Europa cada vez más lejos de liderar económicamente el mundo

Aun recuerdo estas propuestas que desde el mundo emprendedor se lanzaron al gobierno español y que bien podían derivarse al resto de Europa. Eran medidas que buscaban ayudar a crear un clima económico para las empresas a fin de estimular la hipotética recuperación que se comentaba por entonces. Se presentaban como punto de vista al valor añadido, al proceso tecnológico y al estímulo emprendedor y que, sobretodo, pusiera las bases para que grandes compañías locales lograran ser algún día miembros de una lista en la que no hay manera de aparecer.
Una lista que se conforma de las firmas cotizadas más valiosas del mundo. Algo así como un big picture del poder empresarial global. Un listado que demuestra que, si bien la tecnología es omnipresente, lo que es abrumador es que la mayoría son empresas norteamericanas. De las 50 empresas del mundo con mayor valor en Bolsa, 33 son yankees. Cinco más que doce meses antes. No es casual, de hecho el empuje del modelo económico basado en el conocimiento y la tecnología aplicada es brutal y se deriva de mucho tiempo trabajando en esa dirección. Políticas activas, capital riesgo, formación, ecosistema emprendedor, todo, ahora se consuma en un espacio en el que las cinco primeras empresas de mayor valoración bursátil en el mundo son de allí. Del top10, ocho.

A los americanos les sigue China con casi una decena de grandes compañías entre ese medio centenar. Destaca la entrada de Alibaba que definirá con toda seguridad el inicio de un tipo de empresa tecnológica de ese país al que nos iremos acostumbrando a ir recibiendo. Otros, como Rusia, ya ni aparecen cuando apenas hace un año tenían tres macrocompañías entre las más valoradas del planeta. Esto va rápido.

Hay detalles curiosos. Japón y Corea del Sur solo tienen a Toyota y Samsung, respectivamente. Ninguno de los gigantes está en Latinoamérica. La primera mexicana de la lista es la firma de Carlos Slim y no aparece hasta el 116.

Las empresas son reflejo directo del estado en valor de una economía y de su criterio de crecimiento. Es verdad que hay muchos más valores pero son muchas veces, éstas, las que generan flujos económicos alrededor de sus intereses, los cuales, de rebote tocan a miles de empresas y circuitos complementarios que enriquecen una sociedad y la hacen similar a los valores que expresan. Empresa tecnológica trae sociedades tecnológicas, más tarde o más temprano.

Y en esto que Europa se apaga. Poco o nada que ver en esa lista. Por no haber no hay ni alemanes. A parte de farmacéuticas y algún banco, salvo suizos, belgas y británicos la cosa no está como para tirar cohetes. El valor que se le puede dar a todo esto es significativo.

¿Y las empresas españolas? España sigue sin aparecer entre las 50 principales del mundo por valor en Bolsa. Telefónica llegó a estar en 2008, en seis años ha perdido 100 puestos. Ni Banco Santander, Inditex, BBVA, Iberdrola, CaixaBank, Repsol o Gas Natural aparecen. No valen lo suficiente como para estar entre los 50 primeros.

Pero tranquilos, pan para todos, consuelo de tontos. Ninguna de las cuatro grandes potencias de la zona euro compuesta por Alemania, Francia, Italia o España, tienen a una sola empresa entre las listadas como las cincuenta de mayor valor del mundo. Y es que la distancia entre el poder empresarial de Estados Unidos y China frente al de la zona euro es de aurora boreal. Algo que, visto lo visto y viendo lo que vamos viendo, no va a cambiar e, incluso, empeore.

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