Marc Vidal Marc Vidal

TIEMPO DE REDES

Si, lo sé, el video es una maravilla. Es una metáfora de lo que os voy a hablar hoy. Continúo con mi voluntad de aportar valor diferencial a este blog. Vamos a darle una vuelta de tuerca al asunto y, sin olvidarnos del patronaje que viste este espacio digital en torno a la economía en todos sus vértices, hoy vamos a entrar en un nuevo planteamiento que seguro os va a interesar. Os cuento. Ayer en una mesa de debate junto a Albert László Barabási e Icaro Moyano pude hablar de redes sociales, crisis, innovación y propiedades emergentes. Moderados por la periodista Mara Torres, analizamos el concepto de “tiempos de economía en red”. Este evento era la segunda jornada del ciclo de debates organizados por el área de Debate y Conocimiento de Fundación Telefónica.

Si, lo sé, el video es una maravilla. Es una metáfora de lo que os voy a hablar hoy. Continúo con mi voluntad de aportar valor diferencial a este blog. Vamos a darle una vuelta de tuerca al asunto y, sin olvidarnos del patronaje que viste este espacio digital en torno a la economía en todos sus vértices, hoy vamos a entrar en un nuevo planteamiento que seguro os va a interesar. Os cuento. Ayer en una mesa de debate junto a Albert László Barabási eIcaro Moyano pude hablar de redes sociales, crisis, innovación y propiedades emergentes. Moderados por la periodista Mara Torres, analizamos el concepto de “tiempos de economía en red”. Este evento era la segunda jornada del ciclo de debates organizados por el área de Debate y Conocimiento de Fundación Telefónica.
Estar en la misma mesa que un previsible futuro Premio Nóbel de Física como Albert László Barabasi ya es un honor indescriptible. Barabasi es el más prestigioso especialista en redes complejas actualmente. Tras una conferencia impecable de Laszlo, en mi caso me limité a poner sobre la mesa conceptos que iremos desarrollando en los siguientes meses en este mismo blog. Hablé de que las nuevas redes ya no responden al colaborar sino al contribuir, puesto que contribuyendo se adquiere un mayor compromiso con el entorno, a conectar ideas a iniciativas, a definir esta época como tiempo de redes y a lo difícil que está siendo enfrentar las redes digitales con las redes analógicas. Vamos mis obsesiones de cómo avanzamos de una economía en quiebra hacia nuevos modelos de económicos mucho más percibidos y menos herméticos.

La parte más interesante para mí fue el análisis del propio concepto que nos llevó a estar en este evento: las propiedades emergentes. En este sentido permitidme que os comente lo que son, que representan y que lo haga con el lenguaje y la liturgia académica que lleva impreso todo aquello que aun es teoría y que no tiene excesivos elementos empíricos para corroborarlo. Ahí van algunos trazos.

  1. Las propiedades emergentes son el conjunto de las relaciones entre las partes de un sistema de cualquier tipo.
  2. La propiedad del todo generada es mayor que la suma de las propiedades individuales. Esta es la clave de la empresa en red.
  3. Existen propiedades que no poseen los miembros individuales pero que sí emergen de la red; por ejemplo, una hormiga es un animal con un comportamiento bastante simple y con reglas muy definidas; sin embargo, un hormiguero posee un comportamiento complejo, muy flexible y fruto de la interacción entre sus miembros.
  4. Las redes no son nada nuevo. La red eléctrica dispuso un nuevo mundo en su momento, ya hace más de un siglo.
  5. Las partes de un sistema juntas hacen cosas que no harían por si mismas
  6. Pensar en las partes de modo aislado es reduccionista
  7. El observador convencional considera o los árboles o el bosque. Los de los árboles consideran que los detalles son esenciales. Los del bosque piensan que importa el contexto. Imaginemos que pudiéramos observar bosque y árboles de modo dinámico, veríamos que aspectos de los árboles son relevantes para el bosque.

El mundo que vivimos, en función del análisis de sus componentes individuales, ha pasado a entenderse en virtud de sus redes y, sobre todo, de las interacciones de sus elementos. Por eso, el valor de la interacción se vuelve tan importante. Los lectores de este blog sois un ejemplo clarísimo. Veamos:

  1. Una red es más valiosa cuanto más interconectada está, puesto que permite más interacciones
  2. Internet muestra un comportamiento similar a cualquier red conocida previamente. Las interacciones entre sus nodos, entre las personas que lo usan, se han multiplicado y con ellas ha surgido una creatividad fruto de la colaboración y la innovación en grupo, con personas situadas en diferentes lugares físicos del planeta y en diferentes momentos de existencia. Este blog es asíncrono (se comentan posts escritos hace meses como si la conversación y el debate fuese actual) y aterritorial (se debate entre habitantes de todo el globo)
  3. Y la parte que me maravilla desde el principio de esta aventura. Grupos de no expertos pueden configurar redes con un potencial de conocimiento comparable al de centros de investigación.
  4. «Conversar es una buena idea porque, en general, no ignoramos todos lo mismo».

Cuando hablamos de tiempos de economía en red, asumimos que vivimos una etapa que se definirá como tiempos de redes, de vínculos, de comunidades. Ese es el encaje de todo lo digital y lo que ya estaba analógicamente hablando. Sin embargo es la red digital la que ha dado potencial a esas conversaciones convencionales.

  1. Dicen que en el año 2040 la capacidad de la Web superaría la capacidad de procesamiento de la humanidad, de todos los cerebros juntos de los seres humanos vivos.
  2. De este modo, la Red se convierte en la mayor y más fiable máquina creada jamás por el hombre en su historia.
  3. La frontera de las redes, la Internet de las cosas, la nube de procesadores, dentro de la que viviríamos y con la que interaccionaríamos en cada momento, no sólo cuando, como ahora, nos decidimos a conectarnos a Internet.
  4. Lo que sí parece cierto es que las redes van a ser el elemento clave de esta evolución.

Las empresas que estén detrás de estas redes, que sean importantes para ellas, serán imprescindibles en el futuro y ésta puede ser una de las claves de la supervivencia.

Permitid que muestre mis agradecimientos a Javier Nadal, Vicepresidente Ejecutivo de Fundación Telefónica, a Jose de la Peña Aznar  y a Dioni Nespral por convertir lo que podría haber sido un evento más en algo excepcional.

 

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