¿Por qué 2023 es tan importante? En ruta hacia 2024.

En Bucarest, durante la Rumanía de 1984 los cigarrillos Kent se usaban como moneda de cambio. Un paquete completo obtuvo acceso inmediato a una amplia variedad de servicios a una tasa bancaria de un dólar equivalía a 11 Leis, pero en el mercado negro un dólar llegaba a los 130 Leis. 

Esto se daba en parte debido al control de precios por parte del gobierno y a la falta de confianza en la moneda oficial debido a la inflación. En situaciones de inflación extrema, puede pasar que la gente utilice bienes tangibles y de valor percibido alto como medio de pago en lugar de la moneda oficial, ya que estos tienen un valor más estable y pueden ser más fáciles de cambiar por otros bienes y servicios. 

Los cigarrillos Kent se convirtieron en una moneda alternativa debido a un alto valor percibido, que nos puede parecer absurdo ahora, pero que era de muy alta disponibilidad en el mercado.

Cuando la inflación no se controla y, a cambio, se dificulta su entendimiento social, se produce una distorsión entre lo que en realidad sucede y lo que la gente percibe. 

Según un informe de CaixaBank Research, que muestra la evolución de los recibos de la luz de los hogares españoles y la factura energética en los hogares europeos, se descubre un hecho interesante. 

La factura de la luz sube mientras el INE dice que no, que «la moderación del IPC interanual ha llegado al 6,8% en noviembre gracias a la bajada de los precios de la electricidad y algunas cosas más.

El INE asegura que la electricidad ha bajado un 14,6 % en tasa mensual y sitúa esta cifra como el mayor factor de la bajada del IPC mensual. Pero es todo muy extraño porque, si volvemos al informe de CaixaBank, veremos que los 19 millones de hogares con contratos a precio fijo,  es decir, el 65 %, tienen en realidad un alza del 21 %. Por lo tanto estos datos no se reflejan en los datos que publica el INE.

Al parecer, el Gobierno solo cuenta los contratos regulados que son realmente bajistas y no incluyen los del mercado libre que han seguido subiendo. Lo interesante es que una vez segmentan la definición del IPC a su gusto se lo pasan a Europa para que los compare con el resto de países y los publique en su informe de Eurostat. Y así, sólo con la elección de una parte de la factura electrica y no otra, se logra encabezar la lista de países que logran abaratar la energía. Si a esto le sumas los topes que se pagan en diferido y que no se incorporan en el IPC general, tienes una inflación que baja 4 puntos en nada… 

Pero esto no termina aquí. Un ciudadano español que mira su cuenta bancaria hoy no logra comprender como es que si la inflación solo sube un 6%, su poder adquisitivo en realidad se ha reducido casi un 20%. 

Los que editan esos datos se aprovechan de la dificultad para interpretar la inflación y que los medios suelen publicar la nota que les llega y hay poco análisis detrás. Por no decir que quienes deben debatirlo en las tertulias no tienen la más remota idea de que significa que un descenso interanual se debe al efecto estadístico que se produce al comparar los datos del IPC del momento, con los meses del año anterior donde ya había una intensa subida de precios.

El vacío en la educación financiera influye en la apariencia social de una economía que lidera Europa. Y es que se escuchan cosas como que la los precios se moderan, o peor, que los precios bajan. No, la inflación no cede en realidad, se modera el crecimiento de precios, pero siguen subiendo. Y mucho más de lo que dicen las cifras. 

Si vamos a los datos europeos que sí toman referencias completas, vemos que el dato del IPC del conjunto de la eurozona en noviembre crece un 10,1 % interanual. En Alemania está la cosa a niveles de hace setenta años. 

El tiempo necesario para que todo esto se galvanice en todas partes, incluida España, es bastante. Nada pasa de repente. Iremos tratando el tema en 2023. No es ser catastrofista, esto es tomar los datos correctos para tomar decisiones. Nada más. 

Los precios están subiendo en todos los países. Ahora bien, debemos diferenciar entre los que tuvimos más de un trimestre creciendo a doble dígito, como pasó en España antes de modificar el modo de medición, y los que por aquel entonces apenas tenían la mitad de inflación. 

Fuimos por delante. No podemos tener doble dígito más de un trimestre o dos. Seríamos Zimbabwe. Lo que pasa es que con el nivel de precios alto cuesta más incrementar a un porcentaje de doble dígito. Los que vienen de más abajo les resulta mucho más fácil. Pero en realidad, si nos comparamos con Alemania o Francia, nuestros precios, todavía, están más arriba que los suyos a pesar de que nuestro IPC está en el 6 y el suyo en el 10. 

Y lo peor es que mientras se disfracen los datos reales, y por eso digo que no se puede ser optimista sin más, que se debe ser con información, el problema sólo hará que crecer. 

Cuanto más tiempo se incremente el gasto público más dificultará en nuestro país la política monetaria del BCE. Lo único que estamos provocando con esos mensajes de somos los mejores y esa crecida de dinero público, es que las medidas de Lagarde sean mas duras y durante mas tiempo. Eso, por cierto, no es mas que retirar dinero del sistema, encarecer el crédito y empobrecer a empresas y familias. 

Muchos dicen que no habrá recesión. Pues lo que te acabo de contar la garantiza. Lo tremendo es que no hay nadie en frente del gobierno que sepa descifrar este rompecabezas numérico. Recordad esto, ni el PP, ni Vox, ni nadie bajará los impuestos. No lo harán. Una vez ahí, cuesta mucho recortar ingresos. Se diferencian en el modo de decir las cosas no en lo que supone el estado para todos ellos. 

El riesgo es global y eso no parece que lo entiendan. Los costos más altos de la deuda, irá secando el sistema. Poco a poco. Aunque moderen la subida de tipos, lo secarán. Y no podrán detener la subida porque la inflación no se va a moderar realmente. Con los déficits presupuestarios de la mayoría de países, el colapso de los precios de los activos podría producir una crisis financiera tremenda. Si eso pasa, al FED, el BCE y luego el resto, empezarán a imprimir de nuevo dinero y inundar el mundo de billetes con cada vez menos valor. El dólar se hundirá y el valor de las monedas FIAT también con respecto a lo que se pueda comprar con ellas. La inflación regresará tras este intento de bloquearla. Todavía falta. Tenemos tiempo. 

Recuerda que algunos países ya están en estanflación. El Reino Unido lo acaba de certificar. El resto de países irán entrando en recesión en fila a la vez que sus precios no se moderarán a menos que intervengan precios como hemos hecho aquí. Poco a poco ese control se deberá de terminar y sin topes, ya veremos que pasa. 

Y todavía no se evidencia porque en el análisis que hacen todos no incluyen los agregados monetarios, como M2 y M3, que son importantes para analizar la inflación ya que proporcionan información sobre el suministro de dinero en una economía. 

M2 es una medida del suministro de dinero que incluye efectivo, depósitos a la vista y cuentas corrientes, así como otras inversiones de corto plazo como depósitos a plazo fijo y cuentas de ahorro. 

M3 es una medida aún más amplia que incluye todo lo incluido en M2, así como otras inversiones de largo plazo como bonos del gobierno y otros valores. 

El suministro de dinero en una economía puede tener un impacto en los precios de los bienes y servicios y, por lo tanto, en el nivel de inflación. Si el suministro de dinero aumenta más rápido que la producción de bienes y servicios, puede haber un aumento en la inflación, ya que habrá más dinero disponible para comprar los mismos bienes y servicios. Por otro lado, si el suministro de dinero crece más lentamente que la producción, puede haber una disminución en la inflación.

Incluir en el análisis de la inflación estos agregados monetarios ayudan mucho. Si los sumamos al nivel de demanda en la economía, el nivel de producción, los costos de producción, la política monetaria y las fluctuaciones en los precios de los bienes y servicios en el mercado internacional, tendríamos un escenario muy complejo.

Y seguiran diciendo que lideramos el crecimiento europeo, que creamos mas empleo que nadie o que nuestra inflación es la más baja del mundo mundial. Se agarran al segmento estadístico que más interesa a cambio de que el resultado te salga adecuadamente. 

Se nos anima al ‘no pienses en la crisis, que ahora no toca’. Que somos los que más crecemos cuando en realidad seguimos por debajo de 2019 y eso no va a cambiar hasta finales de 2024. Cinco años perdidos. 

Saldrán diciendo que creceremos más de lo previsto inicialmente por el gobierno. Que será por encima del 5% cuando dijeron un 4,4% y no recordarán que en abril hablaban de un 7%. Que mala memoria. La misma que pierden cuando, en lugar de felicitarse, por una gestión realmente pésima y que nos mantiene en la última posición de los países en recuperación, no se preocupan por los más de 4,8 millones de personas que viven en España en situación de pobreza severa. 

Este es un país que debería estar en el G8 si te crees lo que cuentan, es el mismo que ha desplazado a la pobreza severa, a vivir con menos de 6357 euros al año, al 10,2% de la población según un informe elaborado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social.  

Este es un país que en los presupuestos de 2023 se reserva más de 30.000 millones para pagar intereses de deuda. Sólo intereses. Una cantidad, por cierto, de la que el gobierno anterior del PP tiene la mitad de responsabilidad pues hizo crecer la deuda de manera también muy importante. Al César lo que es del César aunque sea deuda. 

Este es un país donde la renta disponible de los hogares españoles ha caído un tremendo 6,7% en 3 años, lo que supone la mayor pérdida de poder adquisitivo de los países desarrollados. Eso es la antesala de la pobreza.

Sólo me preocupa que la distorsión en como se está leyendo el momento lo empeoré todo durante 2023 y especialmente 2024. Dicen que mientras aguante el mercado laboral, vamos bien, pero ni eso es correcto. El mercado laboral sigue dopado semántica y técnicamente como te he explicado alguna vez. 

Ni los que mandan ni los que quieren mandar parecen entender la dimensión del desafío. Desafíos y retos que tienen que ver con un posible efecto contagio si hay una recesión en el resto del mundo, especialmente en Alemania. El FMI dice que incluso Italia entrará en recesión en 2023. Dificilmente podremos esquivar eso, si nuestros principales clientes, alemanes, franceses, britanicos e italianos entran en recesión. 

Otro riesgo es el de como superar la inflación subyacente que se está enganchando mucho más que la general por lo que te he contado al principio. El tercer desafío será enfrentarse al incremento de los tipos de interés y el cese de compra de deuda por parte del BCE. 

El cuarto asunto a resolver tiene que ver con lo financiero. Si finalmente se reproduce una crisis financiera global, cosa que no descartan muchos analistas como Roubini por ejemplo, se podrían empezar a rebentar algunas burbujas de deuda. La nuestra es enorme por cierto.

Ese es el quinto problemón. Nuestra deuda es un polvorín del que también te he hablado y de la que seguro volveremos a hablar. Seguir con lo de aumentar gasto público sin tener muy claro que los ingresos en 2023 se puedan repetir como en 2022, es una de las causas potenciales de explosión. Recordemos lo que sucedió en Reino Unido hace unos meses.

2023 no es el año. El gasto público, las elecciones, la distorsión en las métricas y la incapacidad de los alternativos para explicar claramente donde estamos y lo que pasa, nos dejarán un año medianamente plano. Sin embargo bien podría ser un tiempo precioso perdido para tomar medidas ante la que se nos viene. Medidas que tienen que dirigirse al tejido productivo, a la modernización real de la economía, a la simplificación de la contratación, al estímulo de la industria y la digitalización del turismo. Sin todo esto, que te he explicado en otros vídeos que volveré a preparar contenidos con ideas, propuestas y soluciones, este año será una transición perdida. 

Este país tiene gente increíble. Jóvenes con ideas y capacidad para afrontar los desafíos que vienen. Generaciones experimentadas que se les invita a abandonar. A pre-jubilarse. Este país debe ser más crítico, despertar y retorcer los titulares. 

Ahora sí, os deseo la mejor salida de año posible. La entrada la celebramos en breve con contenidos enfocados más en el conocimiento que en la crítica.

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