Economía, Innovación Marc Vidal Economía, Innovación Marc Vidal

El 10% de los trabajadores en Dublín son desarrolladores de software. ¿Las claves?

Hace un par de días Stack Overflow presentó un estudio que detallaba el número de empleos relacionados con el desarrollo de software en el Reino Unido e Irlanda. Lo más significativo es el porcentaje que alcanzan algunas ciudades, especialmente Dublín, dónde prácticamente un 10% del empleo disponible es para desarrolladores. Algo que puede intuirse si atendemos a algo que ya publiqué hace tiempo y que hacía referencia al hecho de que 2 de cada 3 nuevos empleos que se crean en la capital irlandesa tienen que ver con la tecnología.

Hace un par de días Stack Overflow presentó un estudio que detallaba el número de empleos relacionados con el desarrollo de software en el Reino Unido e Irlanda. Lo más significativo es el porcentaje que alcanzan algunas ciudades, especialmente Dublín, dónde prácticamente un 10% del empleo disponible es para desarrolladores. Algo que puede intuirse si atendemos a algo que ya publiqué hace tiempo y que hacía referencia al hecho de que 2 de cada 3 nuevos empleos que se crean en la capital irlandesa tienen que ver con la tecnología.

Por ponerlo en el contexto al que se refiere el estudio vemos que a Dublín le siguen Londres (7,7%), Edimburgo (7,1%) y Belfast (6,8%). Y aunque en Londres la cantidad bruta de desarrolladores alcanza los 360.000 trabajadores, su fuerza laboral es de más de 4.700.000 empleos disponibles. Algo que porcentualmente mejoran los 60.000 desarrolladores de software en una ciudad con una oferta laboral de apenas 670.000 como es el caso de Dublín.

Lo importante es lo que supone esta incorporación al tejido laboral de una tipología de trabajador de alta cualificación y que, independientemente de muchos factores de automatización futura, imprescindibles en muchos aspectos de la economía del futuro. Que un 10% del empleo sea este garantiza muchas cosas. Cada país apuesta por lo que apuesta. Lo importante es disponer de hoja de ruta, de estrategia política y socioeconómica. En Irlanda existe desde hace dos décadas. No se trata de amontonar planes en programas electorales o enumerar listados sobre ‘como haremos los próximos años’. El éxito de una transformación residen en tres pilares que en algunos países está siendo improvisada y en otros no.

Esto se logra facilitando la creación de empleo de alto valor, creando ecosistemas reales para esos creadores de empleo, importando talento e inversión y no penalizando con leyes 'vintage' esa importación y, por supuesto, con una tributación específica para empresas de este tipo que no castigue su crecimiento. Además, desde el proyecto Horizon 2020 con el que colaboro, se dice que dos tercios de los empleos tecnológicos creados en lo que llevamos de año, están, además, vinculados a consultoras o agencias especializadas en Transformación Digital en el país celta. A mi mismo me pasa. Desde Irlanda recibo peticiones para trabajar en procesos de transformación digital de múltiples empresas ubicadas en España y otros países europeos. Es decir, con el tiempo, una de las capitales con mayor tracción en materia de consultoría de innovación y de desarrollo de tecnología asociada, será esta ciudad. El futuro debería de ir por ahí. 

Mientras tanto ¿qué estamos haciendo el resto? ¿Seguimos estimulando empleos que sabemos van a desaparecer en menos de una década? ¿De quien es responsabilidad? Esperar que vamos a conquistar el futuro, que vamos a proporcionar las oportunidades que nuestros hijos y nietos necesitarán en un futuro, con el modelo de crecimiento estimulado hasta la fecha, es un dramático error. El sector turístico siempre, el inmobiliario pronto, son los tractores históricos. Unos tractores que se sujetan en datos aparentemente buenos. Más empleo, más consumo, más sensación de crecimiento. Y es cierto. Pero ese empleo no garantiza nada.

Sin embargo hay luz a lo lejos. La hay en varios lugares de España pero el que mejor conozco es la que ilumina Barcelona. Una ciudad volcada en generar oportunidades para el sector tecnológico y del conocimiento. Muchas veces de un modo muy voluntarista y poco estratégico, pero ahí está. Conviviendo con un turismo brutal, exagerado muchas veces, pero necesario. Necesario ordenarlo por cierto. Vivo a caballo entre Dublín y Barcelona y me gusta comparar ambas ciudades en diversos aspectos. No es una crítica, es inspiración práctica.

Es cierto que en la región metropolitana de Barcelona hay un tejido empresarial innovador e intensivo en conocimiento que está emergiendo con fuerza. Ciencias de la vida y la salud superan con creces a otros mucho más publicitados como el ‘mobile’ o el ‘gaming’.  Por eso son necesarios estímulos a ese cambio de modelo de crecimiento imprescindible si queremos mantenernos (o probablemente subirnos) en los trenes que llevan directamente al futuro. Reducir el planteamiento de que lo mas importante es crear empleo de cualquier tipo, en lugar de focalizar en crearlo solo en el ámbito del valor añadido es la única puerta que podemos abrir para superar una transición inminente de automatización de todo lo que sea automatizable.

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Digitalizar moda para reducir precio y mantener calidad. The Brubaker.

Hace unos meses que conocí la marca The Brubaker. Inicialmente como un proveedor de ropa más que disponía de un catálogo atractivo y a buen precio. Me interesaban mucho algunas de sus camisas y sobretodo los jerseys en lana de merino que utilizo en rodajes de televisión o para un look algo informal pero que necesariamente tiene que tener un punto de elegancia.

Hace unos meses que conocí la marca The Brubaker. Inicialmente como un proveedor de ropa más que disponía de un catálogo atractivo y a buen precio. Me interesaban mucho algunas de sus camisas y sobretodo los jerseys en lana de merino que utilizo en rodajes de televisión o para un look algo informal pero que necesariamente tiene que tener un punto de elegancia.

Sin embargo, una vez descubierta la marca, tuve la oportunidad de conocer a un equipo de profesionales liderados por Manuel de Timoteo apasionados con la idea de revolucionar el mundo de la moda. Por supuesto The Brubaker es un negocio, un buen negocio, pero detrás de esa obligatoria necesidad de vender sus productos, se esconde una filosofía y un método de trabajo que me interesó mucho como analista de economía digital.

Su propuesta es la venta exclusivamente online con básicos de diseño para hombre y con un importe final de hasta un 60% menos que lo que pudiera encontrarse en una tienda física. Lo interesante es que ese descuento no se refleja en una rebaja de calidad sino todo lo contrario pues, al contrario de lo que suelen hacer los que buscan recortar costes, su catálogo se fabrica íntegramente en España con tejidos italianos de primera calidad.

La pregunta que te estarás haciendo es ¿cómo consiguen estos precios? Obviamente aquí entra la tecnología digital y el conocimiento a partir de la experiencia y la ‘prueba/error’ que la define. Eliminan intermediarios y la venta se produce de un modo directo desde su tienda online. No pasan por tiendas, distribuidores o almacenes. Además logran algo que poco a poco se está convirtiendo en el modelo de competencia que tienen las marcas más pequeñas contra las grandes industrias. Se trata de lanzar ediciones limitadas a fin de controlar precios.

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Un control de precios que se muestra trasparente. Por ejemplo, como muestra el gráfico de acompaña y que la propia marca me ha proporcionado, el coste que tiene hacer una camisa modelo Oxford es el que es y no se añaden importes vinculados a la intermediación. Pura economía digital en definitiva. De una producción que se inicia con costes inclusive más caros para The Brubaker, se recupera ese exceso basado a la calidad de la materia prima en las fases finales justo antes de llegar al comprador. Los márgenes en la distribución multiplican por siete el valor de fabricación en la industria tradicional.

Pero, permitidme recalcar un hecho que, sin duda, al final es lo que importa. Lo bien que sientan sus prendas. En mi caso busco siempre camisas ‘slim fit’ porque proporcionan una imagen más estilizada. Para lograrlo, la camisa, por ejemplo tiene que estar muy bien hecha o el resultado puede ser un drama. La tela debe ser fina y ligera. No soy experto en moda pero si tengo experiencia en el uso y os aseguro que esa es la clave. Claves que también se encuentran en algunas de las características de esta marca: mangas que se estrechan justo donde deben hacerlo, pinza superior que refuerce la posición de la espalda, curvas en el costado porque sino no entallan adecuadamente y, algo fundamental, las puntadas del cosido lo más cortas posible. Esto hace que tu ropa dure mucho más tiempo en buen estado.

En definitiva, moda de calidad, bien de precio y Made in Spain. Una de mis marcas de cabecera de la que soy fan.

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Antes que autónomos, los coches serán inteligentes (y hablarán entre ellos).

Hace unas semana IBM presentó en su sede de Dublín su voluntad de darle un suso inteligente a los coches incluso cuando están parados. No se refieren a nada vinculado al uso que la Nueva Economía esta ya estableciendo para ellos empresas como Uber, Lyft, Tesla u otros. De lo que hablaban era de la opción de convertir tu coche en un punto de acceso wifi que te pudiera generar ingresos económicos puntualmente. Hablaban de la era del coche conectado.

 

Hace unas semana IBM presentó en su sede de Dublín su voluntad de darle un suso inteligente a los coches incluso cuando están parados. No se refieren a nada vinculado al uso que la Nueva Economía esta ya estableciendo para ellos empresas como Uber, Lyft, Tesla u otros. De lo que hablaban era de la opción de convertir tu coche en un punto de acceso wifi que te pudiera generar ingresos económicos puntualmente. Hablaban de la era del coche conectado.

Hoy en día el coche conectado se suele vincular con el concepto de coche autónomo. Wendy Belluomini, que se encarga en IBM de estos temas desde el laboratorio irlandés situado en el campus de la compañía al oeste de Dublín, aseguró que el coche conectado no es necesariamente un avance directo a la automatización de la conducción, asegura que hay mucho más previamente de ese aspecto. Como si antes de llegar a ese escenario hay que subir un escalón previo. Antes de que vayan solos, necesitan hablar entre ellos

Las tecnologías asociadas al coche conectado serán previamente elementos que proporcionen una experiencia de conducción mejor o, incluso, generen valor al propio coche aun estando parado. La capacidad que un coche tendrá de ‘pensar’ será la garantía física de una conducción más segura y nutritiva, pero también podrá hacer otras cosas cuando eso lo logre incluso sin moverse. El coche no debe evitar un camión por el hecho de que una orden binaria le diga que hay un objeto enorme en tu camino que se debe evitar sino que el automóvil debe ‘entender’ que si continua recto nos matamos.

La verdad es que quedan pocas grandes corporaciones, cuyo valor sea la innovación, que no estén investigando y desarrollando alrededor de los coches autónomos. La carrera se ha iniciado y la cantidad de inversiones que se están aplicando son la prueba de que esto no va de décadas sino de años. Hay noticias que garantizan que la velocidad es exponencial en cuanto a la normalización de algo que parece ciencia ficción.

El proyecto de coche conectado que IBM desarrolla en Dublín parte del concepto de utilizar automóviles estacionados, pero sobretodo de coches hablando entre si.. En casi todas las ciudades, en este caso concreto tratamos Dublín, hay coches estacionados por todas partes siendo en la mayoría de los casos una molestia, un elemento ineficaz de la organización de una ciudad. De hecho los autos están estacionados el 95% del tiempo y también cada vez tienen más sensores habilitados. La pregunta que se hacen es ¿cómo podemos utilizar esos coches parados para hacer la vida mejor a todos? Interesante.

Algunas de las ideas que nos trasladaron respondían a que, por ejemplo, la utilización de sensores y cámaras de todos los coches estacionados pueden servir para generar un mapa a tiempo real de las opciones de aparcamiento que hay en un lugar concreto para otros conductores en búsqueda de plaza libre. Sabiendo el tamaño del vehículo en aproximación, tiempo de desplazamiento, destino o cualquier variable, el ‘sistema global’ otorgaría las opciones disponibles al conductor. ¿Quién mejor para saber como está el tráfico que un coche estacionado que lo está viendo a tiempo real? Recuerda a la combinación que se intuía en la sinergia entre Uber y Google.

Da la sensación que el automóvil es el gran dispositivo de la IoT. Compáralo con un teléfono. El coche tiene un listado enorme de posibilidades. Más sensores y una batería gigantesca en comparación con cualquier 'device'. Técnicamente hay un exceso de energía latente en esos vehículos sin utilizar. Cámaras, sensores e infraestructura de comunicación sin uso durante el 95% del tiempo. Ineficiente en un mundo que requiere eficiencia y una economía circular cada vez más óptima.

De eso va lo que nos explicaron. Quienes investigan la opción ‘coche conectado’ no quiere que la conectividad del vehículo dependa de un teléfono, desean que el propio coche se mantenga en un estado de conexión permanente que se enlazaría a tu teléfono cuando fuera necesario con una conversación en habla natural. Algunos pensaréis que es un paso atrás. Todo el mundo habla del coche autónomo y hoy hablamos de coches conectados pero no auto conducidos. No lo veo igual. Creo que esa hiperconectividad acerca de un modo mayor la ‘smart city’, la hace más factible y potencialmente próxima. Un interfaz enorme como un coche no debe dejarse de lado. Tal vez es el paso previo, un paso que culturalmente precisamos como sociedad para entender eso de que un vehículo nos lleve al trabajo y se aparque solo.  

La sociedad seguramente se irá adaptando y será una transición rápida. Otra cosa tendrá que ver con las administraciones. Por esa razón, mientras se ponen al día sus señorías, las pruebas piloto en múltiples lugares, es bueno que las ciudades se vayan preparando. Es un avance en el uso inteligente de los millones de vehículos que permanecen inactivos, dormidos, en las calles para ganar espacios de conectividad, desarrollo e inteligencia.

Recientemente SEAT y Conector presentamos nuestro programa de aceleración corporativa de startups vinculadas al sector automovilístico. Sé que muchas de las seleccionadas tienen un patrón de desarrollo vinculado a convertir nuestros coches en un espacio de uso cuando estamos dentro y, curiosamente como decía, cuando no lo estemos. Es muy estimulante poder estar cerca de estos desarrollos, de colaborar y conocerlos.

El futuro inmediato del sector pasa por crear coches intuitivos que reaccionen al usuario, más que de tipo autónomo. En una primera fase autorizable por la legislación entraremos en un espacio de compartir vehículos en marcha o parados, en un uso global de datos y una analítica de los mismos. Generaremos en muy breve espacio de tiempo ciudades dirigidas por la complejidad de los datos ofrecidos por sistemas vinculados a millones de coches parados. La Transformación Digital de nuestra sociedad tiene una puerta de entrada excepcional en la puerta de casa, en nuestro propio parking. 

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Economía, Fintech, Inversion, Politica Marc Vidal Economía, Fintech, Inversion, Politica Marc Vidal

La gran noticia que supone el 'Brexit' y las oportunidades que nos brinda.

Si hay un lugar que está muy preocupado por el resultado de la pasada semana en el referéndum del denominado ‘Brexit’ es el espacio conocido como el ‘Silicon Roundabout’ de Londres, la City Tech de la capital británica. Desde que se supo el resultado a favor de abandonar la Unión Europea, la comunidad ‘startup’ y tecnlógica estudia como mantener el talento y acceder al nuevo en el resto del mercado de la UE o, en su derivada, ir buscando otros destinos. Tras varios días escuchando de todo, hablando con mucha gente y leyendo mil reflexiones, mi conclusión es algo distinta al tono general y mucho más optimista que la de muchos analistas

Si hay un lugar que está muy preocupado por el resultado de la pasada semana en el referéndum del denominado ‘Brexit’ es el espacio conocido como el ‘Silicon Roundabout’ de Londres, la City Tech de la capital británica. Desde que se supo el resultado a favor de abandonar la Unión Europea, la comunidad ‘startup’ y tecnlógica estudia como mantener el talento y acceder al nuevo en el resto del mercado de la UE o, en su derivada, ir buscando otros destinos. Tras varios días escuchando de todo, hablando con mucha gente y leyendo mil reflexiones, mi conclusión es algo distinta al tono general y mucho más optimista que la de muchos analistas.

La votación provocó una reacción de alarma en la mayoría de corporaciones tecnológicas que pidieron urgentemente una hoja de ruta que elimine la incertidumbre. Recordemos que la mayoría de startups y empresas disruptivas que tienen sede en Londres precisan de rondas de inversión y confianza en su modelo que muchas veces esta en pérdidas hasta lograr un objetivo que tiene que ver en la captación de usuarios o cuota de mercado por encima del beneficio inmediato. Esa falta de seguridad sobre lo que va a pasar y cuando influirá con seguridad a frenar la inversión y, por derivación, la contratación de talento. En definitiva puede frenar notablemente la competitividad territorial para este tipo de empresas por parte de los británicos.

De momento, por lo que he podido saber, algunas startups importantes que tenían previsto abrir oficina en Londres ya no lo tienen tan claro, además de empezar a mirar a otros centros económicos importantes como Dublín, Goteborg, Berlín o Barcelona. El problema es grave. No se garantizará el libre movimiento de las personas contratadas y eso es un elemento de fricción innegociable para compañías cuyo patrón es la globalidad. Ahí aparece una oportunidad 'competitiva'.

El caso de Irlanda es interesante, pero no el único. Aunque este país va a pasarlas moradas en general por culpa del ‘Brexit’ alguna noticia favorable también tendrá. Es más, la huida británica de Europa, impulsará su cambio de modelo de crecimiento. No obstante, en los próximos años la caída del PIB celta no será compensado por nada y la recesión es algo más que factible. Más de una cuarta parte de la exportación irlandesa se va al Reino Unido. Un cambio en el modelo de cambio puede poner en riesgo este lucrativo acuerdo. Así será. Sin embargo esa exportación está fundamentada en el sector cárnico y el sector primario curiosamente en un país con tanta empresa tecnológica asentada.

Pero por el lado contrario, a Irlanda le puede beneficiar el movimiento legal de muchas startups Fintech que ya empezaban a ver en la capital irlandesa un buen destino incluso antes del ‘brexit’. Digamos que si durante el año pasado 2 de cada 3 nuevos empleos en la isla esmeralda fueron tecnológicos la cosa puede aumentar incluso más aunque habrá que compensarlo con la destrucción de puestos de trabajo que ahora dependen en su totalidad del mercado británico no obstante. 

Pero, ¿y en España que puede pasar? Se ha dicho mucho de las complicaciones y de las dificultades, pero en este punto que yo quiero introducir me aparecen más virtudes que desventajas. Las repercusiones en la economía tecnológica también pueden beneficiar a Madrid y a Barcelona especialmente. Algunas biotecnológicas que tienen sede en Reino Unido ya han comunicado que están pensando repartir su fuerza laboral entre el sur de Europa y/o Estados Unidos. Además admiten que esperan que los fondos norteamericanos de inversión biotecnológica se centren en premiar a las startups y corporaciones de este tipo que tengan un plan para ubicarse en territorios europeos estables. Aquí juega un gran papel la estabilidad que se logre en España y Catalunya lo antes posible.

Seis meses sin gobierno se han ventilado medio punto del crecimiento previsto en España. Esto va rápido y el mundo actual no permite que te duermas. No hacer nada sirve para ganar elecciones pero no para mejorar las expectativas de un país. Desgraciadamente los deberes que tiene que hacer España son enormes y veremos si en paralelo podemos aprovechar una oportunidad de modular un nuevo modelo laboral, de crecimiento y más tecnológico.

Las opciones existen y el ‘brexit’ es una buena noticia para startups y empresas tecnológicas que están ubicadas fuera del Reino Unido y una tremenda oportunidad para las capitales más tech del continente. Es nuestro momento. Especialmente para Barcelona, Berlín, Goteborg, Dublín, Ámsterdam, Helsinki, Madrid y probablemente París.

He leído que la City tiene listo un plan de contingencia para evitar que se produzca una fuga Fintech. Lo dudo. Es cierto que Londres ha crecido en los últimos años para convertirse en un importante centro de nuevas empresas europeas Fintech, pero la dependencia del capital riesgo no les augura un buen espacio de desarrollo ahí. Si los inversores se enfrían ante las dificultades que va a significar todo el proceso de divorcio, éstos se animarán en invertir en aquellas que tengan un plan de salida razonable y serio.

No hay mal que por bien no venga. Estaría muy bien que sus señorías pactasen rápido o lo que quieran, la clase empresarial, los agentes más conocedores del sector startup y tecnológico y, en definitiva, todo el tejido industrial vinculado a las nuevas tecnología y quienes tienen capacidad de decisión, se pusieran manos a la obra para generar ese escenario de acogida y la hoja de ruta consiguiente. Una fiscalidad favorable, un modelo de soporte, una facilidad de contratación, beneficios a la inversión externa y eliminación de toda fricción legislativa serían clave. Hay tiempo, poco, pero hay.

En mi caso, y a pesar de que me traslado a Barcelona en los próximos meses, trabajaré con el IDA en un programa que precisamente va a trabajar en este escaparate que atraiga inversión, talento, tejido y desarrollo. ¿En España nos vamos a quedar pensando que las cosas se hacen solas? La mayoría de casos que he conocido desde el pasado jueves de empresas que están en ronda de inversión en series avanzadas A o B dicen lo mismo: ‘se nos ha complicado seriamente nuestra viabilidad a corto y medio plazo. Estamos pensando en irnos pues nos lo aconsejan nuestros inversores. ¿A dónde?

El dinero es miedoso, quedó claro el viernes en las bolsas. El dinero inversor quiere las cosas tranquilas y claras. El venture capital seguirá disponible pero lo hará en empresas que estén en escenarios estables. Es una oportunidad única para modular un espacio atractivo en otros países. Es la gran oportunidad española, y si me apuras, ‘la gran oportunitat de Barcelona’.

Quedarán elementos que se verá cómo se aplican en el Reino Unido en los próximos meses como las leyes de privacidad que se deriven de la que la UE aplicará en 2018. Si el Reino Unido no se acoge a dicha nueva regulación puede que la UE bloquee el almacenamiento de información de los europeos en los centros y empresas digitales británicas lo que complicaría mucho todo. Esa irregularidad permite seguir viendo poco claro el futuro. Aunque al final lo dispongan, lo acepten, no lo sabremos en breve por lo que si nos damos prisa nos adelantaríamos a cualquier decisión si cabe.

Ellos se han querido ir. Es dramático pensar que las generaciones de mayor edad han decidido irse de Europa, el futuro fuera de Europa de las generaciones más jóvenes. Es terrible pensar que los ciudadanos con menos futuro físicamente hablando son los que han hipotecado definitivamente el de los que sí lo tienen. Sin embargo la situación es la que es y en esto de los negocios y la socioeconomía no sirve lamentarse. Unos se van y otros seguimos. Aprovechemos la situación en lugar de quejarnos y lamentarnos del desastre que anuncian muchos.

No hubo ningún descubrimiento sin pasar por océanos violentos y está claro que cuanto más tarden los británicos en decidir si abrazan la legalidad europea o definen una propia muy distanciada de la nuestra, mayor será la oportunidad de ofrecer expectativas al sector tecnológico mundial ahora ubicado en Londres o que tenía pensado ir allí. Es nuestra oportunidad.

Obviamente esto no es fácil ni barato. Las acciones de las grandes corporaciones cayeron y seguirán cayendo aunque en menor medida durante algún tiempo hasta que empiecen a recuperarse al ver que no se acaba el mundo todavía. Tardará en equilibrarse todo pero lo hará. El 90% del sector tecnológico se opuso al ‘Brexit’ lo que evidencia que saben que no es una buena noticia. No lo es en términos de talento pues las barreras migratorias serán un problema, las barreras comerciales creará incertidumbre en el ‘hub’ logístico británico afectando a Amazon especialmente que tendrá que replantearse su estrategia europea totalmente, en la aplicación de la ley de datos o las de desarrollo de plataformas de economía colaborativa que quedan a expensas de normativas distintas.

En definitiva, tras hablar y tratar el tema en Londres el pasado viernes, en Dublín el sábado y hoy, que estoy en Belfast, ya he desayunado con ello, tengo la sensación que hay más oportunidades que accidentes. El problema es el de siempre, la hoja de ruta y las prioridades. Si nadie pone el acento en lo que puede ser bueno de todo esto para otros países nos seguiremos lamiendo las heridas analógicas y dejaremos pasar una oportunidad de acelerar el crecimiento de la economía del conocimiento en nuestros países.

El Brexit no va a ser inmediato. El primer ministro David Cameron indicó el viernes  que esto va para largo. Junkers quiere que sea rápido. Yo espero que se lento, cansino. Cuanto más tiempo dure la incertidumbre mejor para nosotros. Al revés de lo que escucho, Europa se irá adaptando a esa incertidumbre. Si cada país se pone en guardia y define una política conjunta y definida para adaptarse a una UE sin el Reino Unido los efectos serán menos duros de lo que se nos anuncia. En cambio, cuanto más tarden en irse y durante más tiempo los mercados, los inversores y los creadores no tengan claro como acaba el tema en el territorio británico, menos ganas de invertir y desarrollar. Ellos lo decidieron, es lo que hay.

Ahora nos toca, tras el susto, aprovechar que el portero se ha quedado con dos defensas y nosotros tenemos tres atacantes. No es fácil, pero es factible. Me niego a verlo medio vacío ni medio lleno, lo sigo viendo por llenar. Hemos pasado un etapa económica devastadora. No viene de otra, pero a ver si esta vez, la aprovechamos para construir algo mejor y no sólo para quejarnos.

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Lo que podría ser (y no será) Periscope. El consumo de contenidos hoy y la cultura del ‘Pause’.

El pasado viernes estrené mi cuenta de Periscope. Tarde, seguro. Un vídeo en streaming mientras conducía por las calles de Dublín camino a casa. Sólo eso. De esta aplicación sólo sabía lo que había leído y el uso que otros usuarios habían hecho junto a mi en algún momento. A diferencia de otros modelos de comunicación a tiempo real, como el que se puede utilizar en ‘Mention’ dentro de Facebook, la audiencia se fabrica al instante y no tanto, que también, una vez termina la retransmisión mientras permanece disponible en diferido. En el caso de Facebook el vídeo permanece como en un canal propio para siempre, pero en Periscope desaparece a las 24 horas. A esto se le ha venido a llamar ‘snapchatism’. Siento el ‘palabro’.

El pasado viernes estrené mi cuenta de Periscope. Tarde, seguro. Un vídeo en streaming mientras conducía por las calles de Dublín camino a casa. Sólo eso. De esta aplicación sólo sabía lo que había leído y el uso que otros usuarios habían hecho junto a mi en algún momento. A diferencia de otros modelos de comunicación a tiempo real, como el que se puede utilizar en ‘Mention’ dentro de Facebook, la audiencia se fabrica al instante y no tanto, que también, una vez termina la retransmisión mientras permanece disponible en diferido. En el caso de Facebook el vídeo permanece como en un canal propio para siempre, pero en Periscope desaparece a las 24 horas. A esto se le ha venido a llamar ‘snapchatism’. Siento el ‘palabro’.

En mi video, cerca de quinientas personas estuvieron visualizando el recorrido de 7 minutos en coche. Durante el resto de horas se llegó a unas mil y algo. Por comparar, en Mention una emisión a tiempo real alcanzan la mitad que este Periscope, pero multiplica por 10 las ‘views’ finales en apenas un día. Dejando de lado las cifras que pueden ser interesantes pero no relevantes, lo que hice a partir de ese momento fue investigar el entorno.

De la idea que en Periscope puedes acceder a cosas que pasan en el mundo a tiempo real, sean de interés o no, se traslada una máxima. Hacemos muchas cosas que no importan lo más mínimo y hay mucha gente con muchísimo tiempo libre. Esto interpreto que antes era igual, sólo que no se mostraba tan claramente y en directo. Títulos a la retransmisión cómo ‘me aburro’, ‘desabúrreme’ o ‘te enseño las tetas cuando llegue a 100 corazones (likes)’ son lo que inundan el timeline público de Periscope.  

Magnificar la aplicación sería un error, infravalorarla también. He leído que va a revolucionar el periodismo o la televisión, que va a cambiar el modo en el que consumimos entretenimiento. Es cierto que hay contenidos muy interesantes. Ayer pude asistir a una manifestación en Barcelona a tiempo real, a la final de copa gracias a que alguien se pasó todo el partido con su teléfono enfocado a la pantalla de su televisión, al concierto de Bruce Springsteen, un accidente automovilístico en Michigan, a la boda de un ruso y al sermón de un reverendo en Sidney. A la vez vi el sol de media noche gracias a una usuaria en Islandia que lo mostró en su Periscope y el estado de las playas en la Guayana.

A mi modo de ver Periscope y sus sucedáneos, que los hay, no dejan de ser un Twitter audiovisual. De hecho la adquisición de Periscope por Twitter hace un año podría ir en esa dirección. Con lo bueno y lo malo que eso significa. No, no es un nuevo medio de comunicación cómo tampoco lo es Twitter. En todo caso es una herramienta para comunicar que es distinto. El problema viene cuando vemos lo que sucede. Al igual que Twitter llegó a ser un estímulo para revoluciones o reivindicaciones (hay quien le otorga alguna responsabilidad en la ‘primavera árabe’) en estos momentos mayoritariamente el asunto pierde sustancia cuando analizas los Trending Topics habituales por ejemplo.

Periscope es una muestra más del modelo de comunicación rápido e insustancial en la mayoría de los casos. Pero hay un cambio. Los 140 caracteres de Twitter son una eternidad, un libro comparado con lo que se exige en esta otra ‘red’. En Periscope, por la dinámica en la que los comentarios de los ‘viewers’ duran apenas uno o dos segundos en pantalla, para que los responda el ‘emisor’ al que se le va interpelando, deben ser muy cortos. He visto algún ‘periscoper’ exigir a los que lo están viendo que ‘no me escriban frases largas, si puede ser sólo de cuatro palabras porque sino no tengo tiempo a leerlo’. Pues eso.

Ahora bien desde el punto de vista empresarial y de negocio es interesante examinar a quien afecta y cómo. Lo hemos dicho en varias ocasiones, estamos en la antesala de lo que se avecina. Muchos creen que Internet está muy desarrollado, que ya no pueden aparecer muchas cosas más, que más o menos se queda así. La historia reciente no para de negar esa opción. Pensad que significa que cualquiera puede retransmitir en directo desde un móvil lo que pasa o le pasa en cualquier momento y sin intermediarios. Hace dos años eso era una quimera. Que además tenga decenas de millones de emisores, hace unos meses era ciencia ficción.

Los medios de comunicación, los generadores de contenido, los derechos de autor. Todo revuelto. Hace tiempo que sabemos que ponerle puertas al campo y a según que es inútil. Ahora mismo no se puede evitar que lo que alguien tiene en su televisión tu lo veas perfectamente en tu dispositivo gracias a su emisión por Periscope. La calidad es menor pero aceptable en muchos casos si lo que buscas es ‘sólo’ saber lo que pasa. Por no hablar de las filmaciones sin consentimiento que se producen a tiempo real de conciertos, reuniones, exposiciones, conferencias, etc.

Sin duda los más afectados de nuevo serán los medios de comunicación y las agencias de publicidad. Deben tomar buena nota. Los usuarios de estos canales no usan los medios digitales, los viven. He trabajado veinte años con audiencias digitales en un entorno u otro, en medios y en redes, pero lo que ahora vivimos es inédito y exponencial. Los jóvenes clasifican el contenido en ‘útil o inútil’ y no tanto en ‘de calidad’ o ‘relevante’. Esos términos no son de ellos, pertenecen a otras generaciones.

Los ‘milenial’ clasifican el contenido bajo un criterio rápido, corto, maniqueo, todo lo valoran en bueno o malo, de moda o no, útil o inútil. No importan mayoritariamente si es un gif animado de algo aparentemente insustancial o un anuncio de ropa sofisticado. La valoración vendrá por los condicionantes que he expuesto. No importa si el vídeo es de un gran director de cine o de su mejor amigo. Es así.  

Además viven en la ‘cultura del pause’. Creen que pueden pausar las relaciones e interacciones cuando consideren y lo trasladan a la vida. ¿No te ha sorprendido nunca cómo los jóvenes terminan una conversación en Whatsapp con un emoticono cuando menos te lo esperas y a partir de ahí tu despedida se queda esperando el doble check durante horas? No lo han mirado, se despidieron y punto. Viven conectados, cierto, y en gratuito, también, pero dentro de su esquema de pensamientos, todo se puede pausar y debe estar abierto a la interacción cuando ellos así lo desean.

Hay una deriva hacia espacios dónde el contenido es otra cosa, es una amalgama imperfecta de personas emitiendo, escribiendo, explicando y relacionándose como si fueran canales propios. Es mucho más complejo que Youtube, es más especial que Facebook o Twitter, es un enorme volcado de contenidos por todas partes donde la calidad, la profundidad o la relevancia no tiene ninguna importancia. El asunto es otro. Relacionarse, en play o en pause, da igual.

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Economía, Idodi VC, Inversion, Startups Marc Vidal Economía, Idodi VC, Inversion, Startups Marc Vidal

El papel del capital riesgo en el cambio de modelo de crecimiento de un país.

En los últimos meses se está viviendo un aumento significativo de las inversiones internacionales en startups en la zona de inversión cercana a las denominadas ‘Series A’, momento en el que entran en acción los Venture Capital en rondas que no suelen ser superiores a los 5 millones de euros de startups, que en la mayoría de los casos aun no tienen beneficios pero si importantes ingresos. Suele ser el momento en que por primera vez la compañía se ofrece a inversores profesionales.

En los últimos meses se está viviendo un aumento significativo de las inversiones internacionales en startups en la zona de inversión cercana a las denominadas ‘Series A’, momento en el que entran en acción los Venture Capital en rondas que no suelen ser superiores a los 5 millones de euros de startups, que en la mayoría de los casos aun no tienen beneficios pero si importantes ingresos. Suele ser el momento en que por primera vez la compañía se ofrece a inversores profesionales.

Dónde estoy pudiendo vivir en primera persona el auge de este punto de inversión es en Irlanda. Las startups con base en Dublín, Cork, Galway o Limerick especialmente están viendo un aumento sin precedentes de capital por parte de inversores norteamericanos que han dejado de lado el interés en las grandes compañías y se están centrando en las de este tamaño más moderado.

A pesar de que algunas compañías locales cierran rondas muy significativas como Intercom con casi 44 millones de euros, lo normal es que el grueso de la inversión se centre en Series A y Series B de entre 2 y 10 millones. El total de capital invertido, en lo que llevamos de año en este pequeño país ya dobla al que se invirtió en el mismo período el año pasado. Digamos que sigue viniendo y cada vez en mayor cantidad capital procedente de los venture capital americanos que tienen aquí uno de sus puntos principales de inversión. De hecho sólo superado por Israel.

Por poner ejemplos, en un año, en sólo 8 rondas se han invertido 220 millones en startups locales. Como decía la mayoría de este capital proviene de fondos de Estados Unidos donde el mercado está algo sobre calentado y dónde encontrar rondas en Series A asequibles cada vez es más complicado.

Un estudio de Partners Mooreland muestra que Irlanda es el segundo mayor mercado dónde se producen ‘exits’ per cápita. También refleja un dato que podría ser interesante para otros mercados e incubadoras de negocio en otros países. Aquí en Irlanda la inversión semilla es tremendamente baja, poco eficiente y relativamente difícil de alcanzar. Digamos que, cómo los foros de inversión están plagados de fondos americanos, la exposición que se genera es la que puede ser atractivos para éstos que suelen buscan Series A.

La diferencia entre una Serie A en España a la que suele vivirse aquí radica en el importe y en el método. En España y otros países europeos las rondas Serie A suelen ser de acompañamiento. Se buscan entre 2 y 5 millones y se diluyen los primeros inversores. Pocos suelen acompañar y mucho menos vender su parte. En Irlanda esto suele ser un gesto anecdótico. Lo que suele pasar es que en plena Serie A un fondo americano ponga entre 5 y 10 millones y elimine del accionariado a los primeros inversores dejando sólo a los emprendedores. Esto permite hacer un ‘exit’ rapido si has invertido en ellas. Justo lo que planteamos en Idodi Venture Capital por cierto.

Irlanda apenas tiene 7 millones de habitantes. Un cuarto de millón de su población trabaja en algo vinculado a la tecnología. Se crean 147 startups diarias y el índice de mortalidad de estas empresas suele ser la mitad que en otros lugares. El monto el año pasado en inversión proveniente de capital riesgo fue de casi 700 millones de euros, del cual sólo un 6% fue para capital semilla.

En este país el 94% del capital público que se aporta en estas rondas es para modelos de internacionalización. El crecimiento no se entiende de otro modo puesto que el mercado local es muy pequeño. Además ese crecimiento debe enfocarse a Estados Unidos lo que encaja muy bien con lo que espera el capital privado ‘yankee’ que busca invertir en estas mismas empresas en rondas posteriores. Estos fondos americanos especialmente no suelen invertir sino perciben que el capital público local también lo hace.

Por eso, la institución Ireland Entreprise invierte en una gran cantidad de proyectos de la mano de estos fondos. Se coordinan, se establecen reglas y modelos de seguimientos conjuntos. No es a fondo perdido, no es 'ahí te dejo la pasta y ya me la devolverás si puedes', no son créditos. Es inversión estratégica y conjunta. Implicación directa en el día a día de las startups. Está todo encajado y muy bien diseñado. Tengo la suerte de colaborar en sus programas desde hace un año y me parece excepcional el modelo que bien podría exportarse a nuestro país.

En los últimos cinco años, en plena crisis crediticia, 1000 startups basadas en Irlanda han recibido 2,4 billones de euros en capital riesgo, recaudados casi exclusivamente por los gestores de fondos de capital de riesgo internacionales apoyando durante este periodo a la creación de hasta 20.000 puestos de trabajo tecnológico.

Sin embargo, sin querer establecer comparativas odiosas, sin querer desmerecer nada que suceda en España por ejemplo, es importante mirar que sucedía al mismo tiempo en nuestro país. Cómo se nos vende una cosa y sucede otra. En España se dice que la financiación en capital riesgo está en un gran momento. Que se levantaron cerca de 600 millones de euros en startups locales el año pasado. 

Una inversión algo inferior incluso a la de Irlanda que si comparamos el papel que juega la economía de uno y otro país en la escena internacional veremos que no es razonable estar satisfechos con esa cantidad. Visto per cápita es incluso insultante. El atractivo de un mercado de inversión lo es por la rentabilidad que ofrece, por el ecosistema que se potencia y por la proyección de las startups que nacen. El capital público debe ser inteligente, influyente, no sólo puede ser un crédito a fondo perdido.

Esperar que el cambio de modelo de crecimiento de una sociedad se produzca por casualidad es un error. España y otros países europeos deben apostar por este tipo de compañías que llevan en su ADN la innovación y el potencial cambio en todos los modelos económicos. Viviremos en breve una revolución sin precedente en el sector bancario con el denominado ‘Fintech’ al igual que pasará en otros sectores. Es urgente que los programas de aceleración, creación y apoyo a startups basadas en España sean potentes. Una legislación más sencilla y eficiente, una fiscalidad atrayente y un mercado laboral atractivo para atraer talento exterior es la clave. A partir de ahí viene se puede pensar en que el capital venga a invertir en esas empresas.

Sólo a título informativo. Muchas de las startups que están ubicadas en Irlanda no tienen beneficios. Invierten todo en crecimiento. De este modo no se benefician del único tributo realmente interesante que hay en la fiscalidad local, el impuesto de sociedades que sólo sirve si tienes beneficios. El resto de impuestos y mínimos laborales son mucho peores que en España por ejemplo. Sueldo mínimo de algo más de 1600 euros, seguros, despachos, controles y otros logros laborales suponen dificultades notables que se contrarrestan a lo verdaderamente interesante. Un atractivo marco para atraer trabajadores extranjeros, ayudas para financiar programas de investigación, soporte legal y administrativo muy intenso y, sobretodo, la facilidad para montar una empresa, transferencia tecnológica entre universidad y empresa y todo lo que tiene que ver con la administración de la misma. A veces, no todo es un tema fiscal. Atraer inversión depende de tener el talento y el talento se le tiene que formar y facilitar su acceso. 

Cuando hablamos de inversión en capital riesgo solemos ver sólo un modelo especulativo. Sin embargo cuando el ecosistema de inversión es eficiente se genera un modelo que se transfiere a todos los aspectos de la economía, la moderniza, aplica en el mercado laboral y permite un crecimiento sostenido. Irlanda crece cerca del 7% y lo hace fundamentalmente apoyado en la exportación, la tecnología y en los nuevos modelos económicos que van asentándose en nuestro mundo moderno.

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La cuarta revolución Industrial, la oportunidad de Europa.

Hace pocos días se publicó el informe ‘The State of European Tech’ del que se desprende que las empresas europeas de alta tecnología están en mejor posición que las norteamericanas de cara a afrontar una previsible desaceleración del sector. De hecho el informe avanza que si estallara la burbuja tecnológica, las consecuencias serán mucho peores en Estados Unidos que en Europa.

Hace pocos días se publicó el informe ‘The State of European Tech’ del que se desprende que las empresas europeas de alta tecnología están en mejor posición que las norteamericanas de cara a afrontar una previsible desaceleración del sector. De hecho el informe avanza que si estallara la burbuja tecnológica, las consecuencias serán mucho peores en Estados Unidos que en Europa.

El informe habla de valoraciones, capital invertido e inversiones realizadas. Destaca que en Europa este año habrán sido diez las empresas europeas de software alcanzaron que habrán alcanzado una valoración de más de mil millones de dólares que se sumarían a las 25 que ya lo alcanzaron desde 2003.

Explica también que la cantidad de capital invertido por inversores de capital riesgo en Europa en el año 2015 alcanzará los diez mil millones de dólares y el número de Business Angels activos ya alcanza los cinco mil. Con más de un millón y medio de desarrolladores de software y 25.000 reuniones tecnológicas, Europa está recortando la distancia que le separa del mismo universo americano.

Fue durante el último WebSummit de Dublín dónde Zennström, co-autor del informe junto a Riku Mäkelä, quien dijo que parece claro que Europa está en condiciones de empezar a superar esa barrera de las startups mil millonarias para iniciar la creación de otras que alcancen las decenas o centenas de miles de millones. La semana pasada el el evento Slush de Helsinki lo pudimos volver a escuchar por cierto con algunos detalles añadidos sobre cuales son sus favoritas para ese Wall of Fame.

El problema, según este informe, es que no hay todavía manera de financiar esas etapas tan complejas por cantidad y conocimiento. En Estados Unidos están acostumbrados a níveles de inversión absolutamente galácticos pero en el viejo continente esa fase siempre se ha dejado de lado esperando, precisamente, que sean los grandes inversores de Silicon Valley o de Nueva York los que pongan el montante necesario.

Volvió a salir el manido discurso acerca de uno de los sectores que más dinero necesitan y menos resultados dan todavía: la Inteligencia Artificial. Al parecer es preciso tener muchísimo dinero para avanzar en esos campos, soportar pérdidas durante mucho tiempo y ser capaces de que ese capital aportado sujete la investigación hasta que se logre tener un modelo de negocio asociado y productos absolutamente rentables.

La dinámica inversora norteamericana, dispuesta a perder miles de millones anuales en startups durante años esperando que el producto esté concebido para iniciar beneficios no es algo que surta ningún paralelismo en Europa. Sólo en Israel tenemos algún ejemplo parecido pero tampoco es para nada habitual. Compañías que ni facturan valen miles de millones, otras, facturando mucho pierden ingentes cantidades de dinero. Todo en camino de conquistar espacios de mercado que para nada están completamente asegurados.

El informe se centra en una hipotética explosión en cuanto a las valoraciones de las empresas de rango tecnológico y las consecuencias en cada una de las zonas que comentamos: Europa y Estados Unidos. Aunque en Estados Unidos la inversión de capital de riesgo es de 5,4 veces la que se produce en toda Europa, Zennström asegura que ‘en Europa las empresas se están construyendo de una manera más sostenible.’

No todo el estudio se basa en el valor económico. Hay secciones que analizan la estructura laboral del sector tecnológico en nuestro continente. Aseguran que hay 237.000 desarrolladores móviles en Europa por los 187.000 en los EE.UU.

Os dejo aquí el resumen del informe. Destaco algunos puntos interesantes como que el miedo al fracaso ha variado notablemente con respecto a otros tiempos. Ahora el error se considera en mayor medida parte del aprendizaje cuando tan sólo hace cinco años esto era algo anecdótico.

Curiosamente uno de los valores diferenciales a favor de las startups europeas es su mentalidad internacional. Algo que en Estados Unidos no es tan claro. Su mercado es tán grande, tecnológico y consumista que tardan un tiempo en afrontar retos de internacionalización. La mentalidad exterior de los proyectos europeos es una ventaja competitiva evidente.

Cifras brutas sobre que hacen los emprendedores tecnológicos en Europa nos muestran que más de 630.000 personas han asistido a una de las más de 25.000 meetups relacionados con la tecnología que se habrán desarrollado en Europa durante 2015. La mayoría se produjeron en Londres (160.000), París (62.600) y Berlín (46.400). Doy fe de que estos eventos son motores dinámicos de cambio. Asisto a muchas de estas reuniones especialmente en Dublín, la cual se sitúa como una de las dos principales ciudades de Europa por densidad en cuanto a las personas que asisten a reuniones tecnológicas atendiendo a la totalidad de la población, y es realmente motivador escuchar y participar en ellas.

Las ciudades españolas que aparecen en este informe son Madrid y Barcelona. De hecho entre las primeras 15 com un crecimiento más rápido en cuanto a centros tecnológicos en Europa la clasificición incluye a la capital de España y obvia a Barcelona. Las que aparecen son Estambul, Lyon, Bucarest, Frankfurt, Praga, Stuttgart, Zagreb, Munich, Madrid, Moscú, Liubliana, Lisboa, Hamburgo y Copenhague. 

Si seguimos analizando los datos vemos cosas interesantes. Entre los hubs principales de Europa con masa crítica para avanzar en la creación de startups tecnológicas, Madrid aparece como una de las más bien estructuradas tras Londres (71,497 desarrolladores), París (40.538) y Moscú (38.194). Madrid cuenta con 27.333.

El informe destaca que no es tan importante tener muchos desarrolladores como el hecho de tenerlos en el sector adecuado. Hay ciudades con muchos menos ingenieros pero que al estar vinculados a tecnología móvil los situa en mejor posición que otras capitales. Si miramos datos del desarrollo para nuevos dispositivos móviles, Irlanda, Reino Unido y la región nórdica están emergiendo como un centro para el desarrollo móvil. Suecia tiene más de 7.000 desarrolladores de aplicaciones móviles, la mitad de los cuales viven en Estocolmo por cierto.

El informe no habla de Fintech, AI, IoT o economía colaborativa, no se centra en ello, pero durante las entrevistas que hubieron hace dos semanas con los creadores del mismo y con los periodistas que se mostraron interesados en más detalles, se trasladaron varias conclusiones: los avances sobre la nueva revolución financiera se está centrando en Londres, la innovación en Inteligencia Artificial en Irlanda y Alemania, la economía colaborativa en París, la Internet of Things en Francia, Irlanda y Alemania. Para Madrid se reservan espacios híbridos que todavía deben culminarse y focalizar, en Barcelona por otro lado parece que el futuro pasa por el comercio electrónico y las aplicaciones móviles.

En todo caso, la conclusión es que si Europa tuviera políticas activas claramente enfocadas a potenciar nuestro modelo, olvidando eso de crear un Silicon Valley propio y centrándose en crear un ecosistema de trabajo más cohesionado, con impulso económico, tributaciones de apoyo, enlace con centros de investigación y de estudios, con el mundo académico y el empresarial, si se dispusiera de una hoja de ruta en este sentido, el viejo continente podría conquistar su propio futuro tecnológico y no estar constantemente mirando un espejo californiano que distorsiona la realidad fundamentalmente porque aquello de allí es irrepetible. En todo caso, que no pueda replicarse, debería de ser una buena noticia, un estímulo para crear algo nuevo, nuestro, diferente y auténtico, que respondiera a la propia manera de ser y hacer, y que devuelva a Europa el papel regenerador, explorador y aspiracional que siempre tuvo. La cuarta revolución Industrial es la excusa, la oportunidad. 

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Robotica, Inteligencia Artificial Marc Vidal Robotica, Inteligencia Artificial Marc Vidal

Inteligencia artificial: 'su desayuno señor'.

Está claro que 2015 habrá sido el año de los avances en Inteligencia Artificial. Mucho más de lo que podemos saber incluso. Se están haciendo cosas de pura ciencia ficción y que aun no tenemos constancia de ellas. Comentaban en ese acto que hoy en día ese aumento de inteligencia tecnológica se está produciendo a partir del aprendizaje automático, de la visión artificial y de la computación cognitiva, mezclándose entre si con nuestras vidas digitales.

La semana pasada asistí a varios encuentros durante el WebSummit de Dublín que permitían imaginar como sería el futuro inmediato. Directivos de las principales multinacionales tecnológicas del mundo se dieron cita para explicar que estaban haciendo en diferentes campos. Entre ellas destacó la reunión con Paul Daugherty, CTO de Accenture.

De hecho Accenture ha empezado a invertir una parte de los casi 25 millones de dólares que tiene presupuestados para la creación de un nuevo centro de Innovación en la capital irlandesa y que dará empleo a más de 200 personas. El espacio en el que piensan especializarse es en el de la Inteligencia Artificial.

Daugherty sabe mucho de esto y además teoriza sobre hacia donde va la llamada AI. Concretamente su discurso suele centrarse más en la convivencia entre robots, inteligencia artificial y avances tecnológicos que en el hecho de que esta tecnología pudiera eliminar irremediablemente puestos de trabajo.

Me quedé con alguna de sus reflexiones acerca de que ‘la inteligencia artificial servirá para capacitar a las personas del futuro a fin de que puedan realizar el trabajo más cualificado, pero para nada estaremos hablando de ‘súper humanos’. Según él ‘el verdadero poder de la inteligencia artificial está en aumentar lo que los humanos son capaces de hacer y en mejorar el modo en el que lo hacen y, en consecuencia, sus resultados.

Está claro que 2015 habrá sido el año de los avances en Inteligencia Artificial. Mucho más de lo que podemos saber incluso. Se están haciendo cosas de pura ciencia ficción y que aun no tenemos constancia de ellas. Comentaban en ese acto que hoy en día ese aumento de inteligencia tecnológica se está produciendo a partir del aprendizaje automático, de la visión artificial y de la computación cognitiva, mezclándose entre si con nuestras vidas digitales.

Empezamos a vivir con asistentes digitales con cierta naturalidad. Siri en tu iPhone o el anunciado respondedor de Gmail que en breve tendremos oportunidad de utilizar. En esa conviviencia, según Daugherty, no está la sustitución de empleos, o por lo menos no sólo, sino que también aparece el ‘empoderamiento’ de los seres humanos para ser más brillantes y eficaces.

En ocasiones la Inteligencia Artificial nos parece algo frío, robótico, alejado de nuestro modo de vida convencional y nos asusta. Sin embargo, a pesar de que tengo reparos acerca de cómo lo vamos a organizar, de cómo nuestros gobernantes van a estructurar legalmente y socialmente todo este desembarco inevitable, interpreto que la Inteligencia Artificial no será más que un nuevo modo de crear capacidades, comprender nuestros objetivos y tomar decisiones ayudados por sistemas expertos y, obviamente, más inteligentes.

Tengo claro que prometer empleo antes de unas elecciones para los próximos cuatro años es una quimera y un brindis al Sol. Nadie sabe a ciencia cierta que va a pasar en ese período y en todo caso el empleo como concepto irá tomando un nuevo cuerpo. O habrá menos empleo o éste será completamente distinto. Recordemos como era todo hace una legislatura, sea dónde sea. En poco menos de un lustro cambia todo a una velocidad que sorprende. Hace cuatro años no se hablaba con naturalidad de decenas de avances que ahora se han naturalizado y ni se nombraban otros que ya se interpretan inminentes.

El futuro pasa por regular las diferencias entre todos. La tecnología nos va a permitir trabajar menos y con ello a ser más productivos. Seguramente esto pasa por pagar más impuestos y aceptar un mundo ocioso. No sé, no lo tengo claro. Si hablas de repartir te tildarán de izquierdas, si hablas de libertad económica serás de derechas. La inteligencia artificial no entenderá de opciones políticas ni de ideologías, sólo volcará datos, los administrará y ofrecerá resultados, conclusiones.

Esas conclusiones podrían ser muy distintas a como ahora imaginamos un mundo automatizado, tal vez, un lugar dónde los límites se estrechen y dónde soportar una sociedad envejecida y de escaso valor productivo se deba sujetar en un reparto más justo y sostenible. No parece muy ‘inteligente’ que en 2016, según Intermon Oxfam, el 1% más rico tenga más que el resto de la población mundial sumada. Tal vez es justo, tal vez es aceptable, pero no parece muy sostenible.

El futuro estará cargado de cambios en como entendemos la AI. Durante 30 años hemos vivido avances interesantes pero es ahora que éstos son realmente determinantes. En breve vamos a ver los verdaderos avances y nos vamos a quedar como si viéramos una aparición. La AI actualmente ya trabaja en crear sistemas más rápido, resolver problemas incompatibles con el cerebro humano e incrementar los procesos de innovación absolutamente inéditas.

Sin embargo coincido con el directivo de Accenture cuando comenta que tenemos una visión de la AI muy cercana a la que la cinematografía nos ha ido dando y no es así. No vamos en camino de crear seres sobrenaturales, casi perfectos, sino que a lo que se está dirigiendo toda la investigación y logros es a aumentar habilidades para todos nosotros.

Puso un ejemplo. Se trataba de un robot inteligente que se comporta como una derivación humana, que permite utilizar la visión aumentada, la realidad virtual, el aprendizaje computacional predictivo y la gestión de datos masiva, logrando que trabajadores sin una cualificación extraordinaria puedan realizar tareas hasta ese momento imposibles para ellos.

En Inteligencia Artificial los avances más destacados, y que en breve vamos a tener conocimiento genérico, que me explicaron parten de la asistencia sanitaria donde los fabricantes de medicamentos, de los análisis clínicos, de las conclusiones médicas en segundos, de la fabricación de cualquier de estructuras, de la tecnología de aviones no tripulados, de la eliminación de errores en la cadena de valor, de oportunidades empresariales que deberían crear tiempo libre.

Le hice una pregunta sobre ese hipotético tiempo libre. Su respuesta fue que los humanos gastaremos mucho tiempo en ‘consumir’. Que lástima, con la de cosas que se puede hacer con el tiempo que nos regalará el hecho de que un cerebro artificial piense por nosotros en cosas que nosotros no somos tan eficientes o no queremos pensar. Igual todo esto al final resultará ser lo contrario de lo que define la palabra inteligencia. Dependerá de nosotros esencialmente.

Independientemente de esa respuesta imagino que lo que toca es experimentar y cometer errores. Acerca de nuestra relación como especie con un mundo de silicio y con un sistema inteligente global que se va instalando. Nos tocará adaptarnos y entenderlo, aceptar lo que pueda ser beneficioso y pelear contra lo que nos siga pareciendo incorrecto. No por moderno tiene que ser mejor. La tecnología debe estar a nuestro servicio y aportar valor real.

A veces dan ganas de buscarse una casa en Donegol y refugiarse allí, con el viento y el frío, con sus pescadores y sus vidas de wi-fi intermitente. El fuego en la chimenea y un montón de libros en papel. Dejar de lado tanta red social y volver a los orígenes, a las conversaciones de bar, a las cartas de papel, a esa espera de días hasta recibir la respuesta. Dan ganas ciertamente. Lo curioso es que cuando te imaginas esa vida analógica, lenta, creativa y de madera, aparece al final del sueño, tras la puerta, dando un golpecito metálico, un robot femenino (lo siento lo imagino así) que te trae las tostadas con mantequilla y la mermelada con un café caliente diciendo ‘su desayuno señor’.

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Big Data, Economía, Inversion Marc Vidal Big Data, Economía, Inversion Marc Vidal

Reinventarse. Ahora le toca al sistema financiero. Su nombre es 'fintech'.

Mañana empieza uno de los eventos de mayor trascendencia que se hacen en el mundo acerca de Internet y el mundo digital, el Web Summit Dublín. Decenas de miles de personas se darán cita para conocer de primera mano todo cuanto tiene que ver con nuevos proyectos, startups, inversiones y avances tecnológicos. Muchos emprendedores e inversores españoles estarán aquí estos días y con algunos de hecho, a través de, Idodi Venture Capital, tenemos reuniones y presentaciones previstas.

Mañana empieza uno de los eventos de mayor trascendencia que se hacen en el mundo acerca de Internet y el mundo digital, el Web Summit Dublín. Decenas de miles de personas se darán cita para conocer de primera mano todo cuanto tiene que ver con nuevos proyectos, startups, inversiones y avances tecnológicos. Muchos emprendedores e inversores españoles estarán aquí estos días y con algunos de hecho, a través de, Idodi Venture Capitaltenemos reuniones y presentaciones previstas.

De todo cuanto cuanto se va a hablar este año destacan dos campos. El debate acerca de los nuevos medios, cómo están digiriendo los medios de comunicación, la publicidad y el marketing el cambio de era y, por otro lado, la digitalización de los sistemas financieros. Este año destacan las startups denominadas ‘fintech’. Y es que la mutación que vive el sistema bancario, o mejor dicho el sistema financiero en su conjunto, es absolutamente apasionante. El denominado ‘fintech’, neologismo que surte de unir dos conceptos, ‘financial’ y ‘technology’, está revolucionando todo cuanto se tenía como intocable hasta hace poco más de cinco minutos.

Todas las prácticas financieras que tienen dependencia de la tecnología se incluyen en este campo. Las Startups fintech prestan servicios financieros a través de tecnología y, en muchos casos, ésta va directamente contra los viejos sistemas de intermediación. Se dedican a pagos y transacciones, banca online, negociación de mercados, gestión de materias primas, financiación colectiva, desarrollo de sistemas de seguridad financiera, asesoramiento online, monederos digitales y decenas de opciones más.

Ya pasó con la música, el retail, los viajes, la televisión, la prensa, el transporte de pasajeros, la producción de contenidos y ahora le toca a las finanzas. El nuevo agente de cambio y reordenación se llama fintech. Un cúmulo de nuevas startups que están cambiando el modo en el que los usuarios entendemos los servicios financieros a través de la tecnología. Sin duda será uno de los campos de desarrollo tecnológico más interesante en los próximos años. Si miramos la estructura del sistema financiero veremos que las grandes compañías tienen problemas para dar respuesta a los nuevos tiempos y a las demandas de un público con nuevos usos móviles, inmediatos y que no requieren intermediarios complejos.

La banca está perdida. Más de lo que parece. Cómo lo estuvieron otros sectores antes ante la llegada de una revolución disruptiva a su jardín. Si la prensa sigue buscando su 'nuevo negocio', la banca tendrá que hacerlo en breve, o por lo menos en parte. Esta 'revolución fintech' no va sólo de que los usuarios elijan sobre modos de pago o usos sino que trata de datos, de ofrecer productos con un grado de acierto y en eso, ahí, es dónde la banca debería de ahondar, reduciendo además sus estructuras que, cómo demuestra el peso de lo inevitable, deberán hacer. Siempre que una aplicación es capaz de hacer lo mismo, sin intermediarios y reduciendo la cadena de valor sobre lo que antes se hacía de otro modo, la industria que antes lo dominaba acaba cediendo.

El éxito de las nuevas aplicaciones fintech se basará en el desarrollo de servicios que compitan contra las entidades financieras tradicionales a la vez que éstas puedan vender sus propias soluciones a las entidades de siempre. Es algo parecido a lo que pasó con los contenidos audiovisuales. Las plataformas que irrumpieron en los modelos de consumo han resultado ser ideales canales para las grandes productoras de siempre pero aceptando las nuevas reglas.

En esa línea, a través de Idodi VC acabamos de invertir en una de estas startups capaces de ofrecer servicios fintech. Se trata de The PayPro, instalada en Londres actualmente y que trabajará bajo licencia ‘Authorised Payment Institution’ del Reino Unido. Esta inversión la hicimos bajo una idea principal. Prevemos que todo negocio creado para un nuevo modelo de consumo y nuevos hábitos tecnológicos que reducen la fricción y los intermediarios, que simplifican la vida de las personas y que además tenga que ver con una normalización de la gestión financiera de las personas es puro futuro.

El ejemplo fintech que se pone como paradigma es Kantox. Una startup española focalizada en el intercambio de divisas en empresas, que recibió un apoyo determinante al cerrar una ronda de financiación de 6,4 millones de euros para afianzar su crecimiento y que fueron aportados por varios fondos de carácter internacional. Pero hay otras que conviene seguir sin duda entre las que destacan Spotcap, una plataforma de préstamos online para empresas apoyada por la incubadora alemana Rocket InternetPlanwise otra plataforma de asesoramiento financiero, que tiene como objetivo ayudar a los usuarios a planificar sus finanzas para alcanzar un reto económico como comprar una casa, ahorrar para un viaje o cualquier otro, Finanzarel también es un espacio tremendamente interesante como marketplace lending, una especie de evolución del crowdlending, que propone invertir en facturas, en pagarés de empresas y en efectos comerciales a corto plazo de grandes empresas. Otra que conviene tener en cuenta es BillGuard como aplicación enfocada en la lucha contra el fraude alertando a sus usuarios de los cargos ocultos que existen en determinados servicios financieros.

A parte de la eclosión de startups vinculadas al fintech que comentábamos en Dublín y la clara apuesta de startups alemanas, francesas y españolas, el crecimiento de muchos proyectos cada vez más maduros en Estados Unidos, la revolución, el verdadero epicentro está en Londres. La banca, el sistema financiero en general lo sabe.

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Crear empresas tecnológicas para cambiar el modelo económico

En Estados Unidos, durante la explosión de la burbuja financiera en 2008, a la vez que millones de activos se esfumaban, cerraban empresas, se despedían personas y todo el sistema quedaba en el aire, centenares de miles de empresas se fundaban sobretodo en la zona de California y Massachusetts. Es una manera de afrontar la crisis que ya fue adoptada en el pinchazo de las ‘puntocom’ hace ahora 14 años. 

En Estados Unidos, durante la explosión de la burbuja financiera en 2008, a la vez que millones de activos se esfumaban, cerraban empresas, se despedían personas y todo el sistema quedaba en el aire, centenares de miles de empresas se fundaban sobretodo en la zona de California y Massachusetts. Es una manera de afrontar la crisis que ya fue adoptada en el pinchazo de las ‘puntocom’ hace ahora 14 años. Actualmente el número de creación de empresas tecnológicas en Estados Unidos es algo menor a las tasas de esos duros días, pero sigue siendo altísima. Todo eso no es por casualidad obviamente y muchos son los aspectos que inciden en ese estilo de vida, empresarial y finalmente de creación de riqueza.

La política, la educación, la actitud y la idea de que como sociedad podemos apostar por un modelo concreto es la clave. No es lo mismo crear miles de empresas basadas en la construcción que hacerlo focalizando en la innovación y la economía digital. De todo tiene que haber, pero el mundo va automatizándose y el empleo deberá regirse por el valor añadido, por la adaptación de todos y por el impulso que una sociedad tenga para liderar esos cambios.

Veamos uno de esos ejemplo y que conozco: Irlanda. Durante este pasado mes de mayo 3.653 nuevas empresas con algún componente tecnológico se registraron en el, de nuevo llamado, ‘tigre celta’. Lo que es lo mismo, 135 nuevas startups al día. Según esto el aumento es del 24% con respecto al mismo período del año pasado.

Como era de esperar, Dublín sigue siendo la zona preferida para estas nuevas empresas. La mitad de todas ellas se concentran en esta cada vez más efervescente zona. Las grandes corporaciones precisan de un ecosistema alrededor que les ofrezca posibilidades para contratar y para derivar proyectos. A medida que las multinacionales que siguen instalándose en el conocido Silicon Docks las pequeñas startups que van surgiendo se incorporan en su entorno.

Hay dos zonas que están, no obstante, aumentando su poder de atracción. Por un lado es Limerick, cuyo aumento con respecto a otros años es del 71%, o de Cork, en el sur, donde ese crecimiento de nuevas empresas está suponiendo casi un 32%. En la primera, la noticia de que Intel va a instalar su laboratorio de Internet of Things en la vecina Galway o, en la segunda con la todopoderosa Apple desde hace años ocupando a miles de personas, suponen los vehículos de atracción más eficientes para las nuevas aventuras empresariales de muchos.

En términos brutos son cifras modestas, pero en términos porcentuales, con respecto a una economía de algo más de cinco millones de personas es espectacular. La inversión exterior es clave para comprender el crecimiento económico que Irlanda experimentó en la primera década de este siglo y su brutal recuperación que se vive ahora con un crecimiento programado que superará el 6%. Hay que destacar que el 65 % de las empresas irlandesas experimentaron un crecimiento de su volumen de negocios en el ejercicio más reciente y que eso se trasladó al resto de pymes pues el 70 % de ellas también aumentaron su volumen de negocio. Especialmente, como vemos por los datos antes descritos, los emprendedores tecnológicos están dando el empujón más efectivo.

Ahora bien, lo que realmente hace que este lugar vaya a toda máquina es el peso de sus exportaciones, y especialmente de tipo tecnológico. El sector exterior representa el 106% del PIB, frente al 30% que le supone a España por ejemplo. Irlanda es el segundo mayor exportador de software del mundo. Las exportaciones irlandesas superan a las de India y Suecia juntas, y son superiores a las de países como Australia, Brasil y Dinamarca. Al final todo ayuda, todo suma.

Que se creen empresas es casi una respuesta a todo un conjunto de acciones que se materializan en un círculo de trabajo político, social y económico, entre administración pública que marca las líneas y un sector privado que las toma como suyas. Y es que la competencia laboral en Irlanda es muy alta. Esta gente es global y está muy bien formada. Les gusta vivir temporadas por el mundo. Les gusta mezclarse. Son cosmopolitas. El 17% de la población ha nacido fuera de la isla y se nota.

Cuando montas una empresa o un foro de inversión ves en que sí tienen tomado el tranquillo los irlandeses. Lo que realmente ha funcionado aquí es su capacidad para convencer a otros a fin de que inviertan en su país. La agencia de desarrollo de negocio e inversión con oficinas en el centro de Dublín no está de adorno. Su estrategia nunca fue táctica y se dedicaron a localizar empresas en crecimiento que pudieran instalarse aquí y, casi, convertirlas en celtas. Hoy en día, un par de hermanos que crearon una pasarela de pago llamada Stripe, por ejemplo, son los más firmes rivales a la todopoderosa PayPal gracias a la inversión recibida de fondos americanos. Ahora mismo, aquella startup montada hace apenas unos pocos años vale más de 4.500 millones de dólares.

Este pequeño país es la sede de nueve de las diez farmacéuticas más grandes del planeta, la de tres de las cinco principales empresas de juegos del mundo, y tienen los ‘headquarters’ europeos ocho de las diez principales tecnológicas que existen. Y, obviamente, que estén estas multinacionales deriva en empleo y riqueza. No es sólo dinero electrónico buscando atajos fiscales. Estas empresas tecnológicas internacionales generan la quinta parte del empleo y suponen tres cuartas partes de las exportaciones totales. Las inversiones desde Estados Unidos en empresas locales es cinco veces mayor que el que se recibe desde Europa. Tener una startup en Irlanda es una ventaja si buscas inversión a pesar de que la competencia es mucho mayor.

Otro día comentaremos la cara B de Irlanda o de otros países que, apostando por un cambio de modelo, se olvidan de otras muchas cosas en el camino, y más cuando tienes una deuda del 120% y aun no has curado la explosión de tu propia burbuja inmobiliaria. Hablaremos de una economía doméstica ahogada a impuestos y tasas. La demanda interior de los irlandeses sigue cayendo. Los servicios públicos dejan mucho que desear. La sanidad no cubre nada, los transportes son un verdadero desastre y caros, la cobertura social deficiente y muchos de los ‘derechos’ que se viven en España, aquí no son más que ‘servicios’ que, si pueden, te condonan y sino te los pagas. No todo iba a ser ‘flower-power’.

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Adictik o como cambiar el punto de vista publicitario.

Primero llegaron las cámaras digitales. Facilitaban fotografiar y ver sus efectos inmediatamente. Luego los teléfonos móviles que retrataban desastrosamente cualquier cosa y, no sin complicaciones, podías descargártelo en tu equipo de sobremesa. Era una maravilla, ¡un teléfono que fotografiaba! Más tarde los teléfonos pasaron a ser otra cosa y les pusimos el adjetivo de ‘inteligentes’. 

Primero llegaron las cámaras digitales. Facilitaban fotografiar y ver sus efectos inmediatamente. Luego los teléfonos móviles que retrataban desastrosamente cualquier cosa y, no sin complicaciones, podías descargártelo en tu equipo de sobremesa. Era una maravilla, ¡un teléfono que fotografiaba! Más tarde los teléfonos pasaron a ser otra cosa y les pusimos el adjetivo de ‘inteligentes’. A la vez las redes sociales se instalaban en nuestras vidas. Habíamos pasado de una Internet unidireccional a otra socializada. La fotografía estaba lista para mutar.

De fotografiar pasamos a distribuir momentos. La mayoría de los 22 millones de fotos que se suben a la red en una hora en el mundo ya no son para la colección del autor, lo son para distribuir sensaciones, vivencias y compartir experiencias con la comunidad. En ese preciso instante en el que una fotografía pasa a ser un hecho social que supera su propia definición, la publicidad se quedó descolocada. Y sigue descolocada. Que las marcas andan algo perdidas desde que se impuso la llamada ‘conversación’ en la red es más que evidente. Muchos son los ejemplos de cómo en lugar de involucrarse han pasado a hacer un uso modernizado pero con un fondo muy tradicional. Han pasado de decir sin escuchar a escuchar y decir. Son excepciones las que han entendido que la ‘marca’ la forman sus clientes incluso por encima de su propia identidad.

De momento, los equipos de comunicación que se han lanzado a la conquista de las redes sociales no han hecho más que gestionar de un modo similar a como lo hacían en la red antes de su aparición. Ponen anuncios en mil lugares y se basan en la ingeniería inversa para detectar dónde y cómo pueden incrementar su penetración. Da resultados, pero no será suficiente en breve, fidelizar es otra cosa. De hecho, cuando deciden ‘adentrarse’ en la relación directa con sus clientes en busca de ‘fans’ de su marca no hacen mucho más que regalar productos a supuestos influencers a fin de que se hagan fotos con dichos productos. Inundan la red de contenido comprado de un modo u otro y que no es más que una réplica a contratar un famoso que muestre lo encantado que está con tu marca.

Sale más barato y cada vez más es menos eficiente. De hecho, muchas marcas están reflexionando sobre esto y se han lanzado a experimentar por otros medios. En ese punto están. Las conclusiones de algunas de ellas empiezan a ser más que clarificadoras. En un escenario donde el big-data y la gestión de datos automatizados no hace más que requerir información para analizarse, trazabilidad de usos de sus logos y de cómo se comporta todo ello, apareció una aplicación española que va a conquistar un espacio vacío hasta la fecha.

Adictik es una aplicación gratuita, de momento para iOS y en breve para Android, que viene a responder a una demanda de gente joven, y no tan joven, de sentirse parte integral de lo que representa y supone el consumo de sus marcas preferidas. De la mano de dos emprendedores, Laura Santolaria y Kilian Sevilla, expertos en eso de marcas y marketing digital aparece la que está llamada a ser una de las sensaciones del año. En apenas una semana han alcanzado miles de descargas y el crecimiento no hace más que crecer exponencialmente.

Un nuevo paradigma llegó para quedarse en el concepto publicitario digital. Cada vez cuenta menos lo que te dice la marca y más lo que la gente está dispuesta a decir o hacer por ella. Adictik juega con el concepto en si y le da la vuelta basándose en un hecho que otras aplicaciones de éxito habían olvidado, poner tu marca a cada instante que distribuyes. Los creadores de Adictik la definen como una especie de Instagram de las marcas. De hecho combina bien. Te haces una foto y pones una marca que ‘defina’ el momento y la vinculas a tu cuenta de Instagram automáticamente. No hay fricción. De ahí al resto de redes.

Cuando me presentaron este proyecto hace más de un año le vi sentido aunque en mi caso no detecté que pudiera convertirme en ‘adictik’. Parecía una aplicación destinada a gente joven, amante de sus marcas, habituados a Instagram, Snapchat u otras, que mayoritariamente están plagados de Milenials. Pero reconozco que no ha sido así. Es divertida y cuando llevas un rato usándola ves ‘anuncios’ por todas partes. Cualquier foto es susceptible de tener un logo que la defina mejor. Es curioso pero es así. Debemos estar sujetos a una especie de ley sociológica que nos vincula cerebralmente momentos y marcas sin saberlo.

Adictik permite subir fotos y añadir el logotipo o claim de miles de marcas y luego compartirlo y justo ahí entra lo que para mi realmente tiene valor más allá del juego y anécdota del uso en si. Es una demostración de que los usuarios, los individuos, tenemos el poder de las marcas, una oportunidad de convertirse en protagonistas de ellas. Ya hay acuerdos con varias de las más importantes para que valoren y atiendan a los usuarios que se fotografían con el logo de éstas. De hecho a medida que el resto de amigos votan (con un gesto llamado Shaka!) cualquier usuario ‘anónimo’ puede convertirse en el favorito con respecto a esa marca. Es el ránking de cada marca que serán premiados por las mismas. Es como darle la vuelta al tema.

Particularmente destacar que Adictik fue acelerada en la primera edición de Conector y que actualmente ya está preparando su salto internacional al ser un desarrollo claramente anglosajón. Tengo la suerte de haber podido invertir y participar desde su origen en la definición del proyecto junto a Marc Ros y Risto Mejide, expertos en marcas y publicidad.

Os invito a probarla. Es sencilla como lo fueron otras Apps de éxito. Todavía está en fase de ajustes y mejoras y por eso pueden todavía fallar alguna cosas. De hecho los emprendedores agradecen todos los comentarios en su perfil de Facebook. Los que en Dublín o San Francisco ya la han visto la definen como una de las Apps a tener en cuenta. Os va a gustar.

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Inversion, Ireland, Negocio, Personal, Startups Marc Vidal Inversion, Ireland, Negocio, Personal, Startups Marc Vidal

Primer comité de inversión en Startups de Idodi Venture Capital

El próximo 17 de junio el comité que decidirá las dos primeras inversiones de nuestro vehículo de inversión Idodi Venture Capital. Las noticias sobre nuestro ‘pledge fund’ se van a ir produciendo en los próximos días, con nuevas incorporaciones en el accionariado y con extraordinarios acuerdos que hemos ido cerrando con importantes actores de la economía digital en toda Europa. Especialmente entre Irlanda y España, espacios naturales de nuestro trabajo como ya definimos en su presentación. Si tienes una empresa tecnológica con alto potencial de crecimiento en el campo del Big Data, Cloud computing, Internet of Things, Mobile, SAAS, Sharing economy o Inteligencia artificial, con un producto en el mercado, un ruta definida de internacionalización en el mercado anglosajón (Estados Unidos y Reino Unido) y estás buscando financiación, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para aplicar antes de mediados de este mes. Si tu proyecto nos encaja nos pondremos en contacto. Si no llegas a tiempo tendremos otro comité a mediados de julio dónde tendrías otra oportunidad.

Si por otro lado quieres participar de nuestro fondo, bien porque ya eres miembro de otros o eres inversor particular, y consideras que ser parte de Idodi Venture Capital te aporta diversificación por su modelo y por su espacio destinado, también ponte en contacto con nosotros.

La voluntad de invertir en startups cuyo 'roadmap' contenga un destino claro en el mercado anglosajón, especialmente Estados Unidos, hace a nuestro fondo en su inicio algo diferente. Es cierto que vemos muchos proyectos que incluyen en sus documentos ejecutivos una fase de internacionalización pero muchas veces es más una voluntad que una opción asequible. En IVC este tema se tratará con especial cuidado y no se entrará en ninguna participada que no tenga ese punto bien resuelto.

Para resolver ese punto, IVC nace con un socio estratégico irlandés que nos ayudará en el estudio de este patrón y sus posibilidades reales y, en segundo término, a ayudarles a que se cumpla. Como sabes Irlanda se ha convertido en el canal directo de inversión de los grandes fondos norteamericanos en startups europeas. En España hay muchas startups interesantes que no llegan a un estado de primer orden por ese eslabón que vamos a intentar ayudar a poner en la medida de lo posible. Por un lado localizándolas con un desarrollo de negocio demostrable, por otro estudiando desde dentro un control y apoyo de su expansión y finalmente intermediando en la localización y presentación de éstas en los foros de los grandes fondos que en Dublín sobretodo se dan cita periódicamente. No es necesario que estas startups se ubiquen en Irlanda, simplemente deben tener claro que ahí hay un altavoz preparado para su lanzamiento a Estados Unidos principalmente.

En este punto también es clave destacar que modelo de startups vamos a seleccionar. No invertimos en ‘seed’ capital, en ese campo, personalmente, ya trabajo y soy socio de otro interesantísimo fondo, Sitka Capital, más encaminado a una apuesta temprana. IVC busca el segundo relevo. Ese relevo que se toma cuando ya has salido al mercado, obtuviste una ronda seed y necesitas ahora tu primera inyección para llegar a la ronda A. El rango de éxito aumenta en este rango aunque obviamente es más difícil localizar esas empresas.

Estos días en Irlanda están siendo intensos, aparte de fríos. Desde que el país fuera incluido junto a Israel y Singapur como uno de los países más destacados por la Harvard Business Review como una de las estructuras en las que la economía digital se está moviendo más rápidamente, la activación de eventos y llegada de nuevos actores ha ido en aumento.

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Singapur encabeza la lista destacado por su sofisticada infraestructura digital y ha seguido para afianzar su posición de liderazgo mediante la inversión en infraestructura. Otros países citados como destacándose incluyen Suiza, Hong Kong, Corea del Sur, Nueva Zelanda y los Emiratos Árabes Unidos. Los llamados países 'Stall-out' que han demostrado liderazgo en el pasado pero ahora están perdiendo impulso incluyen Noruega, Francia, Dinamarca, Bélgica, Finlandia, República Checa y los Países Bajos. Hay otros del tipo 'Break-out’ que son los países que tienen el potencial para desarrollar economías fuertes y digitales que se están moviendo rápido incluyen Malasia, Chile, China, Sudáfrica, México, India, Colombia y Vietnam. Los ‘Watch-Out’ son los países que carecen de impulso como Portugal, Polonia, Italia, Grecia y Hungría.

España se encuentra, según la Harvard Business Review, en un punto intermedio entre Stall-Out y Watch-Out. Mucho hay que trabajar como hemos señalado en innumerables ocasiones. El futuro no se construye sólo, tomar el tren de la modernidad depende de afrontar los retos de la economía digital en serio. Es obvio que estamos en un planeta digital que ha iniciado un viaje apasionante, pero no todos vamos a la misma velocidad. Desde Idodi Venture Capital intentaremos construir un humilde puente que ayude a eliminar algunos de los puntos de fricción que detectamos a diario.

Los próximos mil millones de consumidores están online y estarán tomando sus decisiones digitales en un dispositivo móvil, muy diferente a las prácticas de los primeros mil millones que ayudaron a construir muchos de los cimientos de la industria del comercio electrónico actual. Nos toca identificar los actores de ese cambio y hacerlo desde dentro, no vale señalar y no hacer nada. Como te decía, si tienes una empresa digital en disposición de crecer o eres un inversor o gestor de inversores y crees que nuestro proyecto es interesante, dímelo.

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Dejar de ser la especie más inteligente del planeta

El pasado sábado mantuve una conversación ‘telefónica’ muy animada con un robot. Fue durante una presentación para inversores que se hizo en la zona del Silicon Docks de Dublín en conexión con el MIT de Boston. Participaron un buen número de sorprendidos amantes de la inversión tecnológica. En mi caso, el engendro, bromeó con alguna palabra en castellano incluso. Te descoloca a la vez que te emociona. Te la impresión que estamos cerca de dejar ser la especie más inteligente del planeta.
No era el caso de este, pero en algunos especímenes, componen música en un minuto, hablan como nosotros con errores que generan confianza, bromean pues eso abraza la humanidad y tienen su propia ética que se compone del análisis de la nuestra mientras no puedan, o quieran, ir pariendo la suya.

Hablando con los técnicos que hicieron posible la conexión, éstos afirmaban tomando el café, que si nos confesaran lo que ahora mismo ya son capaces de hacer algunos de sus desarrollos en materia de inteligencia artificial nos asustaríamos. Te dicen, sin mirarte a los ojos y removiendo la cucharilla del café, que no estamos preparados para dar el relevo a otra especie superior, a un símil de post humanidad inminente. De momento, dicen, les vamos a ir dando trabajo. Luego ya veremos que hacemos.

La mayoría de los últimos avances en inteligencia artificial, como aplicaciones móviles que convierten la voz en texto son el resultado de aprendizaje de una máquina con enormes conjuntos de datos para buscar patrones. Sin embargo, el avance actual radica en hacer que las aplicaciones de aprendizaje se basen en lago llamado ‘lenguajes de programación probabilísticos’, que permiten a los investigadores mezclar y combinar técnicas de aprendizaje automático.

Investigadores del MIT han demostrado las máquinas están aprendiendo a aprender. En un lenguaje de programación probabilística, el trabajo pesado se realiza por el algoritmo que reajusta continuamente probabilidades sobre la base de nuevas piezas de datos del entrenamiento previo. Digamos, para entendernos que esa rama de investigación tiene como objetivo resolver todas las tareas que precisa un ordenador para entender el mundo tal y como nosotros lo vemos, sus dimensiones, complejidades y relaciones.

El 19 de febrero de este mismo año fue presentado en España un tal Watson, el ordenador más inteligente del mundo. En aquella ocasión, en la sede de IBM se hizo una demostración que consistió en una conversación en lenguaje natural sobre la adquisición corporativa sugerida por parte del robot a un hipotético consejo de administración.

Nada nuevo sin embargo por muy rebuscado que parezca. Como aquí dijimos, ya hay diversos ‘robots’ dirigiendo alguna empresa del mundo. Ya están sentados en los consejos de administración tomando decisiones y no tanto ayudando a tomarlas como se creería en un primer instante.

Vamos a tener que convivir con ellos. Seguramente habrá de muchas formas y modelos, unos simplemente serán brazos armados que prepararán el almuerzo, otros simplemente un software que ‘hablará’ con nosotros paseando por tu casa acerca de cómo ha ido el día en tu ausencia, otros conducirán taxis, otros llevarán tus encargos de la compra a tu casa, otros darán las noticias en televisión sin presentadores, otros limpiarán los despachos y, finalmente, llegarán los que tendrán un aspecto más o menos humanoide con los que será más fácil interactuar en situaciones más cercanas.

Y no es algo tan lejano. Ya llega. La inteligencia artificial está mucho más avanzada de lo que el público en general piensa. Si supieramos donde se encuentra todo esto, no daríamos crédito. Como en todo, nos llegará, será disruptivo y lo digeriremos con cierta naturalidad. De ver a ese tal ‘Watson’ ganar un concurso televisivo en 2011 a lo que ahora es capaz de hacer hay años luz.

Ya no es tanto que sea capaz de analizar datos, es factible observar en su funcionamiento un cierto grado de ‘razonamiento’. De hecho pocos saben que Watson ya no es una máquina gigantesca que está en algún lugar para uso y disfrute de sus programadores. Ahora es un rentable trabajador multitarea de la multinacional IBM. Empresas del Ibex35 españolas y 25 empresas más de otros países utilizan a Watson como tecnología comercial accesible pues ahora está ‘en la nube’.

https://www.youtube.com/watch?v=WFR3lOm_xhE

Watson habla varios idiomas, delicados y modernos por cierto. Es la primera computadora capaz de aprender a medida que trabaja y acumula información que puede interactuar con el ser humano en un lenguaje natural. Es decir, un paso desde ‘el mundo de los ordenadores que sólo entienden el lenguaje de programación, hacia un nuevo paradigma en el que las máquinas pueden alimentarse de lenguaje hablado’. Este ‘bicho’ se siente cómodo hablando como los humanos. Lee libros, centenares al día. Escucha la televisión, conversaciones, películas. Tiene datos de cómo somos y como nos gusta ser tratados. Aprende de ello y se adapta.

Según el MIT, estamos a muy poco de dar el salto definitivo. De momento las máquinas ‘inteligentes’ sólo analizan datos como lo hace un humano, se basan en estructuras de datos que gestionan, ordenan y procesan. El salto se producirá cuando técnicamente sean más inteligentes que nosotros. Ahora son como nosotros pero más rápidos. Nada más. El eterno debate sobre si ‘piensan o no’ cada vez es más obsoleto pues pensar no deja de ser un proceso gigantesco de datos y un cruce de probabilidades, por lo que a la pregunta, ¿el ordenador más inteligente del mundo piensa? La respuesta ya es sí.

Pero, ¿para que queremos ordenadores que piensen? En todo caso lo que queremos es que hagan algo que nosotros no podemos hacer o hacemos mal. Es lo mismo que un brazo armado, un robot físico. Lo queremos para que haga cosas que nosotros ya no podemos alcanzar.

Cuando estos ordenadores inteligentes, pensantes, entren en Internet e interactúen con los usuarios aprenderán aun más de ellos. Son insaciables, les encanta saber cada vez más. Watson, sin ir más lejos, no da la misma respuesta a la misma pregunta siempre pues en realidad no la busca en una base de datos ni en el cruce de estos, los grandes computadores pensantes, lo que hacen es aprender y hacerse cada vez más inteligentes y modificar, si es necesario, sus respuestas a la misma cuestión. Incluso, si lo ve preciso, mentir.

De todos los elementos donde la inteligencia artificial tiene un aspecto para mí más interesante es en la medicina. La idea es utilizar la inteligencia artificial para poder mejorar los diagnósticos y ofrecer mejores terapias a cada paciente, de una forma personalizada. El caso de Watson concretamente es también un ejemplo. El figura se ha leído más de 20 millones de publicaciones científicas y ha establecido conexiones entre todo ello. Si le damos a ese, u otros ordenadores toda nuestra información genética a título personal, podemos estar ante curas hasta la fecha totalmente inalcanzables.

Hace mucho, desde que a finales de hace dos siglos Ada Lovelace creara una cosa parecida a un programa informático, hemos puesto rumbo la post humanidad y nos hemos preguntado siempre cómo lograremos hacer pensar, si es que es factible, a una máquina. Ese estadio posterior a que el género humano no sea la especie predominante en esta tierra de ‘reyes’ efímeros. Al fin y al cabo, hace muy poco que estamos aquí y nos creemos los reyes del mambo.

Estuve pensando que le podía preguntar a un robot durante días. Sólo podía hacer una o dos. Finalmente el pasado sábado le cuestioné: ‘What do you think about the human race?’ su respuesta fue, ‘sometimes I think that you aren’t intelligent’. Se refería a noticias que ‘lee’ acerca de decisiones que tomamos los humanos que nos llevan a desastres o que, incluso, por ser demasiado ‘humanos’ dejamos que pase. Tal vez se refería a eso, o tal vez no. ¿Quien sabe lo que hay en la mente de un ordenador?

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Oportunidad para pequeños inversores en Startups internacionales.

Desde varias décadas, Irlanda se ha convertido en un país atractivo para la inversión extranjera directa. En concreto, desde hace unos años, es la base global que algunas de las corporaciones más grandes del mundo han elegido para sus negocios a la vez que, los grandes fondos de inversión tecnológica se vuelcan continuamente en impulsar startups que residen o pasan por aquí. Esa inversión genera más trabajos per cápita en Irlanda que en cualquier otro país de la Unión Europea. En lo que llevamos de año, no hay ningún país de europeo que pueda decir que ha recibido más capital riesgo que el acumulado en el Tigre Celta.

En los años que hace que vivo aquí he podido conocer y localizar los espacios de inversión y los fondos que mejor trabajan en ese ámbito. Junto a mi equipo, hemos aprendido cual es el patrón a seguir y el modelo de inversión a realizar cuando hablamos de startups. Aquí se celebran los eventos más importantes de Europa para que esas empresas en sus fases iniciales se den a conocer a inversores norteamericanos sobretodo. Son muchas las grandes compañías que tienen sede a pocos metros de donde escribo esto. Pero no tan solo son sus Headquarters, también son sede de los fondos de inversión con los que ellos trabajan.

En ese contexto planteé hace unos meses la idea de crear un Venture Capital, un fondo para invertir en aquello que considero tremendamente rentable a medio plazo y que diera respuesta fácil a quienes, por lejanía o desconocimiento, no puedan entrar en este mercado tan nutritivo. De hecho, lo que hoy presento, incluso antes que en prensa, es el fondo Idodi Venture Capital, con sede en Barcelona y Dublín y que está destinado a micro inversores que quieran no arriesgar mucho pero sí participar de un escenario de inversión impresionante y tan atractivo. El accionariado estará formado mayoritariamente por la incubadora de Idodi Only Different Ideas a la que se suman un Family Office de capital integro irlandés y por diversos accionistas de primera linea españoles, británicos e irlandeses.

Sin embargo, no quería que se tratara sólo de un fondo irlandés. No, lo que realmente me apasiona, y en eso llevo 24 años, es estimular en la internacionalización de proyectos que nacen en España. De eso va también Idodi Venture Capital, de traer, de lograr que vengan con garantías y para exponer su proyecto a lo que se conoce, y aquí eso es real, como el Silicon Valley europeo. A muchos lugares se les llama Silicon Valley, sobre todo cuando se acercan elecciones, pero sólo aquí se puede listar a las mayores tecnológicas del mundo y visitarlas en una sola jornada pues están en pocos kilómetros cuadrados. Irlanda ocupó el puesto 10 a nivel mundial por la cantidad de trabajos creados en el área de tecnológica en un estudio realizado por IBM resaltando el papel de la inversión extranjera directa para ello.

En España hay talento, proyectos que nos llegan cada día y que con algo de impulso podrían estar en condiciones de enfrentarse a los grandes players de su sector. Desde España han triunfado grandes startups. Eso es real, pero son miles las que se quedan en la sala de espera del éxito. Veo cada día como llegan a los coworkings, aceleradoras u oficinas cercanas a la nuestra en Dublín, startups francesas, alemanas, italianas, británicas incluso, pero pocas españolas. Veo como en los grandes foros de inversión se vuelcan en ellas y cómo en pocos meses se lanzan, acompañados por fondos normalmente americanos, a la conquista del mercado mundial y especialmente norteamericano.

El gran capital riesgo norteamericano invierte más en startups ubicadas aquí que en ningún otro lugar de Europa. Una gran opción de hacer ‘exits’ de gran valor a medio plazo en cualquier participada que pase por aquí. Parece que 2015 y 2016 serán los mejores años para este sector en Irlanda, así lo permite identificar la cantidad de capital americano que se maneja en los foros a los que asisto y participo. Tanto en volúmenes de inversión como en captación de nuevos fondos es el momento.

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Pensé que ¿porqué no unir ambas opciones? Un fondo de inversión localizado en España, que invierta en startups españolas mayoritariamente y en cuya estructura, ADN u hoja de ruta esté el pasar y crecer en Irlanda. Hay muchos casos que se nos acercan para eso, con grandes posibilidades, pero que al no disponer de un fondo para ello no podíamos dar respuesta. Ahora, desde hoy, si.

En eso nos pusimos hace unos meses. Quise disponer de un equipo que sepa de esto y que sepa más que yo. Por eso, al frente y dirigiendo el proyecto estarán dos cracks. Carlos Guerrero, miembro de Fornesa Abogados y director del fondo Sitka Capital que ha logrado situar un fondo de microinversores como uno de los más activos en España en los últimos años. Por otro lado Josep Mora un experimentado economista conocedor de los modelos de inversión tradicional vinculado a GVC y que me pareció bueno disponer en este proyecto de cara a profesionalizar mucho el como se explica el plan de inversiones y sus resultados mensualmente.

El resto del equipo en España lo forman Oshcar Vidal de Idodi Only Different Ideas y Miguel Lobón también de Fornesa Abogados. A parte de ellos, en España contamos con casi una decena de ‘advisors’ que nos ayudarán a la localización de buenos proyectos donde participar e invertir. Nuestra vinculación con aceleradoras como Conector nos da una posición privilegiada para localizar esas startups con alto potencial internacional y de crecimiento.

En Irlanda, tenemos vínculos con el Ireland Enterprise, el Digital Hub, una decena de entidades públicas y privadas con las que ya trabajo hace años y a los mejores gestores y expertos legales para que nos ayuden en el entramado legal irlandés cuando se produzcan los saltos a este mercado desde España. Actualmente el fondo está formado por capital español e irlandés pero es un fondo con sede fiscal en España que invierte indistintamente en startups españolas e irlandesas, gracias a la dualidad residente de los miembros.

Por eso, si quieres invertir en un fondo de inversión especializado en startups, cuyo patrón es la búsqueda, localización, asesoría, acompañamiento y exposición en la combinación España e Irlanda para rentabilizar en la suma de estos factores, este es tu fondo. 

Si ya eres miembro de otros fondos este lo complementaría muy bien. Significa una diversificación eficiente y sencilla de la inversión al invertir en todas nuestras participadas a la vez y vinculados al escenario internacional claramente. Un potencial en la selección de proyectos innovadores al tener unos contactos de primer orden dentro del ecosistema español e irlandès que nos permiten conocer de primera mano cuales son las mejores oportunidades del mercado en cada momento. Un equipo multisectorial, internacional y con amplia experiència inversora en este tipo de vehículos de inversión y una selección de proyectos realizada por un comité de expertos profesionales que valoran en cada momento cada una de las oportunidades de negocio que se nos plantean.

¿Tienes una startup que consideras que podría ser parte de nuestro portfolio de inversión? ¿Está en fase inicial pero ya factura y tiene un producto en el mercado con clara visión internacional? También nos interesa. Ponte en contacto con nosotros y evaluaremos tu proyecto.

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RadikalVip, invertir en ecommerce, tendencias y sostenibilidad

Hace una semana convoqué en Dublín al equipo de desarrollo, ventas, marketing y diseño de uno de los últimos proyectos en los que participo como inversor. Se trata de la tienda online RadikalVip y la cuestión era ‘en que momento inaugurábamos’. La votación final fue realizar el kickoff el viernes a las 4 de la tarde. Pensé que me tomaban el pelo, pero es lo que tiene trabajar con ‘embajadoras‘ como TheGuestGirl o directoras como Lara Oliveras. Si lees hasta el final, hay una oferta especial para ti como lector de este blog.
Como inversor poco puedo decir en estos temas sino limitarme a aprender de los que más saben. La media de edad del equipo está en la mitad de la mía y es tremendo lo que saben. El uso de las redes y horarios parece ser que poco tienen que ver con el que yo hago y así me lo demostraron en concreto para productos como éste. Hubo respuestas como ‘en Instagram se lía el viernes por la noche’ y cosas así.

RadikalVip es una nueva ‘store’ de nicho que nace en la incubadora que tenemos aquí y que seguirá lanzando proyectos propios en la concepción o importados para invertir. Ahora mismo la tendencia a la inversión en startups parece ir en otra dirección pero lo interesante es diversificar y porque no, también en un modelo de venta online tan divertido como este.

En concreto este trata de gafas de sol hechas a mano en madera o bambú. Se presentan en decenas de variedades que van desde el tratamiento natural, carbonizado o tintado. Siempre con lentes polarizados de altísima calidad y con todos los estándares que la Unión Europea exige en este tipo de productos. Para nosotros esa era una de las exigencias de mayor valor al igual que reducir los precios al máximo en algo ‘handmade’.

El bambú es un material que crece rápido y abundantemente. Trabajar con él permite ser respetuoso con el medio ambiente y un efecto final del producto que ‘flota’ en el agua pues es tremendamente ligero a la vez que robusto y muy bien acabado. A mi me maravillan. Los lentes tintados y polarizados en diversos colores flash brillantes o también en oscuro o negro para los que son menos atrevidos ofrecen una visión espectacular para conducir, descansar en una terraza al sol, practicar deporte o lo que quieras. El efecto visual es brutal.

No voy a hablar del producto porque no es lo mío pero si de los consejos que establecí para que el equipo pudiera salir con opciones de éxito en estos momentos. Teniendo en cuenta que sólo hemos salido en inglés, en unos días también habrá versión italiana y en castellano, las ventas durante esa noche y el fin de semana alcanzaron el centenar y se mantiene el ritmo.

Internet ya no es que forme parte de nuestras vidas, es nuestra vida en un escenario completo. La red ha modificado todo, modelos de negocio y el comercio en su condición más extrema a la vez que ha sido el sector de mayor crecimiento en todo el planeta. Nada ha crecido, crece y crecerá como la venta online. Hay que saber, tener cada vez mayor especialización y mejor equipo, pero no dejará de crecer.

Al terminar el año pasado supimos que el 32,5% de los usuarios en España realizaron compras online, porcentaje todavía mayor, por ejemplo en UK, Francia, Alemania o Irlanda donde se disparan esas cifras bastante más. Las ventas en comercio electrónico en Europa alcanzaron un volumen de 156.280 millones de euros, con un crecimiento considerable del 19%. Ahí es nada en un país en que todo estaba cuesta abajo. Ya he hablado en ocasiones de hacia donde va el ecommerce y donde el comercio minorista todavía muy importante en el ámbito físico, pero no hay que dejar de lado que el trasvase es ya irremediable.

El número de compradores online continúa creciendo en Europa y su comportamiento cada vez es más completo y conocedor. La población desconectada se reduce. La que peor sale parada es Italia, por cierto, con un tercio de su población fuera de Internet o en España con una quinta parte.

En Radikalvip nos preguntamos ¿quién es el consumidor online? Esa es la clave. Tu producto es para alguien, no es un ‘bit’ o un ordenador, es un ser humano que utiliza la tecnología para rastrear, comparar, seleccionar y finalmente hacer ese gesto extraordinario que se llama ‘checkout’ en tu comercio. A modo de curiosidad, del primer centenar de gafas vendidas, el 71% fueron via dispositivo movil o táblet, y el 64% fue en España a pesar de que el site está totalmente en inglés.

Permíteme que cómo lector de este blog te ofrezca, como te dije al principio, que utilices el código ‘KICKOFF’ si quieres comprar alguna y tendrás un 20% de descuento al finalizarla con transporte gratuito para cualquier parte del planeta. Espero te gusten y sigas nuestro ‘claim’ de ‘Be Radikal, Be VIP’.

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Invertir en una App contra el Párkinson

Hace unos meses llegó a mi oficina de Dublín una propuesta de inversión que desde el primer momento nos pareció a todos magnífica. Se trataba de una aplicación para smartphones que ayuda a recuperar la movilidad de los pacientes de Parkinson. Su autora, la joven irlandesa ganadora del Entrepreneur Dublin City al mejor proyecto tecnológico joven de 2014, Ciara Clancy, ha desarrollado un método que permite a los pacientes de esta enfermedad degenerativa a superar los problemas de movilidad que causa.
Se trata de Beats Medical. La emprendedora que la ha hecho posible apenas tiene 24 años y, una vez presentada en sociedad, se ha lanzado al mercado británico como primer paso para la explotación global. De hecho fue en ese instante que estuvimos en contacto con el proyecto, justo antes de que abriera una oficina en Londres. Hasta hace poco su zona de trabajo está en el conocido muelle de Dublín John Rogerson.

Invertir en aplicaciones es complicado, exige paciencia y requiere que la tracción se logré rápido por la enorme competencia que hay en todos los campos. En el caso de Beats Medical el hecho de ser pionera ha permitido a esta aplicación adquirir una ventaja de la que ya se vale de cara a lograr grandes acuerdos y el acercamiento de socios de alto valor en el sector médico.

La tecnología de Beats Medical suministra a las personas con Parkinson un tratamiento óptimo en el hogar a través de un teléfono inteligente. Terapias pensadas a partir del metrónomo es el vértice del que parte el concepto. Un tipo de terapia que hasta la fecha sólo se podía utilizar en el ámbito hospitalario.

El hecho de que Ciara Clancy ha trabajado de fisioterapeuta en el norte de Dublín durante un par de años le hizo pensar en diseñar una aplicación que permitiera enviar de forma remota sonidos a través de los auriculares del smartphone al igual que se realizan en el tratamiento tradicional que lucha contra la destrucción del sistema nervioso que provoca el Párkinson.

Ideas brillantes que con muy poco permiten mejorar la vida de muchas personas con la tecnología disponible en el uso cotidiano. En este caso los afectados pueden evaluar a diario, colocando en activo su teléfono durante dos minutos en un bolsillo del pantalón. Se recogen los datos y la aplicación prescribe un ritmo sonoro al paciene que debe escuchar durante diez minutos dos veces cada día. Lo va variando según lo que percibe en cada prueba.

Este tratamiento, cómo decía, llamado metrónomo, estimula de manera auditiva anulando la disfunción del cerebro de manera que evita movientos en el cuerpo que no se desean. Es un tratamiento que llevaba décadas investigándose y cuya puesta en práctica jamás antes se había trasladado a lo cotidiano.

Actualmente está en ronda de financiación de medio millón de euros. Por lo que nos han transmitido desde Enterprise Ireland está cerca de lograrlo con capital proveniente de diversos inversores privados, entre los que intentaremos aplicar, y que ya encabezan gente como el empresario Sean Melly de Etel, la doctora y vicepresidenta de la Confederación Mundial de Fisioterapia Emma Stokes y Graham Merriman, ex jefe de ventas globales online de Phillips

Cuando hablamos de aplicaciones, emprendedores, tecnología y futuro, no podemos dejar de lado una de las más apasionantes de sus vertientes: como lo digital elimina barreras y fricción entre lo que antes de su llegada era mucho más complicado de hacer, de como mejora la vida de las personas en aspectos impensables antes de la retirada de procesos e intermediarios de una hipotética cadena de valor. En el ámbito de la salud hay un mundo por recorrer y este ejemplo que nos toca de cerca a los que vivimos el ecosistema emprendedor irlandés, es uno de ellos.

Dicen que el 95% de las aplicaciones no serán rentables, algo parecido a decir que no serán visibles, en apenas un par o tres de años. Si estás pensando o trabajando en alguna, piensa en si tu trabajo responde a ‘mejorar la vida’ a eliminar problemas o a ofrecer respuestas. La clave, cada vez más y excepto alguna anécdota que sirva de elemento que rompe la norma, será de un modo determinante ser útil.

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¿Seguro que aún quieres ser emprendedor?

Alguien me recordaba ayer una entrevista que me hizo Jaume Barberá en Retrats hace poco menos de un año. En ella hay un momento que se habla de lo que significa ser emprendedor y del valor que tiene hoy en día ese concepto. Mientras ayer volaba de regreso a Dublín pensaba en eso y en como hoy en día emprender era un elemento moral y existencial muy distinto a lo que, desde hace mucho tiempo, se consideraba ‘montar un negocio’.
Emprender no es más, en pleno siglo XXI, que poner tu grano de arena en el cambio de modelo, en la segmentación del trayecto que como sociedad nos toca vivir. Hay quien puede pensar que emprender no es más que poner en marcha un negocio y como tal, hay que dejarse de romanticismos y discursos típicos visibles en cualquier congreso de segunda. Pero, pudiendo estar de acuerdo en parte con eso, hay algo más. Mejor dicho, mucho más, pero tiene que ver con el cómo lo haces, el motivo y el cuando. Pero sobretodo es un camino repleto de socavones.

Si emprendes por supervivencia es una cosa, si es por vocación otra. Si decides ser ‘el jefe’ de tu proyecto a pesar de todo cuanto va a llover a partir de ese día no serás un héroe, te vas a jugar tu patrimonio y encima probablemente pocos te lo van a valorar. Si emprendes incluso cuando todo te va bien y tu cómodo puesto de trabajo anterior indica bajo toda lógica que lo que vas a hacer es absurdo, no serás un guerrero pero en tu interior se desatarán todas las batallas que ahora ni te imaginas.

Si emprendes porque no hay más remedio, indaga si realmente eso es lo que quieres hacer. ¿Estás dispuesto a pasar horas desarrollando algo que seguramente deberás rehacer mil veces? La paciencia es una buena consejera, pero la persistencia es mejor compañera. Si emprendes hazlo porque te da la gana, ni porque no hay más remedio, ni porque te dicen que es lo que hay que hacer. Pero si al final no emprendes, que no sea porque te avisaron de lo duro que es, de la ingente cantidad de problemas que tendrás, o del vacío que se oculta tras la puerta de tu despacho cuando todo el mundo se va a disfrutar por ‘ahí’ mientras tú sigues mirando como leches se soluciona eso que le llaman ‘cash-flow’ negativo.

Si emprendes, que sepas, que la mayoría de las veces todo empieza fatal. Que cuesta mucho arrancar. Que todo lo que sabes no sirve porque no sabes nada. Que en cada noche hay un mar y en cada día un océano y que tú, la mayoría de las veces, no tienes más que un bote y de los viejos.

Si tienes menos de 25, emprender es suicida. Recorre el mundo, investiga y aprende para desaprender después y quedarte con lo esencial. Son una excepción galáctica los que lo logran a esa edad. Si tienes más de 55, emprender es muy jodido, suele costar mucho entender los ritmos y los elementos que rigen este nuevo mundo. Si a pesar de todo, si tienes 20 o 60, decides emprender, bienvenido. Pero hay quien todo eso le importa un pepino. Yo lo hice con 17 y lo haré hasta el último día de mi vida porque emprender, a pesar de todos esos que ponen la palabra que encabeza este post de hoy en todos sus párrafos de juguete, es algo más que montar un puto negocio.

Además, hoy en día, este mundo nuestro se dirige hacia un lugar sin empleo tal y como ahora lo conocemos y eso hace que, seguramente, la mayoría de las ideas que se te pasan por la cabeza no sirvan en apenas unos pocos años. Súmale que los costes de emprender en según que lugares son de aurora boreal. ¿Sigues pensando que quieres emprender? ¿No es por el negocio? ¿No es por ser uno de esos héroes que claman los políticos?

Si sigues con tus trece, con que quieres emprender, yo sólo puedo aconsejar sobre lo que significa hacerlo en un país ubicado en un entorno socioeconómico occidental y de ‘vanguardia’ donde la tecnología y la economía del conocimiento deben liderar y ser motor. Y en eso, querido futuro emprendedor, requiere de algunas claves que, si estás en disposición de ejecutar, ‘tu puesto es tuyo’.

1. ¿Tienes una alta capacidad para los cambios? Deberás ser flexible y tener cintura para modular los mil golpes de timón que darás y a los cambios de viento que tambalearan tu proyecto.

2. ¿Tienes talento para la planificación? Deberás planificar constantemente incluso en esos cambios que te comentaba antes. Vivir sin plan no es compatible con emprender.

3. ¿Estás dispuesto a mantener y ampliar y cuidar permanentemente, tu cuadro de contactos? Tener un network infinito, sin detenciones, constante es fundamental. Si no te gusta relacionarte, si eres de los que prefieren ‘no ir a todo’, al principio, por lo menos, lo tendrás crudo.

4. ¿Eres proactivo? Cualquier emprendedor, tecnológico sobretodo, deben anticiparse a lo que se espera de ellos. Esto no va de que alguien te diga lo que tienes que hacer. Esto va de que tú decidas hacerlo lo antes posible. Si en una empresa se valora esa facultad en tu propio proyecto es, no sólo un valor, es la columna vertebral del tema

5. ¿Tienes un conocimiento transversal de lo que vas a hacer? Es bueno asociarse, emprender en común, hacerlo con gente que sabe de cosas que tú no sabes, pero ¿no vamos a montar una multinacional verdad? Estamos hablando de que tú quieres emprender y, tal vez, junto a otros. Por eso, para poder juzgar con ‘big picture’ lo que haces o hagáis, es imprescindible que conozcas de que va hasta el último detalle de lo que montas.

6. Y ¿Cómo vas de espíritu de sacrificio? Como no lo tengas engrasado te la vas a dar o te va a explotar en las narices. Esto va de cómo te enfrentas a la lesión postural que te va a salir por las horas y horas que pasarás delante de una pantalla o de lo que sea. Leerás que trabajar muchas horas reduce el rendimiento, que no es bueno, que hay que ‘conciliar’. Que hermosa palabra para un Ministerio y que poco valor tiene para los que persiguen sus sueños.

Hay más, seguro, pero si sigues pensando que emprender es lo que quieres hacer y no he logrado quitártelo de la cabeza, allá tú. Te voy a contar un sobre como lo he vivido y vivo yo. Estoy seguro que he pasado mil millones de días de mierda. Estoy seguro que mil veces me arrepentí de abandonar empleos seguros y bien pagados. Estoy seguro que fueron muchos domingos deseando estar con los míos en lugar de permanecer sólo encerrado en una esfera de cristal de algún coworking de barrio. Estoy seguro que perdí amigos, novias y esposas. Estoy seguro que tenía cobertura pública. Estoy seguro que cada partido lo veía con la cabeza sólo puesta en si mi equipo anotaba un tanto. Estoy seguro que los lunes eran sólo lunes. Estoy seguro que hice vacaciones. Estoy seguro que hubo un tiempo que soñar era lo que hacía cuando estaba dormido. Estoy seguro. Pero no lo recuerdo.

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Startups a tener en cuenta en 2015

El listado que acompaño representan algunas startups irlandesas que, al igual que Silicon Republic, considero que se deberán tener en cuenta durante 2015. Serán objetivo de inversión para muchos obviamente y por eso me interesan especialmente puesto que el próximo mes presentaremos el fondo de inversión especializado en startups que, o bien están ubicadas en Irlanda o bien tienen en su road map pasar por aquí. El objetivo es invertir en empresas que ya puedan estar en el punto de mira de los principales actores del mercado británico y norteamericano. Dublín es un foco clarísimo para los emprendedores tecnológicos que no oculten su plan de expansión en el mercado más grande y estimulante del mundo o bien dando el salto o, como en muchos casos sucede, atacándolo desde la capital de la isla esmeralda. Ahí van:

WholeWorldBand
Es una aplicación para iPhone e iPad. Permite que cualquiera pueda hacer fácilmente música o vídeos y compartirlos en todo el mundo. Su uso es como entrar en un estudio de grabación virtual donde los fans de un músico pueden unirse a una sesión de grabación existente y aportan una voz, una parte instrumental, visual, o cualquier cosa factible de ser sumada. Es como una versión en colaboración, multipista y para YouTube. Fueron los ganadores a la mejor App por el uso innovador de la tecnología en Marketing Digital 2014 de los Premios EirCom. Actualmente WholeWorldBand ya está siendo utilizada por pesos pesados de la industria musical como Ronnie Wood (Rolling Stones), Stewart Copeland (The Police), Phil Manzanera (Roxy Music), Dave Stewart (Eurythmics) y New Model Army, así como miles de principiantes y músicos que colaboran juntos de forma asíncrona.

NVMdurance
Una compañía de tecnología de optimización de flash basada en Dublín que tiene la intención de desbaratar todo el mercado de almacenamiento de que actualmente soporta 28 mil millones de dólares. La tecnología de la empresa extiende la vida útil de los discos de almacenamiento flash de estado sólido en más de 20 veces al extender la resistencia de la memoria flash en chips nm 1x. La memoria flash se está convirtiendo en el medio dominante para el almacenamiento no volátil, es decir, las cosas que mantiene sus datos cuando se apaga el equipo, pero después de un cierto número de lecturas y escrituras de memoria flash simplemente se desgasta. Este llamado problema de ‘resistencia’ castiga el negocio de memoria flash y está retrasando su crecimiento. NVMdurance fabrica memorias flash que duran hasta 20 veces más. Nadie hace esto en el mundo.

Restored Hearing
La startup de la salud auditiva. La misión de Restored Hearing es aliviar el sonido tinnitus que se produce en los oídos de muchas personas. El objetivo de reducir los ruidos en los oídos por 15% en un mes utilizando su tecnología cinco minutos diarios. Recuperar el silencio para algunas personas es la clave. Están señalando a los enfermos de tinnitus en todo el mundo, unos 300 millones, especialmente a los que están ubicados en los EE.UU., donde organizaciones como la American Tinnitus Association y otras asociaciones ya han mostrado interés.

Pocket Anatomy
Es una aplicación galardonada en varias ocasiones y que sería como la solución de software visual 3D de bolsillo en temas de anatomía. Algo así como el Google Earth de la asistencia sanitaria, facilitando la comunicación médico-paciente diagnósticos y promover la comprensión personal de la salud. Ya está siendo utilizada por 250 mil estudiantes y educadores, así como 50 instituciones educativas en los EE.UU. El objetivo de la compañía es llevar la tecnología subyacente y hacerla más relevante y significativa para el mercado del paciente, facultando a los mismos a entender y manejar su propia salud y bienestar. Están en la incubadora NUI de Galway.

Artomatix
Esta me encanta y conozco bien el proyecto. Se trata de un proyecto que nace del Trinity College de Dublín cuyo equipo ha construido un sistema de inteligencia artificial con la creatividad artística similar a la humana. La tecnología funciona de tal manera que una vez que se suministran datos de artistas, Artomatix Estudio genera entonces nuevas expresiones artísticas sobre la base de estas entradas. El mercado es muy amplio y, aunque parezca chocante, muy nutritivo. La industria del cine, los videojuegos y derivados suponen más de 500 millones de euros en el este entorno y donde crear ‘artísticamente’ de manera autónoma y automática también es muy necesario.

Aylien
Ubicados también en Dublín, está aplicación se centra en soluciones de inteligencia artificial para dar solución a los problemas de creación de noticias y medios de comunicación. Se parecen mucho a una de las empresas que ya hemos invertido, Cilenis, pero digamos que su potencialidad anglosajona los hace muy interesantes. Procesamiento del lenguaje natural, máquina de aprendizaje y herramientas de recuperación de información para extraer ideas y significado a partir de documentos con facilidad. Ya ha recibido 500.000 dólares de SOSventures.

Herdwatch
En un país donde a las vacas se las llama ‘happy cows’ cualquier tecnología que se aplique a la ganadería es algo a tener en cuenta. Esta startup tecnológica apuesta por un CRM móvil para vacas basado en la nube para evitar a los agricultores y ganaderos horas de papeleo permitiendo grabar eventos agrícolas y animales directamente en un smartphone, tablet o PC, en cualquier momento y en cualquier lugar. En Irlanda los agricultores son un gremio muy alfabetizado y técnicamente son un grupo muy potente. Herdwatch es la primera solución multiplataforma totalmente aprobada por el Departamento de Agricultura. Es capaz de gestionar datos y ofrecer predicciones de información requerida, de tipo legal o técnico.

ThankFrank
ThankFrank.com es una plataforma de búsqueda de compradores sociales inteligentes basada en una economía de la gratitud. Ofrece una manera fresca de decir gracias por un consejo. ThankFrank subasta varias oportunidades de patrocinio limitado y la comunidad activa ayudas a estas empresas patrocinadoras a cambio. ThankFrank.com recoge todos los ingresos recaudados en nombre de toda la comunidad y lo deposita en la ‘Comunidad Cache’ que paga por descuentos de los usuarios cada mes. Cualquier consejo que recibe un ‘Gracias!’ consigue un pequeño descuento comercial, totalmente gratis, por lo que vale la pena dar buenos consejos. Funciona con cualquier plataforma social.

Pubble
Esta startup es el prototipo de proyecto que se instala en Irlanda y tiene todas las de la ley para dar el salto sin moverse de aquí. Un servicio web que añade una capa social a cualquier web de empresa y las ayuda a desarrollar una fuerte participación de la comunidad de la compañía. Pubble ocupó los titulares cuando se convirtió en la única compañía de la isla incluida entre las 11 que de 1500 que se presentaron lograron presentar su proyecto en el London TechStars 2014.

DisplayNote
Esta empresa de tecnología la conocimos en Belfast y está planeando irrumpir en el mundo de la productividad y la colaboración con su nueva aplicación llamada Swoodle. DisplayNote desarrolla tecnología que está diseñada para hacer más fácil a las personas presentar, compartir, conectar y colaborar en tiempo real a través de pantallas de gran formato, de escritorio y dispositivos móviles. El pasado octubre recaudó 1,25 millones de euros Bank of Ireland Kernel Capital Venture Fund, uno de los más activos en rondas A. El cliente potencial son presentadores, profesores, fabricantes que precisen visualizar de manera interactiva. La compañía se ha asociado con algunos de los mayores fabricantes del mundo de la tecnología de visualización, incluyendo NEC, BenQ y el Sáhara. Los productos de DisplayNote ahora están disponibles en 22 idiomas, distribuidos a nivel mundial.

Sediccii
La compañía ubicada en el campus Waterford Institute of Technology ha desarrollado una tecnología que autentifica a los usuarios sin la necesidad de transmitir información privada a través de Internet o que tenga que almacenar esa información sensible en los servidores. Sedicci utiliza un protocolo llamado ‘zero knowledge proof‘. Al eliminar la necesidad de transmitir y almacenar información privada, Sedici aumenta la seguridad en la identidad y reduce el riesgo derivado. Están trabajando actualmente con las organizaciones que requieren solo la autenticación de inicio de sesión para múltiples aplicaciones internas o que almacenan actualmente grandes volúmenes de datos de usuario personales sensibles. Conozco como funciona este tipo de gestores de identificación en temas aeronáuticos y por eso me interesa mucho como podrían aplicarlo a esos mercados verticales como líneas aéreas, banda ancha de telecomunicaciones, servicios públicos, agencias de gobierno y banca minorista. De las más interesantes.

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Cuando los robots nos pidan ayuda

Ayer estuve en un laboratorio de robots. Me costó dormir. Se acerca algo nuevo. Le llaman la nube robótica. La verdad es que es una suerte poder ver estas cosas de primera mano. En el conocido Sillicon Dock de Dublin hay varias empresas que tratan estos temas conectadas directamente con laboratorios científicos y empresariales de otros lugares como el MIT de Boston. El tema que les ocupa ahora mismo va más allá de la Internet de las Cosas, el Big data, el periodismo robótico o los coches sin conductor. Esto va de todo ello y mezclado. Sin anestesia. Hablan de memoria sin límites, de una nube robótica que lo enlazará todo, pero también de cómo nos relacionaremos los humanos y los robots, y como los robots se relacionarán con sus ‘semejantes’.
Digamos que en tiempos donde la memoria empieza a ser algo menos fácil de definir pues, independientemente de nuestras capacidades biológicas y de los límites que podamos tener como humanos, la memoria añadida y la gestión de la misma ya no está en nuestras manos, depende en gran medida de nuestras habilidades digitales. Pero ahora imaginemos que nuestra memoria se enlazara a la inteligencia artificial y a los objetos conectados. Imaginemos un mundo en el que, cuando perdemos la memoria, un robot, un software o el conjunto de objetos conectados en nuestra vida inminente nos proporcionaran todo cuanto es preciso para normalizar una vida sin recuerdos.

Muchos dicen que esto es ciencia ficción y que los robots nunca podrán descartar o reconocer cosas que ni tan siquiera han visto antes, aportar valor con datos que le son inéditos o tomar decisiones cuando se enfrenten a imprevistos. Los robots de tipo doméstico con los que ya se está experimentando tienen una conexión wifi que les permite acceder a tiempo real a cada vez más información y así proporcionar respuestas y soluciones a problemas que vayan surgiendo en el inmenso universo de lo imprevisto. El big-data tiene la respuesta y la gestión de todo ello desde la nube es el camino para que, lo que no sea posible almacenar, sea accesible a tiempo real.

Ayer y hoy he estado con unos jóvenes que están desarrollando un proyecto sobre la Internet de las Cosas y su vinculación con la nube. Me ofrecieron ser mentor durante esta fase inicial de definición del proyecto y, a pesar de que me siento como un niño y a años luz de lo que estos tipos saben hacer, he aceptado pero para aprender yo más de lo que pueda enseñarles yo mismo. Es una startup irlandesa muy interesante que ha logrado un fondo enorme para trabajar tranquilamente en este proyecto y darle viabilidad a través de un modelo de gestión robótico.

Resulta, y esto me lo han contado ellos, los robots están empezando a utilizar un enfoque estadístico conocido como ‘el espacio de creencias’. Hay películas que hablan de ello y que, guardando sus distancias podemos tomarlas como inspiración. Recuerdo las repercusiones de la película Her por aportar ese género de un mundo donde un sistema operativo casi humano te aportaba elementos gracias a la conexión constante a la nube.

Estamos, como he dicho antes, en la antesala, en pañales de todo cuanto va a pasar en apenas diez años. Ahora mismo sabemos que la búsqueda de soluciones por parte de una máquina requiere una enorme cantidad de potencia de cálculo. Algo que ya sabemos que no es un problema. Capacidad y velocidad quedan superados por la tecnología existente. Además, los humanos estamos cada vez más conectados y el intercambio de información no hace más que crecer de manera exponencial. Pero lo tremendamente disruptivo de verdad será cuando los robots se relacionen entre si.

Considera la posibilidad de que un market place como Amazon, que tiene que llenar rápidamente miles de pedidos y cajas de embalaje disponga de decenas de robots interactuando entre ellos. De hecho eso ya pasa. Una compañía llamada Kiva vende unos robots que hablan entre sí y se organizan de manera inteligente. Trabajan en equipo y se estructuran automáticamente. El hombre, el técnico que los dirige, sólo incorpora factores que modifican algún aspecto. Lo impresionante del tema es que los ‘equipos’ de robots llegan a aprender como un solo individuo y cuestionan algunas de las decisiones ‘directivas’ del humano en cuestión.

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Me contaban estos desarrolladores que cuando un robot encuentra un inconveniente alerta inmediatamente a los otros para evitarlo. Digamos que el aprendizaje del software y los robots es la escala inminente. Diseñar y proponer aplicaciones para este tipo de proyectos es una apuesta segura aunque difícil. Imagino un programa a incluir en estos robots que permita que compartan datos de un modo sustancial y que permita que en la entrega de códigos entre ellos mejoren su rendimiento colectivo y a su vez el de cada artilugio en particular.

Es algo así a como será el mundo de los coches autopilotados. Cuando los robots determinen cómo y por donde se debe ir a un destino con nuestro automóvil y nosotros solo podamos observar y asumir que vamos por el mejor lugar posible, entonces, estaremos ingresando en la conducción socializada y compartida. Digamos que estaría bien diseñar un software capaz de comunicarse con todos los vehículos autopilotados en marcha o pendientes de salir. Una vez detectado la ruta y el tiempo el software (como un gran hermano universal) decidirá la ruta definitiva, incorporando variantes en base a factores como el tráfico, las obras, etc. Suena raro, puede que de respeto o moleste, pero es lo que viene. Mejor pensar que podemos hacer para mejorarlo, trabajar en ello o lo que sea, que mostrarse impasible y esperar que nos supere.

Finalmente podemos encontrarnos el modo error. El robot en modo ‘not found’. Estos de Kiva contaban que los robots a veces se ‘aturullan’, fallan, se quedan como en blanco. Buscan información y no la encuentran y deciden parar. Es una metáfora de la vida humana tremendamente simpática. Ahí, hay quien está trabajando en un modelo de respuesta, aplicaciones que permitan que ese robot acabe en brazos humanos. Si no encuentras la respuesta, si esta exige algo que los códigos y datos no te dan, tal vez, y digo solo talvez, debería hablar con un humano.

Aquí se están diseñando cosas como lo que podría ser el teléfono de la esperanza de los robots. Un software que incorpora la posibilidad de que un robot nos pregunte. Tremendo. Se abren mil dudas. El nivel de confianza del robot, el modelo de conversación, etc. De momento las pruebas se basan solamente en una conversación escrita y en lenguajes informáticos pero, como todo, la realidad futura está tras la puerta de entrada de lo que ya va llegando.

A estos chicos les pregunté ayer mismo como se combina esto con el comercio electrónico. Su respuesta la reservo para otro post, pero adelanto que es increible cuanto se está trabajando para que la compra ‘de la nevera’ no sea un hecho aislado y que el ‘personal shopper’ del futuro no es una ‘blogger de moda’ andando entre tiendas, sino más bien un artilugio conectado esperando un dron de un ecommerce cualquier, tal vez el tuyo.

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Marc Vidal Marc Vidal

¿Por qué crece Irlanda al 7,7% y lidera Europa?

El pasado viernes supimos que la economía de Irlanda ha experimentado un crecimiento del 7,7% en el último año. Un crecimiento estimulado por la inversión y por las exportaciones. Tened en cuenta que este país exporta 118.100.000.000 de dólares anuales con una población que no llega a los cinco millones. Por comparar, España exporta apenas tres veces más y posee una población diez veces superior.
Tengo claro que las cifras de crecimiento tan abultadas suelen ser habituales después de una recesión. Es pura comparación con periodos inmediatamente anteriores, pero es destacable no obstante, que estén en eso que llaman ‘la salida de la crisis’. Importante sería atender si esto es ‘la salida’ de algo o sencillamente el asentamiento de un modelo económico, una apuesta tributaria y una gestión adecuada de la tecnología.

Este punto, el de los impuestos, que suele ser motivo de críticas muchas veces sin gran conocimiento del hecho concreto, debe también analizarse dentro del concepto de la Nueva Economía. Se quiere prohibir la práctica de las empresas digitales que minimizan sus facturas en países donde la tributación es alta y la amplian donde eso no es así como el caso de Irlanda. La verdad es que la naturaleza del producto que venden estas empresas no deja de ser la materia prima de nuestro tiempo, datos, bits y activos digitales. Algo que se puede ‘producir’ en cualquier lugar y venderlo por el mundo. La decisión de vender algo ‘no físico’ desde Irlanda, con miles de trabajadores en tus oficinas, y tributarlo ahí parece hasta lógico. En lugar de pelear contra lo irremediable, como pasa con otros asuntos que caracterizan nuestro tiempo, tal vez tocaría adecuar las ancianas leyes fiscales que rigen el mundo como si fuera todavía el de la Revolución Industrial. Como todo en esta vida, la adaptación a los tiempos de algunos les proporciona ventajas.

Guste más o menos esto permite que se respire otro oxígeno. Mientras los países que hablan de recuperación, como España, lo suelen hacer amparándose en los modelos de siempre, aquí las noticias son que ‘Airbnb ofrece 500 puestos de trabajo que piensa ubicar en las antiguas oficinas de Facebook, la cual se ha ido al lado de Google para poder albergar a nuevos cientos de nuevos empleados. La diferencia es notable.

Volviendo al crecimiento. Mi impresión es que el ‘tigre celta’ se acomodará en un crecimiento medianamente largo de un 3%, o un poquito más, durante la próxima década. La garantía de que el gobierno de Dublín no piensa interferir en esta súbita ‘recuperación’ estaría detrás de la fiabilidad del momento. Veremos. Los que vivimos y trabajamos aquí sabemos que un impuesto de sociedades más bajo estimula la inversión, favorece que exportes más y te permite contratar más gente. No tocarlo sería la idea. De hecho siguen con su planteamiento de, cuanto menos impuestos, mayor beneficio. Lo hicieron con el turismo hace un año, donde la reducción de tasas que gravan las diferentes actividades del sector como aeropuertos, hoteles, restaurantes, dispararon su crecimiento.

La recaudación fiscal sigue aumentando a pesar de ese bloqueo fiscal. Esa es la clave. La guerra por mantener una presión fiscal baja a las empresas está proporcionando una capacidad de crecimiento a las mismas muy importante. Sin embargo que nadie se lleve a engaño. Si quieres tributar desde aquí, deberás estar aquí. El resto de opciones no son compatibles con la legalidad o por lo menos con la legalidad inminente. Google, Apple, Ebay, Amazon y decenas de grandes compañías tecnológicas no tienen aquí un P.O.Box como parecería según lo que se lee por ahí. Aquí decenas de miles de trabajadores de esas empresas currando, gastando y viviendo. Cuando fabricas algo desde algún lugar determinado es normal que lo cobres y lo tributes allí.

Cuando el gobierno irlandés hizo una apuesta por la reducción del impuesto que consideraron más tóxico para el crecimiento nadie les dijo nada. A sabiendas que sería muy duro, de golpe, reducir los ingresos y que eso generaría una situación muy difícil para la economía del estado. Fueron años duros, tardaron mucho en llegar a una especie de ‘break even’ que les proporcionara tranquilidad. Pero pasó. Años después, con esa reducción de la tributación corporativa muchas empresas decidieron instalarse aquí. Primero, y hay que aceptarlo, fue por lo atractivo de pagar menos. Segundo, y esa es la razón por la cual vienen ahora más que antes, por el ecosistema tecnológico, las oportunidades ofrecidas y la cercanía logística y efectiva con los Estados Unidos y con el Reino Unido.

Sin embargo las cosas no son tan fáciles como parecen o tan bonitas como las pintan. Los impuestos que afectan a las familias son altos. No por el IRPF de aquí, sino por el conjunto de tasas y pagos secundarios que afectan a todos los aspectos del día a día. Son infinitos. El coste de la vida en Irlanda es mucho más alto de lo que a priori podría parecer y lo evidencia un salario mínimo que supera los 1.600 Euros al mes. La obligación de contratar irlandeses en tu empresa y de pagarles ese mínimo cierra el círculo de un momento económico en esta isla que no se puede mirar desde el puro titular sobre un hipotético crecimiento generalizado. No todo va tan bien como indica el titular, pero está claro que han empezado antes que otros a enfocar el futuro.

Pero hay dos irlandas. La tecnológica e industrial y la rural que a veces se mezcla con la turística. Están tremendamente diferenciadas. Las dos son atractivas y las dos saben como sacar partido a todo. La primera es evidente que afecta a un modelo económico nuevo que va llegando y el segundo se adapta. El crecimiento de este país no se entendería sin la potencia de su turismo tampoco. La verdad es que vale la pena perderse por aquí.

La semana pasada estuve en una reunión en la sede del Ministerio de Finanzas, varios emprendedores locales y extranjeros, inversores o gestores de fondos, fuimos invitados por mediación del Ulster Bank para explicarnos que la Administración estudia ahora en qué invertir una recaudación fiscal más elevada de la prevista. Las diferencias de método y de planteamientos son interesantes cuando comparas con lo conocido.

Nos dijeron que un año después de haber terminado los tres de supervisión del programa de ajuste de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional podían empezar a gastar en lo que consideraran oportuno y que a todas luces sería en más empresa, más tecnología y más turismo.

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Pero hay siempre un ‘pero’. Irlanda todavía tiene enormes deudas tras el rescate de su sector bancario, y miles de familias permanecen con el patrimonio neto negativo a pesar de un resurgimiento en los precios de las casas. Es peligroso ver como el precio en Dublín ya ha aumentado un 23% en el último año.

Si buscas piso por aquí lo tienes crudo. Hay poco disponible y lo que hay está alejado de todo o es tremendamente caro. Vivir en mini apartamentos de 18 m2 por 1200 euros al mes empieza a ser normal. A eso súmale un coste elevado de una imprescindible calefacción durante nueve meses al año, una electricidad carísima o el agua gravada por mil factores. Aquí el riesgo es ese. El boom inmobiliario y todos sus derivados. Si no planifican adecuadamente se reproducirá. El ‘corporate tax’ será bajo, pero el resto de tasas, recargos, reducción de servicios e impuestos casi lo equilibra.

Es más, el ministro Noonan ha asegurado que todavía planea imponer más medidas de austeridad para no disparar los precios. Amenaza con un nuevo impuesto al agua que se implementará en el país este mes y así reducir el déficit de 2015 por debajo del límite de 3% del PIB.

¿Que pueden aprender otros países que todavía están pendientes de ‘salir’ de la crisis? A desarrollar una política impositiva que sea capaz de impulsar al motor de la economía, la empresa privada, a invertir más y a crear más puestos de trabajo. A impulsar una reducción de esas cargas fiscales que ahogan a tantos emprendedores y que no llevan a más que al circuito cerrado de la imposibilidad de generar riqueza. A generar una política de eliminación de trámites, requisitos y trampas a quienes si quieren montar su empresa.

En Irlanda tardas minutos en tener lista tu compañía. Durante la primera etapa desde la fundación se te exoneran un buen número de tributos para que puedas dedicarte a hacerla crecer. Nadie te pide nada al empezar, solo que trabajes. En España, por ejemplo, con varios millones de parados siguen exigiendo pagos imposibles al que empieza, esperas tóxicas para poder ejecutar tu proyecto e impuestos adelantados cuando apenas has cobrado tu primera factura. No es que aquí sean mejores, pero cuidan, con cuidado, el motor de unas sociedad desde el punto de vista económico. Tal vez por eso cada vez que el mundo entra en recesión, ellos salen los primeros.

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