¿Cómo te imaginas el mundo dentro de 20 años?

Hace treinta y dos años me escribí a mí mismo. Es algo que que he hecho dos veces en mi vida. La primera de esas cartas me la remití el 10 de mayo de 1987 y en su exterior ponía “no abrirse antes del 11 de mayo de 2017”. La verdad es que estuve tentado abrirla durante mucho tiempo, pero a medida que pasaban los años, tomó más sentido esperar y no hacerlo. Os recomiendo el ejercicio. Lento pero intenso. Así empieza la conferencia que he paseado por muchos países durante los últimos tiempos.

Lo que sucedió al abrirla fue algo extraordinario. Lo importante no era si acerté o no en las previsiones de lo que la vida me depararía, sino que aquel que decía firmar, un tal ‘Marc Vidal de 1987’, no tenía mucho que ver conmigo en las formas, pero era completamente idéntico en el fondo al ‘Marc Vidal de hoy en día’. Al más puro estilo de un guión de Isabel Coixet, ‘era yo, pero sin mí’.

Ese ‘yo’ era un joven lleno de energía y proyectos, con un lenguaje distinto, con errores en la escritura que ahora me horroriza ver en algunos jóvenes, con fábulas y sueños inverosímiles. Era un tipo que creía saber lo que la vida me depararía. No voy a transcribir lo que dijo mi ‘yo’ que aun no era mayor de edad a mi ‘yo’ en la parte final de sus cuarenta y tantos. Ahora bien, si es interesante analizar aspectos que tenían que ver con el mundo tecnológico que imaginaba y compararlo con el que ha acabado siendo. 

En 1987 imaginé un mundo con coches voladores, viajes cotidianos a Marte y una especie de videollamadas que exigirían una infraestructura importante. No pude, ni por asomo, imaginar Internet ni tampoco el uso actual de los teléfonos móviles. Explico algo acerca de un modo de comunicar sin cables y desde cualquier lugar, pero una tecnología que yo desconocía por aquel entonces, la red digital, iba a crear un mundo del que todo deriva actualmente. No pude imaginar ninguna disrupción en ningún ámbito porque la falta de conocimiento sobre lo digital lo impedía. Esa es la idea central a tener en cuenta cuándo nos piden imaginar el futuro: no conocer el avance tecnológico que lo va a cambiar todo. Lo habitual es que imaginemos la evolución de la tecnología existente. Por eso era imposible imaginar Facebook, pero si las videollamadas. 

Y cuando me disponía a escribir una nueva carta ‘al futuro’ me llaman de Canal Historia proponiéndome que participe en la experiencia ofrecida por la Caja de las Letras, del Instituto Cervantes y que consiste en que una serie de personas dejen un ‘legado’ secreto en el Instituto Cervantes y que será abierto públicamente dentro de 20 años. El legado debería responder a ‘¿Cómo ve el mundo dentro de 20 años?’. En mi caso esta vez no ha sido un escrito, sino un video. No tengo claro en que formato o dispositivo ser verá. Siento curiosidad por eso. 

Entre los que hemos enviado este legado para que se guarde en una caja fuerte hasta marzo de 2039 están personalidades como Antonio Garrigues Walker, Manuel Campo Vidal, Maria Teresa Fernández de la Vega, Fernando Mestú o Juan Eslava. Entre los que ya han participado en este desafío intelectual están Antoni Tàpies que en 2022 sabremos que imaginó en 2007, Luis García Berlanga que en 2021 veremos que pensó en 2008, Juan Marsé que el 21 de abril de 2009 escribió algo que será abierto en 2029 o Nuria Espert entre otros que 17 de mayo de 2011 dejó algo que se conocerá el 11 de junio de 2035, día en que se cumplirán cien años de su nacimiento. Figuras como Gabriel García Márquez, Juan Goytisolo, Jorge Edwards, Eduardo Mendoza o John Elliott también han participado. 

En mi video legado, lo primero que me pregunto es si dentro de veinte años estaré vivo. Es algo que no me pregunté cuando hice algo parecido hace tres décadas. Curioso. En este caso, no obstante, hablo de lo que me apasiona y de lo que vivo hoy, no sé si en el futuro. Hablo de cómo me imagino nuestra relación entre humanos y máquinas inteligentes, cómo se estructurará nuestra economía dependiente y envejecida, como resolveremos la eficiencia energética, como nos divertiremos o como será, por ejemplo, la televisión del futuro. En ese video imagino una nueva profesión que me atrevo a pronosticar que será ‘la profesión mayoritaria en el mundo’. No lo voy a desvelar, para saber saberlo habrá que esperar a que abran ese legado en marzo de 2039.

Photo: Felix Hernandez 

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