Innovación y crisis

Ayer estuve en SIMO Network. Enrique Dans me propuso como moderador de una de las mesas. Concretamente la que se tituló “IT, Innovación y Crisis”. Os aseguro que intenté por todos los medios apartarme por un momento del análisis de una coyuntura siniestra, repleta de engaños y compuesta por múltiples errores políticos, financieros y sociales que nos conducen a un escenario muy duro.

Sin embargo eso no fue posible y confronté el modelo de crisis actual con el concepto de transición que creo estamos viviendo. Como mi papel era más de tertuliano que de moderador pude participar en todo momento como uno más. Tuve a mi lado a gente muy interesante. Marc Alba de Everis, Antonio Oriol de Telefónica y Emilio Garcia de Sage aceptaron el reto de entrar en conversación desde el principio sin presentaciones visuales ni parafernalias digitales. Fue divertido y muy interesante.

Tratamos la innovación como un elemento de cambio constante. Pregunté sobre si un emprendedor puede innovar sin tener un duro o si, por ejemplo, hay modelos de innovación que sólo buscan reducir costes y por defecto calidad. Detrás del manido discurso de que la “crisis es una buena excusa para innovar” expuse otro que me parece más interesante: “¿es esta crisis una transición?”, y si así es, “¿podemos aprovechar los canales de innovación tradicional para afrontar ese cambio? A mi modo de ver no, puesto que es el modelo de empresa futuro algo mucho más complejo e inestable, compuesto por factores que ahora ni imaginamos. La capacidad de conectar valor y conocimiento establecerá relaciones entre empresas que ahora parecen inasumibles. Detrás de esas nuevas relaciones se esconde la nueva versión de la innovación futura. Esa innovación mucho más social aportará las bases de un nuevo sistema económico seguramente mejor que el actual.

La insistencia en mi propio twitter me llevó a comentar algo de la situación económica. Ante caras de estupefacción e incredulidad que ya me suenan, comuniqué al auditorio que lo peor no ha pasado, que esta crisis tiene una pinta de raíz cuadrada que tira para atrás. Las buenas noticias han adormecido al personal y una incipiente sensación de que estamos saliendo de la crisis se ha instalado. Nos va a reventar en la cara todo este asunto y va a pillar a contrapié a algunos que habían empezado a prepararse adecuadamente. Al abandonar sus sistemas de protección y previsión ante una crisis determinante como esta, se pueden estar exponiendo a la quiebra a medio plazo. De esa manipulación intencionada hay un responsable, quien manda, de no descifrar el engaño otros, quienes deberían contarlo.

En todo caso, el tema era el que era y en eso nos centramos. Hablamos de que para innovar es preciso querer hacerlo y para emprender en ese entorno hay que esperar poco de la administración. No hay subvenciones ni caballos verdes. Aquí el que quiera tirar en momentos de crisis, lo debe hacer en tiempos de redes. El como podemos innovar en tiempos de crisis se pueden englobar en los siguientes puntos que ya mencioné en su dia en este blog y que "alguien" ha recopiado en su blog sin citarme como autor:

  1. Vigilando el modelo de negocio que se debe adaptar al momento continuamente, algo que en enero era muy interesante, en junio puede tener puntos flacos que nos pueden hundir.
  2. Detectando la nueva forma de pensar del cliente a medida que éste se vea cada vez más ahogado económicamente. Deberemos incentivar el proceso de compra a partir de las alianzas con otras empresas. Es el momento de las comunidades empresariales con intereses creados.
  3. Dejando de pensar que innovar es algo que se basa en mejorar el producto y en hacerlo más barato, eso ya no se puede hacer, siempre hay alguien que lo hace más rápido, más barato y más bonito. Es momento de innovar pero yendo mucho más allá, mirando quien compra y porque lo compra, así podremos mejorar ese flujo atendiendo al cliente-usuario-asesor.
  4. Innovando en imagen, y no hablo del manido branding o el diseño de logotipos. Una pyme no puede generar estados de marca como otras grandes compañías, por eso digo que se debe invertir en ofrecer lo que el cliente quiere. Las pymes en concreto son las más expuestas a la tormenta eléctrica que vivimos. Ellas son las principales damnificadas empresarialmente hablando y son ellas las que deben modificar lo antes posible sus estereotipos comerciales y de uso.
  5. Ahora toca escuchar. Las pymes deben aprender a escuchar al consumidor para adaptarse a sus necesidades, atenderlo en todos los sentidos, ofreciendo lo que piden y, fundamentalmente, interpretando lo que querrán. Hay que saber porque perdimos en su día algunos clientes, es la mejor receta para no perderlos en crisis

En definitiva, una buena charla, muchos amigos/lectores al finalizar con los que pudimos hablar de lo bueno y lo malo, algún cliente y sobretodo mucha esperanza en que esto no sea en balde, que esta crisis sea un tránsito hacia algo mejor.

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