Marc Vidal Marc Vidal

¿Los informativos televisivos tienen los días contados?

La jefa de informativos de la BBC, Fran Unsworth, explicó hace poco que los informativos en televisión tienen los días contados. Aseguraba que la corporación pública británica podría acabar emitiendo sólo una de las cuatro ediciones que ahora mantiene. El motivo: el éxodo de la audiencia cada vez más intenso hacia los smartphones o las tablets.

Cuando la crisis sanitaria pase, que pasará, llegará la crisis económica, que llegará. Pero la recesión derivada de todo cuanto ahora nos está sacudiendo también pasará. Y lo hará en dos frentes. Por un lado superando debates que no volverán, como la digitalización de muchos modelos de negocio y, por otro, recuperando el ritmo de lo que ya se preveía inevitable pero que la pandemia dejó en segundo plano. Hablo de la robotización, la automatización y la sustitución laboral en múltiples aspectos de la economía. 

bbc-news

Lo relevante será quién lo tuvo en cuenta durante este tránsito y quién no. Aquellos que planteen mantener su hoja de ruta para modernizar, automatizar e incorporar la inteligencia artificial en sus relaciones comerciales, en sus procesos, en su generación de modelos de negocio y en, especialmente, estimular la formación de los equipos humanos para trabajar en un mundo nuevo, robótico, automático, sacarán la ventaja que en cada crisis unos pocos logran. Voy a poner un ejemplo que ocupa uno de los sectores aparentemente, y hasta hace muy poco, nadie consideraba amenazado laboralmente por los avances tecnológicos. 

La jefa de informativos de la BBC, Fran Unsworth, explicó hace poco que los informativos en televisión tienen los días contados. Aseguraba que la corporación pública británica podría acabar emitiendo sólo una de las cuatro ediciones que ahora mantiene. El motivo: el éxodo de la audiencia cada vez más intenso hacia los smartphones o las tablets.

Fran Unsworth dijo que el boletín ‘News at Ten’ podría sobrevivir pero que seguramente el ‘News at Six’ u otros no. De hecho dijo que ‘el periodismo televisivo seguirá existiendo debido al poder de las imágenes para contar una historia, pero no necesariamente será recibido en el formato que tiene actualmente’. Desde su punto de vista todo ‘estará en el espacio digital y exigirá que se piense de otro modo, en otra dirección’.

Cuando ITN creó el primer boletín de noticias de media hora del Reino Unido en 1967, solo se encargó durante 13 semanas, porque los jefes temían que los espectadores lo encontraran demasiado aburrido. El Six O'Clock News de la BBC tenía, en ese momento, menos de 10 minutos de duración, mientras que el Nine O'Clock News tenía 15. Cincuenta y tres años después, los cuatro principales boletines de noticias diarios de la BBC son en este momento los programas más vistos en BBC One.  Pero las cosas pueden cambiar rápidamente, algo que se puede trasladar a cualquier país, a cualquier sociedad. Digital News Report de Reuters señaló que el número de personas que sintonizan las noticias de televisión ha comenzado a disminuir de forma importante. Durante muchos años, el 75-80% de las personas veían regularmente un boletín de televisión, pero en enero de 2020 dijo que había caído al 55%. Aunque la crisis sanitaria lo ha ralentizado, la derivada es inevitable.

Probablemente siempre habrá una audiencia para un resumen diario de los informes de noticias de televisión, pero el mundo digital ofrece muchas opciones nuevas para presentar las noticias con mayor profundidad y claridad. La narración visual no está desapareciendo, está pasando por un momento extraordinario de innovación y transformación. El boletín de televisión tradicional con sus rígidas fórmulas de narración será para un número cada vez menor de personas, pero la pregunta es si los que hoy tienen entre 20 y 30 años desarrollarán ese hábito en años. Sospecho que no.

El asunto es más profundo. La televisión en sí misma es lo que ha dejado de interesar a muchos jóvenes y no tan jóvenes. El formato, el modo en el que se consume esa televisión es lo relevante. El contenido se ha convertido en el principal factor diferenciador, mientras que las tecnologías como la distribución, la búsqueda y la recomendación están utilizando los datos y la inteligencia artificial cada vez mejor. Las plataformas digitales se han convertido en meros canales de distribución, focalizadas únicamente en los aspectos técnicos de la entrega. El modelo de negocio de las empresas digitales ha cambiado ya que los consumidores no pagan por una plataforma específica, sino directamente por su contenido preferido.

En este escenario, los canales tradicionales han logrado con éxito su transformación digital y han asegurado una posición fuerte en el ecosistema de TV y vídeo. Los canales han evolucionado hacia plataformas digitales, estableciendo relaciones directas con los clientes y entregando contenido bajo demanda. Han incorporado nuevos servicios como la publicidad dirigida y las funciones de recomendación, que anteriormente estaban dominadas por las empresas de plataformas digitales. En el mercado coexisten las plataformas digitales, que desarrollan contenidos globales, y los canales tradicionales, centradas en el contenido local. Pero deberán mantener su reinvención. Nada es gratis. 

Tengo claro que en el futuro, ver la televisión será una experiencia diferente para cada usuario y cada quien disfrutará de contenido distinto. Cada aventura televisiva será única donde la televisión tradicional y el contenido digital en vídeo se combinarán y se adaptarán a cada espectador con recomendaciones personalizadas creadas mediante tecnología de aprendizaje automático y opciones sociales para que la vida de los usuarios forme parte de sus experiencias.

Leer más

Cinco noticias positivas sobre el empleo del futuro.

Hace dos semanas que no publico ningún artículo en este blog. Sé que no hay excusa pero a veces la carga de trabajo y viajes lo hace realmente difícil. En apenas tres semanas he impartido conferencias en Santiago de Chile, Quito, Fort Lauderdale Florida, Santiago de Compostela, Málaga, Jerez de la Frontera y ayer mismo en San José de Costa Rica. Tras todas estas charlas hubo siempre un denominador común que la audiencia me traslada muchas veces. El modo en el que las personas debemos afrontar el desafío que supone convertirnos en la respuesta humana al tsunami tecnológico. Suelo apelar a que lo importante no es saber la respuesta sino conocer la pregunta. Una cuestión que nos lleva irremediablemente a que el uso tecnológico siempre será el método, el cómo, pero lo relevante siempre deberá ser el porqué, el motivo y ese no es otro que mejorar empresas, sociedades y personas. 

Hace dos semanas que no publico ningún artículo en este blog. Sé que no hay excusa pero a veces la carga de trabajo y viajes lo hace realmente difícil. En apenas tres semanas he impartido conferencias en Santiago de Chile, Quito, Fort Lauderdale Florida, Santiago de Compostela, Málaga, Jerez de la Frontera y ayer mismo en San José de Costa Rica. Tras todas estas charlas hubo siempre un denominador común que la audiencia me traslada muchas veces. El modo en el que las personas debemos afrontar el desafío que supone convertirnos en la respuesta humana al tsunami tecnológico. Suelo apelar a que lo importante no es saber la respuesta sino conocer la pregunta. Una cuestión que nos lleva irremediablemente a que el uso tecnológico siempre será el método, el cómo, pero lo relevante siempre deberá ser el porqué, el motivo y ese no es otro que mejorar empresas, sociedades y personas. 

Por ello, el primer artículo tras este ‘descanso’ quiero dedicarlo desde un punto de vista positivo a esa relación entre tecnología, futuro y empleo. Lo creo y lo quiero creer. Viajar permite tener una perspectiva global de cómo se percibe esta revolución industrial que vive nuestra generación. En cada uno de estas últimas visitas, y en cualquier momento, un tema surge siempre a la hora de poner en análisis crítico el estado de cambio económico, industrial, social y económico que vive el mundo: el empleo. Y es que la obsesión por dar respuesta a este desafío va desde la potencial desaparición de todo tipo de trabajos hasta las nuevas habilidades requeridas para afrontarlo. Muchos son los que me preguntan ¿a que deberá dedicarse mi hijo? ¿qué debería estudiar un niño para garantizarse el empleo? Mi respuesta es que no tengo ni idea, que no sabría decirle una tipología de estudios, una carrera determinada con mayor garantías que otras. Lo único que puedo explicar es que sea lo que sea que estudie, lo importante siempre será ‘cuanto de computerizable’ sea esa persona en el futuro, porque haga lo que haga, tendrá que ser algo que una máquina no pueda hacer y que, a la vez, suponga una comunión intensa con ella.

Si me preguntas ¿a que nos vamos a dedicar cuando las máquinas lo hagan todo? La respuesta es a todo lo demás. Para identificar como llegaremos a ese ‘todo lo demás’ es muy interesante la reflexión que Vesselina Stefanova hizó para el World Economic Forum recientemente y que utilizo con algunas aportaciones a continuación:

1. La automatización, la robotización y la digitalización son diferentes según el sector y la industria.

Internet móvil de alta velocidad, inteligencia artificial, análisis de grandes datos, la realidad aumentada, el aprendizaje automático y tecnología en la nube están configurados para liderar la adopción de esas nuevas tecnologías por parte de las empresas en los próximos cinco años. Lo importante es determinar el grado de disrupción de tu sector. En apenas una década las automatizaciones invadirán todos los sectores productivos. Identificar el modelo de negocio que vamos a crear será cuestión de vida o muerte.

2. Existe una perspectiva de creación neta de nuevos empleos, a pesar de la interrupción inminente del modelo productivo basado en la mano de obra humana.

Para 2022, en términos puramente cuantitativos, 75 millones puestos laborales actuales serán desplazados por el cambio en la división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos, pero parece ser que 133 millones de nuevos empleos podrían ir surgiendo al mismo tiempo. Dependerá de políticas activas para que eso suceda pero es evidente que las ocupaciones del futuro incluyen espacios profesionales que se basen significativamente en el uso de la tecnología y que además sean empleos mejorados por ésta. Sin embargo, también se espera que crezcan los modelos de trabajo basados ​​en rasgos distintivamente ‘humanos’, como el Servicio al Cliente, los profesionales de Ventas y Mercadotecnia, los de Capacitación y Desarrollo y los Especialistas en Desarrollo Organizacional, en gerencia e innovación. Es muy probable que no te quedes sin trabajo, sino que te quedarás sin el trabajo que haces ahora.

3. La división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos está cambiando rápidamente

Los empleadores anticipan un cambio significativo en la división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos para las tareas de hoy. Actualmente, los humanos realizan un promedio del 71% del total de horas de trabajo en la industrias en comparación con el 29% de las máquinas o algoritmos. Para el año 2022, se espera que este promedio se haya desplazado al 58% por los seres humanos y al 42% por robots o software. Para 2022, el 62% de las tareas de procesamiento de datos y de búsqueda y transmisión de información en cualquier organización serán realizadas por máquinas. Incluso las tareas de trabajo realizadas de forma abrumadora por el ser humano en la actualidad (comunicación, interacción, coordinación, gestión y asesoramiento) comenzarán a ser asumidas por las máquinas, aunque más lentamente. Llevarse bien con las máquinas será clave porque el empleo de cualquiera de nosotros no nos lo quitará un robot, sino una persona que se lleve mejor que nosotros con ese robot.

4. Las nuevas tareas están estimulando una demanda de nuevas habilidades.

Para el año 2022, las habilidades requeridas para realizar la mayoría de los trabajos habrán cambiado significativamente. Las habilidades que aumentarán en importancia incluirán el pensamiento analítico y el aprendizaje activo, así como habilidades como el diseño de tecnología, destacando la creciente demanda de diversas formas de Competencia tecnológica. Sin embargo, el dominio de las nuevas tecnologías es solo una parte de la ecuación de habilidades de 2022. Las habilidades ‘humanas’, como la creatividad, la intuición y la iniciativa, el pensamiento crítico, la persuasión y la negociación, también conservarán o aumentarán su valor, al igual que la atención a los detalles, la capacidad de recuperación, la flexibilidad y la resolución de problemas complejos. La inteligencia emocional, el liderazgo y la influencia social, así como la orientación al servicio, también se fijan para ver un aumento particular en la demanda en relación con su importancia actual en la actualidad. Recuerda que todo lo que no se pueda automatizar tendrá un valor incalculable.

5. Todos necesitaremos convertirnos en aprendices de por vida.

En promedio, los empleados necesitarán 101 días de entrenamiento y capacitación en 2022. La brecha en habilidades emergentes, tanto entre los trabajadores individuales como entre los líderes sénior de las empresas, será un riesgo para el desarrollo corporativo de una empresa. Dependiendo de la industria y la geografía, es probable que entre la mitad y dos tercios de las empresas recurran a subcontratas externas, personal temporal y trabajadores independientes para abordar sus brechas en habilidades. El enfoque exhaustivo de la planificación, la preparación de personal y la mejora de la capacidad laboral será la clave para una gestión positiva y pro activa de tales tendencias. Seguramente, en el futuro inmediato, iremos al trabajo a aprender, todo el tiempo. A aprender a preguntar cosas. Aprender a entender como funciona el software que hace el trabajo que hacíamos nosotros hace un tiempo, para que, aprendiendo, logremos que aun lo haga mejor cada vez. 

Leer más
Economía, Innovación, Politica Marc Vidal Economía, Innovación, Politica Marc Vidal

¡Mira, un burro volando! La economía española y el debate pendiente.

El debate económico en España sigue instalado en la duda. En una especie de tránsito lisérgico dependiente de los golpes de guion vinculados al ‘procés’. La economía española sigue lejos de haberse recuperado a pesar de lo que digan algunas cifras que, retorcidas a gusto del emisor, pueden incluso llegar a parecer extraordinarias. Pero no lo eran, no lo son, y lo peor, no lo serán. No lo van a ser por dos razones complementarias. Por un lado porque no estamos haciendo nada realmente profundo que pueda considerarse efectivo en el cambio de ciclo económico y por otro lado porque tampoco se ha aprovechado esa teórica recuperación para iniciar un cambio de modelo de crecimiento que modificara la dependencia en sectores cíclicos.

El debate económico en España sigue instalado en la duda. En una especie de tránsito lisérgico dependiente de los golpes de guion vinculados al ‘procés’. La economía española sigue lejos de haberse recuperado a pesar de lo que digan algunas cifras que, retorcidas a gusto del emisor, pueden incluso llegar a parecer extraordinarias. Pero no lo eran, no lo son, y lo peor, no lo serán. No lo van a ser por dos razones complementarias. Por un lado porque no estamos haciendo nada realmente profundo que pueda considerarse efectivo en el cambio de ciclo económico y por otro lado porque tampoco se ha aprovechado esa teórica recuperación para iniciar un cambio de modelo de crecimiento que modificara la dependencia en sectores cíclicos.

Y en eso estamos. Todos mirando al punto de fuga catalán y pocos, casi ninguno, descifrando la nueva bola de estiércol que se acerca por el horizonte. Y llegará. Y encima ahora tendrán una gran excusa. La caída del PIB motivado por el ‘tema catalán’ y por la inestabilidad que genera es cierta pero también es una garantía de encontrar culpables. Obviamente afectará mucho y por supuesto que ‘el tema’ se lo va a llevar todo por delante. Sin embargo, no es la causa, es una acelerador. El incendio ya prendía, pero faltaba combustible para que lo hiciera con mayor virulencia y velocidad.

Lo que iba a pasar en tres o cuatro años, si nadie lo remedia y parece que no hay mucha intención de hacerlo, nos explotará en la cara en la mitad de tiempo. Poco o nada tiene que ver con aspectos inmobiliarios, no soplaremos suficientemente para inflar una nueva burbuja, nos quedaremos sin aire antes. Poco que ver con un problema financiero. Los bancos ya tienen sus propios líos con un futuro que les cuesta reconocer o afrontar. El sector turístico seguirá apretando costes a costa de salarios y pérdida de margen por culpa de la competencia cada vez más preparada en nuestro entorno.

El problema esta vez es sistémico y redunda en la falta de políticas al respecto. El Informe sobre Competitividad Global 2017-2018 del Foro Económico Mundial es una clasificación sobre la situación de la innovación en un total de 137 países. En él figuran Suiza como el primer clasificado, Estados Unidos segundo e Israel el tercero. Finlandia (4), Alemania (5), Países Bajos (6) y Suecia (7) son las naciones de la UE más avanzadas en innovación, junto a Dinamarca en el puesto 10. Otros seis países de la UE logran estar entre los veinte primeros, con el Reino Unido en el puesto 12 y Austria en el 13. A continuación se sitúan otros seis países de la UE entre los 30 y 40 primeros. Finalmente aparece España ocupando el puesto 42. Un síntoma más de cual es la apuesta económica de futuro y cual no en nuestro país.  

Si no se proyecta dentro de un cambio de modelo de crecimiento vinculado a la tecnología, el futuro inmediato es ya muy negro. No nos va a salir bien. La imprescindible y urgente puesta en común de un plan integral que estimule la nueva economía es mucho más que un río de millones que no persiguen modelos estratégicos de crecimiento y sí una montaña hueca de titulares acerca de ‘las ayudas a emprendedores’.

Los cambios tecnológicos crean oportunidades y retos sin precedentes y el avance en innovación precisa de un entorno que favorezca su despliegue. Un paisaje que no se vive en España al nivel que otros países. Se debe tener una inversión mayor en I+D, la existencia de instituciones científicas de alta calidad, una extensa colaboración entre universidades e industria y una buena protección de la propiedad intelectual. Todo ello estimula la innovación.

Pero también hay otros factores que levantan muros hacia una hipotética recuperación. Se trata de la caída relativa del poder adquisitivo en un país que no para de incrementar la presión fiscal a quienes estimulan el consumo profesional y doméstico. Quienes ayudaron a remontar el peor repecho de la mal llamada ‘crisis’ reciente, los autónomos, son a los que ahora se les toma el pelo mientras miramos hacia otra parte. Es como un chiste. ‘Mira, mira ese burro volando’. El burro es el burro catalán por cierto.

Los autónomos, tal y como publicó el BOE hace unos días mientras seguíamos mirando los burros volar, tendrán menos capacidad de inversión y gasto debido a que las desgravaciones previstas por la nueva reforma lo imposibilita. Del 30% se pasa a un 9% por ejemplo en temas como agua, electricidad, teléfono, internet, etc. La voluntad de recaudar irá creciendo debido a que la caja (o cajas) públicas se van a ir secando. Los costes de tener una sociedad que va envejeciendo, una reserva de pensiones seca, una participación desde la seguridad social a la baja debido a que los sueldos y contratos cada vez son de menor calidad y una dependencia peligrosísima de sectores con un valor añadido territorial relativo, lo complican todo y mucho.

Pero el burro sigue volando. Ahora todo se enfoca a tres días antes de nochebuena. El consumo caerá, especialmente en Catalunya, lo que poco a poco irá repercutiendo en toda España. Es el peso plomizo de la realidad económica conectada. Una realidad que pocas veces se afronta con un sentido estratégico. Cuando hubo vacas muy gordas en este país, a diferencia de lo que otros países sí hicieron, aquí se gastó en ladrillo tonto. A diferencia de lo que sí se hizo en otros territorios, el volumen de inversión en futuro tecnológico y en el cambio de modelo de crecimiento económico, aquí se derramó por la dimensión desconocida.

Cuando las vacas adelgazaron todo fueron excusas. No se hizo nada, pero ahora con la crisis haremos menos. Y así nos va, así nos va a ir. Repito, otros sí lo previeron y algunos está ahora mismo cerca del pleno empleo, con una dependencia de la economía innovadora y tecnológica muy importante y unos sectores básicos muy modernizados y competitivos. No es cierto que no se pueda hacer nada, es cuestión de estrategia, liderazgo y de aceptar rodearse de quienes pueden ayudarte asumiendo que, probablemente, de hacia donde el va el mundo, no tengas mucho conocimiento ni tú ni los tuyos.

Pero, como decía, ya tenemos excusa para cuando las malas cifras lleguen, que llegarán, y culpables para un desastre económico, que sin ser como el que tuvimos hace unos años, sí va a ser de obligada gestión urgente y creativa. La oportunidad para ser un país próspero y de vanguardia sigue ahí, pero con esa afición que tenemos por las carreras de burros voladores probablemente entremos en una especie de encefalograma plano de la economía española durante los próximos años. Los trenes, como digo hace tiempo, pasan pocas veces. Avisan que es el último pero suelen haber más. No muchos.

Leer más
Marc Vidal Marc Vidal

Malas buenas noticias

Comentando con mi amigo Luis Benguerel el otro día el calvario de las deudas soberanas y el tinglado derivado en plena insolvencia, me comentó que en su despacho comparaban Europa con una Finca de Propietarios donde toca hacer muchas reformas y todos se llevan mal. “La casa se cae, porque algunos de ellos cuidaron menos de sus piso que otros. Por el momento, en vez de reformar toda la finca vamos haciendo chapuzas allí por donde revienta algún desagüe, pero va siendo hora de hacer una junta de vecinos y hacer un mantenimiento de la finca  y dejarla  nueva o sino acabará cayendo y evidentemente, resituar a los inquilinos y propietarios será infinitamente más caro”.
Entre los líderes del despropósito europeo está España. Es increíble, por ejemplo, que se aumentara el límite de gasto del Estado y nadie dijera nada entendible. La evidencia de que hemos perdido todos los mecanismos de gestión contable y financiera es esa retirada de soportes. Ahora ya no cumplimos con el déficit ni de milagro pues todo eso va destinado a evitar la quiebra del estado de las autonomías y los municipios más grandes incapaces de refinanciar sus deudas y de pagar sus facturas. Además, alguien debería explicar que cada vez que nuestra prima de riesgo aumenta, como hoy, lo hace también la rentabilidad de nuestro bono, por lo que a la vez las provisiones para su pago crecen. Eso conduce a un incremento del déficit automáticamente. Ese incremento nos envía directamente, y sin anestesia, a la intervención de doña Ángela. La hipotética intervención de España, algo que se deberá de denominar de otro modo, pues suena fatal eso de “rescatar a la novena economía por PIB del planeta”, es cada vez más probable. Todo se ha hecho con el culo. El cúmulo de despropósitos es de tal calibre que no parece haber retorno. Como España, otros hicieron lo mismo y así les va. Simularon reformas  se quedaron a medio paso. Por eso es cuestión de tiempo, pero la propuesta de un euro de doble velocidad toma cuerpo. Por cierto, para evitar una devaluación de sus activos y una sobrevaloración de sus deudas, les recomiendo no aumentar el debe bajo ningún concepto en los próximos meses.

Caerán Bélgica, Italia y España en el grupo de las intervenidas aunque le cambien el nombre a la operación. Serán requeterescatadas Irlanda y Portugal y dejarán caer, llamándolo “default mixto”, a Grecia. Seguiremos con condiciones, acciones y sugerencias, continuaremos escuchando que somos unos alarmistas y que esto no puede seguir así, que tarde o temprano remontará. Puede, pero la verdad es que Europa está hecha de cartón piedra. La semana pasada estuve en París reunido con ex ministros franceses y alguno mostraba su preocupación por la verdadera realidad económica de Francia en cuanto a sus finanzas públicas. No se salva nadie, pues todos tienen algunos políticos inorgánicos incapaces de atarse el cordón de los zapatos gestionando cosas importantes.

Y hoy toca el baile de las medias verdades y de las historias seudoficticias. Hablemos de estrés, cantemos al test. Ahora que sabemos que la CAM será intervenida como lo fuera la CCM o nacionalizada para “liberar” tensiones, que los test de estrés dicen lo previsto hace días y que la prensa está en manos de teletipófagos, la realidad plomiza sigue su pesado descenso a tierra firme. Se acabó el tiempo de los brotes verdes pues pasaron a ser de color marrón, se finiquita el tiempo de “lo peor ya ha pasado” porque lo que viene no se puede ni comparar, se da por amortizado el plan Entierro por su gran capacidad de generación de empleo en este país que Dios guarde en su gloria, se va olvidando aquel “catastrofistas agoreros antipatrióticos” porque al final hemos quedado como personajes de Disney si nos comparan con lo que está pasando y pasará.

Para los que preguntan que pasará si a España la intervienen, la rescatan o la doblan como una servilleta de papel, les puedo adelantar unas cuantas cosas que se derivan por comparación y por aritmética básica. Nos meterán un IVA que superará el 22%, nos obligarán a pagar la sanidad, la recogida de basuras, la educación, la televisión, se recortarán sueldos públicos de manera importante y se congelará la contratación de nuevos funcionarios, se reducirán todas las pensiones, recortes en los subsidios básicos e incremento de costes indirectos de todo tipo. La inversión pública se paralizará y el paro aumentará aun más, pero se reducirá la prestación asignada. La capacidad para invertir en procesos de modernización desaparecerán durante tiempo.

No todo serán malas noticias. Esta situación provoca que florezca el ingenio, las ideas, las voluntades. Lo vivo cada día. Siguen habiendo oportunidades aunque el margen se reduce. Les recomiendo leer lo que he ido publicando los últimos días y semanas a fin de complementar este barrizal con espíritu emprendedor, internacionalizador y con impulso de reacción al robo oficial al que nos han llevado todos estos tipos. Esto no lo arreglará Rajoy, ni Rubalcaba, ni San Benito de la Concordia, lo arreglaremos cada uno de nosotros en la medida que entendamos que este es el espectáculo, el escenario y el tiempo que nos ha tocado vivir.

Cada semana con una de mis empresas consultoras de internacionalización, conducimos a una docena de empresas en su búsqueda para sobrevivir complementando su escaso negocio local en Europa con otros mercados en Latinoamérica, Turquía, Próximo Oriente, África francófona, China y Singapur. Es impresionante ver y emocionante asistir a la capacidad de muchos empresarios y emprendedores capaces de remontar, vender, entusiasmar y crecer en territorios lejanos y apoyar sus negocios locales.

Por cierto, permitidme un “desvío” pues no deja de llamarme la atención el mecanismo de la prensa de hacernos llegar la realidad. Es curioso pero hoy te desayunas un medio digital cualquiera y en su portada eres capaz de ver un cúmulo de incongruencias de dimensiones líricas. En una misma columna y seguida la una de la otra tenemos el titular de que “La crisis de deuda ya es peor que las previstas en las pruebas de resistencia”, seguido por otro que dice “Los grandes bancos españoles sacan buena nota en el examen”, acompañado inmediatamente por “El Banco de España tendrá el control de la CAM” y remata con algo tan poco importante como que “EEUU se acerca a la quiebra por el bloqueo del diálogo del déficit.

Como os decía, desde Perú y camino de México, mirando de lejos todo eso llamado Europa, os deseo un buen estrés test a cada uno de vosotros. Sin embargo nada bueno dura para siempre, pues en mi regreso a mi casa en Londres, todo parecerá más irreal si cabe que en España que ya es decir. Have a great weekend!

 

Leer más