaban estar en este ecosistema o bien trasladando la matriz en algunos casos. A su vez, con el fondo Idodi Venture Capital apoyamos directamente al crecimiento de startups que quieren pasar por este altavoz internacional y darse a conocer a fondos norteamericanos que buscan aquí en que invertir. 

Ya hace varias décadas que se ha convertido en un espacio muy atractivo para la inversión extranjera. De hecho ahora mismo es sede de un listado enorme de grandes corporaciones del mundo. Irlanda es, además, el país de Europa donde la inversión extranjera genera más puestos de trabajo per cápita. Cuando se habla de cuales son las razones de esta atracción se suele simplificar en el asunto de los impuestos que, sin dejar de ser cierto, no es el único que provoca esta situación. Aunque hay mucho que comentar, muchos elementos que hacen atractivo instalarse aquí en temas de talento, ecosistema tecnológico y posicionamiento, hoy nos centraremos en temas fiscales, de inversión y de apoyo a la investigación.

Por un lado hay un acceso al mercado como país miembro de la Unión Europea, de la que se derivan casi 500 millones de consumidores a los que puede vender sin necesidad de atender tasas o derivados. Además, en Europa, Irlanda, junto a Malta, es el único país de habla inglesa que opera en euros. La conexión irlandesa con Estados Unidos y el resto del mundo anglosajón a través de sus puertos y, principalmente, su aeropuerto de Dublín es excepcionalmente privilegiada. El tamaño de la capital permite, en mi caso, que en apenas 20 minutos me plante de casa o el despacho a la flamante nueva terminal 2.

Por estas razones, cada día son más las Sociedades Mercantiles internacionales que establecen en Irlanda sus oficinas principales para expandirse desde aquí hacia el resto de Europa, haciendo uso, al mismo tiempo, de los beneficios fiscales y, sobre todo, la capacidad de recibir inversión extranjera directa. Esos motivos pasan en gran medida por un Impuesto de Sociedades al 12.5%, una de las tasas más bajas de Europa, valor que tras el último ‘budget’ publicado por el gobierno actual no sólo se mantendrá sino que además se convertirá en la piedra angular de una política fiscal a la que se le suman otros beneficios. El más destacado repercute en una especie de salvedad tributaria a las empresas de nueva constitución durante tres años.

Las Sociedades Mercantiles que gozan de residencia fiscal en Irlanda tienen el beneficio de una tasa de este impuesto y sobre la recibida de sus filiales comerciales en el extranjero. El número de actividades que se consideran como comerciales es bastante amplio pero no se puede considerar una sociedad irlandesa sino esa Sociedad Mercantil no tiene su domicilio fiscal en Irlanda o si no ha sido registrada en Irlanda. Además es obligatorio que su su centro del gestión y logística también esté aquí. Actualmente para que eso sea así los requisitos son más exigentes y en gran medida pasa por tener estructura en el país.

Para empresas digitales o vinculadas al conocimiento, la Ley Fiscal irlandesa contiene grandes exenciones para los gastos en propiedad intelectual y en investigación y desarrollo. Su punto fuerte, no obstante, no es el fiscal. Tiene que ver con el comercio extranjero. Importar y exportar desde aquí es notablemente mejor que en otros lugares europeos por ejemplo. De acuerdo al Índice de Libertad Económica, Irlanda es el país con mas libertad económica en Europa y el quinto en el mundo.

La política influye y aplicar medidas decididas en apoyo a la empresa suele dar resultados. Actualmente es el país que más crece en Europa, diga lo que diga don Mariano. Y lo hace sostenidamente. En gran medida uno de los motivos de modernización y crecimiento de este país es la ingente cantidad de dinero de origen norteamericano que ha ido llegando en los últimos años. La inversión USA es un multiplicador en la capacidad tecnológica, en la de exportación y en las oportunidades de empleo.

Actualmente, el valor de la inversión extrajera proveniente desde Estados Unidos es superior al invertido por ese país en China, India, Rusia y Brasil combinados. Aquí hay casi un millar de filiales USA que ocupan a más de 100.000 personas y dando cobertura a un cuarto de millón. Tengamos en cuenta que la población en edad de trabajar supera apenas los dos millones. Cerca del 20% del cuerpo laboral de este país tiene vinculación directa con la tecnología y con la inversión americana. Las áreas van desde la producción de alta tecnología, hardware, suministros médicos y farmacéuticos, venta al por menor, banca, finanzas y otros servicios derivados.

Vivir aquí es caro y, en ocasiones, complicado. La sanidad es carísima, los servicios mediocres y los impuestos personales están plagados de compuestos indirectos o tasas que masacran cualquier buena nómina. Pero se compensa con muchos elementos. Vivir en inglés, sólo en inglés, es un añadido. Es el único país de la UE cuyo idioma exclusivo (el Irish gaélico es básicamente algo cultural) es el inglés, lo cuál ayuda a que las empresas del mundo, cuando buscan directivos, investigadores, gestores con inmejorable dominio del inglés los busquen aquí.

No obstante, en el ámbito personal, aquí estás sujeto al pago de una tasa del 41% sobre tus ingresos a lo que se suman dos cargas sociales universales conocidas como CSU y PRSI del 7 y 4% respectivamente. Si resides más de 183 días al año aquí se te considera residente ordinario y a partir de ese momento estás obligado a pagar cualquier ingreso que obtengas en cualquier otro país del mundo en el Impuesto sobre la Renta irlandés.

Si aun sigues pensando que merece la pena, que lo merece, y lo tuyo es invertir en tu empresa en términos de investigación y desarrollo, en innovación y esperas ayudas en ese sentido, Irlanda tiene un buen número de programas de soporte y ayuda de tipo fiscal, directo o de subvenciones aplicables. En términos de I+D Irlanda es también un buen lugar para instalarse y desarrollar programas. Aunque impone un impuesto sobre la retención de dividendos y sobre la retención de pagos de interés (del 20%), la legislación nacional contempla importantes exenciones de esas obligaciones fiscales, particularmente para el pago de dividendos. Ofrece además un sistema de créditos fiscales para la inversión en I+D muy interesantes.

Más del 50% de la contribución que IDA Ireland hizo en apoyo a la inversión extranjera directa, fue para la financiación de proyectos de investigación y desarrollo, superando los 500 millones de euros. De acuerdo al Reporte Anual IBM Tendencias Globales, Irlanda ocupa el 9° lugar a nivel global en cuanto al total de empleos en las áreas de investigación y desarrollo.

El entorno empresarial con políticas enfocadas a la creación de empleo tecnológico, la mano de obra cualificada con más de 50.000 estudiantes IT que salen cada año de las universidades irlandesas, los costos competitivos que permiten se la décima potencia en modelos empresariales vinculados a la externalización y la estrategia del programa Horizon 2020 del IDA, hacen de este pequeño país un lugar ideal para poner en marcha negocios o para trasladarse si se tiene una estrategia internacional clara. Si te interesa no dudes en contactarnos.