El Mobile World Congress: entre la oportunidad 5G y el riesgo de la inmovilidad.

Una edición más. Una más en la que, de una manera u otra, tengo una estrecha relación con el Mobile World Congress. Otra vez con huelgas, dudas sobre el futuro y la protesta institucional de turno. Este año se suma la inexistencia del servicio de Uber o Cabify. La verdad es que cuesta mantener el título de ‘capital de la movilidad’ o de ‘smart city’ a una Barcelona incapaz de gestionar el conflicto y convertirlo en avance en lugar de retroceso. No se puede ser la capitalizad de la movilidad si cuesta moverse, ni denominarse ciudad inteligente cuando los datos no se convierten en información. 

Otro de los datos que se suele explicar con la boca pequeña es que esto del Mobile en Barcelona no es tan único en el mundo. De hecho, el propio MWC se organiza en Shangai y en Los Angeles cada año. Ojo con eso. No somos la única sede mundial. Hablamos realmente de una competencia de tipo europea. Ciudades como Berlín, Amsterdam, París y muy especialmente Lisboa optan cada año a ser la ‘sede europea’ del asunto. Seguir hablando de la inviolabilidad del tema es engañarse a uno mismo. He oído tonterías como que con un clima como el de Barcelona no hay competencia. En fin. 

Ahora bien, es evidente que nuestro mobile es la mayor oportunidad que tiene Barcelona, Cataluña y España para liderar el modelo de la tecnología asociada a la movilidad en el mundo. Es evidente que la oportunidad y escaparate que ofrece es brutal. Si deshacemos los inconvenientes descritos y las amenazas previstas, estamos ante un espacio en el que se representa el futuro de un modo espectacular. Comercial sí, pero muy real. Dejando de lado lo de los teléfonos plegables, que tiene pinta de que acabarán en la misma caja donde guardamos las Google Glass, este MWC2019 será el de la movilidad autónoma y conectada y de la tecnología 5G.

En esta edición espacios como el Mobility Lab ubicado en el circuito Parcmotor, será un banco de pruebas para el desarrollo del vehículo conectado y autónomo. Desde ahí se van a presentar soluciones de conectividad en el entorno urbano,  para que entre vehículos y mobiliario urbano existan modelos de comunicación efectiva. Las propias Seat y Telefónica van a presentar estos dias sus vehículos eléctricos urbanos y conectados. 

Y también vamos a ver por fin el valor de la iniciativa 5G Barcelona. Frente a las redes actuales 4G y LTE, las 5G supondrán un incremento de las velocidades de descarga de hasta el 500%, un ancho de banda que permitirá consumir contenido sin demoras y sin problemas de saturación. La previsión es que estas nuevas redes aporten la capacidad necesaria para que los asistentes virtuales sean accesibles de un modo muy distinto y que en todo momento y lugar podamos disfrutar de videos de ultra alta definición, realidad aumentada y realidad virtual para juegos y TV inmersiva.

Sin duda, lo más interesante de una tecnología sin ‘delay’ es el que tiene que ver con la salud. El Hospital Clínic de Barcelona ha inaugurado el primer quirófano equipado con conectividad 5G, que permite a un cirujano especialista guiar a tiempo real y sin estar físicamente presente, a otro cirujano que esté operando en cualquier lugar del mundo. El nulo retraso de las comunicaciones con 5G hacen posible que las imágenes de la intervención se transmitan sin retrasos ni interrupciones, algo que no logra la actual telemedicina.

Puede ser que estemos ante el capítulo final de una revolución tecnológica digital. Puede que esta sea la definitiva carga tecnológica que al Cuarta Revolución Industrial viene a aportar. Tal vez esta revolución no tenga que esperar a los desarrollos de ciencia ficción de la inteligencia artificial por ejemplo, sino simplemente generalizar la tecnología 5G. Una capacidad de conexión que permite ver ejemplos de sistemas de tráfico inteligente que indica a vehículos autónomos (o no) disminuir obligatoriamente la velocidad o cuándo acelerar, eliminando la necesidad de semáforos en el futuro. Eso es mucho más factible que un robot conversando contigo sobre tu estado de ánimo. Seamos realistas. 

Sin embargo dos cosas finales. Por un lado es imprescindible tener claro que el despliegue de la tecnología 5G es algo que no va a suceder rápidamente. Las operadoras tienen que modificar su red y ver como la hacen rentable con los dispositivos existentes. Esa guerra va a costar un dineral y vamos a ver como lo afrontan. Nos va a recordar pero multiplicado por un millón, lo que pasó con la transición del 3G al 4G. Curiosamente, algo que aún no ha terminado de producirse. Tengamos paciencia.

Y en segundo lugar. Dejemos de jugar con el Mobile. Ni es algo seguro ni intocable. Que alguien diga que ‘no piensa moverse de Barcelona’ no tiene garantizado para nada que eso vaya a ser así. ¿Te presentarías en la inauguración de un evento anual diciendo esta es la última vez que vengo? Nadie tiene paciencia infinita ni la historia nos ofrece oportunidades como esta constantemente. No es sólo cuestión de los 500 millones que aporta a la ciudad de Barcelona. Es el valor asociado a un futuro tecnológico que aporta a todo el país. Dejemos de marear a la gallina o va a dejar de poner huevos de oro. 

Pic: Mogyorósy

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