Economía, Innovación, Politica Marc Vidal Economía, Innovación, Politica Marc Vidal

¡Mira, un burro volando! La economía española y el debate pendiente.

El debate económico en España sigue instalado en la duda. En una especie de tránsito lisérgico dependiente de los golpes de guion vinculados al ‘procés’. La economía española sigue lejos de haberse recuperado a pesar de lo que digan algunas cifras que, retorcidas a gusto del emisor, pueden incluso llegar a parecer extraordinarias. Pero no lo eran, no lo son, y lo peor, no lo serán. No lo van a ser por dos razones complementarias. Por un lado porque no estamos haciendo nada realmente profundo que pueda considerarse efectivo en el cambio de ciclo económico y por otro lado porque tampoco se ha aprovechado esa teórica recuperación para iniciar un cambio de modelo de crecimiento que modificara la dependencia en sectores cíclicos.

El debate económico en España sigue instalado en la duda. En una especie de tránsito lisérgico dependiente de los golpes de guion vinculados al ‘procés’. La economía española sigue lejos de haberse recuperado a pesar de lo que digan algunas cifras que, retorcidas a gusto del emisor, pueden incluso llegar a parecer extraordinarias. Pero no lo eran, no lo son, y lo peor, no lo serán. No lo van a ser por dos razones complementarias. Por un lado porque no estamos haciendo nada realmente profundo que pueda considerarse efectivo en el cambio de ciclo económico y por otro lado porque tampoco se ha aprovechado esa teórica recuperación para iniciar un cambio de modelo de crecimiento que modificara la dependencia en sectores cíclicos.

Y en eso estamos. Todos mirando al punto de fuga catalán y pocos, casi ninguno, descifrando la nueva bola de estiércol que se acerca por el horizonte. Y llegará. Y encima ahora tendrán una gran excusa. La caída del PIB motivado por el ‘tema catalán’ y por la inestabilidad que genera es cierta pero también es una garantía de encontrar culpables. Obviamente afectará mucho y por supuesto que ‘el tema’ se lo va a llevar todo por delante. Sin embargo, no es la causa, es una acelerador. El incendio ya prendía, pero faltaba combustible para que lo hiciera con mayor virulencia y velocidad.

Lo que iba a pasar en tres o cuatro años, si nadie lo remedia y parece que no hay mucha intención de hacerlo, nos explotará en la cara en la mitad de tiempo. Poco o nada tiene que ver con aspectos inmobiliarios, no soplaremos suficientemente para inflar una nueva burbuja, nos quedaremos sin aire antes. Poco que ver con un problema financiero. Los bancos ya tienen sus propios líos con un futuro que les cuesta reconocer o afrontar. El sector turístico seguirá apretando costes a costa de salarios y pérdida de margen por culpa de la competencia cada vez más preparada en nuestro entorno.

El problema esta vez es sistémico y redunda en la falta de políticas al respecto. El Informe sobre Competitividad Global 2017-2018 del Foro Económico Mundial es una clasificación sobre la situación de la innovación en un total de 137 países. En él figuran Suiza como el primer clasificado, Estados Unidos segundo e Israel el tercero. Finlandia (4), Alemania (5), Países Bajos (6) y Suecia (7) son las naciones de la UE más avanzadas en innovación, junto a Dinamarca en el puesto 10. Otros seis países de la UE logran estar entre los veinte primeros, con el Reino Unido en el puesto 12 y Austria en el 13. A continuación se sitúan otros seis países de la UE entre los 30 y 40 primeros. Finalmente aparece España ocupando el puesto 42. Un síntoma más de cual es la apuesta económica de futuro y cual no en nuestro país.  

Si no se proyecta dentro de un cambio de modelo de crecimiento vinculado a la tecnología, el futuro inmediato es ya muy negro. No nos va a salir bien. La imprescindible y urgente puesta en común de un plan integral que estimule la nueva economía es mucho más que un río de millones que no persiguen modelos estratégicos de crecimiento y sí una montaña hueca de titulares acerca de ‘las ayudas a emprendedores’.

Los cambios tecnológicos crean oportunidades y retos sin precedentes y el avance en innovación precisa de un entorno que favorezca su despliegue. Un paisaje que no se vive en España al nivel que otros países. Se debe tener una inversión mayor en I+D, la existencia de instituciones científicas de alta calidad, una extensa colaboración entre universidades e industria y una buena protección de la propiedad intelectual. Todo ello estimula la innovación.

Pero también hay otros factores que levantan muros hacia una hipotética recuperación. Se trata de la caída relativa del poder adquisitivo en un país que no para de incrementar la presión fiscal a quienes estimulan el consumo profesional y doméstico. Quienes ayudaron a remontar el peor repecho de la mal llamada ‘crisis’ reciente, los autónomos, son a los que ahora se les toma el pelo mientras miramos hacia otra parte. Es como un chiste. ‘Mira, mira ese burro volando’. El burro es el burro catalán por cierto.

Los autónomos, tal y como publicó el BOE hace unos días mientras seguíamos mirando los burros volar, tendrán menos capacidad de inversión y gasto debido a que las desgravaciones previstas por la nueva reforma lo imposibilita. Del 30% se pasa a un 9% por ejemplo en temas como agua, electricidad, teléfono, internet, etc. La voluntad de recaudar irá creciendo debido a que la caja (o cajas) públicas se van a ir secando. Los costes de tener una sociedad que va envejeciendo, una reserva de pensiones seca, una participación desde la seguridad social a la baja debido a que los sueldos y contratos cada vez son de menor calidad y una dependencia peligrosísima de sectores con un valor añadido territorial relativo, lo complican todo y mucho.

Pero el burro sigue volando. Ahora todo se enfoca a tres días antes de nochebuena. El consumo caerá, especialmente en Catalunya, lo que poco a poco irá repercutiendo en toda España. Es el peso plomizo de la realidad económica conectada. Una realidad que pocas veces se afronta con un sentido estratégico. Cuando hubo vacas muy gordas en este país, a diferencia de lo que otros países sí hicieron, aquí se gastó en ladrillo tonto. A diferencia de lo que sí se hizo en otros territorios, el volumen de inversión en futuro tecnológico y en el cambio de modelo de crecimiento económico, aquí se derramó por la dimensión desconocida.

Cuando las vacas adelgazaron todo fueron excusas. No se hizo nada, pero ahora con la crisis haremos menos. Y así nos va, así nos va a ir. Repito, otros sí lo previeron y algunos está ahora mismo cerca del pleno empleo, con una dependencia de la economía innovadora y tecnológica muy importante y unos sectores básicos muy modernizados y competitivos. No es cierto que no se pueda hacer nada, es cuestión de estrategia, liderazgo y de aceptar rodearse de quienes pueden ayudarte asumiendo que, probablemente, de hacia donde el va el mundo, no tengas mucho conocimiento ni tú ni los tuyos.

Pero, como decía, ya tenemos excusa para cuando las malas cifras lleguen, que llegarán, y culpables para un desastre económico, que sin ser como el que tuvimos hace unos años, sí va a ser de obligada gestión urgente y creativa. La oportunidad para ser un país próspero y de vanguardia sigue ahí, pero con esa afición que tenemos por las carreras de burros voladores probablemente entremos en una especie de encefalograma plano de la economía española durante los próximos años. Los trenes, como digo hace tiempo, pasan pocas veces. Avisan que es el último pero suelen haber más. No muchos.

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Economía, Ireland, Politica, Sociedad Marc Vidal Economía, Ireland, Politica, Sociedad Marc Vidal

Una economía con las luces de posición y los cuatro intermitentes puestos.

La semana pasada me invitaron a participar en el programa ‘Morning Ireland’ para tratar temas de economía española y cómo puede estar afectándola el proceso de conformación de gobierno. Aquí están especialmente interesados pues, tras sus últimas elecciones generales, Irlanda se encuentra ante una situación muy parecida a la española sin posibilidad fácil de conformar gobierno. Temen y con razón que un período de gobierno interino pueda afectarles en la economía de manera importante si se suma a un posible ‘brexit’ que a quien más afectaría es a este pequeño país.

La semana pasada me invitaron a participar muy brevemente en el programa ‘Morning Ireland’ de la RTE para tratar cómo puede estar afectando a la economía de España el proceso de conformación de gobierno. Aquí están especialmente interesados pues, tras sus últimas elecciones generales, Irlanda se encuentra ante una situación muy parecida a la española sin posibilidad fácil de conformar gobierno. Temen y con razón que un período de gobierno interino pueda afectarles en la economía de manera importante si se suma a un posible ‘brexit’ que a quien más afectaría es a este pequeño país.

Bajo esa preocupación, los irlandeses consideran que es interesante averiguar como está España y cómo le fue a otros países en una situación parecida. Comentaron casos como el belga o el italiano por ejemplo. En mis respuestas sobre España me limité a encuadrar la hipotética recuperación española dónde justamente considero le toca y cuales son los puntos que la ponen en duda. Además, por supuesto, una situación política inestable que provoca la caída de inversión internacional en sectores claves y que supone una falta de rumbo en la puesta en marcha imprescindible de políticas activas para afrontar el cambio de modelo económico

En primer lugar considero que el discurso de la ‘recuperación’ es un discurso peligroso. Se sujeta con alfileres y puede crear una falsa perspectiva que provocará frustración a medio plazo. Las cosas no se arreglan solas o por ciencia infusa. Cuando se reduce la tasa de paro del 25% al 20,5% no se puede considerar que ya se ve la luz al final del túnel porque esa reducción porcentual se debe en gran medida a la salida en masa de emigrantes que regresan a sus países de origen al no encontrar trabajo y a la huída de centenares de miles de jóvenes al exterior en busca de oportunidades. Es más, una recuperación sujeta a la llamada austeridad se ha ventilado estructuras sociales y familiares, ha creado una clase media sumergida y una clase pobre de escaparate cómo ya pasó en Grecia y Portugal por ejemplo. Esto no es salir de nada, es entrar en otra fase y no necesariamente mejor.

No digo que no estén produciéndose elementos de mejora. Los hay, pero es importante que no se retuerza la realidad según los intereses de quien la explica. En primer lugar porque es mejor para tomar medidas y en segundo para no crear falsas expectativas.

Ante todo es importante señalar que cualquier discurso oficial acerca del empleo y la creación de puestos de trabajo de forma masiva debería de mostrar claramente cómo piensan hacerlo. En este caso no sirve ni el discurso oficial del gobierno en funciones que garantiza millones de empleos gracias a la senda de recuperación iniciada o los discursos de aurora boreal del resto afirmando que el empleo se crea con políticas fiscales solamente.

No vamos a un escenario de mayor empleo. Es todo lo contrario. Cada vez habrá menos pues cada vez la automatización será más eficiente. Esto será exponencial y dónde ahora hay tres humanos haciendo algo pronto habrá un software o un robot haciendo lo mismo. En apenas cinco años lo que viene es una reducción del campo laboral importante, no de su incremento. Contra esto hay que trabajar no sólo hacer discursos que serán imposibles de cumplir y prepararse para un escenario inédito.

Además hay otros elementos que ponen en duda esa recuperación. El riesgo de convertirlos en crónicos depende de que esta gente se ponga de acuerdo y ponga en marcha la cisterna que arranca el mundo. Da igual quien, pero es urgente que lo hagan. Cada mes que pasa en el mundo de sus señorías es un año de pérdida en competitividad comparada en el mundo real. 

Stiglitz enumeró hace unos meses en Davos los puntos en los que España estaba interpretando mal su situación y que, ahora, han crecido exponencialmente debido a la fase de interinidad de un gobierno que no puede tomar decisiones complejas ni estratégicas. 

En este video de la sesión de Davos, Stiglitz explica los puntos que ponen en cuarentena la recuperación española y la enfrentan directamente con una dura realidad que podría ser peor que lo vivido hasta ahora. En él destaca lo siguiente:

1. El enorme crecimiento de la pobreza.

Uno de cada cuatro trabajadores españoles es pobre según la Organización Internacional del Trabajo. El número de personas que ganan menos de 60% del salario medio aumentó en cuatro puntos porcentuales entre 2000 y 2014, del 18% al 22,2%. El número de hogares que no tienen fuente oficial de ingresos alcanzó un máximo histórico de 770.000.

Si no fuera por la llamada economía sumergida, una lacra real para el crecimiento de un país a medio plazo, el tejido social español se hubiera roto por completo durante los años más duros de la llamada ‘crisis’.

2. Desactivación progresiva de la población.

El desempleo ha caído en los cuatro años del 26,5% al 20,5%, pero la población activa sigue disminuyendo a un ritmo importante. La razón principal de esta contracción es el éxodo masivo de los trabajadores extranjeros y la fuga de cerebros. La recesión ha dado lugar a la mayor migración de la historia de España según el Banco de España rondando el medio millón anual desde 2010.

3. La generación invisible.

La mayoría de los nuevos puestos de trabajo creados no son para los jóvenes. Casi uno de cada dos no lo logra. Además, los pocos afortunados tienen un salario en caída libre. Según la OCDE, el salario promedio mensual de los jóvenes trabajadores españoles se redujo de 1.210 euros en 2008 a 890 euros en 2013. Lo que es lo mismo, una caída de 35% en términos reales. 

4. La precariedad crónica.

Con datos de 2014, el porcentaje de trabajo a tiempo parcial en España creció de 12% en 2008 al 17,4%. En lugar de crear más puestos de trabajo, se están cortando en pedazos cada vez más pequeños. Desde 2013 España ha creado mini-empleos como churros. Stiglitz dice que, según las estadísticas del propio Ministerio de Trabajo, los contratos de trabajo firmados normalmente cada mes no suelen llegar a más del 10 % en cuanto a empleos permanentes. 

5. Una década perdida.

Mientras se habla de crecimiento del PIB, el nivel real de la producción registrada en 2014 por ejemplo, después de un año y medio de ‘recuperación’ era todavía un 5% por debajo del nivel registrado en el año 2008. Teniendo en cuenta la evolución de esto y de otros indicadores, se puede hablar de ‘década perdida’ cuando se quiere describir el periodo posterior a la crisis española. Ahora ya sabemos que una década te la ventilas fácilmente. Perderla es relativamente fácil. Ganarla es más complicado. De eso va, de ganar o perder otra década.

6. El futuro no se construye por inercia.

Los fondos para la investigación, desarrollo e innovación se redujeron de 321 € por habitante en 2009 a € 279 en 2013. La creación de polos de atracción del talento que se fue y de atraer a otro para vincularlo a la construcción de un país moderno y encauzado a los tiempos que vamos a vivir en occidente, siguen en punto muerto. Las grandes industrias son clave, las pequeñas empresas tecnológicas también. Todo debe estar bajo un plan nacional que englobe por donde hay que tirar, con quien y a que velocidad. Saber que hace falta es la clave. En Irlanda se crean 147 startups al día, dos de cada tres nuevos empleos tienen relación directa con las nuevas tecnologías o el conocimiento. En Alemania el peso de la exportación recae en el grueso y bien estructurado tejido de medianas empresas a pesar de tener grandes multinacionales. 

Crear un nuevo modelo económico no es algo rápido pero o se empieza ya o no habrá tiempo efectivo de hacerlo. De ser miembro de la primera división económica del mundo capaz de jugar 'la Champions' se pasó en pocos años a estar en la segunda división. Hemos estado con opciones de ascenso en algún momento pero no se está renovando la plantilla y encima se está dejando ir a la cantera. Si caemos a segunda B, como pasa en el fútbol, igual no habrá opción de volver a jugar competiciones europeas nunca más.

La desigualdad y la pobreza han alcanzado niveles sin precedentes. Lo que provocó que, a pesar de que las cifras macro que se presentaron durante las elecciones eran impecables, los resultados electorales fueran un galimatías importante. Y lo volverán a ser si se repitieran los comicios tal y como están las cosas. 

Convertir una crisis monumental en una oportunidad de transformación difícil era una opción. La otra era convertirla en un desastre bíblico. La diferencia sólo está en si quienes deben marcar las directrices estaban en temas tácticos o en asuntos estratégicos. Lo primero alcanza como máximo a cuatro años vista. Lo segundo exige de luces largas y una mirada a las próximas décadas. Pues eso, seguimos con las luces de posición y los cuatro intermitentes puestos en el andén de una autopista por la que ya circulan otros a toda velocidad.

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Marc Vidal Marc Vidal

Democracia deliberativa

Hace unos días os comentaba sobre la existencia de un espacio de debate e investigación que se ha puesto en marcha recientemente a razón de las elecciones municipales y autónomicas de mayo en España. Desde el grupo Metroo vinculado a Alianzo estamos asistiendo a la primera votación masiva y virtual de todos los alcaldes del país. Obviamente es una aplicación incluida en facebook que se aleja de los estándares y criterios que una democracia participativa precisa, pero sin embargo es una oportunidad para generar dinámicas sociales y digitales que refuercen elementos de análisis que estimulen la construcción de una democracia deliberativa de verdad.
Hoy os enlazo un estudio del mismo grupo sobre la presencia de alcaldes en las redes sociales en el marco de esas elecciones locales. El informe refleja cosas muy curiosas que son dignas de comentario. Os recomiendo echarle un vistazo y descubriréis como que “a medida que se acerca el 22 de mayo los políticos se crean cuentas y perfiles en todas las plataformas que conocen o les recomiendan. El problema estriba por el momento en que no parece que cuenten con una estrategia clara a la hora de manejar sus redes sociales. Y cuando la tienen, no se centra en la escucha atenta a sus seguidores, sino meramente en contar el número de seguidores y enviarles el mayor número de información posible sobre su actividad offline. Esta actitud nos muestra que el interés de la presencia de los alcaldes en las redes es más electoral que social”.

Si atendemos al uso que los responsables políticos hacen de las herramientas que les permiten acceder al talento y al interés colectivo, entenderemos como se va enquistando la lejanía de los ciudadanos hacia la administración. Precisamente ayer en el Foro Estatal de Politicos para la Participación se habló de cómo impulsar la participación de los jóvenes en la vida pública. De lo poco interesante que ha trascendido me quedo con algunos elementos que espero superen el mero “titular” para un dossier de prensa y se transforme en acciones de dinamización de lo que defienden.

Resulta que el 90% de los jóvenes españoles se conectan a Internet y tienen un perfil en alguna red social. El problema viene cuando esos datos los toma un funcionario público y los cualifica por la cantidad y no por la calidad, con lo que, como es el caso, un director de algún Instituto de la Juventud avala la idea de que una política eficaz dirigida hacia esos jóvenes debe ser a través de la red. Se olvidan que la política ya está en la red, sólo falta que se convierta en algo real y no lo que ahora es. Es preciso cambiar la función pública, la acción política y el papel de sus actores, luego, a medida que eso fluya, internet será un canal de captación de inteligencia social y de participación ciudadana, joven y no tan joven. De momento lo que tenemos es un escenario digital muy bien decorado, extremadamente sofisticado y glamouroso que disfraza una gestión política de puta pena.

Como decía alguien en este blog, empiezan a haber ejemplos de que sin políticos es posible vivir y que cuando intervienen se convierten en un inconveniente. En Bélgica se pasaron un año sin gobierno y actualmente su tasa de paro no supera el 8%, en Islandia, los ciudadanos han obviado las estructuras de gobierno y se organizan democráticamente para deliberar un futuro mejor a partir de una carta magna paralela.

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Marc Vidal Marc Vidal

“stop Options”

Ayer estuve en Bruselas y hoy en París. Las cosas por aquí se ven de un modo más aséptico. Miras hacia el sur y descubres a España, la identificas tal y como la ven desde la Comisión Europea o desde la Place de la Concorde. En principio nada nuevo, lo de siempre, “los españoles han abusado del crédito y lo van a pagar”. Está claro que los belgas poco tienen que enseñarnos, bastante tienen con lo suyo, pero en Francia es distinto, tan diferente que, incluso hablando de otras latitudes en pleno barrizal, las informaciones llegan de otro modo. Lo de Atenas, que en España se muestra en los informativos como algo anecdótico que no nos tiene que preocupar si no pensamos ir de vacaciones a Olympia, son especialmente sensibles. 

¿Que se cuenta por aquí? Nadie descarta en los foros en los que me muevo que Grecia vaya a ser rescatada. Se asegura que el retraso se debe a una estrategia alemana para devaluar su propia deuda con un aumento de rentabilidad. Cuanto más se tarde en asegurar el rescate mayor rentabilidad tienen los bonos públicos griegos, esos que tiene Alemania, y con el rescate se asegura su cobro. Es una operación redonda: pongo la pasta que me debes al 2% y me la pagas al 5%. Ya veremos. La fecha límite es el 19 de mayo. Otra versión es evitar que el país Heleno se convierta en otro Lehman Brothers a lo público, es decir, que aunque los griegos importen un comino, lo grave es que hay que salvaguardar el sistema y su reputación de infranqueable.

Países que más suben sus costes en Credit Default Swaps 

Recordemos que Lehman Brothers Holdings Inc. quebró en septiembre del 2008 acentuando la crisis financiera mundial y engrosó los déficits fiscales de medio planeta. La situación es muy distinta pero veamos como, a medida que el rescate se retrasa, los CDS de Grecia se disparan al borde del valor que toman los estados cuando rozan el default. Argentina en el 800 se precipitó al vacío y Grecia ya supera los 700. Cuando uno establece una matriz de reestructuración para soberanos en problemas, corre el enorme riesgo de una situación semejante a la de Lehman al evaporarse la confianza en otro soberanos en problemas

Pensemos que si fuera tan solo un Estado soberano por su cuenta que estuviera en este tipo de aprietos, el impago sería una opción segura, pero como Grecia es parte de la zona del euro, y las repercusiones son preocupantes para otros países dentro de la eurozona, el aspecto político de esto es de gran importancia. Al final lo solucionarán, pero el coste social, por culpa de una deuda encubierta que no se evidenciará jamás, va a ser enorme.

Sin embargo, Grecia no es la clave en si misma, el rescate no evita, de momento, el contagio, puesto que el rescate no es una cura, sólo un paliativo. El virus recorre las cuentas públicas del sistema y sólo se liberan de ese lastre Alemania por los pelos y Francia con nota. Es seguro que Grecia no sea el último país de la eurozona en necesitar un rescate del Fondo Monetario Internacional; Irlanda, España y Portugal son candidatos a tan humillante regalo. En un par de años el déficit de algunos de ellos estará en posiciones irreconciliables con un modelo económico poco eficiente. Para eliminar el riesgo los recortes de presupuesto deberían de ser tan altos que son muy improbables que desde la gestión política miope e interesada se ejecuten.

el coste/riesgo del bono español en máximos 

La rentabilidad de los bonos portugueses, españoles e irlandeses han subido tanto porque los inversores cuestionaron su capacidad para reducir los déficits de presupuesto y evitar el destino de Grecia. Hoy, en el TGV que va de Bruselas a Paris, me comentaba un agente del Credit Lyonais que las posiciones que se descartan a final de sesión ya empiezan a tener un nombre incluso, son las “stop options” españolas. De reír si no fuera porque es para llorar.

La "directiva" de no hablar demasiado sobre la posible contaminación de otros estados de la eurozona es una clara evidencia de que hay miedo a ese contagio. La posibilidad de que otros en la eurozona acaben necesitando ayuda del FMI es alta. Un rescate de España sería mucho mayor que el de Grecia porque su economía es cuatro veces más grande. Aunque la deuda de España como porcentaje del PIB es del 53,2 por ciento en comparación con el 115,1 por ciento de Grecia, asciende a más de 560.000 millones de euros, más de dos veces la de Grecia. Irlanda tiene una deuda de 105.000 millones de euros, o el 64 por ciento del PIB, mientras que la de Portugal es de 126.000 millones de euros, equivalente al 76,8 por ciento del PIB

Adjunto gráficas me facilita puntualmente uno de mis colaboradores que muestran lo importante del análisis: “la evolución”. Ahora, más que nunca, lo determinante es ver como se van sucediendo los efectos econométricos para saber si es un repunte subjetivo o una caída objetiva. A los que se dedican a dirigir equipos de inversión en CDS y diferenciales, ¡suerte y tila!

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Marc Vidal Marc Vidal

RECORTES DE PRENSA

En la prensa internacional de hoy se habla de España. En el Frankfurter Allgemeine Zeitung, hay un artículo de opinión firmado por Michael Psotta titulado “El mercado laboral español dividido en dos”, en El Mercurio hay una crónica titulada “Fila de desempleados de España podría llegar a Amsterdam” y en el De Tijd de Bélgica se puede leer una crónica firmada por Henk Boom titulado “El camino de la recuperación española se encuentra sembrado de obstáculos”.

El primero de los tres comenta que  “El mercado laboral español muestra una imagen deprimente. Con una cuota de desempleo de un 19,3 por ciento, España se queda muy atrás en la Unión Europea; según el Instituto Europeo de Estadística, tan solo Letonia está aún algo peor. Los más afectados son los jóvenes: más de un 40 por ciento de los españoles de menos de 25 años no tienen trabajo actualmente. Y las perspectivas son demoledoras: España necesitaría un crecimiento de al menos un dos por ciento para generar nuevos empleos. Y esto no parece factible antes del 2012. Más bien todo indica que la cuota de desempleo superará próximamente la marca del 20 por ciento y que seguirá en aumento. El desarrollo actual sorprende tanto más cuanto que el país modélico, tan dinámico en su día, durante 15 años generó más empleos que cualquier otro miembro de la UE; en algunos años incluso más que la suma de los demás miembros de la UE”. Sigue con “este importante incremento de empleo en el fondo apunta a un mercado laboral sumamente flexible – y permitiría la interpretación de que el rápido empeoramiento tan solo es el otro lado de la medalla de esta flexibilidad. Es cierto que los jóvenes españoles encontraron trabajo ante todo porque aceptaron tratados limitados. De esta manera, sus empleadores no asumieron el riesgo de que los nuevos empleados se convirtieran en un lastre en caso de una crisis. Seguramente se trataría de un principio defendible si el mercado laboral español no estuviera dividido en dos”. Al final en ese mismo elemento confirma que “al comienzo de la crisis económica hace aproximadamente año y medio, dos terceras partes de los trabajadores tenían contratos indefinidos con una alta protección contra el despido y, según el baremo europeo, con unas regulaciones de indemnización especialmente aras. En un primer momento, estos empleados apenas se vieron afectados por la crisis. Los más afectados fueron casi exclusivamente aquellos que tenían contratos limitados. Esta división del mercado laboral no solamente es injusta. También aporta importantes desventajas a la economía española”.

En el diario chileno nos aseguran que “hace un año, la crisis en España había llevado a que, si se ponían en fila india los más de 2,6 millones de desempleados de esa época cinco personas cada dos metros, éstos cubrirían 1.050 kilómetros; nada menos que la distancia entre Madrid y París. Hoy, la crisis elevó esa cifra a 3,8 millones, con lo que se podría cubrir la distancia entre Madrid y Amsterdam, 1.500 kilómetros. Y puede ser peor: ayer el BBVA pronosticó 4,2 millones de desocupados para el 2009”. 

En el rotativo belga la cosa gira hacia el mundo laborarl de nuevo y atestiguan que  “el déficit presupuestario y el paro crecen con celeridad. Con el aumento del IVA, el Gobierno Zapatero perjudica sobre todo a la clase media. España lleva más de un año en plena crisis económica. El Ejecutivo socialista no logra rendimientos tangibles en su lucha contra la crisis. La oposición y los empresarios interpretan la política anticrisis como una puñalada en la espalda de la clase media”

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