Marc Vidal Marc Vidal

Innovación Balear

Hoy he estado en Mallorca. De hecho escribo esto desde el aeropuerto antes de uno de los tres vuelos del día si la autoridad no lo impide y la nube de cenizas lo permite. Tras unas horas en este maravilloso lugar, me ha quedado claro porque esta isla tiene una crisis específica. Su dependencia del turismo es enorme y su voluntad de complementar ese modelo económico no es lo suficientemente intenso como para ser optimistas. Está claro que cuando tu motor es algo como la ingente cantidad de turistas que por mar o por aire llegan a tu casa lo que tienes que hacer es rentabilizarlo al máximo. Hasta aquí bien, pero si el mecanismo no se engrasa se pierde el valor. 

El sistema no ha mejorado integralmente en años, no se ha modernizado de manera sustancial, no aporta grandes diferencias con la apuesta de cualquier zona costera, no implementa tecnología en su oferta y seguramente no asiste a los tiempos que corren con la voluntad de implicarse al nível que la nueva economía exige. Aun así la voluntad de sus gentes es encomiable. He estado con algunos innovadores dispuestos a afrontar proyectos saludables, con ideas interesantes y con entusiasmo, pero con una pared frente a ellos de gran espesor. La crisis se está cebando con esta buena gente a medida que la política escupe todas sus miserias. Están alucinados con todo lo que le ha pasado. Me pregunto si haber mantenido una actitud condescendiente y anestésica con su clase política ha engordado el marrano y ahora no saben como sacrificarlo.

Sin embargo, hay algún destello que permite entrever que en Mallorca, como supongo en muchos otros sitios hay oportunidad de cambio y de afrontar el futuro con algo de optimismo. Curiosamente la mayoría de proyectos que hoy me presentaban no tenían nada que ver con el turismo y se adentraban en otros modelos. La asignatura pendiente sigue siendo la internacionalización. 

En la conferencia de hoy he intentado mostrar los elementos que considero fundamentales para emprender, para innovar y para hacerlo en el entorno económico y social que nos ha tocado vivir. Estoy satisfecho con lo que hemos compartido hoy pero sigo pensando que el vuelco precisa de mucho más. De momento, la gente que hoy se ha acercado al evento en cuestión son los abanderados, los hubs de una nueva opción de progreso y modernidad, pero la clave estará en saber si éstos podrán ser tractores en sus entornos más inmediatos. Espero que si. También hemos comentado elementos de la economía digital, de la internacionalización y de los modelos de negocio con más opciones en los tiempos futuros.

Ahora bien, dejadme que os aporte una anécdota personal que me ha parecido muy entendedora. Uno de los ejemplos más claros de que aquí algunos no han entendido el momento en el que viven es la factura que me han soplado en una cafetería en una zona muy normalita de la capital antes de que me recogiera el taxi que me llevó a esta terminal. Fijaros: “sándwich variado de pollo y lechuga con pan integral” son 7,45 euros, un “refresco de coca cola Light” 5,25, un “snack de patatas en sobre pequeñas” 3,55 euros, “una minitarta de queso farggi precocinada” 5,25 euros, una “chocolatina huesitos” 2,85 euros y “un puto café solo sin azúcar ni sacarina” 1,95 euros. El total de tan exquisito menú ha ascendido a 26,30 euros. Obviamente no lo he pagado y "hemos llegado a un acuerdo", una quita del 50% que para algo uno se ha dedicado unos años a esto de la bolsa.

¿Tendrá esto algo que ver con el recorte zapateril?. Innovar para ganar más no era esto, no era apuñalar al prójimo aunque sea catalán, que está igual de feo. Si desean enfrentarse a una caída en la facturación deberían de idear otros mecanismos, esto sólo ayuda a que uno como yo no vuelva, y si lo hace será con mi abogada. 

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Marc Vidal Marc Vidal

Prepara La Cartera

Imagina un acantilado al que te acercas peligrosamente. Una vez estás frente al punto final decides empezar a construir una pasarela sujeta únicamente por la base más cercana a tus pies. Al otro lado nada, sólo el vacío. Como debes seguir caminando ya que ese es tu destino, vas añadiendo tablas a ese puente sin apoyos. A medida que parece menos sostenible aceleras el ritmo de construcción y a su vez lo haces más ancho  y más largo. Sabemos que tarde o temprano cederá, es cuestión de tiempo. Mientras tanto las obras de sujeción de la plataforma cada vez son más caras, pues la presión hacia el fondo es mayor y los contrapesos que precisa el único punto de apoyo deben ser más pesados y mucho más caros.
Lo bueno del plan de rescate encubierto que hoy ha provocado la euforia en los mercados es que parece lo único que de momento se puede hacer. Ahora bien, cabe definir lo que supone y lo que es. Ese dinero no deja de ser un paquete que saldrá de emitir más deuda pública en un escenario en el que es la deuda pública la que ha generado este agujero. Es como querer apagar un incendio con gasolina. Ahora ya sabemos que, entre el riesgo inflacionista y la posibilidad de un default de algún país europeo, la Unión Europea ha asumido el primer peligro.

Que la bolsa esté subiendo hoy es normal, lo que no es normal es la generalizada alegría de quienes van a pagar este guiso. Alemania ya ha empezado a  comprar deuda española a fin de que no colapsemos. Recuerden que Zapatero aseguró que era “una locura” que España necesitara dinero para cubrir su deuda. El jueves pedía a la banca española que se hiciera cargo de unos vencimientos y hoy calla como un ratón al ver como nos compra papel el Bundesbank.

¡Que bien! Ya tenemos compradores para colocar los vencimientos. Es normal que lo hagan, yo también lo haré durante un tiempo. Ahora ya sabemos que el riesgo de impago ha desaparecido pues el dinero con el que los alemanes, franceses y británicos compran nuestra deuda es el montante del crédito que ellos van a disfrutar y que nosotros vamos a pagar con nuestros impuestos.

Es habitual que el ciudadano de a píe asuma como bueno este tipo de asuntos. Las grandes decisiones políticas quedan lejos de la vida cotidiana. Es normal que ante tanta cháchara financiera, una decisión como la de disponer casi un billón de euros para rescatar países glotones y despilfarradores sea bien tomada pues no se adentran en el fondo del  asunto. ¿Quién paga todo esto?

Lo pagaremos todos pero se nutrirán unos pocos. De hecho es algo que no podía demorarse más. Francia y Alemania han decidido crear la deuda pública europea y por derivación cargarse el modelo de deudas domésticas que tanto daño está haciendo al euro. A partir de ahora éstos dos gigantes avalan toda la operativa que salve a los portugueses, españoles, italianos, irlandeses y griegos a cambio de controlar todo el mercado.

Los alemanes han dejado de negarse en redondo a ayudar a países como el nuestro a entender que si caemos, ellos también caen. Es el viejo chiste del “a que no nos haremos daño”. Ahora ya sabemos que no caeremos, por lo menos no en breve, lo único, que no es poco, es que veremos una reducción sustancial de servicios y beneficios públicos. Será de forma tremendamente importante e de manera inmediata pues, aunque la reducción de déficit impuesta a España es leve, es urgente según nuestros padrinos berlineses.

Otro símil. Tu familia acude en tu rescate aunque tú no asumías públicamente que estabas en bancarrota. Te compran cosas para que puedan ser un depósito a plazo. Lo recuperarás a medida que puedas pagar el coste de las ayudas. De momento con el líquido obtenido intentas remontar tu situación. Para que todo fluya prometes que te portarás bien y que gastarás menos. Parece obvio que tus familiares, los que te han permitido que eso sea así empiecen a partir de entonces a fiscalizar tu actividad. Eso nos va a pasar a los españolitos y Zapatero será el primer español en saborear el “corralito”, en este caso el “presupuestario”.

Al parecer, una de las consecuencias del bollo europeo de casi un billón de euros es que supondrá un recorte presupuestario sin precedentes para España. Alemanes y franceses van a disfrutar de lo lindo con nuestra “economía de Champions League”.  Esperan urgentemente un plan detallado y concreto que muestre como vamos a pagar el soporte y como vamos a reducir el gasto.

¿Estáis preparados para pagar más a cambio de menos servicios? Bienvenidos a la era del ajuste. Una etapa que se verá tintada de gris. Se acabaron los estímulos a la economía española, este dineral es para salvar la deuda con la que se ha pagado el montante de medidas ineficientes e inservibles que hemos puesto en marcha. Ahora, una vez nos prohíban hacer más planes E y mandingas, cuando se acaben los 420 euros y el resto de medidas humillantes, el dinero que quede será para colocar vencimientos. El dinero es para pagar deuda, no para inversiones que ayuden al crecimiento.

Por si fuera poco, y no es que quiera amargarle el día a mis excompañeros “traders” que hoy están pasando un día divertidísimo, el asunto de los bonos sin valor seguirá circulando. Imaginemos que nuestra familia nos da dinero a cambio de unos “bonos” que pueden ser unos diarios viejos o una ropa fuera de temporada. Nos ofrecen una ayuda a cambio de algo que no vale nada y a riesgo que no le devolvamos el valor del mismo pues a nosotros tampoco nos interesan ni esos periódicos viejos ni esa ropa descatalogada. Puede que nuestra familia asuma la ayuda a fondo perdido.

Por eso, el problema viene cuando con ese dinero (de todos) se emplea para comprar bonos basura. Europa sabe que todo el fondo que se utilice para comprar deuda griega es tirar el dinero. Si en un espacio breve de tiempo, antes de finalizar el año, esta medida no ha resuelto los problemas estructurales y ha dispuesto los vehículos por los que los países peor dimensionados sean capaces de reducir sus déficits, la unión monetaria quedará herida de muerte. Después de algo tan grande, tan bien recibido y con tanto coste socioeconómico, no se logran los objetivos, ya no queda ninguna bala más. Esta es el último cartucho, de hecho toda la artillería se pone en este plan. Todo, no queda nada más, está claro.

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Chapapote Griego

Mientras vamos digiriendo noticias que aqui ya comentábamos hace meses y que hoy son “sorpresa” en algunos medios, hoy publico en mi columna de El Confidencial una denuncia a la inmovilidad española y europea. Advierto de que esos “especuladores” que ahora son los culpables de todo, en el caso de que se pongan en faena, lo vamos a flipar, pues hasta ahora no han hecho nada significativo aunque algunos digan lo contrario. El mercado y sus efectos caen por derivación y por sintonía con la nula gestión, pero los hedge funds aun ni han desayunado. Hoy leemos que el dinero se va de España, que se acaba el FROB y nada de nada o que el gobierno tuvo que pedir ayuda ayer para colocar bonos en el mercado pues no había nadie interesado. Cosas que llevamos diciendo hace tiempo y que mucho siguen queriendo minimizar cuando pasan tras haber dicho que estábamos alarmando injustificadamente.  

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Fuga De Capital

Ayer leyendo los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores se podían detectar algunas reducciones de participación de diversas entidades financieras internacionales en bancos españoles. Destaca por encima de todas Credit Suisse que redujo su participación en el Santander y en el BBVA de manera significativa hasta quedarse en un 2,87% y 1,75% respectivamente. La huida de capital inversor se generaliza. 

Por otro lado, España figura como el segundo país de Europa por salidas netas de depósitos, con una fuga de más de 14.700 millones de euros. Es normal, en principio por el miedo a la insolvencia de nuestro sistema financiero a medio plazo, motivada por la presión política para que nuestra banca digiera la propia deuda pública. Es un ejercicio de maquillaje contable siniestro. Por otro lado porque los fondos españoles son los segundos que más valor patrimonial perdieron en el primer trimestre del presente año. En concreto España lideró las pérdidas patrimoniales con 8.700 millones que se esfumaron, mucho más que Grecia por ejemplo, y muy distinto a los crecimientos patrimoniales que superaron los 20.000 millones en países como Francia, Suecia, Alemania y (¡sorpresa!) Italia.

El mercado de inversión español, del que se habla poco en términos técnicos en los medios tradicionales, y que representa la grasa necesaria para que el circuito pueda reactivarse, no ha dejado de ver como todo dios escampa. Las gestoras liquidan productos para reducir costes.

Otro motivo que anima la estampida es algo que esta más en los territorios de la especulación y de los rumores. Quiero decir que en la bolsa y en los mercados de activos los rumores no son elementos difusos o invenciones maliciosas simplemente. Los “rumores” definen informaciones no oficiales que suelen comportar un alto grado de fiabilidad como muchas veces se demuestran. La caída del Ibex estos días no es motivo de rumores, es una anticipación de un escenario a medio plazo que unos “rumores” anuncian.

¿Qué esconden esas informaciones? Esconden el tercer motivo de huida de capital, de depósitos y de operativas. Este responde a que pudiéramos estar a menos de un mes, seguramente durante la primera semana de junio, del ataque organizado de hedge funds contra la deuda pública española. Este tipo de acciones se producen cuando un proceso inversor encuentra un escenario débil, entonces se produce una apuesta a derivados de todo tipo incluidos estos, es decir, se firma por un valor que se considera que bajará, y si baja se gana. 

  • Veamos, si, por ejemplo, en “territorios lejanos” un grupo de hedge funds estuvieran cargando sus vehículos de inversión con 150.000 millones de dólares (“por decir algo”), ¿a que deuda soberana enfocarían su operativa? Yo lo tengo claro. Una débil, tocada y muy grande. Cuanto mayor sea, mayor beneficio, cuanto más afectada mayor beneficio, cuanto menos capacidad del gobierno de turno para defenderla, más fácil. Es sólo una hipótesis, tranquilos.

Aunque es una hipótesis que se baraja, lo importante con respecto a lo que ha pasado estos últimos dos días, es saber el motivo que ha provocado que las informaciones sobre la capacidad de atender a los vencimientos de deuda insinuaran impotencia y por derivación una caída de todos los índices.

Zapatero dice que es una “locura pensar que España tenga que ser rescatada”. Es posible que sea una locura, pero la verdad es que medio planeta tiene claro que un rumor en ese sentido es para tenerlo en cuenta y lo mismo sobre Francia (por decir algo) no genera ningún desconcierto. La credibilidad es la que es.

Como dije hace tiempo, el temor no es tanto si somos capaces de cubrir ese despropósito que significa tener la deuda total que tenemos, entre externa, pública y privada. Lo destacable es saber a que coste y sobretodo si la fuga de depósitos extranjeros continuará a este ritmo o se acentuará. Recuerdo que para detener esa huida sólo se puede “aplacar con una prohibición de retirada o transferencia de los mismos”. Si no se acometen urgentemente medidas que muestren acción y decisión para salvaguardar la viabilidad de la inversión en nuestro sistema o el punto de no retorno cada vez estará más cerca. Además se puede producir justo en el momento que entraremos en la “parada técnica de la economía”. ¿A que esperan?

¿Esperan que llegue la respuesta conocida como OPCION NUCLEAR?

Parece ser que se baraja la opción de que el Banco Central adoptará “la opción nuclear” de comprar deuda pública en general y auto compra de moneda propia a medida que la crisis griega se agudice y ésta debilite el euro. Será así ya que el rescate de los griegos no contempla el riesgo de contagio a otros estados de la zona. La dificultad para aplicar las medidas impuestas para sanear el asunto heleno puede ser tal que la sociedad griega lo impida. 

En este sentido pienso, y no deja de inquietarme, que a menos de dos horas de avión, en plena Eurolandia, hay un país paralizado, sumido en el caos, afectado por una quiebra sistémica en todos los campos, incomunicado, en huelga y con muertos. Se llama Grecia y hace un año, nadie hablaba de sus dificultades. Era un buen destino para todo. Ahora es Bogotá a la europea. La paz social no se puede mantener siempre y a costa de todo. Al final la gente reacciona, bueno no en todas partes…

Por cierto, hablando en el aspecto técnico de este asunto, no sería extraño ver el euro cambiado en dólar por debajo del 1,10 este mismo año. Es momento todavía de comprar moneda norteamericana. A los que aconsejé comprar hace seis meses, que los mantengan, que no vendan.

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