Táctica o estrategia, las claves del éxito.

Leo sobre las claves para que un proyecto tecnológico tenga éxito y me viene a la cabeza cada uno de los errores que he cometido en esta vida como emprendedor, como directivo de empresas o como empresario, de cómo en ocasiones se supedité el cliente o en otras el producto y que en ambos casos no lo hice ni en el momento ni de la manera adecuada. Recuerdo como de repente uno de esas ideas se viene abajo porque nadie apuesta por ella. Aprendes a tocar puertas como si fueras Beethoven.
También por mi memoria circulan los éxitos. El duro tránsito de soportar a muchos diciendo que te vas a estrellar, que no va a salir bien, que así no se puede o que no sabes. Son días, meses y años que tienes que llevar sobre tus hombros el peso de lo que consideras que es lo mejor, lo factible y el seguro de que el proyecto se logrará completar. He cometido errores, pero he intentado aprender. De esas experiencias, buenas y malas, de cuando algo se desmorona o de cuando recibes la llamada de un comprador para tu producto o para tu empresa. De todo se aprende. De cuando el teléfono deja de sonar porque nadie quiere darte ni cinco céntimos de crédito y de cuando el mismo aparato es un zumbido constante de periodistas queriendo saber los detalles de ‘tu éxito’.

Leo esas claves y pienso que son en gran medida lecciones obvias pero tan difíciles de alcanzar con criterio y con equilibrio. Os las dejo para que las razonemos, debatamos aquí o en las redes sociales, pero para ver hasta que punto hay claves para el éxito o el éxito es la clave en si mismo. ¿Cómo se puede saber en un inicio que podemos tener éxito? Un estudio realizado por la revista Inc. y la National Business Incubation encontró que la tasa de fracaso ronda a ocho de cada 10 empresas del tipo startup, por lo que es una cuestión digna de preguntar antes de invertir tiempo y recursos en su nueva empresa. Por un lado lo normal, atendiendo a esos números es que no te salga bien. Lo raro es el éxito. Veamos cuales son esos motivos para ser la ‘excepción’

1. Clientes

¿Proporcionas al mercado algo tan extraordinario que lo acogerán con entusiasmo? Lo ideal sería que el cliente se identificara al detectar necesidades y si esa necesidad se puede escalar estaríamos en la cúspide de lo que se considera perfecto. Piensa en términos de satisfacción de una necesidad, y si estás en el mercado adecuado, no vaya a ser que lo que vendes sea mejor hacerlo en otro lugar o de otro modo. Nombra tus clientes potenciales en dos palabras.

2. Producto

Lo ideal sería crear un producto que fabrica necesidades directamente o deseos a tus propios clientes aun por satisfacer. Mantente en la solución de problemas sin mensajes complejos. Define tu producto con una frase. Deja de lado tu idea si la curva de aprendizaje para fabricarlo implica tiempos exagerados.

3. Sincronización

Cada mercado tiene un ciclo de vida. El llamado ‘time to market’ es la clave para mi más importante. Si innovas antes de tiempo y el mercado no lo acepta no has innovado. Sólo es innovación aquello que el mercado considera aceptable. Ten en cuenta que cualquiera que resuelve un problema puede vender esa solución, pero lo que no queda claro es que eso lo puedas hacer de manera masiva y beneficiosa en cada momento. A veces el escenario no está decorado y la función es un desastre. Define con una frase el momento de venta. Si no lo localizas adecuadamente puedes encontrarte ante una rampa de ascenso a las ventas muy empinada, muy difícil de superar y, la gran idea y producto, no encuentren el mercado a tiempo. Adelantarse suele ser algo muy similar pero te permite esperar, que si se hace bien, es más barato que llegar tarde.

4. Competencia

A diferencia de lo que se explica, a mi la competencia no me parece nada malo. Al revés, para garantizar mi éxito prefiero saber que hay muchas empresas que hacen o desarrollan cosas parecidas. Es importante saber porque vas a ser mejor que ellos o en que nicho o por que agujero comercial te vas a colar. Describe en una frase las deficiencias del conjunto de tu competencia. Busca mercados fértiles que permitan a ideas como la tuya florecer aprovechando los puntos anteriores y plantéate tu como la competencia de otros y no al revés.

5. Finanzas

Todo negocio requiere dinero para empezar, pero el objetivo debe ser reducir al mínimo el riesgo y el costo de ser posible. El problema es que en el mercado actual esa guerra precisa de mucho armamento y las armas son caras. Hay que atender muy bien, y es la clave del éxito técnicamente, el ratio de gestión conversión entre riesgo, costo y beneficio. Define con una o dos palabras el concepto ‘saldo cero’. Si no logras derivarla a sinónimos de equilibrio será difícil cumplir lo que busca este post.

6. Equipo

¿Tienes claro que tu equipo es el mejor o que van a ganar la batalla? Si no es así ya juegas en una división distinta a la del éxito. Puedes estar en la de la supervivencia, la de la perpetuidad, pero no en la del triunfo. Si tienes recursos limitados obviamente, es bueno ir fichando a costes que rocen el riesgo a grandes responsables o directivos de alto valor que deberían asumir un punto de implicación emprendedora en el proyecto. La clave para mi es esa por encima a veces de las aptitudes están las actitudes. Con una frase nombra el grado de implicación de cinco empleados al azar. Si no es uniforme y positivo pinta mal.

Con estos puntos sobre la mesa uno puede analizar si le pinta bien o no su proyecto. Es un marco básico que obviamente deja muchos temas por analizar pero creo que como hace la revista Inc., y yo complemento, los puntos ciegos de una startup pueden estar en esos seis elementos. Enfocarse en pequeñas batallas en lugar de en la guerra te permite divertirte mucho con lo primero y ganar la segunda a pesar de las heridas sufridas. Estrategia, mucha, pero táctica también, incluso más.

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