Aviso a navegantes
En Salvaguardar Depósitos, dije que “los ahorros deberían ser fuente de tranquilidad y seguridad, no de preocupaciones añadidas en estos tiempos tan revueltos. Haber conseguido ahorrar unos euros es una hazaña notable, dado el incremento de impuestos y precios en un contexto de creciente desempleo, quiebra de empresas, asfixia de autónomos y congelación de salarios y pensiones. La enorme mayoría de los ahorradores solo pide tres cosas: seguridad, liquidez y, por último, algo de rentabilidad. Una petición tan sencilla, pero tan pocas veces satisfecha por los bancos y cajas, sobre todo en los últimos años”.
Por desgracia, el empeoramiento de la situación económica en España y la voracidad de los bancos en su empeño por generar comisiones de su base cautiva de ahorradores hacen que los ahorros se hayan convertido en todo menos una fuente de tranquilidad y seguridad. Por el contrario, los riesgos con que se enfrentan están creciendo y la credibilidad de los bancos como fuente fiable de asesoramiento financiero se encuentra en sus horas más bajas tras los abusos cometidos en la colocación de acciones preferentes, bonos convertibles y varios productos estructurados de triste recuerdo para tantos clientes confiados e incautos, que desconocían los riesgos de estos instrumentos financieros.
Una sencilla definición del riesgo es la proximidad al daño o peligro. Dirijo una empresa de asesoría en este sentido, y es en este campo que creemos que los ahorros de muchas personas se encuentran en situación de riesgo, incluso aquellos en formatos considerados de bajo o nulo riesgo, tales como los depósitos a plazo, los fondos monetarios y de renta fija, por no hablar de los pagarés bancarios tan de moda en los últimos meses. De forma similar a lo ocurrido hace unos años con las acciones preferentes, muchos inversores no tienen una idea clara de los riesgos que acechan a sus ahorros. No aparecen en los titulares de la prensa financiera ni en los programas de noticias de radio o televisión, por lo que el ahorrador típico no piensa siquiera en tomar precauciones para protegerse de la tormenta que avanza algo más allá de la línea del horizonte.
Uno de los riesgos más importantes es la erosión paulatina y silenciosa del poder adquisitivo de los ahorros ocasionada por la inflación. Mientras los bancos centrales continúen creando cantidades ingentes de dinero electrónico sin ningún respaldo real (como el oro o las divisas de otros países), es sólo cuestión de tiempo para que la inflación alcance niveles no vistos en España desde los años 70. Espero ver este pico de inflación a medio plazo, incluso si se logra evitar el escenario fuertemente inflacionario de una potencial ruptura del Euro.
El riesgo de inflación hace necesario replantearse qué entendemos por protección de los ahorros. En un entorno inflacionario, no basta con mantener el valor nominal de la cartera en Euros para evitar pérdidas, sino que es necesario mantener el poder adquisitivo del capital invertido, de forma eficiente y sin sacrificar la liquidez de las inversiones.
Tan pronto se haga patente el brote inflacionario, darán comienzo los intentos del Banco Central Europeo (BCE), bajo control alemán, para frenar la tendencia inflacionaria mediante la subida de los tipos de interés. Cuando esto ocurra, muchos inversores se encontrarán con la desagradable sorpresa de que sus inversiones en renta fija habrán perdido valor, ya que los bonos existentes se devalúan en un entorno de tipos de interés crecientes. Este fenómeno se conoce como riesgo de duración, que implica un aumento de las pérdidas potenciales con la duración del tiempo que resta hasta el vencimiento del bono en entornos de tipos alcistas. Como los tipos de interés se han mantenido bajos en los últimos años como resultado de la flexibilización cuantitativa y las fallidas políticas de bajos tipos aplicadas por el BEC para estimular la economía, los asesores de inversiones han venido ignorando el riesgo de duración. Sin embargo, se trata de un vicio oculto con capacidad para generar pérdidas considerables en inversiones en apariencia seguras, tales como los bonos con largos plazos hasta su vencimiento o los fondos de inversión que los incluyen.
Este artículo es el primero de una serie de entregas semanales, en las que mi objetivo será identificar y explicar los riesgos principales para el poder adquisitivo y liquidez de los ahorros que detecto, así como ofrecer consejos prácticos sobre la mejor forma de evitarlos mediante la adopción de medidas simples y económicas, factibles para cualquier persona decidida a tomar el control de su patrimonio financiero. Les invito a compartir conmigo estas ideas durante las próximas semanas, en las que confío en que establezcamos un diálogo útil y constructivo. Como siempre, quedo a la espera de sus comentarios y sugerencias.
Siempre gana la banca
El artículo de hoy de Luis Benguerel es el primero de una serie que publicará cada viernes en este blog. Vamos a intentar de la mano de uno de los mayores expertos de este país en temas de trading sofisticado y gestión de “pantallas” que conozco. Si alguien sabe de como se retuercen los mercados para lograr cosas determinadas es él. Si alguien puede explicarlo de modo “sencillo” es él. Os dejo con el artículo sobre las interioridades de la compra de deuda soberana que “no puede hacer” el Banco Central y que, sin embargo “si hace”. Dadle la bienvenida y a aprender.
Sabemos que el Banco Central Europeo compra deuda soberana de países con problemas en el mercado secundario, pero seguramente no todos sabéis como se compra esta deuda. Sin entrar a valorar si eso es bueno o malo voy a explicar como se hacen este tipo de compras y ya tomaréis la consideración vosotros mismos.
Lo primero que cabe recordar es que el Deutsche Bundesbank se opuso a estas compras en su día y Webe, su presidente, dimitió a pesar de que era un claro aspirante a presidir el BCE. No voy a considerar si el Banco Central debiera actuar de otra forma acordando un precio con los gobiernos y actuar directamente en el mercado primario sin permitir que fueran los propios mercados los que impongan sus precios. Eso se lo dejo a los tertulianos recién llegados a los temas económicos que parecen saber muchísimo más que los que llevamos dos décadas en esto.
Pero, ¿cómo actua el BCE? Antes de analizarlo hablemos un momento de la famosa prima de riesgo, ese diferencial entre la deuda que emite un país con respecto a otro con las mismas fechas de vencimiento. En el caso de la zona euro ese diferencial era mínimo en tiempo de bonanza ya que todos dependemos del mismo Banco estructuralmente y, por derivación, de su política de intereses. Este gráfico refleja el diferencial entre España y Alemania con un bono a 10 años desde 2006.
Como vemos, en estos días seguimos cerca de máximos. Hace meses que estamos desde en un peligroso y caro 300 y hemos alcanzado sin dificultades la cima del 370. Se considera un problema grave estar por encima de 100.
Pues bien, si observamos los bonos soberanos durante el desarrollo de esta crisis de deuda, detectaremos a unos ganadores que no merecen serlo. Resulta que en este “mundo” del hedge fund que apoya las inversiones en deuda a riesgo permite que el riesgo sea atractivo y a la vez modere el valor de las de menor apuesta. Ocurre que mientras se huye de la deuda soberana de países con problemas, se compra deuda de países “mas solventes” lo que provoca que el rendimiento de sus bonos baje mucho por la demanda que tienen y puedan colocar deuda muy barata que no refleja su situación real de la economía. Ejemplifiquemos con un gráfico de deuda a diez años de países como Estados Unidos, Reino Unido, Suiza, Alemania y Suecia.
El asunto es tan curioso que llegamos a extremos de deuda negativa en períodos bianuales. Si tú le prestas dinero al gobierno (comprando su deuda) y ellos te retornan menos pues se cobran “la seguridad de que te lo van a devolver”.
En este grafico podemos ver algo que supone ver un ornitorrinco en el Manzanares, digamos que algo relativamente curioso: el bono suizo a 2 años desde verano varias veces en negativo a vencimientos mas cercanos menor rendimiento .
Ahora ya sabemos como funciona el mercado de bonos soberanos. Entremos ahora en el maravilloso mundo de la gestión del BCE cuando decide comprar deuda de un país con problemas. Cómo “no puede” actuar directamente en el mercado ordena a “otros” que ejecuten en las grandes mesas de renta fija, es decir lo grandes bancos. Así podemos decir que las compras que “no puede” hacer el BCE las hacen en su nombre las entidades financieras más importantes, que a su vez no pueden negarse pues dependen de los grados de liquidez que este les concede cuando ellos están tocados.
Podemos mal pensar todo lo que uno quiera, lo normal en estos casos es que primero reciban la orden de comprar por parte del BCE y luego la trabajen durante todo el día. A partir de entonces, antes de comprar para el BCE, lo que procuran es comprar para ellos logrando que baje con ello el rendimiento una vez tienen lo que desean. Luego informan al mercado con rumores de compra por parte del BCE, lo que sigue provocando mas caídas del rendimiento (significa mas beneficios para la primeras posiciones) y para terminar adquirirían las partidas que les paso el BCE en primera instancia por el camino. Esto lo hacen bajo el rendimiento del bono objetivo cumplido por parte del BCE, sin que el BCE compre a mejor precio ya que antes actuaron para después vendérselo.
Parece complicado, pero es muy sencillo. Son pasos simples y lo que para alguien a nivel doméstico no es nada, cuando las cantidades son gigantescas es muchísimo dinero a ganar por parte de la banca. Siempre sale el “0”.
#huelga29M
No voy a hacer huelga mañana, me cuesta entender el método. A pesar de que comprendo el motivo no lo comparto. La reforma laboral no puede ser el elemento detonante de una reacción popular contra todo lo que nos ha llovido y nos lloverá. Y mucho menos que ese catalizador de la protesta lo lideren un entorno sindical que se ha caracterizado por la abulia, la distancia y la complicidad con lo que sucedía. La desidia por ser organismos antiguos y agigantados, la lejanía porque no están actualizados con el modelo económico actual, y colaboradores con los que azuzaron la crisis por no plantarse frente a los que no tomaban medidas mientras el paro aumentaba y la capacidad de reacción se esfumaba. Ahora no me valen sus quimeras. Obviamente tampoco la de la CEOE. Lo que le aplico a los primeros sirve, punto a punto, para los segundos.
Sin embargo me parece bien que la gente salga a la calle y reaccione. Descloroformizar a la gente depende de muchos elementos y uno puede ser perfectamente una huelga general. Me temo que no va a ser el caso, pero aunque yo no voy a hacer huelga si voy a pagar la jornada laboral de todos los que trabajando en alguna de mis empresas, independientemente de si hacen huelga o no. Obviamente el personal de una empresa que gestiona proyectos del tipo en el que nosotros estamos, depende de los objetivos y no tanto de las horas que se le dedican, ni por los días concretos en los que se llevan a cabo, por lo que no tiene mucho sentido descontar ni un céntimo a quien mañana no cumpla su horario tradicional pues el objetivo seguirá teniendo el mismo día de entrega.
Respeto la huelga y estimularé que se convierta en el proceso natural de crítica sobre la que se nos viene ahora encima. A pesar de que la crisis terminó y lo que vivimos ahora es el parto doloroso de un nuevo modelo de crecimiento y un nuevo escenario socioeconómico, lo que si hay que señalar es a los culpables de este caos. Si alguien considera que la insolvencia bancaria, la cobardía política para afrontar los retos, la gestión anticuada de nuestras empresas y la dependencia del modelo anterior no van a generar todavía escenas de pánico es que no ha entendido nada.
A nivel financiero veremos quiebras por insolvencia manifiesta, a nivel político asistiremos a un saqueo a base de impuestos, se evidenciará que los ingresos públicos en caída libre nos obligan a aceptar un rescate europeo inevitable, seguiremos engordando las listas de parados hasta niveles de no retorno y finalmente la definición de un modelo económico de servicios, cada vez de menor valor, atacará nuestra capacidad de modernizar esta sociedad. Ese es el plan nada interesante.
Por esta razón, protestar me parece inevitable. Salir a la calle y generar un espacio de tensión directamente proporcional a la presión recibida es necesario. No obstante considero que no a cualquier precio. Creo que bailarle el agua ahora a unas instituciones sindicales que utilizan el momento y la excusa para justificar sus nóminas es un error y lo es porque ellas son parte del problema. Sin desmerecer que los derechos laborales son innegociables, también cabe empezar a analizar si esos “derechos” adquiridos deben ser exactamente iguales ahora, en tiempos de teletrabajo, movilidad extrema y sociedad del conocimiento, que los del siglo XIX.
Yo voy a protestar desde este blog, como llevo haciendo hace muchos años. No puedo hacerlo desde España porque no vivo ahí, pues en Londres no es factible hacer una huelga española obviamente. Sin embargo voy a procurar que quien quiera ejercer su derecho a la huelga lo pueda hacer y me hostiaré con cualquiera que se lo impida, pero exijo el mismo respeto hacia los que deseen ejercer su derecho a trabajar por no verse identificados en esta protesta puntual y con quien la convoca y, a cambio, prefieran salir y luchar de otro modo.
Tengo la impresión que el cloroformo que nos han dado y nos dan todas las mañanas para desayunar, se lo tomaban calentito muchos de los que mañana van a soportar las pancartas. Lástima que ni lo que mañana se discute, ni lo que hoy se comenta tenga que ver con lo que se avecina. La política y las decisiones que la definen no son para nada consecuentes con el problema, por eso, mientras tanto unos y otros se detienen, yo sigo en marcha.
Siento ser tan poco solidario, pero ninguno de los que ahora gritan consignas diversas me concedieron un segundo de su tiempo cuando tres entidades financieras de este país me denunciaron por decir y nombrar lo que ahora muchas esconden y tuve que enfrentarme solito contra ellas. Siento no salir a la calle, porque me pilla lejos en la distancia, en el concepto y en el sentimiento con sus organizadores, pero sobre todo porque tengo mucho que hacer. Mi protesta se basa en continuar tomando las riendas de mi existencia y hacerlo a cualquier coste y precio. Esa es mi libertad y no pienso supeditarla a los intereses de unos cuantos, sean del lado que sean. Yo me pongo en marcha a pesar de todo.
Flexibilización cuantitativa
Hoy os dejo con otro gran artículo de James Levy. En el caso de ese nuevo término financiero llamado flexibilización cuantitativa hablar claro es fundamental sino queremos vernos inmersos en un túnel sin final. Cómo dice James, “estamos ante un nuevo peligro para los ahorros del ciudadano medio”. Podéis contactar con él para temas de asesoría en inversión o protección de patrimonios a través de la web de OSAA.
En su reciente artículo “Salvaguadar Depósitos”, Marc Vidal examinaba cómo proteger los ahorros de los riesgos derivados del estrés al que está sometido el sistema bancario nacional. Siguiendo esa estela, mi artículo como invitado “Asesorar en la Nueva Economía” trataba las opciones para la protección de los ahorros privados de los acechanzas de los vendedores de productos bancarios que usan tácticas comerciales agresivas y recomiendan productos financieros inapropiados a fin de generar comisiones, sin parar mientes en el coste para la salud financiera de los clientes. Como continuación, en este artículo me propongo examinar otra fuente de peligros para los ahorros reunidos con sumo esfuerzo por millones de personas en todo el mundo, esto es, las consecuencias no deseadas de las políticas de flexibilización cuantitativa (“quantitative easing”) del Banco Central Europea (ECB) y la Reserva Federal de Estados Unidos (FED).
¿Qué es la flexibilización cuantitativa? En suma, se trata de una medida desesperada de los bancos centrales para estimular una economía letárgica cuando las herramientas habituales, como las bajadas de los tipos de interés a corto plazo, ya no resultan efectivas. Tanto en la zona euro como en USA los tipos de interés se han mantenido a niveles muy bajos desde la crisis financiera de 2008. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, los bajos tipos no han sido suficientes para devolver la economía a la senda del crecimiento. Como no es posible seguir bajando los tipos, el ECB y la FED se han embarcado, en lo que podríamos describir como un acto de desesperación, en la peligrosísima navegación de la flexibilización cuantitativa, que es ni más ni menos que crear de la nada, electrónicamente, nuevo dinero en la cuenta del propio banco central mediante la oportuna anotación por ordenador. Estos fondos se usan a continuación para comprar activos, como los bonos soberanos, en un intento de aumentar la demanda de los mismos y de forzar a la baja la presión sobre los tipos de interés de los vencimientos más alejados en el tiempo, que normalmente son las fuerzas del mercado las que deben fijar, a diferencia de los tipos a corto plazo que marca el propio banco central.
Por descontado, una vez que el genio de la flexibilización cuantitativa ha salido de la botella, no hay banco central que resista la presión de los líderes políticos para usar estos fantásticos poderes de crear dinero para perseguir sus objetivos políticos. En el caso de USA, el programa de flexibilización cuantitativa de la FED se utiliza esencialmente para financiar los enormes déficits presupuestarios del gobierno federal, de forma que el dinero creado por la FED se invierte en comprar bonos del Tesoro ya emitidos. Con este mecanismo se está financiando una fracción significativa del tremendo déficit presupuestario del gobierno americano, lo que a su vez facilita a los políticos el aplazamiento de decisiones difíciles sobre recorte de gastos para reducir el déficit, al menos hasta después de las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre.
En el caso de Europa, la flexibilización cuantitativa es objeto de una manipulación política algo distinta, aunque igualmente destructiva. A través de su Opción de Refinanciación a Largo Plazo (LTRO), el ECB acepta prácticamente cualquier bono basura que los bancos europeos tengan en sus balances (en particular, los bancos españoles) como garantía para la emisión de préstamos de bajo interés a tres años de “nuevo dinero” para bancos con problemas, permitiéndoles así de hecho transmutar plomo en oro. De paso, este proceso transfiere los bonos basura a los abultadísimos balances del propio ECB, como puede observarse en la figura (“Evolución del Balance del RECB”).
Aunque esta medida tiene por objeto estimular la economía mediante una inyección de liquidez a los bancos que les permita prestar dinero a negocios y familias, el resultado es bien diferente. En la práctica, el dinero que reciben los bancos del programa de flexibilización cuantitativa del ECB se usa en gran medida para comprar bonos soberanos del país correspondiente, que ofrecen tipos de interés varios puntos superiores a los bajísimos tipos que carga el ECB en los préstamos LTRO. Mientras las empresas y familias continúan sin recibir financiación de los bancos con problemas, el uso del programa LTRO resulta muy provechoso para los propios bancos, ya que les permite obtener unos buenos beneficios dada la diferencia entre ambos tipos de interés. Igualmente contentos están los políticos con las compras masivas que los bancos realizan de bonos soberanos del propio país, que incrementan la demanda de dichos bonos, haciendo bajar sus tipos de interés y, en suma, ayudan a financiar los déficits presupuestarios a un coste menor.
En la historia económica mundial, nunca se ha llevado a cabo un experimento semejante de flexibilización cuantitativa a esta escala. Tampoco existen precedentes de que planteamientos de este tipo hayan conseguido devolver la salud a economía alguna, y los esfuerzos actuales tanto de la FED como del ECB están destinados también a fracasar. Fatalmente, a medida que la gran oferta de dinero creada sin base en la economía real vaya abriéndose camino en dicha economía, irá alimentando una burbuja de liquidez manifiesta en mayores precios del oro y otras materias primas, tales como el petróleo y los alimentos básicos. Esta misma burbuja conducirá finalmente a una reversión del actual ambiente deflacionario, con bajos tipos de interés, a subidas pronunciadas de la inflación, a las que seguirá la subida de los propios tipos de interés, cuando por fin los bancos centrales se vean forzados a aplicar medidas anti-inflacionarias.
¿Qué puede hacer un inversor para proteger su cartera del peligro de inflación ocasionado por las imprudentes políticas de flexibilización cuantitativa tanto de la FED como del ECB? La respuesta tradicional en España ha sido “compra un piso y, si ya tienes uno, compra otro”. Esta estrategia ha sido efectiva mientras la población española crecía por la gran afluencia de inmigrantes con la consiguiente demanda de viviendas. No parece probable que esta situación se repita en el futuro. España cuenta en este momento con un gran exceso de viviendas en el mercado, resultado de la burbuja inmobiliaria, así como un balance migratorio neto negativo como consecuencia de la crisis económica, que ha desanimado la afluencia de nuevos inmigrantes y favorecido la salida de españoles al extranjero en busca de oportunidades de empleo.
Asimismo, los productos tradicionales de inversión de renta fija no sólo no ofrecerán retornos superiores a los crecientes índices de inflación, sino que pueden también causar pérdidas inesperadas en el esperado entorno inflacionario. En las presentes circunstancias de tipos de interés en mínimos históricos, con rendimientos de los bonos soberanos mantenidos en bajos niveles artificialmente por el programa de flexibilización cuantitativa, extrememos la precaución acerca de los instrumentos de interés fijo con vencimientos a más de tres años. Tan cierta como la salida del sol por el este, sólo es cuestión de tiempo que la subida de la inflación fuerce a los bancos centrales a finalizar el programa de flexibilización cuantitativa. En ese momento los tipos de los bonos a largo plazo aumentarán con el consiguiente descenso del valor de la deuda existente a largo plazo. Los inversores deben por tanto mantener sus ahorros en instrumentos financieros a corto plazo. Conviene ser especialmente cuidadoso en la compra de fondos de inversión de renta fija y comprobar que el vencimiento medio de los bonos que integran el fondo es inferior a tres años.
Un posible refugio lo ofrecen las inversiones con flujos de caja que se ajustan al alza en entornos inflacionarios, tales como las acciones con dividendos de empresas capaces de trasladar los aumentos de precio a los consumidores. Se pueden encontrar muchas empresas de este perfil, con dividendos seguros y crecientes, por ejemplo en los sectores energía y alimentación.
Otra opción es invertir ahora en activos con capacidad probada de mantener su valor cuando el papel moneda se ve erosionado por la inflación asociada a la creación masiva de dinero de la flexibilización cuantitativa. Sirva de ejemplo el oro o las acciones en empresas productora de oro o, alternativamente, los bonos vinculados a la tasa de inflación, que pagan tipos de interés crecientes a medida que sube la inflación.
Para finalizar, mi recomendación es invertir en un recurso escaso, con capacidad probada de proporcionar buenos retornos en cualquier ambiente económico: el ingenio humano. Las empresas que usan la tecnología de forma especialmente eficiente siempre encuentran la forma de generar beneficios, tanto en entornos deflacionarios como inflacionarios. Ésta es la causa de que Apple Computer haya crecido tan rápidamente en los últimos años, alcanzando el mayor valor bursátil de las empresas cotizadas del mundo. Aunque no existen garantías de encontrar el próximo Apple, un inversor bien asesorado, con fondos disponibles para invertir con algo más de riesgo y un horizonte temporal más dilatado, puede participar en la financiación de una de las muchas empresas startup de alta tecnología atractivas, como parte de una estrategia general de mantener el poder adquisitivo de sus ahorros en un próximo entorno inflacionario.
Si alguien desea conocer algo más sobre la flexibilización cuantitativa, el siguiente enlace de Youtube presenta un video informativo y entretenido de sólo siete minutos de duración.
Ecosistema emprendedor
Desde hace unos meses participo en uno de los programas de innovación impulsados por el BCIE que vincula el territorio con la innovación. Obviamente las diferencias entre Europa y Guatemala, por ejemplo, son enormes y las características de la llamada smart city de vanguardia y los proyectos de desarrollo para generar territorios inteligentes son todavía muy distintas. Sin embargo pienso que hay una génesis que iguala espacios y políticas, voluntades y experiencias y sobretodo espíritu emprendedor con acción pública. Cuando hablo de administración lo hago desde el punto de vista que es ella la que debe facilitar los mecanismos para lograr que un espacio concreto se convierta en un ecosistema de innovación y emprendeduría tecnológica. Las hiperciudades se fomentan desde todos los ámbitos.
Al hablar de ecosistemas me refiero a algo más que un barrio super cool en la parte norte de una ciudad o un saco de empresas desarrolladoras de software replicado que ocupe tres edificios pintados con letras gigantescas. En el reto latinoamericano lo que prima es la voluntad de estimular ciudades que generen proyectos. En Europa eso podría bien establecerse como entornos urbanos con vocación innovadora que por ahora son demasiado puntuales y no responden a una verdadera explosión creativa.
Escenarios como Boston, Sillicon Valley, Singapur, Bangalore y Shanghai son ejemplos de lo que sería un ecosistema para la innovación. Son ciudades que no hacen más que atraer talento pues son tremendamente creativas y donde lo público y lo privado se mezclan en las fases de investigación de manera natural y donde los incentivos fiscales y administrativos sólo hacen que facilitar los procesos.
En Europa es más complicado encontrar territorios amplios que puedan entenderse como ecosistemas por si mismos, es más habitual concretar en edificios que se denominan parques tecnológicos o de investigación. Por supuesto son destacable e imprescindibles, de hecho IDODI tiene una de sus sedes, concretamente la que se dedica a incubar empresas, en el Parc Científic i Tecnològic de la UDG. En Toulouse, Dublín, Londres, Helsinki, Goteborg, Estocolmo, Heidelberg, Munich o Berlín se están desarrollando modelos más complejos y que pueden dar por válido que las fronteras de un Valley tecnológico no son definibles de modo sencillo.
El futuro de Europa en general, de cada uno de sus comunidades, dependerá de la capacidad de evolucionar el sistema económico hacia actividades cada vez más intensivas en los elementos del conocimiento. Ya sabemos que pasa cuando un modelo económico se centra en actividades de baja cualificación. Lo peor no es haber simulado un estado económico irreal, lo duro es comprobar como ahora no hay nada bajo nuestros pies que sea capaz de soportar la cimentación de un nuevo mundo.
El desarrollo de actividades que se centren en el talento surge en entornos urbanos muy concretos y que podemos denominar de muchos modos. Pueden ser ecosistemas y pueden ser innovadores, pero a mí me gusta vincularlos con el estímulo emprendedor pues considero que es el gancho propicio para que esos espacios sean realmente volcanes de creación y que ayuden a estructurar un nuevo modelo de crecimiento. Los llamaré ecosistemas tecno emprendedores.
El trabajo en el que participo y que estamos elaborando sobre las ciudades tecno emprendedoras se centra en la digitalización productiva pero también en la modernización del concepto de ciudad tal y como la entendemos ahora. Trabajan sociólogos, arquitectos, emprendedores y agentes públicos en el diseño de un territorio mucho más estimulante y que estoy seguro puede ser inspiración para otras partes del mundo.
Las ciudades del conocimiento o también llamadas ciudades compactas surgen como un nuevo modelo de espacio para la innovación y espero que para emprender. Si se mezcla el entorno urbano natural reformado para la acomodar un modelo de vida más abierto y actualmente cultural con la estrategia económica en pools empresariales conectados internacionalmente y además con los canales que permitan la investigación para la innovación se propicia una nueva actividad económica capaz de atraer talento y empresas de todo el mundo para facilitar el nacimiento de tecnoemprendedores.
Hace varios años, fui invitado por un Conseller de Innovación de la Generalitat para que tratáramos este tema. Cuando le expliqué lo que yo veía al respecto el hombre me dijo que “no me entendía”. Le agradecí la sinceridad pero obviamente fue el detonante para que me levantara y dejara la reunión de un modo educado. Yo no tenía tiempo que perder, al parecer él si. Hace unos días me citó un Director General de otro departamento pero del nuevo gobierno catalán. A parte de relatarme como Messi se convertirá en el mejor jugador de fútbol del universo conocido me hizo la relación de los motivos por los que no dedicarán un centavo a este tipo de iniciativas, además, como dijo “cuando venga Eurovegas todo esto no tendrá importancia, hay que aceptar lo que somos y lo que tenemos”.
Intenté hacerle ver que este tipo de ecosistemas desde una perspectiva local pueden ser un ejercicio interesante para definir las acciones a tomar en el futuro inmediato. El buen hombre, debido a tantos años desayunando naftalina en su despacho municipal, me dijo “ya tenemos parques y sitios donde la tecnología se desarrolla y además nos cuesta un dineral que nos iría muy bien para otras cosas”. Obviamente no entendió que muchos de los parques científicos y tecnológicos que existen hoy en día en nuestro entorno no están diseñados para evolucionar hacia ecosistemas innovadores que bien pudieran dinamizar la tecnoemprendeduría. La consecuencia es que sus resultados son más que previsibles y su contribución al proceso de cambio ineficiente.
La inversión en investigación y desarrollo no se traslada a la competitividad. Seguramente se debería de trabajar de otro modo y así lograr pulir esas diferencias con otros entornos que si lo están consiguiendo. ¿Por qué no intentarlo? En lugar de anunciar recortes, subidas impositivas y programas de juguete para apoyar hipotéticamente a emprendedores con un puñado de euros, deberíamos pensar como vinculamos la universidad y el mundo emprendedor desde un punto de vista tecnológico y con voluntad de generar ecosistemas tecnoemprendedores de una vez.
#nanoemprendedores
Mi equipo anda loco estos últimos días. Una especie de virus que genera un lenguaje más simple, sencillo, claro y con un vocabulario más infantil. Esa locura recorre las sedes de Barcelona y de Londres, las dos oficinas implicadas en el proyecto que propuse para llevar a cabo las conferencias sobre emprendeduría pero para niños. Llegaron más de un centenar de peticiones de las cuales hemos seleccionado la mitad para ir adecuando a las posibilidades de ejecución. Destinos complicados, logística difícil y otros elementos han sido los elementos en los que basamos el primer filtro.
La intención es que, durante una semana, lleguemos a cinco puntos distintos de España que permitan cada día estar en uno. Ahora mismo estamos elaborando un planning que sea capaz de cumplir las expectativas. El nombre del proyecto es posible que sea #nanoemprendedores si no surge algo mejor. La idea fue de uno de los lectores de este blog. Los datos más significativos que tenemos ya resueltos son:
- Será la primera semana entera de mayo, es decir, entre el 7 y el 11 de ese mes.
- No hay límite de niños en la sala donde se realice la charla, lo dejamos a consideración del organizador local.
- No podrá haber adultos, ni profesores, ni padres, durante la conferencia.
- La edad ideal que deberían tener los pequeños estaría entre 11 y 14 años, aunque esto también es revisable por la franja inferior.
- La charla durará apenas 20 minutos y tendrá un formato audiovisual con sonido e imágenes que acompañarán mi exposición.
- Estamos trabajando con expertos en comunicación infantil y psicólogos para adecuar los mensajes y los conceptos que quiero transmitir.
- La charla será filmada por un equipo que se ha ofrecido a colaborar desinteresadamente todo el tour.
- Mi conversación con los niños tratará varias metáforas, cuentos e historias que tienen que ver con mi idea del valor de emprender, tomar las riendas de la vida, del valor que tiene equivocarse y fracasar, de afrontar los retos y todo ello desde un punto de vista de que “trabajando” en lo que uno quiera y en un negocio propio (como concepto y no como modelo) es una buena manera de hacerlo.
- Estimular al emprendeduría como gesto personal y no como planteamiento social será mi reto. Aprender de ellos mi mayor ilusión.
- Tras la sesión los chavales deberán explicar a sus profesores y padres lo que han escuchado y realizar alguna actividad al respecto, en la red preferiblemente y con la voluntad de que yo mismo pueda atender a sus valiosas aportaciones a posteriori.
- Intentaremos que la prensa, redes, twitteros, bloggers, emprendedores, agentes y amigos que consideren interesante la actividad, se sumen y aporten la difusión que consideren. Todos estarán invitados a una mini sesión de cinco minutos posteriores donde expondré lo que he visto.
Se que es un formato diferente, con algunas consideraciones particulares, pero es mi propuesta al fin y al cabo, y como tal he pensado que sería una buena forma de llevarla a cabo. Cabe decir que todo el proyecto no tendrá ningún coste ni directo ni indirecto, tal y como dije.
Aprender de Latam
Leyendo un artículo del Economy Weblog del Instituto de Empresa sobre lo que podemos aprender de Latinoamérica para salir de la crisis se me o ocurren tres o cuatro conceptos que por un lado coinciden y por el otro me son preocupantes. Existe una creencia entre algunos académicos de escuelas de negocios, políticos y empresarios de referencia de que estamos “todavía” en una crisis coyuntural. Hace unos pocos días tuve la ocasión de charlar con alguien metido en las tuberías del nuevo gobierno de Rajoy y me aseguraba que era sorprendente descubrir que tres cuartas partes de ese ejecutivo siguen pensando que esta tremenda situación está motivada por un ciclo y que es cuestión de tiempo que se vaya dando la vuelta.
Gente, que debería estar concretando el modo por el que nos adaptamos a un nuevo modelo social y económico, a un nuevo orden mundial y al sistema de relaciones global que nos llegará, sigue posicionado en una curiosa y peligrosa manera de pensar: esto se solucionará solo, por ciencia infusa, y que los recortes y ajustes, subida de impuestos y derivados servirán para preparar el camino. Obviamente estuvimos en manos de responsables con problemas para interpretar la realidad más absoluta y eso no parece haber cambiado demasiado.
Volviendo al tema de Latinoamerica me gustaría hacer referencia a diversos aspectos que no dejan de ser significativos. Primero que de ellos tenemos mucho que aprender, o por lo menos adaptar. Que no vamos a aprender nada con respecto a salir de la crisis pues no estamo en ninguna crisis y porque no es comparable lo que vivieron hace una década ellos con lo que estamos viviendo nosotros. Alguien muestra su desconocimiento del entorno del que habla y del escenario al que se refiere.
La emprendeduría latinoamericana es tan diversa como estimulante. En países como Colombia, Ecuador, Perú, Paraguay y en general el conjunto de todos ellos poseen un principio activo común: la falta de prestaciones sociales suficientes dinamiza la economía de guerrilla, esa en la que se mueven estos microemprendedores todos los días. No hay ayudas a la puesta en marcha de negocios, no hay gestión dirigida y subvencionada pero el crecimiento de todos ellos, a la sombra de la caída de los imperios occidentales, los llamados núcleos emergentes americanos como Chile o Brasil principalmente están girando hacia todo un nuevo escenario que acepta el capital externo como soporte a la oportunidad de emprender.
Es cierto que emprender en esos países requiere un espíritu determinado. El aeropuerto comercial más peligroso del mundo es el de Tegucigalpa, la seguridad es muy débil en El Salvador o Guatemala, procesos complejos en Panamá, inestabilidades en Bolivia y así el conjunto de ellos. He estado en todos y en cada uno de ellos hay cosas buenas, pero sobretodo hay gente extraordinaria.
Panamá, Costa Rica y toda Centroamérica en general responde también a ese principio de aprovechar cualquier resquicio que proporcione una oportunidad. La necesidad impide que nadie se duerma en el sofá social. Esa es la gran diferencia y la oportunidad que nos ofrecen desde allí.
En el Cono Sur y en todo el sur de América incluyendo incluso México pero algo de reticencias, la exposición a los debates económicos mundiales es escasa para los que quieren poner en marcha proyectos. Es un placer tratar con aquellos que todo el día están arrancando proyectos por modestos que sean. Otra cosa es querer emprender con ellos. La verdad es que implementar negocio en esta parte del mundo tiene grandes dificultades y aunque también supone retos en lo personal y en lo profesional, lo más destacable es el conocimiento de un nuevo escenario para desarrollar proyectos.
La oportunidad son sus desequilibrios, unos desequilibrios que irán desapareciendo y que se convertirán en el patrón de cambio económico. Ahora son ellos los que empujan y los que piden estímulos externos. Mientras medio mundo se movía en cifras negativas, crecimientos que superan el 8% habitualmente.
Lo bueno de viajar es que descubres que aprendes. Es sencillo. Muchos europeos o norteamericanos viajan por el planeta con la voluntad de internacionalizar sus proyectos, de crear en esos países, pero al final resultará que en Latinoamérica especialmente, donde fuimos algunos a desarrollar proyectos de emprendeduría digital y de la Nueva Economía, notando y creyendo que exportaríamos know how, acabaremos aprendiendo más que enseñando. Cuando nuestra sociedad más inmediata se levante del sofá y descubra que tiene que afrontar retos en el exterior deberá saber que, a otros países aparentemente menos desarrollados que nosotros no se va a enseñar, se va a aprender, y en el mejor de los casos a comprender.
Está claro que podemos mostrar usos y estrategias que no se conocen en esos países para poner en marcha negocios, pero las dosis de realismo y de uso práctico de todo ello suponen toneladas de modestia que los europeos necesitamos digerir si queremos hacer negocio en América latina.
Cómo las secuoyas
Hoy replico uno de los capítulos de mi último libro. En concreto el que trata del valor de emprender en red, de la capacidad humana de pensar colectivamente y de estimular con ello los modelos de creación de proyectos emprendedores. Este episodio motiva normalmente, cuando lo aporto en las reuniones de trabajo, una dinamización sistemática e inmediata de la voluntad de colaborar, de crecer en grupo.
Existen muchos modelos de emprendeduría. La que me interesa a mí es la que encaja con los tiempos que me ha tocado vivir, tiempos de tecnología, de redes, de fuegos artificiales y de conversaciones. Precisamente en ese nuevo modelo digital de proyectar empresa está el de actualizar una nueva economía basada en la colaboración y en la experiencia colectiva.
No hay nada más importante en un mundo como el actual, en el que las manadas duermen en las planicies esperando que alguien les informe por donde deben escapar, y donde lo más probable es que nadie cambie si no lo hacemos colectivamente, el valor de lo enredado, de lo cambiante y dinámico se hace tremendamente imprescindible.
Existe un árbol que ha alcanzado los 115 metros de altura. Está al norte de San Francisco y es una secuoya. La altura media de este tipo de cupresácea está cerca de los 80 metros. Son muy longevas, existe una secuoya roja de más de dos mil años que ahí está, esperando que todo cambie a su alrededor.
Lo más extraordinario de este tipo de árbol no es la longitud vertical que logra sino como el mecanismo que utiliza. ¿Qué profundidad deben tener las raíces de un árbol que alcanza esa tremenda altura? Cuando cuestiono esto a conocidos o en charlas públicas, las respuestas son de todo tipo. Cien metros, doscientos, cuarenta, diez, hay de todo. Sin embargo la sorpresa es general cuando descubro la gráfica que demuestra que la profundidad de las raíces de este tipo de planta es muy inferior a lo previsto.
Apenas tienen unos pocos metros de profundidad, hay casos incluso que muestran árboles de casi un centenar de metros de alto con unas raíces de apenas uno de profundidad. El método para soportar la presión lateral es una maravilla de la naturaleza. Las secuoyas sólo pueden crecer en grupo. Las pocas que hay de modo aislado en alguna zona europea (tras una replantación en el siglo XIX) no alcanzan apenas los treinta metros de talla.
Para alcanzar su altura media y su longevidad, las secuoyas son los únicos árboles capaces de enlazarse los unos a los otros hasta el punto que llegan a perder el sentido de quien es uno y quien es otro. Se han hecho pruebas de inyectar un líquido coloreado en la raíz de una de ellas ubicad en un punto concreto y esperar unos años. Tras ese tiempo se descubre como ese líquido puede detectarse en todo el bosque.
Aunque estén unidos hasta el punto de fundirse los unos a los otros, lo cierto es que mantienen su propia individualidad genética y biológica pero si uno de ellos precisa savia por algún motivo, el bosque entero en general, y los árboles más cercanos en concreto, le proveen.
Ese lazo extremo entre todos permite enfrentarse a la inclemencia atmosférica aunque estén a tanta altura y tan expuestos, les permite crecer hasta una altura inconcebible por la naturaleza de un modo lógico.
Estos árboles representan un modelo de gestión en equipo, global, comunitario. Si una de las secuoyas empieza a ceder, si su verticalidad se pierde por algún motivo, el bosque hace fuerza contraria durante décadas hasta que recupera el eje. Todo el conjunto de árboles ayuda a recuperar el punto de equilibrio. Es tremendamente emocionante pensar como se produce ese efecto extraordinario.
Pensemos que importante es esto. Cuando una sociedad es capaz de estructurarse hasta el punto de llegar a la excelencia de grupo es porque es madura, capaz y autosuficiente como colectivo. Pensemos también que atendiendo al ejemplo de estos maravillosos seres vivos que son las secuoyas, y observando lo que pasa cuando no están en un bosque, sólo es posible alcanzar grandes alturas si están juntas, y lo más asombroso es detectar que son todas las secuoyas al unísono las que logran tales cotas. El éxito no es para una, sino para todas. Trabajar en red proporciona el valor a todos. Este proceso de emprender es clave en una sociedad enfrentada a la competitividad mal entendida.
La comunidad es capaz de estructurarse en red, lo demuestran miles de actos y acciones digitales que se han sucedido en los últimos años. Diseñar modos que permitan convertir tanta energía en proyectos y empresas es el reto de nuestra sociedad actual.
Las secuoyas son una lección que como sociedad no debemos obviar. Convencer a nuestro entorno del valor de enredarse y hacerlo digitalmente en una amalgama desordenada de individuos vinculados en redes sociales complejas es la opción que nos queda.
Ciudad hipersocial
Durante los últimos meses he viajado a Los Angeles y San Francisco una decena de veces. He hecho lo mismo con Boston y Nueva York. Es cierto que California sigue siendo “La Meca” de la inversión y el desarrollo en startups tecnológicas y también es correcto pensar que el paso por ese espacio proporciona un prisma muy interesante a la hora de centrar el modelo de expansión de una empresa digital europea. Sin embargo, algunos mitos van cayendo y sobretodo, muchos chascos, algunos con graves deterioros financieros y personales, están provocando que el “sueño americano” que se deriva del glamouroso nombre del Sillicon Valley tienda a veces a ser un lugar de culto turístico y no tanto un territorio tan permeable a la emprendeduría.
Sin desmerecer, cabe señalar que hay otros lugares donde la acción privada y la pública están dando vida a nuevos ecosistemas similares y con algo menos de Show Off. Me refiero al South Valley en Santa Barbara o al mejor ejemplo de desarrollo empresarial en ese campo: New York. Yo me decanto por este último. Una de las claves de ver las oportunidades en el ámbito empresarial, cuando hablamos de economía digital, es ser capaz de “moverte” de teatro según te convenga. Nosotros nos vamos de Santa Barbara en California a Boston. En Latinoamérica nos iremos de Centroamérica para marcar sede en Miami y finalmente, también lo haremos en Europa. En un par de meses abriremos oficinas en el recuperado epicentro europeo tecnológico de Dublín, desplazando nuestros dos equipos de programadores e ingenieros a la capital irlandesa desde la actual sede en Londres que se ha convertido en una especie de deporte de riesgo. Sobre España mejor hoy no analizamos la escasa movilidad, la queja constante y la negativa estimulación “real” de la empresa tecnológica de la que gozamos. Lo que si diré es que poco a poco los equipos locales se van ubicando en diferentes espacios cada vez más lejanos.
¿Porque ninguna ciudad española, francesa, italiana e incluso británica, pueden llamarse “capital digital”?. Será porque la política europea basa su percepción de la transparencia y la eficiencia que proporciona lo tecnológico, lo social y lo digital como un modelo de estatus electrónico y no como un verdadero factor de cambio ciudadano y político. Recordemos que la historia nos ha dado lecciones en cuanto a como se genera el proceso de los cambios económicos y sus crecimientos. Primero una mente humana duda, luego lo transmite, el arte lo refleja, la sociedad lo admite y finalmente la política lo certifica. Justo en ese instante la economía adopta un cambio determinante. Pasó en las revoluciones del pasado que de revoluciones artísticas pasaron a revueltas ciudadanas para provocar revoluciones industriales u otras.
Todo ello no pasa por casualidad. New York se ha convertido en la principal metrópolis en cuanto al desarrollo urbano en el ámbito digital del mundo. Tiene mucho que ver con una actividad concreta y estructurada de los diferentes agentes que pueden estimular los elementos que influyen en ello. Seguramente haber creado una hoja de ruta y olvidarse del momento crítico que vive el planeta y apostar por el valor añadido y la conectividad social ha permitido que ese cerebro colectivo encontrara el abono necesario para reproducir cosas interesantes.
Estaría bien que algunos de nuestros gobernantes y responsables técnicos en estos se inspiren en aquello que permitió que una ciudad enquistada en sus propios circuitos anticuados fuera capaz de abstraerse del escenario global y establecerse como líder en el uso de la tecnología y la conectividad social. Para que lo tengan más fácil les aporto la traducción esquemática del informe que publica el propio instituto NYC Digital que es quien se encarga de procurar convertir la ciudad de los rascacielos en el líder digital del mundo.
Los puntos que este organismo considera parte fundamental del proceso son:
A. Acceso
La ciudad de New York, asegura que todos los neoyorquinos pueden acceder a Internet y tomar ventaja de las sesiones públicas de formación para utilizarla con eficacia. Se prestará apoyo a más opciones de proveedores para los neoyorquinos, e introducir Wi-Fi en las zonas más públicas.
- Conectar las personas con necesidades de alta a través de iniciativas financiadas con fondos federales de New York conectados
- Campañas de divulgación y de educación para aumentar la adopción de banda ancha a Internet
- Apoyo a todas las opciones de banda ancha que puedan existir en toda la ciudad
- Introducir Wi-Fi en más espacios públicos, incluyendo los parques
B. Gobierno Abierto
Al desbloquear la información pública importante y el apoyo a las políticas de un gobierno abierto, New York ampliará aún más el acceso a los servicios, facilitará la innovación que mejore las vidas de los neoyorquinos, y aumentará la transparencia y la eficiencia.
- Desarrollando la plataforma de New York, un marco de gobierno abierto con las API de datos de la ciudad
- Lanzamiento de un eje central para la participación y el cultivo de la retroalimentación de la comunidad de desarrolladores
- Introducir herramientas de visualización de datos que hacen más accesible para el público
- Listas de intenciones para poner en marcha la aplicación que pueda soportar un ecosistema basado en las necesidades de innovación
- Lanzamiento oficial de una ciudad de New York Apps.
C. Compromiso
El Ayuntamiento mejorará las herramientas digitales, incluyendo NYC.gov y 311 servicios en línea que disponen para agilizar el servicio y permitir centrarlo en el ciudadano asumiendo el valor del gobierno en colaboración. Se ampliará la participación de los medios de comunicación social, implementando nuevas medidas de coordinación interna, y siguiendo en esa línea para solicitar la opinión de la comunidad de las siguientes maneras:
- Relanzamiento NYC.gov para hacer sitio Web de la Ciudad más usable, accesible e intuitivo
- Expandir 311 en línea a través de aplicaciones de teléfonos inteligentes, Twitter y chat en vivo
- Implementar un servicio de redirección URL bit.ly en NYC.gov para fomentar el intercambio y la transparencia
- Lanzamiento oficial de la presencia en Facebook para involucrar a los neoyorquinos y la experiencia de personalizar
- Lanzamiento @NYCgov, una cuenta de Twitter y el centro de la ventanilla única de noticias y servicios vitales
- Poner en marcha una ciudad de New York Tumblr vertical, con contenido y comentarios sobre historias de la ciudad
- Poner en marcha una tarjeta de identificación Cuadrangular que fomenta el uso de lugares públicos libres de New York
- Integrar herramientas de crowdsourcing para situaciones de emergencia.
- Introducir Herramientas digitales para relacionarse con
D. Industria
El gobierno municipal de New York, liderado por el New York City Economic Development Corporation, seguirá prestando apoyo a un dinámico sector de medios digitales a través de una amplia gama de programas, incluyendo el desarrollo de la fuerza laboral, el establecimiento de una institución nueva ingeniería, y un camino más eficiente para hacer negocio. Lo harán ampliando los programas de desarrollo laboral para apoyar el crecimiento y la diversidad en el sector digital
Obviamente no han descubierto “América” pero por lo menos lo están aplicando. En otros lugares hablamos, hablamos y hablamos pero no hacemos.
Innovar fracasando o fracasar innovando
Con un “hace veinte años me escribí una carta“ empecé mi charla en el IV Congreso Internacional de Excelencia que se celebró en Madrid hace unas semanas. En esa conferencia traté de ejemplificar con algunas experiencias de vida los elementos estructurales de mi manera de emprender innovando. Tengo claro que, de todos los elementos de aprendizaje que he tenido en mi vida, el que mayor valor y grado de conocimiento me ha aportado, han sido cada uno de los errores y fracasos que he sufrido. Sin embargo, como explico en el vídeo, lo que me preocupa es que “nadie muestra el modo de aprovechar el fracaso adecuadamente, no existen escuelas que te formen en el modo de equivocarse cada vez mejor“. Me pregunto que es mejor, ¿fracasar innovando o innovar fracasando?
Tecnología como antídoto
Mientras en España se debate si se promueve Las Vegas II en una comarca barcelonesa o madrileña, algunos emprendedores e inversores creemos que ese no parece el camino acertado y que el modelo de crecimiento vinculado a la tecnología y a la economía digital es por el que se debe apostar. Me niego a pensar que la salida de esta hipotética crisis se formaliza a golpe de casinos, salas de topless y restaurantes de pollo frito condimentado. Es de vergüenza ajena comprobar como los políticos entran en trance cuando alguien les asegura que va a quitar de las listas del paro (y de un plumazo) un cuarto de millón de personas. Lo bueno es que no importa si es verdad o no, si es posible o no, si eso sucederá en los próximos cuarenta años. Para que luego digan que los políticos no miran al “futuro lejano”. Lo cierto es que a ellos lo que les motiva es el titular y anotarse la autoría del gesto. Lo determinante no es si es viable, cierto o correcto. Lo único interesante es una sucesión de fotografías con un magnate (que cercana fonética con mangante) que asegura ser una especie de “maná” millonario que nos solucionará la vida a todos los vivos y a las sucesivas generaciones de españoles jugones.
Si la apuesta de nuestros dirigentes es esa, que lo será por lo fácil que es repetir el trasiego de enumerar cifras grandilocuentes, tendremos que ser otros los que tomemos el sentido a las cosas. El escenario futuro a medio plazo debe alejarse del escaso valor añadido que proporciona una economía drogodependiente de un inversor del juego o de unos servicios que cada vez están más en competencia directa con mercados mucho más experimentados y eficientes que hace uno años. Y en eso estamos algunos, en cambiar esa facilona manera de entender la acción económica de nuestros miopes dirigentes. Toca apostar por el largo plazo, por solucionar problemas de generaciones venideras y no de lo de siempre: taponar agujeros e hipotecar el futuro de nuestros hijos. Ahora parece una buena idea eso de crear un parque temático gigantesco ya que dará trabajo a mucha gente, pero la derivada es siniestra. Bienvenida sea toda inversión, pero en tiempos de redes, en la era de la fibra óptica y los códigos binarios, parece que destinar la estrategia de generar riqueza en el número de vuelos de bajo coste que lleguen al año para dejarse monedas de medio euro en máquinas tragaperras es un error de percepción de los tiempos que nos están tocando vivir.
El jueves llego a España tras veinte horas de vuelos y casi sin tener claro la franja horaria en la que me encuentre, tendré el honor de coordinar uno de los paneles de uno de los encuentros mas relevantes en España sobre Inversores en Internet y Grandes Empresas. Un evento organizado con el objetivo dinamizar la inversión en España en empresas en el sector de Internet. Tengamos en cuenta como han ido cambiando las cosas y entre las diez empresas más importantes del planeta, más de la mitad son digitales. La mayor empresa del mundo en este momento es una empresa tecnológica como es Apple, fuertemente ligada a la red.
Atendiendo que en España el problema de crédito está frenando el desarrollo de este tipo de empresas, un grupo de emprendedores e inversores hemos pensado que es importante poner en contacto posibles agentes implicados en un sector que será tremendamente rentable.
En mi caso, como CEO y fundador de IDODI, que en breve presentará su propio fondo de inversión en Startups tecnológicas y de alto valor de crecimiento, IDODI LABS, me tocará hablar de las opciones de internacionalizar proyectos de este tipo.
Los participantes confirmados al evento son los directivos de Addoor, Alianzo, Axon Capital, Banca Cívica, Bolsa.com, BBVA, Cabiedes & Partners SCR, Catalana Iniciatives, Cecop, CvBan, DaD, Emprende Capital, Everis, IdeaUp, IDODI, Inspirit, Inveready, FDI, Gesiuris,ITnet, INVEST IN SPAIN-Ministerio de Economía, Julián San Martín,Keiretsu Forum, KIBO Ventures, Loogic, Mola.com, Networking Activo, Twindocs,Vitamina K, Vocento, Weblogs SL. y Yaysi.
Los temas propuestos para el debate en el próximo Encuentro de Inversores y grandes empresas en Internet serán:
- El reto de la internacionalización entre las grandes empresas de Internet españolas, debate iniciado por Marc Vidal.
- Los modelos de negocio del siglo XXI, debate iniciado por Rodolfo Carpintier.
- La creación de un “Fondo de Fondos Español”, debate iniciado por Rafael Garrido.
- ¿La seguridad jurídica para inversores y emprendedores en España?, debate iniciado por César Núñez.
- Inversión conjunta entre “Fondos e inversores” y empresas “Top 50 Españolas.
- Estudio de los primeros casos de éxito, casos Tuenti, BuyVip, Acens… Y cómo afecta al mercado de la inversión en empresas tecnológicas, debate iniciado por Javier Martín.
- Puntos a mejorar en los emprendedores de empresas online: Búsqueda de exit para el inversor, falta de equipo, capacitación.
- El necesario crecimiento de los departamentos de negocios digitales en las grandes empresas en un ámbito de mayor negocio en la red.
Os informaré de como vaya.
Constructores de sueños
El artículo con el que cerré la semana pasada ha traído reacciones de todo tipo. Han venido lectores de todas partes. Al parecer muchos que aun no me conocían me descubrieron el pasado jueves. Curioso y alentador. No son lectores de cuando hace años comenté que “por el horizonte se avecinaba una enorme bola de mierda”, tampoco los que me leían cuando poco después hablé de quiebras bancarias, cierres de empresas y aumento de paro que multiplicarían por cinco los que había entonces. Tampoco son de los que debatían aquí cuando desaté feroces críticas al asegurar que la cosa se ponía fea en los circuitos bancarios, en los ayuntamientos y en sus derivados. Ahora, que todo eso es ya una evidencia y el peso de lo cotidiano es tan alto que no podemos ni respirar, toca desempolvar lo que decíamos para darnos cuenta cuanto tiempo hemos perdido sin poner remedio.
Hace unos meses escribí que había hablado con un amigo griego y otro portugués. Los dos explicaban unas situaciones complejas y siniestras. Ninguno de los dos pronunció la palabra “emigrar”. Por entonces decía que “esta noche he hablado con un amigo en Grecia que dirigía una de las empresas más importantes de Tesalónika. Ahora se dedica, tras desayunar en casa de su madre, a tirarle piedras a cualquier coche oficial que pase frente suyo. Lo hace en equipo y rodeado de parados y embargados cada día durante cuatro o cinco horas. (…) Ayer hablé con otro amigo, este portugués que vive en Oporto. Me describía su vida. Nadie mueve dinero, crece el trueque y los parados no se ocupan por no tener que facturar con el 24% de IVA que ahora les imponen. (…) Resulta que como no se puede pagar a los funcionarios, éstos se están convirtiendo en inspectores que lo inspeccionan todo para generar multas que subvencionen sus propios puestos públicos.”
Me preocupa que ante tanta miseria prefabricada y tanta burguesía de plástico se esconda la escasa capacidad para emprender estratégicamente, de producir competitivamente y de activar los pocos recursos que ya quedan en planes de estímulo que generen un nuevo modelo de crecimiento en Europa en general y en España en particular. Y en eso estamos cuando a uno se le quiebran las piernas pensando en sus ahorros, esos que tanto costaron reunir y que en gran medida dependen de “la buena gestión” de los que no vieron o negaron la que se avecinaba. ¡Menudos como para dejarles a sus merced nuestro capital!
En los últimos 15 años, los gestores no sólo no han añadido valor a los pobres resultados ofrecidos por los mercados en ninguna categoría, sino que han destruido en ocasiones el propio valor. Los resultados de los fondos de inversión están por debajo del resultado de mercado y en ocasiones del incremento del propio coste de la vida. Lo curioso es que esta cantidad es muy similar al coste total de las comisiones soportadas por un fondo típico. ¿Quién gana? Los de siempre ¿Quién pierde? De nuevo los de siempre.
¿Realmente son tan malos los gestores en España? Posiblemente no. Entonces, ¿por qué no generan valor para el cliente? El problema principal es el diseño de nuestro sistema financiero, donde los bancos son también los gestores de patrimonios. El conflicto de intereses no puede ser más dramático. El empleado de banco cumple su deber si intenta maximizar los ingresos del Banco, y su bonus depende de cumplir sus objetivos.
¿Les suena lo de las preferentes? El gestor financiero de un gran banco no tiene ningún incentivo para hacer un mejor trabajo para su cliente. Por esta razón, hay excelentes gestores independientes en España con pocos activos bajo gestión. Hay gestores muy potentes con los que trabajo en alguno de mis proyectos de emprendeduría financiera y que demuestran que la excepción confirma la regla. No tienen clientes cautivos como son los clientes de los bancos, que dejan que el propio banco gestione su patrimonio, con una confianza obviamente injustificada.
Emprender en España se pone difícil a pesar del discurso oficial. Una vez pase la contienda electoral andaluza los incrementos impositivos darán cuenta de ello otra vez pues las cifras de déficit no se están controlando por motivos estructurales que tienen mala solución. Se pone crudo para montar negocios pues el consumo se ha roto definitivamente y la financiación se la han tragado sin masticar los propios bancos quebrados para simular estados contables que no se cree ni Bob Esponja (que se lo cree todo).
Por eso, ahora me gustaría tomar decisiones en positivo y plantearte en público lo que hace ya casi dos años estamos haciendo un grupo de inversores y emprendedores sin hacer demasiado ruido, que todo llegará. Yo, como dije, he decidido no parar.
Si tienes una Startup de base tecnológica en fase de tracción con un plan de negocio claro o ya en un punto de creación ponte en contacto conmigo. Nos interesan tus ideas y tus sueños. Tal vez podemos ayudarte a que se conviertan en proyectos internacionales que te permitan sobrevolar la tempestad.
Si tienes intención de ayudar a emprendedores o tienes un capital que quieres diversificar tu modelo de gestión patrimonial con proyectos de alto valor de crecimiento seleccionados por expertos de primer nivel, contacta con nosotros también. Al igual que hago yo, puedes invertir o ayudar a proyectos tremendamente interesantes, muchos de ellos ya realidades internacionales.
Objetivo: no detenerse
Sigo por tierras americanas. Este año ya voy en cifras de récord. De apenas cincuenta días de 2012, llevo prácticamente cuarenta fuera de casa. Sólo en el 2001 estuve en esas tasas. Al final de aquel año fueron 301 días viajando. El año pasado tan solo 266 noches dormí lejos de Europa, tomé 174 vuelos y acumulé millas suficientes para dar la vuelta al mundo un buen número de veces. Muchos preguntan datos sobre esa manera de vivir y modelo de trabajo tan diverso asegurando que les parece fascinante, otros aseguran que estoy loco.
En unos días hará seis años que instalé una base profesional en America Latina y poco después en Estados Unidos. Son muchos años y mucho vivido, durante ese período he podido entender que disponer de un puñado de puntos de residencia en lugares que sean hubs logísticos puede ayudar a lograr objetivos tan complejos en tantos destinos. Ahora estamos centrando nuestro campo base en Miami y Los Ángeles sin desestimar Panamá, Bogotá, Mexico y Sao Paulo. Para llegar ahí me he desesperado muchas veces, me he sentido idiota por insistir en culturas extrañas, por atender sueños imposibles o por pretender que aquí entiendan lo que somos allí. Ha sido duro.
Permitidme algunas estadísticas, pues algunos lo preguntáis, y decir que en 2011 fundé tres nuevas empresas que ya empiezan a tener el producto tecnológico prácticamente en capilla, que entré en una decena más de empresas por invitación societaria de sus fundadores para aportar mentoring, contactos y experiencia y que gracias a una amplia red de colaboradores y consultores que trabajan conmigo hemos logrado internacionalizar 29 empresas en los 16 países que visité el pasado 2011.
Esperemos que las fuerzas respondan y este 2012 pueda seguir tachando sueños cumplidos que guardo en un cajón sin fondo. Mi objetivo vital: no detenerme, es más nutritivo (por lo menos para mí) estar siempre pendiente de aprender algo nuevo en algún lugar, sea donde sea.
La crisis acaba hoy
En el primer mes de 2012, 30.458 trabajadores autónomos españoles se han dado de baja en los registros de la Seguridad Social, un dato idéntico a la pérdida en todo el completo del año pasado. Todavía hay quien considera que esto es el proceso natural de una crisis que se está alargando mucho. Es triste interpretar que los medios y derivados ahora se dediquen a darle un “margen de confianza” al nuevo ejecutivo o a utilizar “buenismos“ porque el gobierno recién estrenado utiliza términos como “emprendedores”, reformas en todas direcciones y anestesia variada.
Los “nuevos” saben que tienen poco tiempo y por eso van rápido. Saben que, o acometen todas esas reformas rápido o todo se les vendrá encima. De momento el discurso “nos hemos encontrado esto hecho un solar“ funciona, pero no lo hará demasiado tiempo. Lo inevitable es imposible de evitar por propia definición.
Tengo la impresión que lo sucedido en Grecia pasará aquí. Un gobierno se montó un tinglado que no hubo manera de soportar, la derrota electoral masiva de la oposición constante llevó a otros al gobierno, las alabanzas de Europa hacia las reformas del nuevo gobierno heleno fueron unánimes pero a medida que las exigencias caían sobre las espaldas de los ciudadanos el ejecutivo se fue arrugando hasta que Europa decidió “eliminarlo” y sustituirlo por otro mucho más tecnócrata y sumiso. Una vez cayó ese segundo gobierno, las reformas entran como supositorios y cada vez es más ancho el espacio por el que a los pobres griegos les hacen un “idem“.
La desaparición indiscriminada de autónomos no es más que la evidencia de que el mercado está seco, que la máquina se para. No hay mucho más. Hoy estoy entre Miami y el Pacífico latinoamericano atendiendo proyectos en este nuevo escenario económico vibrante, escuchando como casi medio millón de españolitos ya han emigrado en lo que llevamos de vía crucis, que la mayoría son gente formada que ha decidido trabajar de lo que sea y donde sea con la esperanza que algún día en esos países puedan trabajar de “lo suyo”.
Médicos sirviendo cafés cerca de mi casa en Covent Garden y reconociendo que esperan poder entrar al coste que sea en algún hospital londinense, arquitectos poniendo gasolina en surtidores israelíes con el firme deseo de que en alguna nueva promoción sean precisados sus servicios, periodistas haciendo tortitas en algún restaurante de Miami rezando por un contrato en Globovisión. Leo que en Noruega los españoles que se fueron están atrapados, sin opciones y sin dinero. Lejos de todo y sin nada. Sé que en Centroamérica muchos han perdido lo que les quedaba y en Estados Unidos la sangría no es menor.
No voy yo a negar que lo que hay que hacer es lanzarse al abismo, pero sin embargo no está de mas calibrar y entender quienes somos, algo que ya no tiene mucho que ver con quienes éramos. En América cada vez se oye más eso de: “¿eres español?, ¿y tú que dices que sabes hacer mejor que nosotros?“. Por desgracia no nos enteramos de que las lecciones ya no las dan los de antes, nos toca ahora atender y hacerlo en serio.
En los próximos meses nos empacharemos de la “Ley de Emprendedores” y de la “asignatura sobre emprendeduría” que nos van a tirar contra la cara desde muchas administraciones educativas. No hagan caso, el problema no se arregla con envoltorios. Esperemos que esa ley se convierta en un instrumento de fomento y desarrollo de las nuevas iniciativas empresariales, que impulse las dinámicas que cambien el modelo de crecimiento de este país, pero me cuesta creer en la bondad del discurso bien empaquetado en papel celofán de color naranja y azul.
Me cuesta por tres razones:
Mientras se habla de impulsar la economía emprendedora se sigue derrochando a paladas los recursos públicos a través de subidas impositivas directas e indirectas para financiar a un sistema bancario que quebró hace años.
Mientras se llenan la boca de “medidas que nos lleven a la senda del crecimiento económico” se siguen liquidando todos los elementos que podrían poder hacer eso precisamente. Está como aceptado que los recortes masivos e indiscriminados es lo único que se puede o debe hacer (Merkel no permite muchos juegos alternativos) y por ello se hacen. Lo acepto, pero lo que no puedo asumir es que eso sea, ni por asomo, el motivo de la recuperación económica. Que hablen claro y digan que los ajustes presupuestarios son para que el tinglado no se venga abajo cuando Europa nos hostie a dos bandas como hizo con los griegos y que eso no estimula ni a la burra de Dorotea. Aquí no hay nada que estimular, sólo nos queda esperar.
Mientras los españoles huyen como liebres en todas direcciones buscándose la vida en este país siguen habiendo tipos con jubilaciones a los 53 años, retiros millonarios y pactos de salón que ponen a unos en casillas de salida privilegiadas a ocho meses de la debacle.
En definitiva, que la innovación, el mercado, el crecimiento y las reformas no van juntas. De momento no. Por desgracia tampoco va nada de ello asociado a hablar claro, asumir la realidad e informar a los españolitos que lo que deben poner a buen recaudo, sobretodo, es su dinero. Los que no lo hagan deberían de atender a como montar un negocio que asuma como indispensable sus opciones de vender en el exterior.
Para que las ideas fluyan y no nos tilden de pesimistas, a partir del lunes y de forma no lineal os iré contando en que consisten, como funcionan y que hacen las últimas empresas en las que estoy invirtiendo o he fundado directamente en estos dos años últimos y otras que, aun no estando directamente ligado, he podido asesorar o mentorizar y que ahora son compañías internacionales. Lo haré con el firme deseo de acercar modelos que están funcionando y en el modo en el que hemos dado la vuelta a formas de trabajar o vender para adaptarnos a los nuevos tiempos, duros pero apasionantes.
Para los que crean que esto de viajar es todo delightful me gustaría compartir un rato amargo. Escribo mirando el Océano Pacífico, pensando lo lejos que queda todo, incluido mi hijo de seis años y pensando en lo último que me ha dicho por Viber hace un buen puñado de horas: “papá, ¿cuándo terminará la crisis mundial?”. Le he respondido: “hoy”. Creo firmemente que todo esto termina cuando a cada uno de nosotros se nos meta el gusano obsceno de la rabia, de la revolución personal y de las ganas de tomar las riendas de tu propia vida. Me da igual lo que digan que harán por mí, yo sé lo que yo voy a hacer. Eso es lo único real, lo otro son quimeras.
Excelencia
El próximo miércoles ofrezco una conferencia en Madrid Excelente. La solicitud de la organización es que trate de explicar mi experiencia empresarial y que lo haga desde el punto de vista de cómo una empresa puede haber derivado en un caso de éxito a partir de la reinvención del modelo de negocio.
La verdad es que todavía no tengo claro que contaré y en que orden. Seguramente iniciaré la explicación desde la visión que tuve aun siendo menor de edad en mi huída a París, la vertiente posterior que me hizo fracasar en alguna ocasión cuando creí tener la idea del negocio definitivo o cuando transformé en otra cosa una empresa que nació siendo algo muy distinto.
Seguramente seguiré con alguno de mis viajes o anécdotas que me acompañaron en algún momento de la vida, como personas anónimas me dieron la clave vital para asumir los retos de la emprendeduría y cómo ahora, tras tantos años, todo eso se ha transformado en un proyecto empresarial complejo, diversificado, internacional y en gestación constante, en beta permanente.
Supongo que al final acabaré con la traducción de esas experiencias hablando de algunos casos en los que liquidé mi participación societaria como fundador y en como lo hice. Pero me gustaría centrarme es en como convertí algún proyecto tradicional en algo extraordinario. ¿Cual es esa curiosa y extraña sustancia que transforma lo mediocre en esencial, en único o en determinante. La verdad es que en eso consiste, en participar de aventuras que se conviertan en motores existenciales para quienes las protagonizan.
Al final siempre me ha quedado claro un factor: “decir que algo es extraordinario dura un rato, definitivamente debe ser extraordinario”. Extender la excelencia no es fácil, pero es el mejor de los caminos.
Sólo es cuestión de empezar
Hace unos días recibí un email de Mauro. Casi me da algo. Me decía que había leído mi libro y que su alegría era enorme, que estaba donde lo dejé y que era feliz. No puedo recordar su cara, no puedo pensar cuanto debe haber visto y vivido desde entonces. No puedo ni pensar com ha llegado mi obra a sus manos. Sólo sé que Mauro activó uno de los motores que impulsan mi vida.
Mauro era, probablemente aun lo sea, un cooperante brasileño que trabajaba en temas sociales en el corazón de una Fabela de Salvador de Bahía. Su apego a su entorno era admirable, su dedicación sorprendía y su capacidad para conectar envidiable. Era el tipo más amable, cariñoso y hábil que he conocido en la vida.
Lo conocí durante un viaje organizado por la Diputación de Barcelona hace muchos años en el que me enrolé. Me propusieron participar como observador de una aventura que prometía apasionante: estaríamos en la Fabela más grande de Rio de Janeiro, Rocinha. Allí estudiaríamos como se organizaban grupos de estímulo social para, a través de redes sociales (analógicas) se depuraban los inconvenientes que tenía el vivir en aquellas condiciones.
Los primeros días en Río te das cuenta de las diferencias sociales, por lo menos en aquella década de los noventa. Poco a poco vas entendiendo que hay zonas por las que pasar es un riesgo y por las que pasear un suicidio. Lejos del lance que suponía estar en Sao Paulo, la capital de playas eternas también era un lugar muy inseguro. Ahora bien, si algo no tiene comparación con nada conocido es una Fabela. Allí parece que las cosas deben estar una junto a la otra para impedir que todo el conjunto se caiga.
Mauro trabajaba allí, sin descanso, doce horas al día y el resto simulaba no hacerlo. Era querido por todos, amigo de todos. Su pasión era ayudar. Tras una semana con él y el equipo que nos paseó por aquella selva de barro y Uralita costaba entender porque seguía allí y no aceptaba las más de una decena de proposiciones para dejar ese lugar y trabajar en empresas privadas que le sacarían de la ruina para siempre.
El joven Mauro era licenciado en Comercio internacional y tenía un master europeo, algo poco usual en aquella época en Brasil. Además, como digo, era alguien con una empatía enfermiza que te provocaba tener ganas de trabajar con él, de aprender de su espíritu de sacrificio, de su valor y pasión.
El último día, despidiéndome de él, le pregunté porque seguía allí, ¿por qué no aceptaba alguno de los puestos muy atractivos que le ofrecían diversas empresas de Brasil, como Petrobras, y dejaba esa ocupación tan penosa, tan extremadamente desagradable y llena de peligros? Su respuesta fue la que esperaba viendo su actitud diaria.
- No puedo dejar esto, aquí estamos haciendo algo importante, todo esto debe cambiar, todo debe mejorar.
Tan esperada era su respuesta que yo tenía otra pregunta encadenada preparada.
- Mauro, ¿acaso crees que tú vas a poder cambiar esto? Eres el primero que se pone en serio, está muy lejos la posibilidad de lograrlo, ¿Cómo vas a conseguirlo tú solo?
Giró la cabeza, encendió sus ojos y me miró diciendo: “alguien tiene que empezar”.
La lección era tan metálica que helaba. Su manera de entender la emprendeduría social era tremenda. Mauro consideraba que lo importante no era el proyecto final, el objetivo a conseguir sinó el proceso que lo dirigía.
Para los que ponemos en marcha proyectos empresariales, a veces es más apasionante el momento de arrancar, de disponer de los resortes para que el motor se encienda, que el de conseguir algunos logros. No digo que no sea vibrante ver como se alcanzan objetivos, pero, como Mauro, a veces deberíamos aceptar que lo más interesante es la decisión, el motivo, y no tanto el resultado.
Mauro me cerró el cerebro durante unos meses. Tras un tiempo en el que no quise enfrentarme a ello, llegó el día de pensar en cuanto aquel chico me había transmitido y entender que si quería poner en marcha mi propia vida debía romper con muchas cosas y empezar, sólo empezar, ese era el juego.
Los colectivos que hoy en día se muestran reticentes a empezar algo por que se muestra tremendamente difícil o extremadamente largo en el tiempo necesario para alcanzarlo, son aristócratas de la desidia. Cuanto más fácil mejor. El mundo no mejora a través de atajos y senderos sin piedras. La sociedad que necesita emprender debe hacerlo incluso en aquellos territorios que te son hostiles, pues lo son para todos, y donde para todos es un lugar inhóspito existe la oportunidad de arrancar el mecanismo de la cisterna que limpia el mundo.
Requerimientos financieros
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, presentó ayer una reforma del sector financiero en la que la banca deberá sanear sus cuentas por la exposición al ladrillo con 50.000 millones contra resultados en un único año. Si quieres descargarte la presentación de la reforma aquí la tienes.
A mi modo de ver esta reforma, imprescindible no hace más que erosionar el sector. No se explica demasiado pero es evidente que, cuando las entidades financieras quieran aflorar sus propiedades y promociones inmobiliarias, se evidenciará lo que sabemos todos: el valor patrimonial que se les supone a los bancos y cajas de este país no es real y ha servido para simular un amortiguador sin liquidez que permitía aprobar auditorías de juguete a las que se ha sometido el sistema.
Es evidente que cuando pongan en venta ese montón de piedras que nadie quiere y que se le llama “ladrillo oculto” se convertirá en el estoque de gracia del sector. La insolvencia será evidente y la quiebra de algunas entidades financieras de calibre medio también. Para evitarlo se estirará hasta lo imposible el FROB. En definitiva, un salto hacia delante que no hace más que evidenciar el estado deplorable de todo el modelo económico al que tenemos el privilegio de ver morir. Seguiremos sufriendo como nos crujen a impuestos y poco a poco seguiremos viviendo como sobrevive de algún modo la increíble clase media menguante.
La buena noticia es que por fin sabremos la verdad, la mala que el crédito puede darse por extinguido definitivamente por mucho que nos digan lo contrario desde el gobierno. Digamos que es algo parecido a eso que nos repiten para que nadie enloquezca ante tanta miseria y paro. Cuando Rajoy dice que “este esfuerzo en más impuestos y recortes son para recuperar lo antes posible la senda de la recuperación económica“ es palabrería para insensatos. ¿Quien puede creerse que sin inversión en estímulos se puede recuperar nada? Sinceramente espero que nada de lo anterior se recupere y venga algo distinto, mejor a ser posible, pero lo que si sé es que ese discurso vacío y ridículo sobre las bondades de los impuestos y los recortes será un arma con un retorno nefasto para quien ahora lo pronuncia.
Harakiri
Hace algo más de un año me invitaron a dar una conferencia en Extremadura. Recuerdo que me sorprendió la grandilocuencia del evento y el gigantismo que lo rodeaba. Se trataba de unas hipotéticas jornadas sobre la emprendeduría. La inauguración estuvo a cargo del presidente local de entonces, Guillermo Fernández Vara. Lo hizo frente a un auditorio con cerca de 2.000 emprendedores durante un martes a las 10 de la mañana. Les dijo que “estaba orgulloso del cambio social y económico que había impulsado en su comunidad, que era el momento de todos ellos: los emprendedores”.
Cuando me tocó, y era el ponente económico inicial con una conferencia que versaba sobre la “oportunidad que nos tocaba asumir“, pensé en ejecutar mi propio suicidio público. Comenté, mirando la cara desencajada de aquel político, de su vicepresidenta y de varios consejeros, a la vez que señalaba a todo el auditorio, que “lo peor no era mentir, lo realmente terrible era creerse las propias mentiras y que si ya era duro escuchar a un político simulando que estaba hablando a emprendedores, era mucho más dramático observar las caras de satisfacción y los aplausos de todos ellos, cuando no eran más que funcionarios descontando tiempo de asuntos propios”.
Tras aquel harakiri, un silencio, un minuto y finalmente un aplauso. No dije nada que la mayoría no supiera. Había emprendedores, pero el auditorio estaba plagado de una amalgama de trabajadores públicos. Emprender es mucho más que asistir a congresos y charlas. Así les ha ido. El error de poner al mando de proyectos de estímulo de la emprendeduría a quienes jamás emprendieron nada al final sale caro.
Feliz fracaso
En los próximos días explicaré en un par de posts cuando, como y porqué me he arruinado dos veces. Explicaré que aprendí de cada una de mis derrotas y, sobretodo, que he dejado de hacer para no repetirlas. De hecho ahora, cuando noto el áspero aroma de la ruina, la identifico a tiempo, la racionalizo y actúo en consecuencia. El éxito es proporcional a la suma de fracasos. Sumar ilusos soñadores exentos de heridas con experimentados emprendedores que te muestran sus fracasos como cicatrices de un matador es lo ideal. Cómo combinarlo y en que dosis mezclarlo será la clave. De momento hoy hablaremos del extraordinario valor que aporta un buen y feliz fracaso.
Que la nueva administración anuncie el aumento de impuestos es símbolo de que acepta la reducción del consumo y con esto la parálisis industrial, el aumento de paro y la detención del mercado. Con la reducción de obras, cierre de empresas públicas y otros ejercicios de imprescindible ajuste presupuestario en la administración, se logra oxidar aun más todo ese engranaje ya bastante deteriorado por culpa de una sobreexplotación y calentamiento exagerado durante un quince años. ¿Cómo puede alguien decir que confía que con las medidas adoptadas de austeridad lo que se está gestando es la recuperación económica? Es de párvulos que eso es sencillamente falso.
Veamos donde estamos y que tiene que ver con la oportunidad de fracasar brillantemente. Hemos vivido años excepcionales y lo normal es que en épocas de chorizos y vino nadie gestione el riesgo. Pocos se prepararon para las turbulencias, salvo algunos espabilados que tenían información privilegiada y hacían lo contrario a lo que proclamaban (léase algún banco que vendió todo su patrimonio a seis meses de la explosión de la burbuja) u otros que leían blogs y foros donde de esto se avisaba con criterio y análisis en contra de la versión oficial y los insultos consecuentes.
Aunque parezca tarde para afrontar con garantías este momento, no lo es del todo. La gestión del riesgo es algo que se conoce bien desde donde estuve la semana pasada, en Colombia, México y California. Me cuentan como afrontan las crisis consecutivas, las quiebras de sistema repetidas y los maremotos inflacionistas sucesivos y es para maravillarse. Basarse en la experiencia de otros errores y equivocarse mejor puede ser la base del emprendedor del día de hoy. Si se analizan esas quiebras anteriores podremos prepararnos para el futuro inmediato. Por ello, una crisis no es más que un punto de inflexión, no necesariamente a mejor, pero si un momento de cambio. Es a partir de ese instante, justo cuando esa situación difícil se evidencia que debemos adoptar un modelo de gestión diferente, no hay otra opción. El FMI nos anuncia una nueva recesión. Great News!! Ya he dicho en alguna ocasión que “la recesión es una gran noticia para los que están emprendiendo”.
No hay un escenario más específicamente ideal para los emprendedores que la crisis (yo la considero un cambio de modelo), y cuanto más profunda mejor. A medida que se obtienen mínimos ingresos, incluso nulos, a medida que entendemos que es eso del negocio sin ingresos, veremos como las grandes estructuras de la economía tradicional se desmoronan, se debilitan. Será entonces, justo es ese momento, cuando los que ya provienen de la crisis estructural al propio hecho de emprender, que encontrarán su resquicio, su grieta por la que meterse. La economía de mercado actual está en plena depresión, tiene un tronco público deteriorado al máximo y produce que la empresa dependiente de la administración en cualquiera de sus estamentos esté tocando sus peores momentos. La fisura en la economía se agranda, es momento de colarse.
Aunque suene a oportunismo voraz no lo es, es algo más sofisticado y tiene que ver con la capacidad que cada uno tiene para encontrar en sus errores las soluciones. Los que quieran seguirme que vengan, algunos no pensamos parar. El camino está plagado de piedras que vana a afectar a unos más que a otros. Soy optimista, y lo soy todos aquellos que montamos negocios todos los días, no tanto para los que viven del momio, los que se esfuerzan en hablar y hablar y no hacer y no hacer. Lo mejor que pudo pasarme en la vida fue arruinarme dos veces completamente. Ayuda a entender que tras eso sólo hay otra oportunidad para arruinarte por tercera vez y en el tránsito construyes algo, si sale bien, lo repites, si sale mal, lo mejoras.
¿Cómo lo hacemos? Pues con valor. Enfrentaros a la regulación excesiva, a la crisis financiera, a la propia recesión, al círculo vicioso de los protocolos, encontrad la oportunidad digital, la renovable, la de escuchar a los clientes descontentos de nuestra competencia, solicitad la ayuda colectiva para el control de costes, acumular eficiencia, retened el talento alrededor vuestro, aliaros con vuestro enemigo, transaccionar con proveedores, revisad si vuestro modelo de negocio no se ha quedado obsoleto y apostad por cambios que lo viabilicen cueste lo que cueste, aunque lo cueste todo y te lleve al cierre, en ese circuito habrás aprendido lo necesario para el próximo proyecto. Trabaja por la reputación digital de tus ideas, pues con ello aumentarás la confianza en tu propia aventura y eso te ayudará a no paralizarte.
Si estás paralizado como un alce en medio de la calzada de noche justo cuando un camión le hace luces para que se aparte, utiliza todo lo que tienes a tu alrededor. Te adelanto que ya no tienes lo que otros tuvieron hace unos meses: el desempleo de golpe o las ayudas que se recortarán obviamente. Sólo te queda gestionar bien el miedo al fracaso.
El “derecho al olvido”
Saltaba la noticia de que la Comisión Europea sentó hoy las bases para proteger al máximo el “derecho al olvido” de los usuarios en las redes sociales como Facebook o en buscadores como Google. En un momento en el que sabemos que la conciencia global es cada vez nuestra conciencia y que la conectividad de nuestra razón se estimula en la perdida de memoria pues todo está al alcance de un clic, saber que la verdadera protección de datos, como derecho fundamental, va a estar garantizado es una buena noticia. Ya sabemos que “la nueva legislación obligará a las redes sociales y a los motores de búsqueda a borrar todos los datos de una persona de forma inmediata (y completa) si ésta así lo pide expresamente y si no existe ninguna razón de peso para retenerlos en la red”. Está por ver como se estructura todo eso ahora que hay quien asegura que nuestros correos están siendo escaneados de manera rutinaria y con objetivos “comerciales”