A más robots, más empleo, pero...

Tras un tuit que publiqué hace unos días acerca de la relación entre robots y paro y tras más de dos millares de replicas en la propia red, he decidido ampliar un poco los datos. Resulta que Corea del Sur tiene 631 robots por cada 10.000 trabajadores y su tasa de paro es del 3,2%. España tiene 160 robots por cada 10.000 trabajadores y un desempleo del 14,5%. Relacionar robots y paro es un error, debería hacerse con eficiencia, productividad y generación de empleo. Alemania es el país con más robots per capita de Europa y quien está más cerca del pleno empleo. Grecia es la región europea con menos robots industriales en marcha y el país con mayor tasa de paro.

Durante los últimos años, el debate sobre robots y el empleo se ha centrado en gran medida en cómo la automatización puede impactar sobre la fuerza laboral. El discurso oficial habla de un futuro apocalíptico, la robocalipsis le llaman. Discusiones derivadas hacia si estos dispositivos deberán pagar o no impuestos, si serán la garantía de una renta mínima universal y otras pajas mentales.

Lo que sabemos es que la adopción de robots está ocurriendo más rápido de lo esperado. Por poner un ejemplo en Europa los pedidos referentes a automatismos dedicados al sector servicios que se deben entregar durante este año y el que viene, ascienden a casi un millón de dispositivos. Y tal vez no haya una métrica más reveladora que la cantidad de robots en un país por cada 10,000 trabajadores.

Con la amenaza de la automatización inminente, se entiende comúnmente que los trabajos industriales y de servicios serán algunos de los primeros en irse. Pero algunos analistas económicos creemos que la métrica puede no ser la mejor manera de medir la apertura de los países hacia un futuro lleno de robots tal y como señala la publicación Quartz.

Como señala un nuevo informe de la Fundación de Información, Tecnología e Innovación, hay un caso económico naturalmente más sólido para adoptar robots en economías con salarios más altos que en economías con salarios más bajos, lo que significa que la popularidad de los robots está sesgada para favorecer a los países que pueden pagar para pagar por ellos Esto tiene sentido, dado que los robots industriales pueden costar más de 80,000 euros cada uno.

El informe sugiere que, en cambio, deberíamos tener en cuenta los salarios promedio de los países para tener una idea real de cuán dispuestos están a abrazar a los robots industriales. Que de ese modo se podría asumir mejor la ecuación entre trabajadores y robots.

En este gráfico, los países se enumeran en orden descendente según el número de robots industriales en funcionamiento. No es sorprendente que los países ricos, como Corea del Sur, Alemania y los Estados Unidos, tengan algunas de las tasas de adopción más altas. Pero si ajustamos los salarios de cada país los datos cuentan una historia muy diferente.

En este otro gráfico, los investigadores ajustaron la tasa de adopción de robot esperada dada la riqueza relativa de los países. Verá que muchos países europeos y americanos tienen tasas de adopción inferiores a las esperadas.

La conclusión es que si tomamos en cuenta los salarios, los países asiáticos superan de manera importante a Europa y América. Si los robots, la automatización y la digitalización inteligente son el futuro de la fabricación, los países de América y Europa tienen que ponerse al día para mantenerse competitivos de manera urgente. Otro día hablaremos del riesgo de sólo legislar con miedo a la llegada de modelos de negocio y su repercusión en los avances socioeconómicos. También de como, dejar de lado la repercusión de la Inteligencia Artificial, va a causar un desastre monumental para algunos. España y la mayoría de países latinoamericanos están en zona de riesgo. 

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