¿Quien ganó la primera competición entre un periodista y un robot?

Hace unos días un reportero de la NPR accedió a competir contra una máquina denominada WordSmith perteneciente a lo que conocemos software de periodismo robótico. Hemos hablado ya de ello en diversas ocasiones y resulta fascinante. La idea era no tan solo establecer si era factible o no, eso ya se sabe que si lo es, era juzgar el nivel y velocidad de ambos contendientes.

Hace unos días un reportero de la NPR accedió a competir contra una máquina denominada WordSmith perteneciente a lo que conocemos software de periodismo robótico. Hemos hablado ya de ello en diversas ocasiones y resulta fascinante. La idea era no tan solo establecer si era factible o no, eso ya se sabe que si lo es, era juzgar el nivel y velocidad de ambos contendientes.

Es algo que ya sucede con normalidad aunque muchos sigan mirando hacia otra parte y está bien medir el nivel y sus resultados. Para ello se eligieron a los mejores. WordSmith, fabricado por la compañía Insights, ‘escribe’ sobre temas deportivos y financieros que ya se publican habitual y automáticamente en Yahoo a través de Associated Press y por otro lado a Scott Horsley, uno de los corresponsales de mayor experiencia en la Casa Blanca. Se sabe que es preciso ser rápido, sintético y especialmente claro en esa corresponsalía, por lo que la competición prometía.

La competición era sencillamente para saber ¿quién sería mejor? ¿todavía la redacción de una noticia sin opinión es mejor en términos de tiempo de ejecución y calidad descriptiva que la de una máquina? Para responder se impusieron unas reglas. Ambos debían esperar al flujo de información que llegaría en un momento concreto sobre un informe de ganancias. Una vez llegó el cronómetro empezó a contar y el foco era lograr una redacción en el menor tiempo posible y con un estilo aceptable. Ambos temas serían las que calificarían. Aquí está el resultado:

Cuando el informe de resultados llegó a la redacción, WordSmith terminó su trabajo en apenas dos minutos. Scott necesitó siete. Sin embargo, aquí arriba las he replicado, la historia de la izquierda, escrita por un robot no tiene el estilo del corresponsal de la Casa Blanca. Pero según los programadores de Insight eso es algo menor, es factible ‘enseñarle’ a aprender estilos ‘leyendo’ millones de textos que queramos que tome como referencia. Puede incluso ironizar o crear metáforas. Pero aquí puedes leer su trabajo en diferentes campos. Lee lo que ha escrito un robot. 

Al final se consideró que tal vez, estábamos ante un ‘empate técnico’. La velocidad contrarrestaba una falta de estilo. Pero eso parece que es algo absolutamente superable. WordSmith es programable y el que se utilizó para este caso partía de un precepto que Scott no respetó: la historia debía estar bajo un tono sencillo al estilo AP como establece la comunicación de resultados económicos. En apenas unas horas los ingenieros de Inshight lograron modificar ese estilo y ya han propuesto la ‘revancha’.

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