Marc Vidal Marc Vidal

¿Cómo entrar en el metaverso? ¿Cómo explicárselo a tus padres?

Igual tus padres o abuelos te han preguntado sobre el metaverso. Te han pedido que les expliques que es y te has quedado pensando como hacerlo. Tus amigos incluso pueden haberte dicho que si sabes como entrar en el metaverso. Hoy voy a ayudarte. A lo primero y a lo segundo.

Igual tus padres o abuelos te han preguntado sobre el metaverso. Te han pedido que les expliques que es y te has quedado pensando como hacerlo. Tus amigos incluso pueden haberte dicho que si sabes como entrar en el metaverso. Hoy voy a ayudarte. A lo primero y a lo segundo.

El término metaverso proviene de la novela de ciencia ficción Snow Crash de Neal Stephenson publicada en  1992 que describe un mundo virtual generado por ordenador que es posible gracias al software y una red mundial de fibra óptica. En ese libro, el mundo aparece revuelto, repleto de desigualdades sociales, sexismo, racismo, comunidades cerradas, vigilancia, hipercapitalismo, megacorporaciones febriles y policía corrupta. 

En las tres décadas que han pasado desde que se publicó Snow Crash, muchos de los pilares del mundo virtual de Stephenson, como las redes sociales y la inteligencia artificial, ya se han materializado. Y el metaverso ya aparece en el mainstream tecnológico e, incluso sociológico. Pero, si algo puede determinar el tiempo que falta para que las promesas sobre el metaverso se cumplan, es que la tecnología necesaria para alimentar el metaverso actualmente no existe. Y no existirá hasta, como mínimo, 2032.

Hay una desconexión absoluta entre la forma en que todo el mundo habla sobre el concepto metaverso y la potencia informática que será necesaria para que sea una realidad. Microsoft habla de su mayor operación corporativa al comprar Activision Blizzard. Facebook transformó toda su identidad corporativa para girar en torno al metaverso. Disney prometió construir su propia versión del metaverso para "permitir la narración sin límites”. Pero todos ellos dependerán de una capacidad computacional y unos equipos de red que de momento no tenemos. Nadie tiene ni idea de como hacerlo ahora mismo.

Ahora llamamos metaverso a cosas que no lo son tal y como establecen los teóricos del asunto. Teóricos que pertenecen a empresas, plataformas, universidades y gobiernos por cierto. Son los que dicen que Roblox o Fortnite son sólo simuladores. No son ‘el metaverso’. En todo caso, son ensayos separados y diferenciados, de lo que será. Ni tan siquiera Microsoft Flight Simulator que ha creado una réplica virtual del mundo de 2,5 petabytes que se actualiza en tiempo real con datos de vuelos y clima, lo es. Ni lo será.

Todo el mundo asegura que el metaverso es lo siguiente, pero nadie puede describir actualmente los requisitos del sistema que lo albergará. Básicamente porque la tecnología necesaria no existe y no se sabe como vamos a llegar a esa potencia computacional y energía estimulante que se calcula necesaria. Raja Koduri de Intel, que de esto de potencia computacional debe saber un rato, asegura que la computación verdaderamente persistente e inmersiva, a escala y accesible para miles de millones de humanos en tiempo real, requerirá un aumento de 1,000 veces la eficiencia computacional actual. Mil veces…

Lo lograremos, seguro, pero esto va para largo. Fíjate que en la década de los 90, cuando te echabas una partida en un Commodore, un Amstrad o un ZX Spectrum con juegos arcaicos y simples, no era posible ni imagina que algún día tendrías acceso simpre a un juego en la PlayStation 5, o a entrar en mundos inmersivos y compartidos en Fortnite por ejemplo.

Por lo tanto, vamos al tema. ¿Qué demonios es el Metaverso entonces? Lo primero que tenemos que entender es que el metaverso, como concepto, aun no existe. La palabra se debería utilizar como algo que indica que todo, y cuando me refiero a todo me refiero especialmente a nuestra relación con Internet, está a punto de cambiar. Entre las definiciones que hay ahora mismo intentando explicar que será el metaverso, me quedo con la que dice que ‘el metaverso es una colección espacial de entornos virtuales impulsada por un motor de juegos interoperables y relacionados’.

Para entender que será y que no es el metaverso vamos a identificar cuatro elementos: la Computación Espacial. los Motores de juego, los Entornos virtuales y, mi favorito, las Economías virtuales. Vamos a ver cada uno de estos aspectos:

1- Computación espacial (el interfaz)

Para comprender los cambios que cobran vida en lo digital, debemos comenzar con la forma aparentemente obvia en que actualmente accedemos a Internet; los ordenadores. Y para comprender hacia dónde nos dirigimos, debemos observar la historia de las interfaces informáticas. Por interfaz de computadora, me refiero a la forma en que los humanos interactúan con las máquinas digitales para que hagan lo que queremos.

Damos por sentado lo fácil e intuitivo que se ha vuelto trabajar con computadoras en nuestra vida, pero no siempre fue así. A mediados del siglo XX, el "lenguaje de programación" para hacer que una computadora hiciera cosas implicaba meter la mano en ella para conectar cables. Luego se inventaron algo llamado tarjetas perforadas que nos permitió mantener nuestras manos para nosotros mismos.

Luego vinieron las líneas de comando (como MS-DOS) que fueron un gran avance porque podías interactuar escribiendo palabras. Pero el verdadero salto exponencial para las computadoras fue la invención de la interfaz gráfica de usuario (GUI) cuando trabajar con computadoras implicó hacer clic en imágenes y lo que la mayoría de nosotros damos por sentado como funcionan hoy en día.

El punto es que en cada etapa del desarrollo que acabamos de describir, trabajar con computadoras se volvió más fácil, más accesible y más personas podían usarlas. Hoy en día, está surgiendo la próxima gran interfaz informática, pero todavía no tiene un nombre claro. Es posible que haya oído hablar de conceptos como realidad aumentada, realidad virtual, realidad mixta o computación inmersiva.

De ahí que el término "computación espacial" se está convirtiendo en una forma de uso común para referirse a las interfaces tridimensionales. Esta es una interfaz espacial y así es como interactuaremos con las computadoras. Este no es el Metaverso, pero apunta en la dirección en la que nos dirigimos.

Fortnite es espacial (te mueves) mientras que una llamada de zoom no lo es.

2- Motores de juegos (la construcción)

Un motor de juego es la herramienta de software que utilizan los desarrolladores para crear (y ejecutar) videojuegos. En estos programas de software, puede cargar objetos en 3D, aplicar reglas sobre cómo se pueden mover esos objetos, agregar sonidos, etc.

Un ejemplo famoso es la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de Hong Kong, que utiliza un gemelo digital en el motor de juego Unity para brindar a los administradores de las instalaciones una vista en tiempo real de la actividad de los pasajeros y el equipo que podría necesitar reparaciones.

3. Entornos virtuales (el espacio)

Los entornos virtuales son los "lugares" en los que iniciaremos sesión en la Internet del mañana. Para que todo esto suceda, las empresas de tecnología se esfuerzan por construir lo que se conoce como Mirrorworld o AR Cloud.

Esta es otra forma de decir que Internet se está saliendo de nuestros teléfonos y computadoras para fusionarse con la realidad física. Otro punto a destacar es que el Metaverso no será solo mundos de juegos de dibujos animados aleatorios creados por desarrolladores. También habrá réplicas digitales de espacios muy reales, probablemente de toda la tierra, y gemelos digitales de elementos industriales como tu automóvil. Llegará a incluir sentarse en su patio trasero con miembros de la familia transmitidos como avatares, o ponerse un auricular VR para caminar por otras ciudades en tiempo real.

4. Economías virtuales (activos y valores)

Fortnite, un juego en el que no cuesta un céntimo para jugar, ganó 9 mil millones de dólares en 2019. ¿Cómo? Vendiendo cosas en el juego para que los jugadores se expresen en una variedad de formas a través de ropa virtual, movimientos de baile y otros artículos. Digamos que se venden cosas que no existen en el mundo real pero que tienen mucho valor y un uso real en esa experiencia virtual.

Y aquí entran los NFT. Entre otros usos, los NFT ofrecen la infraestructura para permitir que las personas tomen la custodia de la propiedad de este material virtual. NFT significa token no fungible, donde la palabra clave es ‘fungible'. No fungible significa que cada artículo es único. Esta es la razón por la que estamos viendo mucho arte digital en NFT. Los NFT usan cadenas de bloques para determinar quién posee qué.

Este cambio hacia una forma descentralizada de administrar la vida en línea tiene un término industrial que escucharás cada vez más llamado Web3, que vale la pena conocer. Igual te preguntas si todo esto en realidad mejora el mundo que tenemos hoy. Honestamente, yo también.

El Metaverso es solo la próxima etapa evolutiva de Internet y ofrece un nuevo conjunto de herramientas de comunicación que serán útiles para algunas cosas y menos para otras. Una evolución que para que que exista el metaverso, las plataformas como VRChat, Altspace, Decentraland, Somnium Space, Beyond Sports, Pokemon GO, Fortnite, Roblox y muchas otras, se deberán convertir en una red interconectada de entornos virtuales, a partir de la web3 (descentralizada), tecnología blockchain, con pagos en criptomonedas, con titulos de propiedad en NFT y con una identidad digital global para todos los usuarios.

Y ahora, te voy a explicar como entrar en lo que ahora existe. Teniendo en cuenta que cuando hablamos de Metaverso, así en genérico, no hablamos de los ecosistemas virtuales que ahora existen, te voy a explicar como entrar en ese mundo basándonos en lo que hoy se puede hacer. Facebook, ahora Meta, explica que su futuro y el de sus usuarios, transcurrirá en un lugar donde podremos trasladar muchas actividades cotidianas a mundos inmersivos. Desde esa plataforma, se busca que dejes de ser un espectador y pases a participar envolviéndote en una sensación de presencia y de conexión con otros avatares, quienes serán personas al igual que tú.

Pero como te he ido diciendo, el Metaverso está en construcción. Lo que pasa es que ya te animan a que te compres unas Oculus, gafas de realidad virtual y vayas probando con lo que hay ahora mismo. Oculus es una empresa más del grupo tecnológico Meta. Por lo tanto, y esto no es ningún anuncio, voy a explicarte como puedes entrar. No es ningún anuncio pero te voy a hablar de marcas, dispositivos y plataformas. Si quieres añadir otros no dudes en hacerlo en los comentarios.

Para entrar a muchas opciones que ya están vigentes necesitas unas gafas del tipo Quest 2 de Oculus. Estas son ligeras, se adaptan al tamaño de tu cabeza, no necesitas cables, tienen un procesador rápido y gráficos de nueva generación. Con estos dispositivos multipropósito se podrá trabajar, jugar, navegar en páginas web y jugar, de una forma parecida a como lo hacemos con teléfonos y computadoras. Su resolución es de 1832×1920 por ojo. Que no está mal.

Los controladores que se suelen vender por separado son uno para cada mano. Se adaptan al tamaño de la mano y son ligeros. Son necesarios porque con los botones puedes seleccionar las opciones de juego, además, dan la sensación de que tus manos virtuales se sincronizan realmente con las tuyas. Si te das de alta en Horizon Venues tendrás pases a conciertos, shows de comedia y todo tipo de deportes en una primera fila virtual. 

También se pueden vivir videojuegos en primera persona. Te aseguro que el realismo inicial no es fotorealista pero a medida que pasas un rato ahí dentro, te olvidas de eso y vas sintiendo ese mundo virtual casi como si fuera real.

En la tienda de juegos hay para todos los gustos, desde Resident Evil 4, Jurassic World Aftermath y muchos más, pero incluso puedes usar este mecanismo para visitar Youtube en 3D. Y en los negocios también hay tema. Quest for Business es una solución empresarial para crear experiencias de realidad virtual inmersiva para los negocios a la que se accede desde Facebook por ejemplo. Tal vez ese es el problema. Si ya en 2D es un drama pasearse por esa red social, imagina en 3D. En el ámbito empresarial también puedes echarte unas reuniones en Horizon Workrooms y modelar tu avatar 3D en Gravity Skech.

Aún está en etapa experimental pero dicen que en el año 2023 estará disponible para todas las empresas del mundo. Como que lo de un metaverso como que no, de momento se ofrecen servicios como Slack, Dropbox, Canva, Facebook e Instagram en realidad virtual pero solo como aplicaciones en un panel 2D desde Horizon Home. Un poco como Minority Report. Digamos que la apuesta de momento es acostumbrarnos a hacerlo todo desde un entorno virtual tridimensional a pesar de que lo que estás haciendo lo podrías hacer desde tu teclado y pantalla de siempre.

Pero no todo es Facebook y derivados. Como parte de las novedades anunciadas en el Consumer Electronics Show (CES) 2022, Samsung Electronics America abrió las puertas de su Metaverso, un edificio virtual ubicado en Decentraland, que simula a su recinto físico de Nueva York. Para vivir la experiencia completa de Samsung 837X hay que crear un avatar y conocer las áreas en donde la compañía ofrece juegos, nuevos lanzamientos e insignias de NFT únicas y exclusivas.

Quédate con este lugar virtual: Descentraland. Descentraland es un mundo virtual impulsado por blockchain, donde se pueden comprar y vender parcelas de tierra. Se puede ingresar desde el navegador de escritorio. Hay dos opciones para entrar con unas Samsung 837X: una es iniciar sesión, crear un avatar y dar de alta la billetera digital en MetaMask con la que se pueden recolectar criptomonedas, intercambiar activos digitales y ganar wearables. La otra es unirse como invitado, aunque la experiencia es limitada porque no se pueden coleccionar NFT, pero sí se puede jugar y disfrutar de los espectáculos.

En principio, si quieres probar, te tienes que gastar una pasta inicial y buscar esas puertas que te acabo de explicar. Vale la pena si quieres saber por donde va todo eso y así hablar con conocimiento de causa. Si no has entrado nunca te va a sorprender. Tal vez no es lo que esperas, pero te va a sorprender. Desde mi perspectiva es interesante para reflexionar sobre el futuro de la sociedad, la economía, los negocios e, incluso, las relaciones humanas.

A modo de conclusiones yo diría que:

  1. El metaverso aun no existe.

  2. No hay tecnología para desarrollarlo.

  3. Lo que ahora hay son mundos virtuales inconexos que funcionan como banco de pruebas

  4. Se abren oportunidades, sí, pero también hay mucho que analizar: ética, legalidad, psicología.

  5. Seguramente, cuando exista, no se parecerá a como lo imaginamos ahora.

  6. En el tránsito hasta ese mundo virtual alternativo, se van a desarrollar sus elementos fundamentales: hablo de blockchain, web3 descentralizada, los NFT, el uso como reserva de valor de algunas criptomonedas y, especialmente, las variables objetivas de lo que llamamos intangible y su importancia.

Bonus Track: Next Earth es una plataforma alemana que te permite comprar cualquier parcela de 100 m2 virtuales de nuestro planeta. Entra en Next Earth y pulsa sobre 'Buy Land'. Te aparecerá el mundo dividido en cuadraditos que podrás comprar en USDT, una criptomoneda 'stablecoin'. Los edificios más famosos de cada ciudad suelen tener un precio algo elevado, pero si localizas algo que quieres te aparecerá lo que deberás pagar y a quién. Aquí ves la imagen de 'La Cibeles virtual' que la compró un tal 'Big Boy' por 7.98 USDT.

‘La Cibeles’ en Next Earth

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Marc Vidal Marc Vidal

Juegos Olímpicos de inverno en Beijing y el debate sobre el control social

Los Juegos Olímpicos no tratan solo de deporte, en realidad son un escaparate inmejorable para el país anfitrión. Y los Juegos de Invierno de este año no son diferentes. Beijing está llevando a cabo sus Juegos Olímpicos en medio de la pandemia, lo que les ha permitido poner en práctica algunas medidas, que ellos aseguran son por seguridad, que bien podrían parecer que pertenecen a una película de ciencia ficción donde la sociedad ha perdido su libertad individual en detrimento de una hipotética protección social.

Los Juegos Olímpicos no tratan solo de deporte, en realidad son un escaparate inmejorable para el país anfitrión. Y los Juegos de Invierno de este año no son diferentes. Beijing está llevando a cabo sus Juegos Olímpicos en medio de la pandemia, lo que les ha permitido poner en práctica algunas medidas, que ellos aseguran son por seguridad, que bien podrían parecer que pertenecen a una película de ciencia ficción donde la sociedad ha perdido su libertad individual en detrimento de una hipotética protección social.

Los Juegos Olímpicos que estos días están llevándose a cabo bien podrían ser una diapositiva de lo que nos espera. Miras a China y ves las políticas del presente y su relación con su cultura milenaria. Y es muy preocupante la deriva autoritaria que puede tener el uso intensivo de la tecnología en manos del Estado o de grandes conglomerados privados. En China y, atentos, en cualquier otro país del mundo. No soy de los que piensa que nos están escuchando todo el día. Por mi trabajo sé que el monitoreo que sufrimos todos se basa en el que y no tanto en el quien. A las grandes plataformas les interesa que hacemos y no quienes somos. El problema es que es muy fácil modificar eso. Es muy sencillo saber quien es el que hace algo concreto y como.

Os recomiendo leer el libro ‘Red Mirror: ¿qué futuro se escribe en China?’ del periodista italiano Simone Pieranni, donde se explica que el desarrollo tecnológico de China es un elemento clave en el crecimiento de la economía de las últimas dos décadas, pero también un formidable aparato de control social. Lo detalla asegurando que los teléfonos inteligentes hacen la vida más fácil, pero permiten hacer un seguimiento minucioso de la actividad de los ciudadanos; los puntos que se asignan según el cumplimiento de las leyes, aseguran un mayor apego a las normas y automáticamente generan listas negras, personas marcadas y señaladas; las ciudades inteligentes son una proeza de la planificación y el bienestar, y tienen implícito un sistema de vigilancia y castigo. De momento parece que es imposible el progreso sin que eso no conlleve una mayor intromisión del Estado la esfera privada.

Sin alarmar a nadie, sí me gustaría que este vídeo fuera un toque de atención. Si miramos a China podemos identificar lo que no queremos. Si nos miramos con detalle nosotros podemos identificar el embrión de cosas que allí ya pasan. Hoy te voy a describir algunas de las tecnologías que allí se están utilizando bajo la excusa vírica pero que conllevan derivadas peligrosas. La tecnología es lo mejor que tenemos, la herramienta que nos mejora la vida de un modo más intenso, la defiendo desde que tengo uso sociológico de razón, pero por eso, también sé que, su mal uso, su uso desleal puede ser todo lo contrario. El fino espacio entre la libertad que proporciona tener más conocimiento gracias a la digitalización y la prisión que supone el control de tus datos, es lo que debemos limitar bien.

Cerca de 3000 atletas, además de miles de participantes más, incluidos entrenadores, personal y medios de comunicación, estarán dentro de una burbuja olímpica. El nombre ya tiene su que. Los Juegos mostrarán innovaciones de alta tecnología en todas las escalas, desde inteligencia artificial hasta infraestructura de Internet e incluso una nueva forma de mantener el hielo fresco . También servirán como sede para el lanzamiento oficial de la moneda digital de China, e-CNY, que será uno de los únicos mecanismos de pago aceptables en la Villa Olímpica de Invierno de Zhangjiakou.

Aquí hay cinco tecnologías que no solo impulsarán los Juegos Olímpicos de Beijing, sino que prometen transformar la vida en el país mucho después de que terminen los Juegos.

1. Robots por todas partes

La Villa Olímpica está poblada con cientos de robots que ayudan a mantener la distancia entre los atletas y el personal local haciendo de todo, desde entregar paquetes hasta preparar hamburguesas. 

Los robots ayudan con la atención médica de los atletas, recolectan basura e incluso dispensarán desinfectante para las manos. Los robots itinerantes escanean el aire en busca de partículas y desinfectan las habitaciones. Una flota de 120 robots de catering está disponible para servir comida las 24 horas del día, los 7 días de la semana en el comedor del área de medios. 

Fuera de la burbuja olímpica, han desplegado robots en las calles de las ciudades y los campus universitarios para entregar paquetes y, dentro de los lugares de eventos y hoteles , para brindar servicios a los invitados. Los gigantes del comercio electrónico y la entrega de alimentos Alibaba, Meituan y JD.com se han comprometido a poner miles de robots de mensajería en las carreteras para reducir costos.

2. Una app que vigila a todo el mundo

Todos los que se encuentran dentro del circuito cerrado de los Juegos Olímpicos (atletas, medios de comunicación y espectadores por igual) deben usar la aplicación My 2022 especialmente desarrollada dos semanas antes de ingresar al área sellada. Una vez dentro de la Villa Olímpica, los participantes también se someten a pruebas PCR diarias. La aplicación rastrea los datos de salud de los participantes, como la información de vacunación, así como los resultados de las pruebas diarias. 

Para poder salir de sus habitaciones y viajar entre las instalaciones, todas las personas dentro del circuito deben recibir una señal verde que indica resultados negativos de PCR dentro de las 24 horas anteriores al escanear sus pases. El sistema de semáforos se asemeja al sistema de códigos QR que los residentes chinos han utilizado para moverse por el país durante la pandemia.

Aunque proteger la privacidad de los ciudadanos y frenar la recopilación de información innecesaria ha sido una prioridad política importante de los reguladores de Internet de China, especialmente con la aprobación de la Ley de Protección de Información Personal el año pasado, una investigación realizada por Citizen Lab descubrió que la aplicación My 2022 recopila información del usuario y la comparte con terceros: algunas de las compañías tecnológicas más grandes de China, incluidas Huawei, Xiaomi, Tencent e iFlytek. 

La política de privacidad de la aplicación especifica que puede compartir información del usuario sin consentimiento en circunstancias relacionadas con la seguridad nacional y la salud pública. La aplicación también contiene una lista de palabras clave que se pueden censurar.

3. Todos monitorizados con camas inteligentes

Los apartamentos de los atletas han sido equipados con colchones de espuma viscoelástica que controlan la respiración y el ritmo cardíaco. Estas camas inteligentes están diseñadas para capturar la ‘firma corporal’ de cada atleta e incluso pueden enviar informes a sus entrenadores sobre cambios en los signos vitales.

Si bien las camas de alta tecnología podrían ayudar a algunos de los mejores atletas del mundo a dormir más profundamente, muchos de los usuarios de estas camas no han encontrado tan cómoda esa implementación de tecnología de seguimiento de sus signos vitales. Esto es algo que ha empezado a ser norma en algunas empresas chinas por cierto.

Algo que, cuando los empleados de una empresa de tecnología con sede en Hangzhou recibieron cojines para sillas de oficina que podían monitorear de manera similar sus signos vitales, como la frecuencia cardíaca y los niveles de alerta física, descubrieron que sus supervisores también estaban usando la tecnología para realizar un seguimiento de sus descansos y horas de trabajo. Dicen que tienen la sensación de estar constantemente vigilado en el trabajo.

4. Tecnología 5G constante.

¿Recuerdas cuándo los funcionarios estadounidenses y europeos se preocuparon por la seguridad de la tecnología 5G china? En estos Juegos, no hay más remedio que usarla. No hay otra opción. Esta tecnología es la columna vertebral de las comunicaciones dentro de un circuito cerrado, alimentándolo todo, desde un tren de alta velocidad entre Beijing y la Villa Olímpica hasta los minibuses autónomos que circulan libremente por todas partes. 

Para justificar el uso del 5G, el tren está equipado con un estudio de transmisión de la CCTV en alta definición brindando acceso constante a Internet, incluso mientras viaja a través de túneles a 350 kilómetros por hora. Dentro de la Villa Olímpica, el 5G hace que Internet sea más rápido para los atletas, a quienes, según se les informa, se les permite acceder libremente a sus redes sociales, algo que normalmente está bloqueado en China. Aun así, el comité Olímpico de EE.UU. advirtió que es probable que se vigile la actividad en línea de todos ellos. 

y 5. Una moneda digital que controla el capital.

Según los organizadores chinos, en la burbuja olímpica, no habrá una "expansión desordenada del capital. Los Juegos serán la primera oportunidad a gran escala para que los visitantes de fuera de China utilicen la nueva moneda digital del país. La moneda digital del banco central permitirá a las autoridades chinas rastrear cómo se mueve el dinero a través del país y se pretende que sea tan fácil de usar como las populares plataformas de pago digital WeChat Pay y Alipay. 

Dentro de la burbuja olímpica, las únicas formas de pago aceptables serán el efectivo, las tarjetas Visa y la moneda digital e-CNY. El yuan digital ya se acepta dentro de China a través de WeChat, JD.com y Alipay, y los funcionarios informan que al menos 140 millones de personas ya se habían registrado hasta el pasado noviembre. Los atletas y entrenadores visitantes podrán pagar con pulseras portátiles que pueden agitar para pagar con e-CNY dentro de la Villa Olímpica.

Esta lista de implementaciones tecnológicas en los Juegos Olímpicos de China podrían parecer anécdotas puntuales pero, desde mi punto de vista, debería ser un espejo en el que no deberíamos vernos reflejados en el futuro. La distancia entre el uso inteligente y nutritivo socialmente de la tecnología y el control absoluto a partir de ella, es muy corta.

La aplicación WeChat se puede utilizar para realizar cualquier actividad de la vida diaria en China. Es impresionante como está involucrada en toda la vida social y pública de las personas, por lo que es realmente difícil prescindir de esa aplicación. El riesgo es replicar según que cosas. Mira, recientemente WhatsApp lanzó en Brasil un proyecto piloto para permitir a los usuarios pagar mediante la aplicación, que es lo que hace WeChat. Esto se vincula con un modelo de negocio que consiste en ganar dinero con las transacciones, cosa que por el momento Facebook, Instagram y Whatsapp no hacen. Pero que sin duda el algo que protagoniza los sueños más húmedos de Mark Zuckerberg.

Nos paramos en esa aplicación. En China WeChat es sinónimo de teléfono móvil. Imaginemos que encendemos el móvil y en lugar de la pantalla que conocemos ahora, encontramos una especie de página de inicio desde la que se accede a la mensajería, redes sociales, Instagram, cuentas bancarias, compras, reservaciones, etc. Una especie de sistema operativo de aplicaciones: todos los otros sistemas tendrían que «correr» dentro del suyo. Eso es lo que hace WeChat. Y eso significa dinero, pero sobre todo una enorme cantidad de datos. Y precisamente, por razones tecnológicas, políticas y demográficas, China se está convirtiendo en la gran potencia del big data.

Pero, si esto te preocupa, y atendiendo a los desarrollos que se usan en la burbuja olímpica, ojo a esto. Los sistemas de puntuación social (los social score) serían una especie de cualificación del ‘buen ciudadano’. Este sistema de crédito social nació con una doble función: se trata de una forma de regulación económica para las empresas, y de control a las personas por otro lado. No existe todavía un sistema unificado y nacional de crédito social, sino muchos experimentos. Pero ya se puede ver que se trata de asignar un puntaje a cada persona en función de su confiabilidad en términos administrativos, penales y cívicos. Por supuesto, en un Estado de partido único, los criterios para juzgar a una persona pueden ser problemáticos. Pero por el momento, aunque existen también en China intentos de reflexión sobre la protección de la privacidad y el uso de los datos, la idea del crédito social está aceptada por casi todos allí porque la población china lo percibe como un sistema realmente capaz de garantizar una mayor seguridad y armonía social. Vaya… lo de desayunar cloroformo es muy peligroso.

No sé a ti, pero a mi me parece inquietante llegar a ese nivel, pero igual no estamos tan lejos. Piensa en todas las veces en que somos evaluados y calificados. Cuantas veces lo hacemos nosotros incluso hacia los demás con sistemas de valoración en múltiples plataformas. La diferencia es que en Occidente, nos evaluamos entre ciudadanos; en China, es un proceso que viene de arriba. En este canal encontrarás videos sobre la cadena de bloques, criptomonedas y, especialmente sobre la Web3, ese mundo digital descentralizado donde los intermediarios desparecerán y donde podremos relacionarnos los individuos sin el control de plataformas o gobiernos. Por lo menos eso dicen…

En todo caso, como defensor de la tecnología, como impulsor de la misma, espero que no la fastidiemos otra vez. Que el futuro sea simplemente un escenario de control por culpa de esos desarrollo o que por el contrario nos ayude a construir una humanidad tecnológicamente más humana, al final dependerá de nosotros. Exijamos a nuestros dirigentes que se instruyan en lo que eso significa y que planteen y expliquen su hoja de ruta al respecto. ¿cuantos ministros, diputados, secretarios de estado o funcionarios de alto nivel podrían definir correctamente que es ‘blockchain’, un sistema experto, web3 o diferenciar entre machine learning y deep learning? Pues eso… que seguramente el desconocimiento es el mayor riesgo.

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Marc Vidal Marc Vidal

¿Qué es realmente el Metaverso?

El metaverso real será una red de entornos virtuales siempre activos en los que muchas personas podrán interactuar entre sí y con objetos digitales mientras operan representaciones virtuales, o avatares, de sí mismos. De ahí que lo que ahora conocemos como ‘metaversos’ no lo son.

El metaverso real será una red de entornos virtuales siempre activos en los que muchas personas podrán interactuar entre sí y con objetos digitales mientras operan representaciones virtuales, o avatares, de sí mismos. De ahí que lo que ahora conocemos como ‘metaversos’ no lo son.

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Marc Vidal Marc Vidal

Web3, la gran revolución tecnológica pendiente

Si sigues el mundo de las criptomonedas, aunque sea casualmente, seguro que llevas escuchando palabras como NFT, dapp, DeFi y tokens de manera cada vez más recurrente. Pero ahora viene otra. Debes irte preparando para un término nuevo: Web3. Un concepto que define la evolución de la internet que conocemos, cuya principal característica será su estructura descentralizada utilizando tecnología blockchain.

Si sigues el mundo de las criptomonedas, aunque sea casualmente, seguro que llevas escuchando palabras como NFT, dapp, DeFi y tokens de manera cada vez más recurrente. Pero ahora viene otra. Debes irte preparando para un término nuevo: Web3. Un concepto que define la evolución de la internet que conocemos, cuya principal característica será su estructura descentralizada utilizando tecnología blockchain. 

Diseño: Cory Lesmeister

La denominada Web1 (aproximadamente entre 1990-2005) trataba de protocolos abiertos donde la mayor parte del valor se acumuló en usuarios y proveedores. La Web2 (aproximadamente entre 2005-2020) trataba de servicios administrados por corporaciones, donde la mayor parte del valor se acumula en un puñado de empresas. Y ahora dicen empieza la era Web3, que combina el espíritu descentralizado de la Web1, con la funcionalidad avanzada de la Web2. Hablaríamos de una Internet propiedad de los usuarios y orquestada en la cadena de bloques, un lugar donde vivirá el metaverso y donde se desarrollan las criptomonedas. 

La web1 era para leer, la web2 era para leer y escribir y la web3 será para leer y escribir pero siendo propiedad de todos y no de unos pocos. Algunos expertos que te enlazo en la descripción, aseguran que lo que viene es la mayor revolución tecnológica que hemos vivido desde el propio nacimiento de la red.

La idea es que las criptomonedas no son solo para enviar dinero o especular, sino que podrían usarse para construir una web completamente nueva. Sabemos que el software que hay detrás de Internet cambia continuamente. La idea es que después de que la internet de las redes sociales donde las tecnológicas nos dejaron hacer lo que quisiéramos con sus plataformas, pensando que todo lo que publicamos es nuestro cuando no lo es, llega la web3 para que, el usuario vuelva a estar en el centro como creador, pero sobre todo como poseedor, al ser dueño de esos tokens de lo que desarrolle en la red. 

Por cierto, no debemos confundir web3 con web 3.0, que era otra cosa. De hecho, web3  podría venir de web3.js, una colección de módulos para interactuar con nodos Ethereum mediante diferentes protocolos de cierta manera, la web3 con Ethereum. Hay quien dice que tendría sentido traducir web3 como ‘una internet basada en Ethereum”. Pero eso ya lo veremos. 

Lo que hace que Web3 sea diferente es que generaría activos financieros, en forma de tokens, en el funcionamiento interno de casi cualquier cosa que se haga en línea. Y al hacerlo, sus impulsores dicen que podría suplantar a las corporaciones con organizaciones descentralizadas basadas en Internet que se rigen por protocolos de software y los votos de los poseedores de tokens. Sería pues, la primera penetración real del consumidor de criptomonedas. Con el tiempo, todas las empresas se convirtieron en empresas de Internet. Quién sabe si también sucederá algo similar con todos los activos digitales.

Los escépticos, y hay muchos, dicen que este material está muy lejos de demostrar su uso más allá de las aplicaciones de nicho. Otros dicen que también puede ser un intento de eludir la regulación, en un momento en que los legisladores se están preparando para establecer reglas más claras para las criptomonedas. En resumen, Web3 es una mezcla de nuevos proyectos creativos, tecno-utopía e ingeniería financiera. 

La pregunta sería ¿Qué tiene esto que ver con las criptomonedas? Bitcoin, la criptomoneda original, funciona al tener una base de datos pública llamada blockchain que registra cada transacción. Está descentralizada porque este libro mayor no lo mantiene una empresa, sino una vasta red de computadoras, todas conectadas a Internet, cuyos operadores son recompensados ​​por el trabajo con la oportunidad de ganar más Bitcoin. Pero se puede hacer mucho más con una cadena de bloques que registrar transferencias de monedas digitales. Puede usarse para hacer contratos y controlar cómo funcionan el software y las aplicaciones. Te lo he explicado en otro vídeo que te dejo en la descripción.

Las aplicaciones Web3 se basarán, como te decía, en una tecnología llamada Ethereum, que como Bitcoin recompensa a los usuarios que ayudan a mantener su red. Su moneda se llama Ether. Las aplicaciones en sí también pueden tener tokens asociados, que pueden no solo pagar por los servicios, sino que también actúan como acciones que gobiernan el desarrollo de las aplicaciones e incluso la estructura de tarifas. Al menos al principio, gran parte del incentivo para esta actividad suele ser la posibilidad de apreciación en el precio del token. Algo que puede aumentar a medida que más usuarios se unen a la comunidad, pero, por supuesto, también se puede especular. Hay mucho de eso en cripto obviamente.

Ahora bien, ¿Por qué escucharás mucho este término de web3 en los próximos meses? Pues que a parte de todo el globo especulativo, el mundo cripto está empezando a mostrar a la gente que esta tecnología tiene sentido en la vida real. A medida que Bitcoin y otras criptomonedas se recuperaron a principios de este año, los inversores invirtieron miles de millones de dólares en la creación y mejora de aplicaciones distribuidas (llamadas dapps). 

Muchos equipos recibieron distribuciones de monedas, cuyo valor aumentó, lo que generó más interés. Ali Yahya, socio general de criptografía de Andreessen Horowitz dice que ‘estamos en un punto de inflexión que conducirá a un ritmo aún más rápido de innovación y crecimiento en todo este mundo de la web del futuro.

Ya hay muchas propuestas en marcha. Los ingenieros de Twitter Inc. están trabajando en Bluesky, una versión descentralizada de las redes sociales. La compañía de juegos Ubisoft anunció el 7 de diciembre que permitirá a los jugadores de un juego obtener coleccionables de NFT, como vehículos, para sus personajes. En otras palabras, las aplicaciones descentralizadas se enfrentarán a mucha competencia de los reproductores web tradicionales. La batalla contra las grandes tecnológicas está sobre la mesa. 

Vamos a ver que implicaciones tendría una web3 tal y como la describen los que dicen que es irremediable. Que es el futuro inmediato. Según éstos, el siglo XXI no pertenece a China, Estados Unidos o Silicon Valley. Pertenece a internet. El politólogo Ian Bremmer sostiene que las grandes empresas tecnológicas remodelarán el orden global, pues no solo la tecnología ya ha cambiado el orden global, sino que también está cambiando la naturaleza de las empresas y de los propios estados. 

Esto podría ser cierto por muchas razones, de las cuales quizás la más importante sea el surgimiento de protocolos descentralizados como Bitcoin y Ethereum que no están controlados ni por estados ni por empresas. Resulta que muchas de las debilidades de las firmas de tecnología global están domiciliadas en los Estados Unidos o China, por lo que dependen de esas jurisdicciones para el cumplimiento de los contratos tal y como ahora se establecen. 

Pero el desafío de la tecnología a la geopolítica tradicional va más allá de los protocolos de cifrado pues las empresas de tecnología han comenzado a remodelar el mundo físico. Tal vez estamos pasando de una era de geopolítica a una de tecnopolítica con diversas repercusiones:

  1. Nacerá una nueva dimensión. No hablamos solo de una capa de datos pasivos que los estados habilitan y disputan, sino un nuevo tipo de geografía comparable en alcance al mundo físico. Piensa en ello como una Atlántida digital, un nuevo continente flotando en la nube donde los viejos poderes compiten y surgen nuevos poderes. Dentro de este continente nuboso, la unidad de distancia entre dos personas no es el tiempo de viaje entre sus posiciones en el globo, sino los grados de separación en sus redes sociales.

  2. Las monedas nacionales colisionarán finalmente con las digitales. Piensa en lo que sucedió con los periódicos: primero, todos se conectaron a Internet. Luego, Google News los indexó a todos. Por último, los periódicos locales encontraron que sus monopolios geográficos se habían evaporado ahora que ya no era necesario distribuir periódicos físicos en camiones.

  3. Un destino similar correrá con las monedas nacionales. Las monedas nacionales ya compiten con las criptomonedas porque las personas e instituciones tienen carteras digitales llenas de diversos activos que pueden negociarse entre sí. Estamos a punto de entrar en una era de competencia monetaria global, donde las monedas nacionales deben ganarse lugar en la cartera de la billetera de alguien a cada hora de todos los días, incluso entre los ciudadanos de sus propios países. 

  4. Nace un nuevo laboral sin limitaciones. Debido a que los defensores de las tecno-utopías digitales apátridas todavía necesitan vivir en algún lugar, un estado finalmente tiene el control sobre ellos. Pero en un mercado competitivo de jurisdicciones donde un lugar puede estar en cualquier lugar, ningún gobierno tiene tanta autoridad como hasta ahora. Lugares tan variados como Estonia, Nueva Zelanda, Singapur, Taiwán, Portugal, los Emiratos Árabes Unidos y Chile están compitiendo por nuevos talentos móviles a través de “visas nómadas” y otros programas similares. Los países que quieran conquistar el futuro no dependerán tanto de seguir discutiendo de cosas para el futuro que son del pasado, como de ir decidiendo cosas del pasado debiéndose reconvertir para el futuro. Discutir ahora una reforma laboral, un modelo de pensiones, una reforma constitucional, un plan de igualdad o una nueva red de ferrocarril de alta velocidad, no tendrá la relevancia a corto plazo que un análisis de un escenario nuevo y digital donde todo va a pasar por encima y a excepción de cualquier decisión política. Una reforma laboral? sí, pero atendiendo a ese nuevo contrato social llamado empleo en ese nuevo mundo sin fronteras y sin monedas centralizadas. Un modelo de pensiones nuevo? sí pero tal vez pensando en ese nuevo escenario donde ese acuerdo social llamado ‘jubilación’ deba tener otra percepción. 

La descentralización completa pondrá en jaque las fronteras como las conocemos. Y es que podría ser que vayamos hacia la descentralización completa basada en Web3 con mercados en línea y servicios de economía colaborativa, que ya está en marcha a través del comercio de criptomonedas entre pares (los llamados intercambios descentralizados). Estas nuevas formas de regulación transnacional, en las que los usuarios de aplicaciones tienen un interés —y tienen voz— en cómo se ejecutan sus plataformas, se expandirán más allá de las criptomonedas al intercambio entre pares de otros bienes y servicios a lo largo del tiempo. Es cuestión de tiempo parece ser.

Los estados lo tienen crudo sino lo entienden pronto. ¿Por qué? Miremos por ejemplo en EEUU. Debido a que la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. se creó para regular Merck, Pfizer u otras farmacéuticas, y no 1 millón de biohackers; como la Administración Federal de Aviación se creó para Boeing y Airbus, y no para 1 millón de aficionados a los drones; como la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. se creó para perseguir a Goldman Sachs y Morgan Stanley, y no a 1 millón de desarrolladores de Web3, la realidad les va a superar probablemente. Esa es la importancia de lo que viene. 

En todo caso no estaría mal que así sucediera. Piensa que las personas que dirigen estas instituciones reguladoras suelen tener una trayectoria profesional determinada y no fueron elegidos democráticamente y curiosamente no son fáciles de despedir. Por lo tanto, obviamente no son responsables ante el público al que afirman servir. Pero los protocolos de cifrado, por el contrario, permiten a millones de participantes activos, tanto clientes como productores, en un mercado, desarrollar mecanismos regulatorios descentralizados que eviten tanto los peligros de los reguladores estatales como de los autorreguladores corporativos. Es solo cuestión de tiempo antes de que surjan entidades basadas en la nube para la regulación descentralizada de industrias más allá de las criptomonedas. Es importante destacar que estos organismos serán verdaderamente globales y superarán las fronteras como ahora las entendemos. Algo que por cierto los diferenciaría de los reguladores nacionales geográficamente limitados de hoy.

Empresas, ciudades, monedas, comunidades y países se están convirtiendo en redes.  Solíamos pensar en los libros, la música y las películas como algo distinto. Luego, todos quedaron representados por paquetes enviados a través de Internet. De manera similar, hoy en día pensamos en acciones, bonos, oro, préstamos y arte como algo diferente. Pero todos ellos están representados como débitos y créditos en una cadena de bloques.

Igual estamos cimentando algo muy importante y distorsionador. Piensa que alrededor del 75 por ciento de la población mundial, más del 60 por ciento del PIB mundial y alrededor del 50 por ciento de todos los multimillonarios no son ni chinos ni estadounidenses. Esas dos superpotencias bien pueden pelear, pero no es obvio si el resto del mundo querrá alinearse con alguna de las partes. De hecho, con el auge de los protocolos descentralizados, anticipamos que muchos estados intermedios pueden decidir usar Bitcoin, Ethereum y otras cadenas para canales de comunicación y transacciones financieras resistentes a China y EE. UU.

Seguramente estarás pensando que esto no es para hoy. Ni para mañana, que falta mucho. Tal vez. Pero piensa que hace 10 años nadie hubiera imaginado el lío que hay montado con las criptomonedas. Que hace 5 nadie hubiera podido pensar que pudieras tomar un taxi autónomo en San Francisco de manera totalmente legal. Que hace 2 años llevarías una año trabajando desde tu casa. Lo del tiempo y la adopción tecnológica es algo relativo e inesperado. Pero, sin embargo, precisamente porque puede que esto no sea realidad de la noche a la mañana, tiene más sentido que nunca apoyarlo porque es obvio que irá llegando. Ese orden descentralizado, donde las sociedades y los individuos eligen libremente aliarse con protocolos de alta calidad precisará de un catálogo de países, empresas, organizaciones y personas donde ejercer. Hay países que ya están en ello como te he dicho antes. Son los de siempre y, como siempre, nosotros no estamos. 

Ahora bien, hay cosas que todavía se tendrán que resolver. Si pensamos que esa Web3 depende de un modelo parecido a Ethereum, digamos que Ethereum es un ordenador mundial donde cada nodo está ejecutando el mismo código, algo que lo hace tremendamente lento e ineficiente. La lentitud sería un problema si además hablamos de que todo esto tiene una representación en el denominado metaverso del que ya te he hablado y del que te hablaré en breve. Esa lentitud es a su vez motivo de su ventaja. En ese diseño tipo blockchain no hay un punto único de fallo. Mientras que con la arquitectura actual sí los hay. Cuanto más descentralizado seas, menos vulnerable eres y a su vez más difícil es que tengas un rendimiento muy alto porque tienes el problema de coordinar esa maraña de agentes descentralizados. Ese es, de momento, el muro a superar. 

Además, como estamos al principio del principio, podemos pensar que esto avanza a una velocidad lenta cuando en realidad es exponencial. No es lo mismo 2x2 que 16x16. Recuerda que  los humanos somos muy malos imaginando el mundo a diez años vista.

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