Marc Vidal Marc Vidal

Malas buenas noticias

Comentando con mi amigo Luis Benguerel el otro día el calvario de las deudas soberanas y el tinglado derivado en plena insolvencia, me comentó que en su despacho comparaban Europa con una Finca de Propietarios donde toca hacer muchas reformas y todos se llevan mal. “La casa se cae, porque algunos de ellos cuidaron menos de sus piso que otros. Por el momento, en vez de reformar toda la finca vamos haciendo chapuzas allí por donde revienta algún desagüe, pero va siendo hora de hacer una junta de vecinos y hacer un mantenimiento de la finca  y dejarla  nueva o sino acabará cayendo y evidentemente, resituar a los inquilinos y propietarios será infinitamente más caro”.
Entre los líderes del despropósito europeo está España. Es increíble, por ejemplo, que se aumentara el límite de gasto del Estado y nadie dijera nada entendible. La evidencia de que hemos perdido todos los mecanismos de gestión contable y financiera es esa retirada de soportes. Ahora ya no cumplimos con el déficit ni de milagro pues todo eso va destinado a evitar la quiebra del estado de las autonomías y los municipios más grandes incapaces de refinanciar sus deudas y de pagar sus facturas. Además, alguien debería explicar que cada vez que nuestra prima de riesgo aumenta, como hoy, lo hace también la rentabilidad de nuestro bono, por lo que a la vez las provisiones para su pago crecen. Eso conduce a un incremento del déficit automáticamente. Ese incremento nos envía directamente, y sin anestesia, a la intervención de doña Ángela. La hipotética intervención de España, algo que se deberá de denominar de otro modo, pues suena fatal eso de “rescatar a la novena economía por PIB del planeta”, es cada vez más probable. Todo se ha hecho con el culo. El cúmulo de despropósitos es de tal calibre que no parece haber retorno. Como España, otros hicieron lo mismo y así les va. Simularon reformas  se quedaron a medio paso. Por eso es cuestión de tiempo, pero la propuesta de un euro de doble velocidad toma cuerpo. Por cierto, para evitar una devaluación de sus activos y una sobrevaloración de sus deudas, les recomiendo no aumentar el debe bajo ningún concepto en los próximos meses.

Caerán Bélgica, Italia y España en el grupo de las intervenidas aunque le cambien el nombre a la operación. Serán requeterescatadas Irlanda y Portugal y dejarán caer, llamándolo “default mixto”, a Grecia. Seguiremos con condiciones, acciones y sugerencias, continuaremos escuchando que somos unos alarmistas y que esto no puede seguir así, que tarde o temprano remontará. Puede, pero la verdad es que Europa está hecha de cartón piedra. La semana pasada estuve en París reunido con ex ministros franceses y alguno mostraba su preocupación por la verdadera realidad económica de Francia en cuanto a sus finanzas públicas. No se salva nadie, pues todos tienen algunos políticos inorgánicos incapaces de atarse el cordón de los zapatos gestionando cosas importantes.

Y hoy toca el baile de las medias verdades y de las historias seudoficticias. Hablemos de estrés, cantemos al test. Ahora que sabemos que la CAM será intervenida como lo fuera la CCM o nacionalizada para “liberar” tensiones, que los test de estrés dicen lo previsto hace días y que la prensa está en manos de teletipófagos, la realidad plomiza sigue su pesado descenso a tierra firme. Se acabó el tiempo de los brotes verdes pues pasaron a ser de color marrón, se finiquita el tiempo de “lo peor ya ha pasado” porque lo que viene no se puede ni comparar, se da por amortizado el plan Entierro por su gran capacidad de generación de empleo en este país que Dios guarde en su gloria, se va olvidando aquel “catastrofistas agoreros antipatrióticos” porque al final hemos quedado como personajes de Disney si nos comparan con lo que está pasando y pasará.

Para los que preguntan que pasará si a España la intervienen, la rescatan o la doblan como una servilleta de papel, les puedo adelantar unas cuantas cosas que se derivan por comparación y por aritmética básica. Nos meterán un IVA que superará el 22%, nos obligarán a pagar la sanidad, la recogida de basuras, la educación, la televisión, se recortarán sueldos públicos de manera importante y se congelará la contratación de nuevos funcionarios, se reducirán todas las pensiones, recortes en los subsidios básicos e incremento de costes indirectos de todo tipo. La inversión pública se paralizará y el paro aumentará aun más, pero se reducirá la prestación asignada. La capacidad para invertir en procesos de modernización desaparecerán durante tiempo.

No todo serán malas noticias. Esta situación provoca que florezca el ingenio, las ideas, las voluntades. Lo vivo cada día. Siguen habiendo oportunidades aunque el margen se reduce. Les recomiendo leer lo que he ido publicando los últimos días y semanas a fin de complementar este barrizal con espíritu emprendedor, internacionalizador y con impulso de reacción al robo oficial al que nos han llevado todos estos tipos. Esto no lo arreglará Rajoy, ni Rubalcaba, ni San Benito de la Concordia, lo arreglaremos cada uno de nosotros en la medida que entendamos que este es el espectáculo, el escenario y el tiempo que nos ha tocado vivir.

Cada semana con una de mis empresas consultoras de internacionalización, conducimos a una docena de empresas en su búsqueda para sobrevivir complementando su escaso negocio local en Europa con otros mercados en Latinoamérica, Turquía, Próximo Oriente, África francófona, China y Singapur. Es impresionante ver y emocionante asistir a la capacidad de muchos empresarios y emprendedores capaces de remontar, vender, entusiasmar y crecer en territorios lejanos y apoyar sus negocios locales.

Por cierto, permitidme un “desvío” pues no deja de llamarme la atención el mecanismo de la prensa de hacernos llegar la realidad. Es curioso pero hoy te desayunas un medio digital cualquiera y en su portada eres capaz de ver un cúmulo de incongruencias de dimensiones líricas. En una misma columna y seguida la una de la otra tenemos el titular de que “La crisis de deuda ya es peor que las previstas en las pruebas de resistencia”, seguido por otro que dice “Los grandes bancos españoles sacan buena nota en el examen”, acompañado inmediatamente por “El Banco de España tendrá el control de la CAM” y remata con algo tan poco importante como que “EEUU se acerca a la quiebra por el bloqueo del diálogo del déficit.

Como os decía, desde Perú y camino de México, mirando de lejos todo eso llamado Europa, os deseo un buen estrés test a cada uno de vosotros. Sin embargo nada bueno dura para siempre, pues en mi regreso a mi casa en Londres, todo parecerá más irreal si cabe que en España que ya es decir. Have a great weekend!

 

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Marc Vidal Marc Vidal

Fortalecer a la banca "in vitro"

Que el mundo del análisis económico se ha vuelto loco es una obviedad. Hemos llegado a extremos de difícil digestión. Hace algún tiempo hablé de las apuestas en mercados que se hacen a las catástrofes, pues ahora se pueden encontrar opciones de inversión sobre las especies de animales que puedan desaparecer a partir de un accidente medioambiental, un casino siniestro.
Sin embargo, lo que parece un juego de bufones es todo este ruido sobre que la banca española y europea ha superado los controles de solvencia de la semana pasada. Está claro que la prensa económica está en manos de becarios a los que le piden hacer mil funciones estos días, por lo que el análisis de la documentación al detalle es una quimera, ahora bien, que los jefes de inversión de muchos gestores patrimoniales estén aceptando como buenos esos informes es para ponerse a temblar.

No sólo con respecto a que la banca española ha jugado a maquillar sus números delante de las narices de todo el mundo. Han contabilizado los activos inmobiliarios por valores que ni el Tato se puede creer, que sólo interesa al interesado, que se han puesto de FROB hasta el culo y así cualquiera y que si por si fuera poco, se han metido la deuda soberana por donde han podido a fin de que esta no fuera perjudicial para los intereses respectivos. Pero eso lo han hecho todos en Europa.

Las pruebas de solvencia de la Unión Europea han ignorado la mayoría de las carteras de deuda soberana de los bancos pues los reguladores decidieron no someter a examen los títulos de las carteras en sus entidades prestamistas. Es decir, no se han contabilizado las grandes pérdidas y sólo se aplican a las carteras de negociación, por cuanto no se considera ninguna suposición de impago. Eso es trampa. Todo esto ya hacía un tufo horrible, pero tras la publicación es más nocivo aun. Pero ¿a quien conviene decir la verdad esta vez? A nadie. Ahora sería un drama. Es tan sencillo hacer que quede bien en “plástica contable” cualquier cuadrante, que no sé porque se le llama “prueba de solvencia”.

Por ejemplo, los creadores de crédito tienen alrededor de 90 por ciento de sus bonos gubernamentales griegos en sus carteras de banca europea y 10 por ciento en sus carteras de negociación. Eso no lo digo yo, lo dice Morgan Stanley por ejemplo.

Cuando aparecen las sombras, los afectados sólo tuvieron que hacer una reducción valorativa de bonos en su cartera de banca por si hubiera alguna duda sobre la capacidad de un Estado de pagar por completo su deuda o de hacer pagos de intereses. De manera que los bancos que manejan deuda soberana europea como los españoles se han librado de apuntar ese desfase, como se han salvado de otras rebajas. ¿Cómo se puede permitir que el valor de los activos patrimoniales de uno mismo lo valore uno mismo? Es como si para avalar un crédito que le solicitamos a un banco, el tasador de nuestro patrimonio fuéramos nosotros mismos. Yo me pido un crédito de 3 millones de euros avalado por una hipotética propiedad de 30 m2 en la periferia de Castellón por ejemplo, valorado, según mi propio criterio en unos 5 millones de euros. Además me pido un crédito al mismo banco que me ha de dar el valor de solvencia por valor de otros 3 millones. Total, tengo un Tir de los buenos, dispongo de un valor patrimonial garantizable de más de 8 millones.

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