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Entrevista con Laura Ribas

La semana pasada Laura Ribas me hizo esta entrevista. Conozco gente tenaz y perseverante, pero lo de Laura es exagerado y dice mucho de ella. Más de dos meses intentando encajar esta sesión en el medido tiempo que tengo cuando paso por Barcelona y al final lo logramos. La verdad es que lo pasé muy bien hablando del papel que juegan lo sueños en el desarrollo de un negocio, de lo que me mantuvo en pié cuando me arruiné por completo, de cómo convertir el miedo en oportunidad, de cómo enfrentarse al miedo al error, de cómo beneficia e influye trabajar desde el talento y el de tus trabajadores en una empresa y de cuándo debe uno dejar de luchar por su empresa. Al final hablamos hasta de lo que significa el término ‘ambición’ incluso.

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Un mes de 'la hormiga'

Hoy se cumple poco más de un mes del lanzamiento de ‘Una Hormiga en París’. La verdad es que las diferencias con mi anterior libro Contra la Cultura del Subsidio son notables. Ya no tan solo en cuanto a la respuesta comercial que ha resultado ser mucho más intensa situando este nuevo libro entre los más vendidos en diversas listas de referencia, sino también en cuanto al sentido que se le está dando por parte de muchos de vosotros. Es tremendo sentir a tiempo real el pulso de miles de lectores y de como unos hechos que viví hace ya tantos años provocan tanto afecto en tanta gente.
A fechas de hoy lo más relevante está siendo, por encima de las ventas, la acogida empresarial y educativa. Son ya una docena las empresas que han decidido regalar a sus empleados “el manual de innovación” que este libro representa. En cuanto a la educativa es tremendo pensar que en dos escuelas de negocio mi libro será parte de algún ejercicio del plan de estudio durante el año que viene. Ahora bien, lo más estimulante fue saber que un centro de educación secundaria vallesana ha decidido proponerlo como ejercicio de lectura trimestral a chicos de entre 12 y 14 años. Espero no ser responsable de una huida masiva de jóvenes a París.

En este sentido la editorial me comenta que para los que se han interesado en proponer compras de carácter colectivo o de pedidos superiores a 100 ejemplares, hay importantes descuentos asignados. Si estás interesado en una compra de volumen mi equipo puede ayudarte a ponerte en contacto con el editor. Si quieres información al respecto puedes decírmelo aquí.

También he diseñado una conferencia que explica en apenas una hora la historia del libro y convierte una metáfora vital en un modelo didáctico de aprendizaje en materia de innovación, creatividad, emprendeduría y de transformación personal. Se trata de revolucionar el motor que todos tenemos dentro a partir de modelos de estímulo que utilizó la hormiga en su día. Esta conferencia llamada también se convierte en un seminario de innovación donde a partir del relato se ejercitan los diez modelos de innovación que del mismo se desprenden. Si quieres más información puedes solicitarla aquí.

Finalmente te aconsejo solicitar tu ejemplar a través de la red en ‘Casa del Libro’ pues en algunos lugares está agotado y me han pedido que recomiende el pedido digital.

Hoy os dejo, excepcionalmente y como detalle por cumplirse un mes, el segundo capítulo del libro. No volcaré ninguno más por lo que si quieres saber como continúan las historias de la hormiga que le permitieron pasar de vagabundear por las calles de París a lograr ganar muchísimo dinero deberás buscar un ejemplar digital o en papel.

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CAPITULO 2 – ‘SUPERAR TUS MIEDOS’

«Sólo atravesando la noche se llega a la mañana.»
J. R. R. Tolkien

Con catorce años vivía junto a un artista mundialmente reconocido. Jordi Benito era uno de los artistas conceptuales más importantes de Europa. Como se suele decir que «nadie es profeta en su tierra», la mayoría de vecinos desconocía al genio. Yo lo supe por pura casualidad y mientras estaba delinquiendo.

En el portal junto a los buzones del edificio donde vivíamos, un paquete en forma de libro parecía implorarme: «¡cógeme Marc!, ¡cógeme!». Así lo hice y no me arrepiento. Lo tomé prestado, con la idea de devolverlo a su destinatario original, el tipo raro del cuarto piso. Al abrir el paquete, descubrí que se trataba de un libro escrito en alemán, un ejemplar del Kunstforum dedicado al arte conceptual. Me quedé pasmado. No entendía ni jota y jamás había visto algo similar. Sin embargo, la sensación de investigar, de adentrarme en lo extraño, resultaba irresistible. No podía detenerse. Pasaron horas o minutos de tanto disfrute que seguí recorriendo sus páginas hasta el infinito. No me apetecía devolverlo. En la biblioteca municipal solicité un diccionario alemán-catalán y me las apañé como pude.

Llegaron más paquetes como aquél y continúe tomándolos «prestados» del Sr. Benito. A lo largo de un año, me hice con un botín cada dos meses. Regresaba del Instituto una hora antes que el artista de su estudio. Llegué a reunir seis ejemplares hasta que me pillaron.

El hombre vino a casa, solicitó a mis padres hablar con- migo. «Si quieres leer más ejemplares sólo tienes que pedir- lo». A partir de ese día, pasé muchas tardes en su estudio o en su piso. Mirando todo tipo de publicaciones, algunas dedicadas a él, y observando cómo trabajaba. Viendo su ex- presión artística en plena manifestación. Tuve el privilegio de estar cerca de un artista con reputación internacional.

Me habló del mundo y sus ciudades: París, Nueva York, Tokio y a cada palabra, a cada detalle, mis deseos de recorrerlas aumentaban. Durante años, confeccioné listas de cosas que quería hacer y acumulé fondos para hacerlas posibles. Me preparé para eso de vivir aventuras. Empecé por las más domésticas, aunque comportaban algún riesgo y mucho consumo de adrenalina. Eran viajes cercanos y aventuras nocturnas. Pasé noches sólo en Barcelona inventando trabajos en grupo que jamás existieron o participando en congresos estudiantiles que «exigían» pernoctar en un albergue de la Plaza Real. Todo aquello se me quedaba pequeño. El gran reto, mi sueño, estaba en París. Ver Montparnasse, el Louvre, un lugar que inaugurarían pronto llamado Centre Georges Pompidou y todo cuanto mi propio ímpetu había magnificado. Fin de la espera, no podía más.

El dinero necesario para afrontar esa aventura lo obtuve de desproteger juegos de Amstrad y Spectrum Plus y pregrabarlos para venderlos en el Instituto. Lo vendía todo. La colección de libros de Isaac Asimov me sirvió para pagar la mochila. La pelota firmada por los jugadores del Espanyol para los pantalones cool que debía llevar en la capital de la moda. Mi vida se convirtió en una subasta.

Al cumplir los diecisiete años, mi única obsesión era ir tachando la lista de deseos. El primer punto: «ir a París». En aquellos tiempos estaba muy lejos. Un billete de avión era algo inalcanzable y no teníamos teléfonos móviles ni Internet. Las cartas precisaban sellos y no había más remedio que esperar unos días cualquier respuesta. ¿Cómo podíamos vivir así?

En la actualidad, mis amigos me escuchan y callan cuan- do les explico que me he metido en algún nuevo proyecto por muy alocado que sea. Saben que lo pasé fatal cuando me arruiné por completo. Quedarse sin nada es algo que se explica cuatro minutos pero se tarda en digerir cuatro años. Sin embargo, cuando les cuento un nuevo reto, un nuevo proyecto en el que voy a depositar toda mi energía y patrimonio, ni se inmutan, saben que no va a haber forma de evitarlo. Esperan y observan. Si me va bien, lo celebran; si me va mal, me apoyan.

Así me debieron ver por aquel entonces cuando dije que me iba a París de manera definitiva. Ya hacía tres años que soñaba con eso y nadie podría impedirlo. Una vez superada la Selectividad, me iría. El listado tenía que cumplirse y ya iba con retraso. Tomé mis anhelos, los metí en el mochilón, le di un beso a mi madre y me fui a la estación. No tenía ningún miedo, ninguna duda. Lo normal hubiese sido que pensara en el «¿y si no lo logro?». Se sabe que el miedo al fracaso suele acompañar a todos los retos.

Uno de los principales problemas Decidirse y luchar en el momento de emprender es a ni- por los propios vel personal. Justamente, el miedo al sueños es la error. Fracasar en todos los ámbitos de la vida siempre da respeto y nosotros mismos nos convertimos en la principal barrera.

Decidirse y luchar por los propios sueños es la receta definitiva que debe aplicar cualquier emprendedor. Convertir el miedo al fracaso en una oportunidad. Me subí en aquel tren sin saber qué iba a suceder, pensando que, quizá, todo sería relativamente sencillo. En un par de semanas regresaría a casa. No obstante, vivimos en un proceso de continuo aprendizaje. No debemos olvidar que de las cosas que salen mal a veces son de las que más aprendemos.

A lo largo del viaje —con sus expulsiones de vagones y estaciones, sus trenes de media distancia y de cercanías— ignoré los agravios o broncas de revisores y pasajeros a los que no entendía pero que parecían señalarme lo mal que estaba viajar sin billete. A mí me daba igual, yo iba a París, con mucho por hacer y sueños que cumplir.

A los pocos días de mi llegada, dos tal vez, pude sentir que las cosas no iban a ser fáciles y que esa valentía inicial pronto se tornaría en miedo y angustia. A medida que me gastaba los ahorros en crêpes de Nutella o bocadillos mixtos, cerca de Notre-Dame, se hacía evidente que en menos de una semana mis fondos se agotarían.

La primera noche la pasé en un albergue de juventud barato situado muy cerca de Rivoli. Conservar las pertenencias ya era un logro en sí mismo. Debías dormir sobre la mochila, con los zapatos puestos o a buen resguardo, evitando algún que otro coleóptero madrugador. Había que reservar energías y valor para la ducha colectiva matinal. Es- taba claro que no me iba a rendir, no podía renunciar a mi sueño por un simple bichejo o por la poca fiabilidad de los compañeros de albergue.

En aquel momento no era consciente, pero muy pronto convertiría la necesidad en una ventaja. Hace más de dos décadas, con ilusión y algo de picaresca, me hice empresa- rio. Con apenas diecisiete años, tuve que idear algo para sobrevivir en la capital del mundo.

Fue por casualidad, como un cazaoportunidades, que descubrí una opción para ganar dinero. Un chino que toca- ba música de los Beatles con su guitarra, en la plaza Georges Pompidou, me dio la clave. Con espíritu innovador, logré organizarme y al igual que las hormigas construí un pequeño ecosistema en el que incorporar mejoras, propuestas y posibilidades. Todo ello para afrontar el invierno que vendría.

Aquella experiencia conecta directamente con mi particular visión de la empresa y la manera de vivirla hoy en día. También se trata del origen de un emprendedor. Uno que pasó de vagar por las calles parisinas, sin nada que llevarse a la boca, a dirigir una empresa con una docena de trabajadores. Y todo en pocas semanas.

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Rescate bancario y emprendedores

La semana pasada se cerró el período de rescate de la banca española. Algo así como lo del Prestige. Se lía parda y nadie paga. Bueno si, pagan los de siempre. En Galicia los que se quedaron sin trabajo o los que tienen el corazón en un puño pensando que en cualquier momento el vientre de ese trozo de chatarra engullido por el mar vomite más hilitos de plastilina. Algo así debieron pensar los titulares de preferentes cuando leyeron que la banca española ya está saneada.
Escuchar que ya tenemos un sistema financiero capaz de enfrentarse a los tiempos que vienen es de vergüenza ajena. Lo dicen mientras un ‘banco malo’ se atraganta de basura invendible o descuartiza los sueños de millones de personas. Ahora vuelve a ser aquella banca de ‘champions league’ pues de nuevo es un sistema financiero robusto y capaz de dar respuesta a las necesidades del Estado. Están a un paso de patrocinar alguna marca de cloroformo. La suerte que tenemos es que Zapatero no anuncia volver de momento, por lo que nos queda tiempo.

Frases que pasarán a la historia dichas por algún tecnócrata socializado y domesticado por las barra libre: “España es un ejemplo vivo de que los programas de ajuste de la UE-FMI tienen éxito si hay un auténtico compromiso con las reformas”. Pues ya está, todos tranquilos. Aquí paz y después gloria.

Sin embargo esto no es exacto. Que el rescate se puede dar por finalizado es cierto. Que es una buena noticia, también. Obviamente que te digan que ya no necesitas flotador es que debes saber nadar. El problema viene a costa de que has logrado mantenerte en la superficie. La diferencia entre Irlanda y España es notable en este caso. El hecho de que Irlanda haya renunciado también a pedir una línea de crédito preventiva al final de su rescate es una buena noticia porque muestra que Dublín tiene “capacidad de acceso al mercado”. Otra cosa es que eso sea factible para el resto que haga lo mismo. Esto no va de generalidades sino de asuntos particulares. Vivo en Dublín y aquí nadie enarbola pancartas publicitarias sobre su banca, todos saben que la cosa sigue siendo un barrizal. Pero veamos que quiere decir que ‘el rescate’ ha sido un éxito y que ya estamos en condiciones de pedir la Copa Davis bancaria.

La deuda publica y privada de España está en el 323% del PIB y sigue creciendo al contrario de lo indicado. El nivel de endeudamiento podría ser insostenible y, si bien es cierto que la mejora genérica de la economía se producirá a finales del año que viene, esta será tremendamente injusta y desequilibrada. Los que tengan tendrán más y los que van perdiendo se quedarán sin nada. La clase media sigue camino de la extinción y eso si es grave. Sino se acepta la realidad sufriremos mucho. Es preciso no lanzar mensajes que, en lugar de animar por el positivismo que reflejan, arruinan la razón y te hacen pensar que nada de lo que te cuentan es real. Tengo la impresión que se está pagando deuda con deuda y visto lo visto y quien nos dirige, eso tiene muy mala pinta.

Sin embargo no podemos negar la evidencia. Es verdad que el sistema financiero se ha saneado. Eso es bueno pues el sistema financiero es imprescindible. El problema es que ha sido puesto a punto a costa de varias cosas negativas.

La primera es que se ha creado un oligopolio bancario. Más de la mitad de la masa financiera y del negocio bancario se concentra en tres entidades gigantescas. Eso en la Europa o en la China popular es una evidencia de ‘concentración de poder’.

La segunda es que ha sido a costa de que haya menos crédito. El Banco de España ha publicado que este año hay un siete por ciento menos de crédito que el año pasado. El poco que hay, por cierto, es a un tipo de interés intratable. El crédito al consumo está en torno al quince por ciento y el hipotecario en Euribor más cinco o más seis, por lo que nadie se puede permitir el acceso al dinero prestado. Eso en mi pueblo es como decir que ‘no hay crédito’

También se dice que el rescate ha finalizado y ha sido saneado pero ha sido a costa de los ciudadanos que, no es que lo deban pagar sino que ya lo hemos pagado y con creces. De los 41.300 millones que se nos prestaron 11.000 se les robaron a preferentistas y similares. Eso ya es dinero perdido y que la banca no pagará nunca. Este tema, los ciudadanos, se lo están desayunando con calma desde hace tiempo y ya nadie se acuerda o prefiere no acordarse. Hay otros 36.000 millones que el FROB ya asegurado que están perdido y que no se van a recuperar jamás. Es bien sencillo, ese dinero no se puede devolver o el sistema ‘robusto’ y ‘saneado’ dejaría de serlo. Lo han dejado clarísimo. La factura del rescate la vamos a pagar todos y durante años. El único consuelo es que podría haber sido peor, pero el ‘rescate’ si tuvo factura.

Es como muy fácil volver a estar sano financieramente. Es como si te revientas toda la pasta que tenías en lo que te da la gana y cuando te dicen que tienes que pagar dices que no puedes o entrarás en quiebra. Entonces tus ‘amigos’ te dejan el dinero que necesitas para seguir adelante. Finalmente no lo devuelves alegando que ahora que estás saneado no es prudente o volverás a estar en quiebra.

Lo peor, lo que me pone la piel de escamas, es pensar que el Estado ha entregado, garantizado o avalado toda esta orgía de despropósitos, lo ha hecho en más de 330.000 millones para toda banca. ¿Donde estaríamos ahora si se hubiera destinado toda esa inmensidad de capital a ayudar a las pequeñas empresas productivas, a políticas reales de emprendedores, a la investigación y el desarrollo en campos tecnológicos o del conocimiento o, incluso, a rescatar a los ciudadanos que cayeron en las redes de la codicia y la riqueza de ladrillo?. Todo ese dinero destinado a crear un nuevo modelo de crecimiento o a estimular la economía en definitiva y no a enterrarlo en los balances de los que no tuvieron ningún cuidado.

Ser emprendedor no es cómodo y por eso debe ser crítico. No aceptemos lo que nos cuentan solo porque suena mejor. Las patrañas en celofán son igual de inservibles. Un emprendedor es un agente incómodo para la administración al preguntarse por qué tiene que pagar una cosa o acatar una decisión determinada, ya que ser emprendedor requiere un fuerte compromiso con la innovación pues precisa de ella para competir con empresas que estaban antes que él, ser emprendedor obliga a ser optimista, pues sin ese valor casi irreflexivo a veces no se conquistan nuevos territorios. Pero ser emprendedor exige ser crítico con tu entorno para facilitar la creación de riqueza y de supervivencia de un negocio a fin de crear empleo. No es lo mismo acudir al trabajo a las 9 y salir a las 5 a no tener hora de entrada ni salir nunca pues el proyecto que llevas entre tus manos requiere de concentración constante. Esa exigencia superior aborta cualquier imposición irreflexiva y te pone en alerta de la ineficiencia pública.

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Contra el silencio social

Ayer, en un programa de televisión emitido en RTVE en Catalunya, junto a Miquel Peralta estuvimos charlando sobre mi último libro, sobre el concepto emprendedor y sobre la situación económica. La verdad es que hace tiempo que niego el término crisis a lo que vivimos pero también es cierto que decir eso atendiendo a la situación de millones de personas es difícil de mantener y provoca que mucha gente te asalte al terminar de decirlo con un “díselo a los que lo están pasando mal eso de que no estamos en crisis”. Obviamente que estamos en “crisis”, pero yo lo encuadro en un proceso derivado de algo mucho mayor que he explicado muchas veces.

Vivimos el momento exacto donde la política ha perdido su carácter de acción de cambio. Es el instante de la historia donde se está produciendo a la vez un cambio cultural, social, tecnológico y digital, así como en el modelo de distribución del trabajo y de la transmisión del conocimiento. Todo esto es una constante imparable. Nos ha tocado sufrir una época, donde la esperanza de un cambio de naturaleza política ha desaparecido, y a cambio, nos ha dejado la sensación de que, a través de ella, vivimos la parálisis. La lejanía de lo público del escenario donde pasan las cosas, incluido el ámbito emprendedor es de tal calibre que espanta y clarifica lo que tenemos que hacer y cuando: ponernos en marcha y ahora.

Durante el programa en cuestión me preguntaron como se podía luchar contra el paro juvenil apabullante o como era factible entender ese cambio, y si además eso era compatible con un cambio de mentalidad social. La verdad es que en esos momentos sólo me queda hablar de “revolución íntima“ y de digitalización de nuestro entorno como mecanismo de modernización. La culpa de que nuestros dirigentes no lo han hecho bien o que no hacen lo que tienen que hacer ya no puede ser una excusa en exclusiva. Ha llegado el momento de transformar la dificultad en oportunidad y donde es difícil ver una salida identificar únicamente el trayecto.

Hace muchos años me explicaron la historia de un niño que fue al circo con su padre y quedó fascinado con la actuación de un enorme elefante de fuerza descomunal. Al terminar la función, el pequeño vio cómo el domador ataba una de las patas del animal a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, le sorprendió constatar que si bien la cadena era gruesa, la estaca era un minúsculo pedazo de madera. –Papá, ¿cómo puede ser que el elefante no se escape?–, le preguntó. Y su padre le dijo: –Porque está amaestrado–. –Si está amaestrado–, insistió, –¿por qué lo encadenan?–. El padre no supo qué decirle. Antes de marcharse a casa, un anciano que había escuchado la conversación le reveló la respuesta que andaba buscando. –El elefante no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que nació. Posiblemente, al principio tratara de soltarse, empujando con todas sus fuerzas. Pero siendo un pequeño elefante, la estaca era demasiado resistente para él. Y así continuó hasta sentirse agotado, impotente y, finalmente, resignado. Por eso ahora, siendo un elefante poderoso, sigue siendo preso de sus cadenas. Está convencido de que no puede liberarse de ellas. Lo que no sabe es que le bastaría con decir no…

En este sentido, en el de arremeter con optimismo sobre como ponernos al timón de nuestros propios proyectos y por derivación de nuestra propia vida, cabe hurgar en algún nuevo elemento que adormece esta sociedad. Tengo mil ideas, algunas son mías pero la mayoría me las han contado. Hay personas con ideas brillantes. Ideas, ideas e ideas. Ideas que nos deben llevar a pelear contra todo eso despropósito y esa parálisis, a buscar la oportunidad, a buscar valor, a diseñar modelos de negocio inexistentes, a versionar los que tenemos, a darle la vuelta a la caja y dejar que caiga lo ineficiente, a pactar con los socios, trabajadores, amigos, competencia, proveedores, universidades, administraciones, agentes, con quien sea para sobrevivir en este puñetero barrizal en el que se está convirtiendo emprender en España.

Como emprendedor que se juega su patrimonio cada cierto tiempo, llevo en crisis toda la vida. Lo he hecho sin quejarme como otros miles. Emprender es estar en crisis constantemente, pues cuando tienes algo, lo inviertes, cuando por fin un proyecto está maduro, generas otro. Pero emprender no significa enmudecer. Bajo ningún concepto debemos callar, no aceptemos que nos condicionen las críticas y avisos sobre los responsables de una mala gestión. Para que un emprendedor se calle suelen acusarte de “catastrofista” o de ser “el quinto jinete de la Apocalipsis”. Eso es una trampa, un cepo de mal tertuliano. Justifica y ampara a los que debieron hacer algo y no lo hicieron, permite que la gente siga en la inopia empujados hacia una miserable oferta de recortes en las capacidades de cada uno de sentirse libre de decir lo que piensa. Como emprendedores debemos adoptar una actitud crítica y demoler esa barrera social, anestesiada, que se bebe el cloroformo para desayunar como si fuera un vaso de leche caliente y responder con proyectos y con contundencia. Ponerse en marcha es el mejor mecanismo para responder a una estructura de poder diseñada para el silencio social.

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El emprendedor vendedor

Hace muchos años asesoré a una familia que montó una empresa de limpieza e higiene industrial. Era un matrimonio emprendedor. Ella tenía un trabajo de vendedora en un supermercado alimenticio aunque su titulación en psicología la tuvo que ocultar para lograr el empleo, y él era director de personal de una empresa importante de limpieza industrial.
En un momento determinado montaron esa compañía. La idea de que el marido aportaría clientela de su antigua empresa era una de las estrategias comerciales adoptadas y con el tiempo, si se incorporaba otro compañero, este también adicionaría más masa comercial. Aportaron el capital del paro en pago único y algo de ahorros y solicitaron financiación externa. La lograron, cosa que ahora no sería posible en el 99% de los casos por cierto.

Consiguieron una buena cantidad de dinero. Recuerdo como, cuando me solicitaron, tras la quiebra, mi ayuda y asesoramiento, la pelota tenía tal tamaño que no comprendía la capacidad técnica para construir semejante esfera de estiércol. La mayoría de material y máquinas pulidoras, de limpieza de todo tipo y chismes varios supusieron un gasto de tal calibre que se lo ventilaron todo. Estaban a cero y aun no habían empezado. Los clientes no fueron infieles a la empresa origen del marido y el fichaje externo no pudo formalizarse pues la crisis llegó, de manera que nadie apostaba por algo inseguro mientras tuviera un empleo estable.

La empresa de limpieza quebró y apenas habían pasado unos meses. Tenían tecnología de higiene industrial de primera división y capacidad para llevarla a cabo, pero sin embargo todo se vino abajo. Les ayudé a reconducir la situación en apenas un año. Ahora las cosas van algo mejor, se planteó una modernización de los procesos de gestión en la empresa y un nuevo plan financiero, pero también gasté un buen tiempo en “explicarles cual había sido su error”.

No precisaban endeudarse hasta ese nivel para empezar un negocio, ni tampoco era correcto contar con una clientela inexistente como factor contable. Hay que ser modesto y crecer adecuadamente. Años atrás, el problema no era la financiación y las empresas cerraban al mismo ritmo que ahora. En aquel entonces y ahora, el gap es la gestión de recursos.

Hoy en día es normal escuchar a un emprendedor decir: “yo no me dedico a vender, yo soy un técnico”. Eso es un error terrible, un emprendedor no puede diferenciar ese perfil como si se tratara de un directivo de una multinacional. ¿Cuando se ha visto un emprendedor que no sea un vendedor de su proyecto? No es necesario apostar al rey, esperar que un director comercial externo aparezca por arte de magia, con un sueldo inasumible por un proyecto start-up y que aporte negocio. Aquí toca patearse la calle y apostar por una comunicación inteligente en redes sociales, a partir de ahí, quien mejor vende es el que tuvo la idea. Menos dinero y más acción, menos financiación y más perseverancia.

El proceso de crecimiento condicionará esas acciones, esas incorporaciones. Responsables de marketing y financieros, desarrolladores, diseñadores, capataces o lo que haga falta irán llegando, pero de momento, al principio, el emprendedor, si hace falta, pasa el mocho. El paso de emprendedor a empresario es algo impreciso que se produce en un momento indeterminado, pero que algo tendrá que ver con eso. Seguramente, aunque hay empresarios que no dejan de ser nunca emprendedores pues el “capital aportado” no cambia el espíritu de construir proyectos desde abajo y disfrutar viéndolos crecer.

La financiación es algo determinante pero no es imprescindible. Hay otras ramas que se deben cortar. De la idea se debe pasar al plan de empresa o negocio, aceptando que ese tipo de documento ya no es como habían sido en el pasado, son dinámicos y poco dados a la estructuración densa y rígida del siglo pasado. Ahora, incluso, no son imprescindibles. ¿Qué hubiera pasado si Twitter hubiera tenido un Business plan? Que a estas alturas sería una web ruinosa a punto de cerrar, cuando resulta que adaptando los sucesos a un modelo de negocio aparecido en segunda instancia, se ha convertido en una de las empresas más rentables del planeta. Del ingreso cero y sin expectativas ha pasado al ingreso infinito.

El emprendedor debe vender y aprovechar todo aquello que le ofrece la tecnología, utilizarla como aliada y no como inconveniente.

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Conectar cosas eliminando procesos

Leí hace unos días una entrevista a Steve Wozniak, uno de los fundadores junto a Steve Jobs, de Apple hace unas cuantas décadas. El hombre decía que parece muy difícil hacer predicciones en el sector tecnológico y que lo único que se puede decir es lo que no va a funcionar. Decía que “todo el mundo está hablando de la informática que podrá llevarse incorporada en la ropa, lo que permitirá que los ordenadores sean incluso menos visibles“.

El átomo es el pasado. El símbolo del siglo que viene es la red. La red no tiene centro, no tiene órbitas, no tiene incertidumbre. Es una red indefinida de causas. La red es el arquetipo diseñado para representar todos los circuitos, toda la inteligencia, toda la interdependencia, todas las cosas económicas, sociales o ecológicas, todas las comunicaciones, toda la democracia, todas las familias, todos los grandes sistemas, casi todo lo que nos parece interesante e importante. Mientras que el átomo representa la simplicidad bien definida, las redes representan la complejidad desordenada. La red es nuestro futuro.

Me parece interesante el término de tecnología invisible y sobre todo me gusta mucho la idea de llevarla encima. Sin embargo, como dice Wozniak,  no sabemos cómo será su tamaño ni su forma, ni en qué parte del cuerpo la llevaremos, ni lo que funcionará y lo que fracasará aun. De hecho no hay nadie que pueda decirnos cómo será ese tipo de informática. Tengo claro que el comercio electrónico deberá basarse en ese principio que marcará la internet de las cosas y que la voz también generará flujos de órdenes y ejecuciones. Con la voz lanzaremos una idea y sin recordar los pasos para llevarla a cabo, ese aparato inteligente la ejecutará de manera eficiente.

La dinámica de nuestra sociedad, y particularmente nuestra economía, cada vez más se atendrá a la lógica de las redes. Comprender cómo funcionan las redes será fundamental para comprender cómo funciona la economía. Todas las redes tienen dos elementos: nodos y conexiones. En la enorme red que estamos construyendo, el tamaño de los nodos está disminuyendo mientras que la cantidad y calidad de las conexiones está aumentando muchísimo. Estas dos esferas físicas, constituyen la matriz a través de la cual fluyen las ideas de la nueva economía. Estamos conectándolo todo Algo misterioso sucede cuando tomamos varias cosas que son bastante limitadas y las conectamos entre sí. Cuando tomamos cada uno de los chips poco inteligentes que contiene cada caja registradora de una tienda y los conectamos entre sí para formar un entramado, obtenemos algo más que poco inteligente. Tenemos sistemas de compras en tiempo real que se pueden ocupar de la gestión del inventario.

Para mí la clave estará en la eliminación de procesos y en la amnesia inducida, es decir, en el hecho revolucionario de que podamos ir olvidando los pasos y fases que un proceso se lleve a cabo porque un device inteligente lo resolverá inteligentemente por ti. Google será nuestra memoria y la internet de las cosas inteligentes nuestro actor principal.

Y en eso de definir un modelo económico están los que dirigen el mundo. Muchas veces olvidando cosas determinantes o entendiendo el punto exacto en el que nos movemos. Por ejemplo, seguir no definiendo nuestra era como la de la Nueva Economía es un error. Esa nueva escena tiene reglas y modos. Intentaré desgranarlo en otros artículos pero permitidme que los enumere en una primera aproximación.

Cuando permitimos que un objeto transmita una pequeña cantidad de datos y reciba información de su alrededor, cambiamos un objeto inerte por un nodo animado, vivo. No es necesario que todos los objetos conectados transmitan muchos datos. Un pequeño chip introducido en el interior de un depósito de agua de un rancho australiano sólo transmite el mensaje telegráfico de dos bits que indica si el tanque está “lleno” o si “no lo está”. Un ordenador personal es como una sola neurona del cerebro dentro de una caja de plástico. 

Kevin Kelly definió las bases de un modelo económico digital y descentralizado. Se le llamó Nueva Economía y en eso se cuadra todo el modelo de crecimiento que un país de nuestro entorno debe zambullirse. Sería interesante que algunos de los que definen y estimulan procesos de cambio económico, ya sean bancos, políticos o derivados, entendieran exactamente en lo que se encuadra todo esto. Para refrescarles les cuento que la Nueva Economía tiene tres características básicas. Por un lado es global, por otro apoya las ideas, la información y los sistemas relacionados, es decir, lo intangible y está intensamente conectada. Esos tres elementos se basan en el poder de la descentralización.

Las partes poco inteligentes, adecuadamente conectadas para formar una red, proporcionan resultados inteligentes. La red no está compuesta únicamente por seres humanos que se comunican entre sí a través de AOL, a pesar de que estos constituyen una parte de la misma y lo seguirán siendo mientras que la seducción y la pasión estén presentes. En realidad, la red es la interacción total colectiva de un trillón de objetos y de seres vivos, conectados entre sí, por medio del aire y del vidrio. Varias pequeñas cosas conectadas entre sí para formar una red, generan un poder increíble. Pero este poder interconectado necesita un mínimo gobierno desde arriba para maximizar su utilidad. La supervisión adecuada depende de la red. Durante muchos siglos, hemos estado obsesionados con el papel del gobierno. Pero la gran excitación de la nueva economía es que sólo ahora hemos empezado a explorar el poder del nivel más bajo, donde está el reino de los iguales. Con la invención de unos pocos sistemas distribuidos, como Internet, hemos podido demostrar el potencial de lo que las redes mínimamente centralizadas son capaces de hacer. Primero, fabricamos un chip para cada objeto, después los conectamos. Seguimos conectando todos los seres humanos, Ampliamos nuestra conversación para incluir el mundo y todos sus artefactos. Dejamos que la red de objetos se gobierne a sí misma con la máxima autonomía posible; nosotros mandamos cuando es necesario. En esta matriz de conexiones, interaccionamos y creamos. Esta es la red que constituye nuestro futuro.

La totalidad del proceso no se completará mañana, pero el destino está claro. Estamos conectando todas las cosas, hasta que lleguemos a agrupar todo lo que el hombre ha creado. Y en esa agrupación hay un nuevo poder. Estrategias “Hacer que la tecnología sea lo más invisible posible”. A medida que la tecnología es cada vez más ubicua, cada vez es más invisible. Cuantos más chips proliferen, menos advertiremos su presencia. Cuantos más éxitos se consigan a través de las redes, menos seremos consientes de ello. La tecnología informática está experimentando el fenómeno de la desaparición. Si la revolución de la información triunfa, eventualmente el ordenador de sobremesa aislado acabará desapareciendo. Sus chips, sus líneas de conexión, incluso sus interfaces visuales se sumergirán en nuestro entorno hasta que ya no seamos consientes de su presencia.

A medida que la era de las interconexiones vaya evolucionando, sabremos que los chips y las fibras de vidrio han triunfado, sólo cuando los hayamos olvidado. Puesto que para medir el éxito de una tecnología hay que ver lo invisible que se vuelve. “Si no es una tecnología viva, haga que lo sea”. Del mismo modo que la tecnología de la escritura abarca prácticamente todo lo que hacemos, muy pronto, las tecnologías de la interacción abarcarán todo lo que hacemos. “Si no está conectada, conéctela”. Como primer paso, cada uno de los empleados de una institución debería tener un acceso íntimo, fácil y continuo a los medios de comunicación de la empresa, correo electrónico, buzón de voz, radio, lo que sea. Cualquier avance que promueva conexiones más baratas, más extensas y universales, será un progreso en la dirección correcta. “Distribuir el conocimiento”. Utilizar el mínimo número de datos para mantener informados a todos los miembros que integran el sistema. Intente que las máquinas se comuniquen entre sí directamente. La información debería fluir lateralmente y no únicamente alrededor a un centro, sino fuera y entre el centro. “Si no funciona en tiempo real, está muerto”. Las redes necesitan comunicación en tiempo real. Los sistemas vivos no se pueden permitir el lujo de esperar toda la noche para procesar una señal entrante. Si se duermen, pueden llegar a morir mientras están durmiendo. Con muy pocas excepciones, la naturaleza reacciona en tiempo real. Con muy pocas excepciones, las empresas cada vez tienen que reaccionar más en tiempo real.

Un puñado de granos de arena nunca formará una avalancha, por mucho que uno lo intente. En realidad, uno podría estudiar un solo grano de tierra durante cien años y nunca llegar a la conclusión de que esa tierra podría provocar una avalancha. Para formar una avalancha hacen falta millones de granos. Una red con un millón de nodos actúa significativamente de forma diferente de una con cientos de nodos. Por ejemplo, 20 millones de martillos de acero moviéndose al unísono siguen siendo 20 millones de martillos de acero. Pero 20 millones de ordenadores interconectados en una red, es mucho más que 20 millones de ordenadores funcionando individualmente. “Haga todo lo que pueda para hacer más”. En una red el problema del huevo y la gallina puede ser un problema desde un principio, no hay audiencia porque no hay contenido, y no hay contenido porque no hay audiencia. De este modo, algunas veces, los primeros esfuerzos al conectarlo todo dan muy pocos frutos. El juego de la economía interconectada consistirá en descubrir lo pequeño que se ha pasado por alto y averiguar la mejor manera de hacer que entre a formar parte de un entramado o red.

El post de hoy está dedicado a uno de mis referentes en cuanto a teoría de la información y del modelo de sociedad en red, el gran Kevin Kelly.

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Individualmente colectivos

Ayn Rand era el seudónimo de Alisa Zinóvievna Rosenbaum, una escritora estadounidense de origen ruso que sostenía la convicción de que los gobiernos tienen una función legítima pero limitada. Uno de los fragmentos de su obra ‘La rebelión de Atlas’ escrito en 1957, encaja a medida con lo que estamos viviendo en estos tiempos y en nuestro entorno.

Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegido contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto sacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada.

El informe del Observatorio de la Realidad Social que elabora Cáritas indica que en España hay tres millones de personas en situación de pobreza severa. Es gente que se enfrenta a una batalla cotidiana por la supervivencia con menos de diez euros diarios. En apenas un lustro esa cifra es el doble. En esos cinco años hemos pasado de poco más del 8 por ciento de paro a rozar el 27. De un cuarto de millón de familias donde ningún miembro trabajaba se pasó a más de dos millones. Sumemos a toda esa carnicería los casi cien mil desahucios que se han vivido y que se deben a que muchos confiaron sus almas a un banco sonriente que ahora firma el informe que les pone en la puta calle.

La renta media desciende y afecta directamente a la desaparición de la clase media tal y como ahora la conocemos. Durante los años de expansión económica no se redujeron las diferencias entre las clases más débiles y las mejor posicionadas puesto que el valor contable de gran parte de esa “clase media” no era más que un montón de créditos acumulados de manera indecente soportando una propiedad sobrevalorada hasta la vergüenza ajena. El cóctel que supone todo ello explota a diario como bombas de racimo entre los más necesitados. A medida que pasa el tiempo se cronifican los parados de larga duración, la huida de jóvenes desesperados y la precarización económica basada en un modelo de crecimiento de escaso valor diferencial.

A estos datos deben contraponerse otros que pasan de refilón a los afectados: los macroeconómicos. Los datos que indican que estamos en la senda del crecimiento. Tengo claro que no es tal todavía, la tasa final de 2013 será de un crecimiento negativo de algo más de un uno por ciento. El punto de inflexión está a punto de producirse y por desgracia parece que la importancia de este momento exacto no se está apreciando adecuadamente.

Los responsables de dirigir y estimular este proceso pueden estar dejando de lado la importancia real de este instante de la historia. Los elementos que deben aprovecharse para crear un nuevo patrón de crecimiento son de tipo exterior e interior. Tenemos un paisaje desolador pero precisamente es ese escenario el revulsivo par imponer un cambio radical en los modelos de crecimiento.

Estamos ante detalles que bien podrían ser indicativos, pistas, de que el pistoletazo para el cambio ha llegado. Un punto de partida que podemos aprovechar o no. Si lo dejamos en manos de los demás estaremos eliminando el factor fundamental de ese cambio latente: la intervención individual que permita una revolución íntima y profunda en la manera de entender la vida y la economía. Los tiempos del pasado no regresarán y aquellos frutos no madurarán. Esperar subsidios y ayudas por “derecho fundamental” dejará de ser factible y lo que no nos fabriquemos nosotros mismos nadie lo creará. Si no encuentras trabajo seguramente es porque no lo hay, no existe. Por lo tanto tocará inventarse uno nuevo. Crear expectativas mientras creas caminos. Andar mientras generas el modelo es la clave.

Los datos que arriba estaba listando son demoledores, horribles y que no dan muchas opciones. Es imposible revertir esa situación con políticas puntuales de plazo fijo marcado a cuatro años. Hace falta poner las luces largas y mirar mucho más lejos. Ayudar a quienes ya no podrán salir de esa situación y empezar a definir hacia donde debe ir este proyecto socioeconómico común. La innovación, el conocimiento, la educación emprendedora y la digitalización de nuestra existencia no será una opción, será la obligatoria tasa humanitaria que deberemos pagar si queremos aprovechar este momento histórico.

Si lo que hacemos es permanecer a la expectativa y en esa espera lo que se busca es recuperar los sectores cíclicos y débiles del pasado habremos entregado el futuro de nuestros hijos a la nada más absoluta. No es cuestión de que mundo le dejamos a nuestros hijos, sino que hijos vamos a dejarle al mundo futuro. Sino generamos talento, conocimiento e innovación a partir de la educación y la capacidad emprendedora en sectores de alto valor, el futuro será un desahucio moral y social.

Europa ha salido de la recesión lo que está mejorando el comportamiento de nuestro sector exterior, mediante un incremento de las exportaciones sumado a un magnífico año para el turismo extranjero gracias a la devaluación interna que hemos sufrido además de los conflictos que afectan a algunos de los destinos alternativos.

El ajuste sufrido por las familias y empresas, el empobrecimiento en términos de salarios, márgenes y precios de venta y en términos de cantidades por culpa del desempleo masivo, la contratación cada vez más centrada en la temporalidad, así como un fuerte proceso de desendeudamiento que ha permitido, con enormes costes sociales, una drástica recuperación de competitividad y un fuerte reequilibrio de los balances, tanto para las familias como para las empresas privadas no financieras. Aunque habrá creación de empleo neto en algunos trimestres del próximo año, la generación neta en términos anuales será prácticamente nula, en el mejor de los casos. Nos situamos en el 2015.

Y la recuperación de desequilibrios básicos (desde la reorientación del crédito hacia el sector privado, hoy aún muy escaso y selectivo, hasta la evolución del déficit y la deuda públicos) nos llevará aún al menos dos años, hasta el 2016. Y con la incógnita de una deuda pública que puede superar el 100% del PIB y que pone en riesgo la confianza de los mercados internacionales en la sostenibilidad de nuestra recuperación. Urge, en definitiva, seguir en los ajustes y las reformas y, sobre todo, no caer en la autocomplacencia a partir del argumento –cierto– de que vamos mejor.

Es este un momento de la historia en el que sigue siendo clave pensar en primera persona del singular para poder darle valor a la tercera del plural. Sujetar tu vida para generar riqueza en tu entorno. Perseguir sueños para transformar la vida del resto. Todo cuanto suceda sucederá porque tu mismo lo impulses, y eso en definitiva repercutirá en la dinámica de cambio que nuestra sociedad está preparándose para vivir. Es evidente que no todos han entendido hacia donde van los tiempos, que tren se acerca y puedes perder, ni que se vende más en la zona ‘e-‘ que en la zona ‘a’, que la economía digital no entiende de fricción y que la nueva economía requiere de líderes (patronales, sindicales, políticos,…) que se sientan cómodos en esta transición gigantesca que el ser humano está viviendo. A pesar de todo y de todos, el futuro será mejor y colectivamente ganaremos si somos capaces de darle el valor individual que construye la riqueza colectiva.

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El vaso está vendido.

Ultimamente comento que como emprendedor no puedo permitirme el lujo de ver el vaso ni lleno ni vacío, que no es cuestión de optimismo o pesimismo, que se trata de ver el vaso por llenar. Sin embargo, alguien que me conoce, me dijo que conmigo encajaba más otro final para este aforismo. Según comentan, mientras otros discuten el estado del vaso yo seguramente habré cerrado su venta a un buen precio. Puede que sea una exageración pero en base a eso proyecté uno de mis retos emprendedores actuales: Openshopen.
La suerte que es que nuestra plataforma no para de crecer. Hemos alcanzado las dos mil tiendas abiertas y superado diversos momentos de tensión tecnológica que estaban en la hoja de ruta como cualquier desarrollo en su salida. Estamos muy contentos con el resultado alcanzado y con las mejoras implementadas estos últimos dos meses. Con Openshopen puedes montar una tienda en minutos y gestionar tu propio sitio de comercio electrónico desde un panel de control sencillo con todas las opciones necesarias para vender en internet. Dispones de una variedad de plantillas de ecommerce relacionados con diferentes actividades de venta online. Además si tu tienda virtual necesita algo especial dispones de una tienda personalizada con colores, marcas, texturas, menús que se adaptan a ti.

Ayer, en el blog corporativo de Openshopen, se trataba un tema fundamental: traducir en ventas tu presencia digital. Un post que considero indispensable como plan para apoyarte en la promoción de tu tienda virtual. Para nosotros el Social Media Commerce marca la diferencia en las estrategias que deben llevar a convertir en resultados efectivos y por eso no tan solo las definimos sino que en se contempla en uno de nuestros planes de apoyo a los clientes que se den de alta en nuestra plataforma.

La planificación de una estrategia te ayudará a ser más efectivo en la gestión de tu tiempo, en la efectividad de tus acciones y en la toma de decisiones, mi consejo es que traces ese pequeño plan antes de comenzar a difundir de manera impulsiva mensajes o contenidos a través de las redes sociales. Recuerda que los datos de lo que suceda con tus acciones en las redes sociales sólo serán plenamente valiosos si los puedes medir y te ayudan a mejorar.

Emprender es ejecutar, es ponerse en marcha con el análisis preciso. Mucho análisis genera parálisis y eso es lo que precisamente debemos impedir. Cuando dispuse el desarrollo de una plataforma que fuera capaz de procesar más rápido, más fácil y de manera más completa que la competencia, en la creación de tiendas virtuales sólo buscaba implementar una manera de pensar que es la que impregna este blog de punta a punta.

Comprar por internet requiere confianza online en los medios de pago. Por eso Openshopen integra sistemas de pago en tu tienda online para que los pagos por internet sean seguros y sencillos. Podrás vender tus productos fácilmente aunque no sea tu principal ocupación y podrás combinarlo con otras actividades. Nosotros te ayudaremos. De hecho puedes empezar a vender en internet ahora mismo, sólo debes definir que y cual es su precio. Mi sueño era crear un desarrollo simple pero robusto como solución en ecommerce. Estamos en ello.

Hay cuatro maneras de ver el vaso. Medio lleno si eres optimista, medio vacío si eres pesimista, medio vaso que sobra si eres un tipo racional y medio vaso por llenar si eres un emprendedor. La primera es la manera en como ven el recipiente algunos de los que están apunto de perder su trabajo o pagar más impuestos que nunca. La segunda forma es la de los que la situación les ha vencido ya. La tercera es la modalidad menos arriesgada y suele adoptarse por aquellos que se huelen que lo peor está por llegar. La última es la buena. Lo debemos llenar con agua de cualquier parte, pero el vaso tiene que rebosar de agua. 

Había una quinta opción…

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Conector 'the die is cast'

Tal y como comunica en su blog Carlos Blanco, ayer acabó el proceso de presentación de proyectos en Conector. Por lo tanto la ‘suerte está echada’ y los que no se han presentado deberán esperar a otra oportunidad y las casi 100 startups que han presentado su proyecto a esta primera edición de Conector Startup Accelerator en Barcelona ya no pueden tirarse atrás. Sin embargo cabe decir que, de estos proyectos, se han descartado algunos que no tienen que ver con el sector digital o tecnológico, que están muy lejos geográficamente o no han logrado documentar bien.
En la siguiente se realizará primera selección de unos treinta proyectos. Aquí se darán prioridad los proyectos más cercanos a Barcelona debido a que la aceleración será aplicada desde nuestras instalaciones. En las próximas ediciones iremos ampliando ese aspecto geográfico ya no tan sólo a lo largo del territorio nacional sino también con una vocación de expansión internacional.

Posteriormente socios y mentores de Conector votaremos los diez proyectos que más nos gusten estableciendo una clasificación que determinará los doce a quince seleccionados. Durante la tarde del próximo jueves un comité de evaluación compuesto por los impulsores, socios, mentores, profesores de escuelas de negocio, periodistas tecnológicos y económicos, otorgarán un veredicto final en base a diversos criterios que consideramos fundamentales y que girarán en torno al Emprendedor líder, al equipo, al sector al que se dirige, a la idea o el producto, al modelo de negocio, a la calidad de la presentación y a sus valores sociales.

Este último punto aparece por la firme voluntad de todo el equipo fundador de querer apoyar el emprendimiento social teniendo como objetivo elegir, como mínimo, un proyecto focalizado lo que se denomina emprendeduría social, por lo que será un elemento a valorar la aportación a la sociedad del proyecto.

A pesar de que las votaciones darán un escenario claro de proyectos seleccionados, el proceso no habrá terminado. Los socios de Conector los analizaremos durante los siguientes días para decidir el número exacto de proyectos que invitamos a participar en la primera edición de Conector Startup Accelerator en Barcelona. Nos gustaría tener un mínimo de 5 proyectos, un máximo de 10, aunque lo ideal serían 7-8. Sin embargo, a diferencia de otras aceleradoras basadas en procesos cerrados, para nosotros es muy importante la calidad de los proyectos, más que la cantidad predeterminada.

Entre el 20 y el 22 de Noviembre mantendremos entrevistas personales con los que consideramos candidatos a entrar en Conector y tras esa entrevista comunicaremos definitivamente a cada startup si está dentro o fuera. En esa entrevista les preguntaremos ¿Porque quieres entrar en Conector? ¿Qué aporta a la sociedad tu proyecto? ¿Qué mentores te gustaría tener? ¿En qué áreas necesitas mentoring? ¿Cuáles son las carencias de tu equipo? ¿Qué inversión estás buscando?

Durante la semana del 25 al 29 de Noviembre, comunicaremos oficialmente las startups que empezarán el proceso de aceleración el lunes 2 de Diciembre en las oficinas de Conector Startup Accelerator en Barcelona.

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En el World Business Forum

La semana pasada estuve en el World Business Forum, el mayor evento de managment de Europa que se ha celebró en Milán. Durante dos días tuve oportunidad de trabajar junto a los empresarios y directivos muy destacados de Europa para entablar relaciones comerciales de alto valor añadido. Para IDODI ha sido muy interesante por los acuerdos y nuevos negocios que hemos logrado cerrar.
Desde hace más de dos años mi empresa acompaña a pequeñas, medianas y grandes compañías y organizaciones en su transformación digital, en su modernización y en la formulación definitiva para atraer talento, gestionar el cambio tecnológico y en aportar valor a sus productos o servicios. Para poder hacerlo es preciso rodearse de los mejores, trabajar junto a ellos y, a ser posible, explicar nuestros propios modelos de gestión para compararlos y perfeccionarlos. Eso es lo que hemos hecho en Italia esta semana pasada.

De todo cuanto pasó me quedo con el gran Tom Peters. Según él la Gestión del Error es determinante. Dijo que “equivocarse es más importante que nunca en la época en la que vivimos. El ratio de errores es el mejor indicador de la rápida adaptación de una empresa a su tiempo. Un buen líder debe gestionar los procesos de error. La perfección sólo se consigue en las empresas que están a punto de colapsarse”

Yo también defiendo que durante los tiempos donde la innovación es uno de los pilares de la empresa, se debe alentar el que la gente corra riesgos y por lo tanto cometa errores. De estos errores saldrá conocimiento y alentando la creatividad a todos los niveles acabaremos encontrando aquello que realmente marca la diferencia y que nos catapultará hacia el éxito.

También compartimos experiencias con Gerhard Schröder, ex canciller alemán, Andre Agassi, ex jugador de tenis estadounidense, Susan Cain, abogada y escritora, Mauro Porcini, diseñador,  Kevin Roberts, uno de los más influyentes ejecutivos de la publicidad mundial, Martin Lindstrom, considerado un gurú del comportamiento neurológico del consumidor y, entre los españoles que allí estuvimos, destacaba el gran Alex Rovira.

En mi opinión anticiparse al mercado, detectar necesidades futuras y estar a la vanguardia de las novedades debe ser uno de los retos de cualquier empresa de vanguardia. A través de intensas e interesantes sesiones de trabajo los miembros de IDODI que asistimos tuvimos la oportunidad de formar parte del grupo de profesionales que está reorganizando el panorama económico global redescubriendo en esencia lo que significa hoy el management y lo que significará en el futuro.

Al finalizar el evento en Milan nos fuimos a Roma a cerrar algunos contratos y acuerdos para empezar la creación de IDODI Italia durante el próximo año 2014. Hemos empezado la selección del equipo y la búsqueda de instalaciones.

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Rebajar el dinero que no existe

Draghi no hizo más que ratificar el problema con la rebaja de tipos de la semana pasada. Seguimos en parálisis. Es el síndrome del dinero electrónico. Algo así como el oro en la bolsa. Los ciudadanos creen tener mucho metal pero en realidad no tienen nada. Solamente que un porcentaje bajo de personas que consideran tener oro fueran a buscarlo no encontrarían nada. No hay tanto oro como el que dicen haber vendido.
La moneda europea es algo parecido. La banca asegura tener mucho pero no lo presta por vete tú a saber el motivo. Obviamente la rebaja de valor y de capital resultante que ha llevado a toda Europa a “devaluarse” de manera diversa y artificial sin tocar la divisa ha eliminado a la misma del circuito de equidad y por eso no hay más remedio que seguir aumentando su volumen objetivo devaluando lo que cuesta obtener un euro, el tipo de interés.

El problema es que en metálico hay muy poco en contabilidad real, es decir, en circuito legal. El resto de euros que dicen acumular son dígitos. Algo que a la bolsa y a los inversores de pantalla poco les importa pues es su propio oxígeno. (Me pasé unos cuantos años con todos esos mecanos sofisticados sellados en mis ojos cuando me dedicaba a la gestión de activos en bolsa). Todos digiriendo dígitos que no representan lo que dicen estar mostrando. Entre la economía real y la economía digitalizada (que no digital) hay mucha distancia.

El mínimo histórico al que estos señores de plástico han decidido poner el precio del dinero en Europa no es más que la evidencia de que los bancos no pueden prestar lo que no tienen. Me hace mucha gracia el término “banco malo” pues parece como si de un truco de magia se tratara y que pudiera hacer desaparecer (para siempre) los activos tóxicos (también es un término la mar de humorístico). Digamos que la acumulación de mierda que cada banco tenía no afecta si la pones en una esquina destinada a eso. Absurdo. Hasta mi hijo de 8 años me dice que “eso no está bien ni se puede hacer pues si acumulas los deberes del cole mal hechos en una libreta destinada a eso, tarde o temprano, te catean”.

Los bancos no pueden prestar por que no tienen dinero real. Si lo fabricaran el euro cada vez valdría menos y si eso es así los ahorros, incluidos los de estos señores que rebajaron ayer los tipos, no valdrían nada. Es jodido, pero sin ahorros no podrían vivir de rentas todos sus amigos y la aristocracia política que se ha instalado en la nueva (viejuna) Europa y eso hace que les cueste mucho poner en marcha la impresora de billetes. Además, si eso sucediera, se adelantaría el cambio de modelo y orden mundial donde Europa pasaríamos a ser países sumergidos frente a los emergentes.

Puede que sea este el motivo que Europa no devalúa. El miedo a perder el valor real en lo único que les queda sobretodo en el sur es absoluto. Sólo queda el valor de las finanzas y las rentas sociales en las entidades bancarias. Tocar eso es poner en jaque el sistema definitivamente. Cada vez hay menos liquidez en el sector privado y nadie parece darse cuenta que el reto no está en la gestión pública sino en lo que cada uno de nosotros podamos hacer independientemente de las meriendas de estos tipos.

El espíritu emprendedor es la mejor forma para afrontar con éxito el nuevo ecosistema económico y social en el que ya estamos sumergidos y que he explicado alguna vez. Da igual si sube o baja un punto el tipo de interés, aquí lo que toca es tener interés por el tipo de negocio que nos toca ahora afrontar como países sumergidos que quieren enfrentarse a los emergentes. Planes de estímulo en base a la gestión transversal de la tecnología y de adopción de patrones que mejoren la educación global de nuestro entorno. La gran asignatura pendiente es unir educación y empresa y que todo eso sea en base a proyectos de vanguardia tecnológica.

Me gusta pensar que tenemos una gran oportunidad y que todo prácticamente depende de que lo aceptemos. ¿Sabíais que toda la tecnología que uso la NASA en 1969 para poner al hombre en la luna cabe hoy en día en cualquiera de nuestros iPhones? Si el hombre de entonces llegó a la luna, con la misma tecnología en una sola de nuestras manos, ¿donde podemos llegar juntos?

La nueva economía implica una serie de cambios disruptivos a todos los niveles. Desde cambios en la cadena de valor, ya que las ideas son las que tienen importancia y no el soporte como en muchos de los modelos tradicionales, hasta cambios en los procesos y en la gestión de las organizaciones. Aceptar que este nuevo modelo implica nuevas condiciones y sólo aquellos capaces de inventarse un nuevo entorno laboral vinculado al nuevo modelo, te acerca al éxito.

El incendio no está extinguido, sólo parece controlado. Hay un nuevo modelo económico emergente que no precisará que se extinga el anterior. Crecerá al unísono a otro que se desmorona. Un modelo más digital, donde el individuo será protagonista de sus propia aventura, donde los negocios no dependerán de un vetusto Business Plan y pasarán a ser seres vivos con fechas de caducidad previsibles, donde la economía industrial dará paso a otra definida por los principios de la propiedad emergente y donde la gestión del conocimiento construirá sus propias autopistas y sus peajes. Tal vez todo esto sea innecesario pues, como dicen, seguramente no hay de que preocuparse. Será por eso que nos han puesto el dinero a precio de saldo… ¿Verdad?

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Presentación proyectos a Conector

Hace algún tiempo ya os hablé de Conector, una aceleradora de startups en la que tengo el honor de ser uno de sus fundadores. De la mano de otros emprendedores que, como yo, ya hemos pasado por aceleradoras o que incluso podemos tener incubadoras propias, en esta ocasión el plan está tremendamente bien definido. El proyecto se centrará en proyectos de los ámbitos de Internet, Mobile y nuevas tecnologías con vocación internacional.
Hoy os quería comentar, pues muchos emprendedores me lo están pidiendo, las fechas de cierre de la presentación de proyectos. Será el próximo 11 de Noviembre. Técnicamente ya hemos dado inicio a la 1ª edición del programa de aceleración, formación y acompañamiento a proyectos digitales que tendrá lugar de Diciembre 2013 a Mayo 2014 en las instalaciones de Conector (C/ Calabria 169) en Barcelona y participarán entre 5 y 10 proyectos de emprendedores.

El proceso de inscripción para la selección para los primeros proyectos que entrarán en la aceleradora está abierto en www.conector.com y concluye, como he dicho, el lunes 11 de Noviembre. El próximo 14 de Noviembre los proyectos pre-seleccionados presentarán ante un jurado compuesto por los principales socios de la aceleradora como Risto Mejide, Carlos Blanco, Gerard Olivé, Marc Ros y yo mismo junto otros mentores de la aceleradora, profesores de escuelas de negocio, inversores y destacados empresarios de otros sectores.

Entre los mentores podemos destacar, además de los socios fundadores, estarán Axel Serena, Eudald Domenech, David Tomás, Ignacio Fonts (Inveready), Iñaki Ecenarro (Trovit), Luis Font (Zyncro), Marti Manent, Pau Cerdà, Simon Lee (Incubio) o Vicenç Martí (Akamon) entre muchos otros.

Los mejores proyectos también podrán viajar durante un mínimo de una semana a Silicon Valley, donde bajo la tutela de Xavier Verdaguer, uno de los fundadores de Conector, visitarán a las principales empresas y startups de la cuna del emprendimiento digital.

Conector busca proyectos con empresas ya constituidos o constituyéndose, del sector de Internet, Mobile, Tecnología, Telecomunicaciones, Media y Entretenimiento con equipos de entre 2 y 4 emprendedores y orientados a tener un producto disponible en mercado como máximo en los próximos 3-4 meses.

Nuestra directora, Elisabeth Martinez, ha declarado recientemente en varios medios que “participar en Conector Startup Accelerator es una oportunidad única para los emprendedores ya que tendrán todo el apoyo del equipo de Conector y los mentores”. Los mentores y los emprendedores se escogerán mutuamente en un proceso que ayuda a tener más efectividad durante el proceso de aceleración. Lo que más me atrae del proyecto es que nada es pre establecido y todo depende de los puntos de atracción entre las partes. Es decir, que no vamos a cupos o conjuntos cerrados.

Los aspectos clave de Conector Startup Accelerator son:

Sede inicial en Barcelona, en una fase posterior se crearán nuevas sedes en ámbito nacional (Valencia y Madrid como mínimo) e internacionalmente (Latinoamérica y Estados Unidos).

Cada proceso de aceleración ayudaremos a un mínimo de 5 proyectos de emprendedores, lo habitual ente 6 y 8, en total un mínimo de 15 startups al año.

Proyectos de Internet, Mobile y nuevas tecnologías, con una vocación internacional, en especial LatAm y USA. Se pueden presentar los proyectos en www.conector.com hasta el 11 de Noviembre.

El proceso de aceleración será de 6 meses , los mejores proyectos estarán 1-2 semanas en Silicon Valley de la mano de Xavier Verdaguer.

En cada edición como mínimo se seleccionará a un proyectos de Social Entrepreneurship.

Mentoring de verdad: Se buscarán a los mentores ideales para cada proyecto de una bolsa de más de 30 mentores. Involucración de los mentores como accionistas de los startups. Meetday: cada mentor escoge al proyecto que le gusta para acelerar y la startup también puede escoger mentor y convencerle para que le mentorize (Matching).

Metodología de análisis estricta.

Networking de verdad: Definición del plan de alianzas y networking a través de los mentores.

Perfeccionamiento del plan de negocio previo a la búsqueda de inversores. Se les facilitará a los startups acceso a diferentes programas de servicios y productos gratuitos o en condiciones especiales de muchas empresas colaboradoras.

Se ayudará a los startups seleccionados a encontrar inversores a través de diferentes “Demo Day”, teniendo acuerdos con varias redes de business angels y fondos de inversión que apoyarán los proyectos.

Al finalizar la aceleración se ayudará a los startups a ubicarse en un edificio de emprendedores.

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'Empleo para el futuro' en ABC

Mi artículo de esta semana en ABC se titula “Crear empleo para el futuro”, y trata de ilustrar la que considero mala digestión, que de este momento histórico, está viviendo la mayoría de países de nuestro entorno. Intento definirla como un escenario que está lejos de ser una crisis de tipo financiera o monetaria y que para la creación de empleo de calidad y con garantías de futuro hay que trabajar de manera seria en ello. Hablo de que es mejor dejar las simulaciones que nos hacen ver “burros voladores por donde no sopla ni el viento“ o “simulacros de inversión o de mejora donde lo que hay es parálisis y tarifa plana“. En el artículo defino en parte la “hoja de ruta” que interpreto deberíamos de asumir todos, inclusive los que se miran todo desde la barrera.

A continuación, os dejo el texto completo del artículo:

Crear empleo para el futuro

La tripulación dice que mires hacia la derecha. Por mi escotilla se puede divisar el Montblanc. Imponentes sus casi cinco kilómetros de altura te dejan pensativo. Se asoma entre la Europa decadente y la que dice estar saliendo de la crisis. Mirarlo en un día claro es ver la mancha que divide esas dos ‘Europas’ que no dejan de ser una misma pero mal interpretada. La mala digestión de este momento histórico por parte de la mayoría de países de nuestro entorno está lejos de ser una crisis de tipo financiera o monetaria. A parte nos quedan las simulaciones que nos hacen ver burros voladores por donde no sopla ni el viento. Simulacros de inversión o de mejora donde lo que hay es parálisis y tarifa plana. En lugar de vanagloriarse de que alguna personalidad tecnológica destacada decida invertir en constructoras con balances complejos, lo que se debería de hacer es localizar el problema real y no continuar con el engaño siniestro que nos podría hundir por mayor tiempo y desaprovechar la oportunidad que tenemos frente a nuestras narices y que, quienes deberían, no ven.

Siguen habiendo dudas sobre la capacidad de retornar inversiones en países como Grecia, Italia, Portugal o España por ejemplo. Se preguntan si estamos en condiciones de ser competitivos en un mundo global y por ello de ser atractivos a dicha inversión en el futuro. En España, por ejemplo, siempre habrá negocio, eso es evidente pues cincuenta millones de individuos lo generan por combustión espontánea. Pero ¿será atractivo siempre? El inversor medio busca rentabilidad y en ese punto localiza destinos atractivos.

Llegan noticias de que se trabaja para devolvernos a la ficha de salida. Eso es algo terrible. Inversiones millonarias en promociones inmobiliarias que nos conducen de nuevo a una vida anterior como si no hubiéramos aprendido nada del desastre monumental que hemos vivido. Se pretende convertir otra vez a este país en un polo de atracción por la vía de la construcción y el turismo. Dos sectores focalizados en la mano de obra (cada vez más barata) y no en el conocimiento o el valor añadido. Las cifras del paro en los próximos meses demostrarán que esta estrategia solo conduce al trabajo temporal y mal remunerado.

La solución para salir de este círculo vicioso pasa por la creación de empresas que aporten empleo de calidad. La austeridad a la que está siendo sometida la sociedad española (y europea) no tiene sentido si con esa política no se desarrollan planes de futuro y que impulsen modelos de crecimiento distintos. No vale de nada endurecerlo todo para luego volver a potenciar al sector que nos llevó al abismo o a la generación de empleo que nos encierra en una especie de microburguesía low cost que asusta. La mitad de los jóvenes en España está en paro. No tiene sentido mantener los modelos formativos que los empuja a las listas de desocupados y pretender que todos sean lo que no pueden ser. La huida es masiva. Aquí lo que hace falta son políticas concertadas que conduzcan nuestro modelo productivo a una economía del conocimiento, tecnológico y de alto valor que pueda complementarse de manera equilibrada con cuanto teníamos y que podemos recuperar ordenadamente.

La revolución que vive el mundo, mucho más que una crisis, responde al posicionamiento de las piezas de un puzzlesocioeconómico y vital entre hombres, tecnología y política. Una economía en funcionamiento que se ajuste a la nueva realidad precisa de compradores y de vendedores y si queremos vender conocimiento español deberemos de activar todos los mecanismos para que así sea. La empresa privada, la banca, los sindicatos, la política, la prensa y la sociedad deberán poner de su parte. Todos están en condiciones de entenderlo pero no todos están dispuestos a hacerlo.

La empresa privada está a contrarreloj y las prisas suelen ser malas consejeras. La banca mantiene el discurso del saneamiento que no se cree ni el famoso Tato pues con un banco malo no se deja de ser el ‘ídem’. Los sindicatos a sus cosas (y nunca mejor dicho), la política valiéndose de su posición aristocrática para no meterse en el barro, la prensa dudando de cual es el discurso correcto y luchando contra un cambio de tiempo (que les pilló a destiempo) y la sociedad descubriendo que es eso de dejar de ser clase media. Con este panorama cuesta aprovechar el momento y darle la vuelta a la colcha.

Cuando en el siglo XIX entró una máquina de vapor a una fábrica de 400 trabajadores para que la llevaran sólo dos, hubo 398 personas que creyeron estar en una crisis absoluta y no sabían qué hacer. La sociedad nombró “crisis Industrial” a lo que siglos más tarde hemos llamado “Revolución Industrial”. Aquella sociedad aprendió a colocar a todas esas personas en diferentes sectores y a mejorar la vida de todos. Nosotros estamos aprendiendo a modificar nuestros ritmos vitales, económicos, sociales, políticos para que la gente se incorpore en esta revolución tan absoluta. Las culpas están repartidas en diferentes medidas y estamentos. Está claro que hay gobiernos que han hecho menos que otros, hay sociedades que abusaron del crédito y de la especulación absoluta, o que España no aprovechó las bonanzas para impulsar un cambio de modelo de crecimiento. Aún así, la respuesta al momento actual no está en recuperar nada, ni en hablar de crisis, sino en intervenir teniendo en cuenta que estamos viviendo una revolución en todos los sentido

Para poder vender hay que seguir con la austeridad y ajustar costes en todos los ámbitos. Esto no es solo un tema de ajuste salarial, también tiene que ver con reducción fiscal y así pelear contra la miserable curva de Laffer en la que tanta presión tributaria no consigue recaudar más dinero sino todo lo contrario por pura estrangulación.

Si queremos convertir a España en una verdadera potencia económica, esta vez no basada en la especulación y en acumular ladrillos en cualquier solar recalificado o si lo que deseamos es ver los modelos productivos vinculados al conocimiento y la tecnología, nos conviene a todos irnos dando cuenta de que esto no es una crisis y que no hay nada que recuperar, que lo que nos toca ahora es aceptar el nuevo momento, aprovechar la oportunidad, apoyar a los que peor lo están pasando y ajustar el gasto y conducirlo a donde realmente puede aportar valor.

Asusta pensar que esa hoja de ruta que nos debe conducir de un entorno en quiebra a otro de alto valor económico esté en manos de la clase política actual. Una casta que no son capaces de conectar las luces largas de la alta estrategia y se limitan a mirar el futuro en fragmentos cuatrianuales. Ahora más que nunca toca hablar de lo que importa, diseñar el modelo y actuar. La fiesta está apunto de empezar. El cambio de modelo es inminente y los ciudadanos pasaremos lista, quien no esté ahora se lo va a perder y además lo recordaremos.

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Aprovechar el momento económico

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Sabemos de países que crecen por encima del cuatro por ciento y la miseria campa por las esquinas. Salir de la recesión no es más que un derivado aritmético que en estos tiempos precisa de otras variables para poder decir que “vamos bien”. Es cierto que España saldrá de “la crisis” en un par de años largos, es cierto que en términos comparativos podremos interpretar que las cosas subirán y bajarán según la estación del año pero que, de algún modo mágico, los datos macro irán ofreciendo tendencias positivas.

A fecha de hoy ya se pueden identificar algunos puntos a favor del final de un túnel que unos llaman crisis con cambios importantes y otros llamamos cambio de época a través de una crisis como detonante. Da igual, lo importante es que el momento es histórico y como tal debe vivirse, verse y trabajarse.

Salir de la recesión, la consolidación fiscal, la corrección en el sector exterior con una balanza comercial más equilibrada, la inversión extranjera en aumento, un turismo batiendo todas sus marcas de ingresos, una industria del automóvil tomando impulso como en épocas lejanas, sorprendentemente un aumento de la confianza de los consumidores, recuperación del índice de producción industrial, el Ibex liderando las bolsas europeas, el coste por endeudamiento público mucho más bajo y en definitiva una serie de factores que hacen pensar que estamos en la antesala de otra oportunidad de subirnos a algún tren.

Hay riesgos importantes como que la inflación anual estimada del IPC en octubre de 2013 es del –0,1%, de acuerdo con el indicador adelantado elaborado por el INE. Este indicador proporciona un avance del IPC que, en caso de confirmarse, supondría una disminución de cuatro décimas en su tasa anual, ya que en el mes de septiembre esta variación fue del 0,3% y, técnicamente estaríamos entrando en deflación. Mal asunto pues demuestra que tal vez, esos datos del consumo son derivados de una campaña turística buena y no de un modelo sostenido. Parecido a los datos fraudulentos que nos exponen sobre el paro cada cierto tiempo. ¿Entramos en deflación?

Por desgracia los que dicen ser responsables de dichas mejoras seguramente les ha pillado por sorpresa y aseguran que, con paciencia, todo llega. La ley universal del péndulo económico juega a favor de quienes recogen un mal escenario y son capaces de aguantar con su cara de tabique. Al final todo pasa. Sin embargo ahora no es como otras veces. Esto no es una crisis y difiere mucho de que se pueda aprovechar el momento como cuando se sale de una. Esto tiene que ver con la sistemática mejora de un modelo socioeconómico al que nos podemos apuntar o no.

España está de oferta y ofrece gangas para la inversión foránea. Eso permite que llegue inversión pero en términos generales no arriesga pues la imagen exterior es muy nefasta. Una clase política que hace mucho daño a como se nos ve. Se han hecho estragos y todavía son muchos los indicadores que utiliza el inversor profesional los que dan datos de pura pena.

Si los que deben generar cambios, estimular mejoras y situar en el centro de la competencia todo nuestro modelo económico siguen más preocupados en que no se detecte su ineficiencia y su mediocridad, no lograremos nada. El último informe Doing Business que elabora el Banco Mundial y que clasifica a 189 países por sus ventajas para la actividad empresarial lo certifica: la posición española baja de la plaza 44ª de 2012 al 52ª, ocho puestos de golpe, lo que supone la posición más baja desde 2006, el primer listado y el descenso más brusco en un año.

Esto es básicamente por que la tomadura de pelo es consustancial al hecho político en España desde tiempos de la creación. No creo que exista ningún político, banquero o miembro de la aristocracia social que no incluya en cada dos frases la palabra emprendedor. Emprender, emprender, emprender, esa es el verbo mágico si quieres quedar ‘cool’. Tan pronto te monto una ley como que te organizo un evento repleto de aspirantes. Pero la verdad es la que es. Montar un negocio en España es un drama por las dificultades para abrir, por la complejidad para vender y por los altos costes que tiene financiarlo.

Pese a los reiterados anuncios de reformas para facilitar la creación de empresas, España sigue siendo uno de los países del mundo en que resulta más difícil poner en marcha un negocio. En concreto, España ocupa el puesto 136º de los 185 países examinados en ese mismo informe Doing Business 2013 en cuanto a la facilidad de crear una empresa. A pesar de que ha mejorado todavía hacen falta 10 trámites y 28 días, un coste equivalente al 4,7% de la renta por habitante y un capital mínimo que representa un 13,2% de esa renta por habitante. Absurdo. Se podrían hacer tantas cosas.

Hoy se publica una entrevista que me hicieron en La Vanguardia y que en una de sus partes explica como interpreto el momento económico. Considero que este momento de relevancia y de posible apunte hacia un nuevo destino depende de que se entienda el verdadero punto de partida.

-A la hora de valorar las cifras de paro que tiene España, ¿es de los que busca culpables en los gobiernos e instituciones o prefiere hacer autocrítica de nuestra actitud individual como sociedad?
-Tengo una percepción personal de que nosotros no estamos viviendo ninguna crisis concreta y de que estos datos pueden ser las características de algo que se traduce como crisis, pero que es algo muy intenso, como una revolución en todos los términos: sociedad, economía, relaciones humanas y relaciones con la tecnología.

-¿Me quiere hacer ver que no estamos pasando por ninguna crisis financiera o económica?
-Cuando en esa época entró una máquina de vapor a una fábrica de 400 trabajadores para que la llevaran sólo dos, había 398 personas que creían que estaban en una crisis absoluta y no sabían qué hacer. La sociedad aprendió a colocar estas personas en diferentes sectores. Nosotros estamos aprendiendo a modificar nuestros ritmos vitales, económicos, sociales, políticos para que la gente se incorpore en esta revolución tan absoluta. Las culpas están repartidas en diferentes medidas y estamentos. Está claro que hay gobiernos que han hecho menos que otros, hay sociedades que abusaron del crédito y de la especulación absoluta, o que España no aprovechó las bonanzas para impulsar un cambio de modelo de crecimiento. Aún así, la respuesta al momento actual no está en recuperar nada, ni en hablar de crisis, sino en intervenir teniendo en cuenta que estamos viviendo una revolución en todos los sentidos.

-Usted fue de los primeros en vaticinar esta situación en su blog personal. ¿Cree que ahora podría decirme cuánto nos queda para salir de este pozo?
-Deduje, más que vaticinar. Y lo que dije es que se desencadenaría, como así ha sido, un proceso económico que tendría un final infeliz. Lo que no tenía claro es que se produciría por lo que yo intento defender, algo que tiene que ver con una cosa más sistémica vinculada a diferentes aspectos, especialmente el de la tecnología, que está cambiando todos los ámbitos que van desde la transmisión de conocimiento a la distribución del trabajo. A mí me gustaría decir que el cambio es inminente, pero no es así. Nos queda un periodo largo de estancamiento económico y social que podría alargarse durante 4 o 5 años más. Las comparativas, que es lo que se va a poner de moda a partir de ahora, nos dirán que empezaremos a tener buenas noticias y esto es bueno que se vaya incorporando en nuestro lenguaje porque la percepción social ayuda a que las cosas mejoren más rápido.

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Emprendedores incómodos

El titular del post de hoy responde al que la Agencia Efe destacó de modo similar tras entrevistarme la semana pasada. Considero que el discurso favorable a los emprendedores y toda esa merienda de apoyo y soporte por parte de la administración no es más que papel mojado. Creo que el emprendedor no es el cuerpo social más agradable para la administración por diversos motivos.

Un emprendedor es un agente incómodo para la administración al preguntarse por qué tiene que pagar una cosa o acatar una decisión determinada, ya que ser emprendedor requiere un fuerte compromiso con la innovación pues precisa de ella para competir con empresas que estaban antes que él, ser emprendedor obliga a ser optimista, pues sin ese valor casi irreflexivo a veces no se conquistan nuevos territorios. Pero ser emprendedor exige ser crítico con tu entorno para facilitar la creación de riqueza y de supervivencia de un negocio a fin de crear empleo. No es lo mismo acudir al trabajo a las 9 y salir a las 5 a no tener hora de entrada ni salir nunca pues el proyecto que llevas entre tus manos requiere de concentración constante. Esa exigencia superior aborta cualquier imposición irreflexiva y te pone en alerta de la ineficiencia pública.

A las 3 de la madrugada quedan muchas luces encendidas, son ingentes manadas de corredores de fondo que siguen preparando sus proyectos, que dejaron de dormir pues sueñan despiertos. Cuando no puedas más, mira por la ventana, observa, en tu ciudad, en tu país, en el mundo, hay millones de luces abiertas, de pantallas, de bombillas pequeñas, de alógenas, blancas o tibias, todas dan luz a un rostro cansado pero repleto de ilusiones, una hora tras otra, un día tras otro, una vida tras otra, todos tecleando, dibujando, en el aire, en la computadora, todos, pensando: “es posible”. La entrevista que me  hizo José Castán de la Agencia Efe se divide en dos partes. La primera es de reflexiones del tipo más económico y emprendedor y la segunda atiende a la presentación del libro ‘Una Hormiga en París

Marc Vidal: el emprendedor “no es algo agradable” para el Gobierno

JOSE CASTÁN | MADRIDLUNES 28.10.2013

Marc Vidal emprendedor, empresario, analista económico, blogger y especialista en startups señala que “lo que tiene que hacer el Gobierno es ponerse a trabajar, que facilite a los emprendedores el poder emprender” porque lo que “no tiene mucho sentido es que a un emprendedor que se acaba de poner en marcha, en su primera factura le metan un 42% de costes añadidos sobre lo que me va a facturar que no es para él, tanto el IVA como la retención del IRPF”.

Encarecer el producto

De esa manera, añade Marc Vidal, “se está encareciendo su producto, generando muy poco con lo que le queda, con lo que no puede reinvertir y sobre todo no puede contratar a nadie”. Además, “los costes en este país para contratar a alguien son los que son y están fuera de lugar para el momento en el que estamos”. Por ello, lo primero que debe hacer el Gobierno, en lugar de aprobar leyes que son “difíciles de llevar a cabo”, es cambiar “la política fiscal, fundamentalmente, para los emprendedores tecnológicos”. En su opinión, un emprendedor no es solamente una persona que decide poner un modelo de negocio en marcha sino “alguien que va a tener que arriesgar su patrimonio o el de aquellos que han decidido apostar por él, que va a tener que innovar para enfrentarse a la competencia y que según avanza se preguntará porqué tiene tantas trabas”.

No sólo un soñador

Marc Vidal lamenta que la sociedad de a los emprendedores “un papel de alguien qué está todo el día soñando proyectos”, cuando se trata de “un tipo que se está enfrentando todos los días con un montón de problemas e impedimentos”. Por ello, considera que lo que mejor pueden hacer los Gobiernos con los emprendedores es “no meterse mucho porque cuando intervienen es un inconveniente”. Se perdió “una oportunidad para fomentar el emprendimiento cuando este país crecía. Ahora vamos con prisa” “Si dejan un poquito de espacio y ese espacio son políticas fiscales, rebajas impositivas como a la fundación de una empresa, sería todo mucho mejor”. A su juicio, se perdió “una oportunidad para fomentar el emprendimiento cuando este país crecía. Ahora vamos con prisa”.

Marc Vidal cree que el problema es que los políticos “no tiene luces largas”, ya que la política trabaja “a cuatro años vista en el mejor de los casos, incluso menos, porque se pasan un año de campaña previa”. De esa forma “no pueden interpretar el verdadero momento histórico en el que estamos, en el que se desaprovecharon años de bonanza a un nivel como nunca habíamos tenido y se podía haber reinvertido en cambiar el modelo de crecimiento, darle riqueza al PIB en lugar de especulación”.

“Si se hubiese aprovechado ese momento ahora estaríamos hablando de otra cosa. Fue entonces cuando se tenía que haber hablado de emprendedores”, argumenta. “Ahora se habla de emprendedores porque así parece que quedas bien. Antes tocaba hablar de redes sociales y ahora de emprendedores pero la realidad es que estos señores (los políticos) dicen apoyar tanto a los emprendedores y les meten un 42% a los autónomos.”.

Marc Vidal presenta el libro “Una hormiga en París” o cómo innovar sin saberlo

Marc Vidal se decidió a contar su viaje a París de hace más de veinte años, tras una conferencia y darse cuenta de que muchas técnicas sobre innovación y emprendimiento que se estudian ahora en las escuelas de negocios se asemejan a las que inconscientemente planteó para mantenerse en París.

Este empresario y analista económico, que ahora está embarcado en la startup además de otras colaboraciones, explica que “Una hormiga en París” trata de su viaje a París y cómo hace para poder estar más en esta ciudad que las dos semanas previstas. “Encontré una oportunidad al observar a un grupo de músicos y a partir de ahí inicié una serie de elementos que años después he ido sabiendo que lo que hice allí fueron modelos de innovación, básicos, pero que responden a un estudio de mercado”, apunta.

Su primer plan de negocios

Vidal reconoce que el pasaje del libro en el que se acerca a los músicos y coge una gorra para recolectar unas monedas por la actuación de éstos, no es su primer momento emprendedor.”Mi primer emprendimiento fue con doce años cuando en el colegio nos intercambiamos cromos”. “Yo confío en que si tengo muchos más cromos accedería a esos que nadie tenía, para ello tenía que comprar muchos cromos y pensaba que ganaría dinero con los cromos que nadie tiene porque los vendería”. Entonces, añade, “presenté a mi madre un plan de negocios en una hoja y básicamente le dije que si tu me das dinero, yo te voy a conseguir más, pero no funcionó”. “No contaba con un elemento clave como es que las marcas que fabricaban los cromos no editaban algunos precisamente para que entráramos en esa dinámica de búsqueda”.

Experiencia en París

Marc Vidal con el tiempo se ha ido dando cuenta de que su experiencia en París, demostraba que dentro tenía un emprendedor en potencia. “Detecté una oportunidad, le cojo la gorra sin pensar, pero luego percibí que lo que hice me daba beneficios y a partir de ese instante se inicia una relación con estos músicos orientales, de los que aprendí mucho pero a los que yo tenía que ir aportando algo. Les empecé a proponer cosas, algo difícil hasta que uno de ellos se hizo mi mentor, él era el jefe y yo su director de innovación”.

Para Vidal, su viaje a Francia no tiene que ver con la salida de jóvenes ahora de España en busca de un trabajo que no encuentran aquí. “Yo no me fuí huyendo de nada sino más bien persiguiendo algo”. No obstante, reconoce que algunos de estos jóvenes si que “buscan encontrar su sueño”, al tiempo que lamenta que que la “huida” de estos jóvenes, sea “sin vuelta porque cuando “encuentras con mucho esfuerzo algo en un lugar, es difícil volver”. “Eso no quiere decir que sea malo no volver sino que el problema es cuando esta huida es tan masiva desde el punto de vista del talento, de la capacidad y del futuro porque es precisamente el futuro lo que se le escapa a un país”.

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¿Quien teme a un rebaño?

Hace tiempo escribí comparando el hundimiento del Titanic con la situación económica actual. De hecho repliqué que alguien me comentó que seguramente “estábamos viviendo algo parecido al preciso instante del choque del buque con el iceberg, que la tripulación informaba a los de primera que el barco en dos horas se iría al fondo del océano y que muy pocos de tercera se salvarían”. Sin embargo, años después sigo pensado que eso no es así, y que en realidad no había habido un golpe ni tampoco una grieta. El barco se hunde pero por viejo y que eso hacía mucho más lento el hundimiento. Concretamente más de un lustro. Vivimos exactamente en ese momento de la historia, justo en el que podemos interpretarlo mal o bien. Si decidimos quedarnos quietos o reaccionamos para construir algo mejor depende de nosotros. Lo trascendental realmente es entender el valor de ese colapso. Para mí, este terrible instante de una mal llamada crisis no es una oportunidad, es la opción. Entiendo que hay que pensar mucho, más que nunca, escudriñar como hacer mejor este mundo y lograrlo. Entre todo ello destaca la obligatoriedad de saltar del barco (del sofá social) y nadar (emprender). Rechazad las ayudas, aceptad los consejos. Ignorad las subvenciones, gestionad el capital inteligente. Escuchad a gente que se planta ante lo que no es correcto y se la juega.
Arturo Perez Reverte dijo en el video que os aporto hoy que “el ciudadano educado tiene mecanismos de defensa que pueden cambiar el mundo”. Aquí lo he comentado muchas veces, y hoy simplemente resalto lo que Reverte señala en una corta entrevista en el programa Sálvados (por el que tuve la suerte de pasar hace algún tiempo) junto a mi amigo Jordi Évole. Disfruten.


Seguimos combustionando cuatro tipos de pobrezas. Por un lado una primera que proviene del desempleo medio. Una segunda compuesta de pobreza incipiente y que constituyen jóvenes trabajadores e inmigrantes sin contratos cuyo sueldo es tan bajo que sería un insulto llamarlos mileuristas. No alcanzan las necesidades básicas y son atendidos también en la beneficiencia. Un tercer grupo de pobres es el de la pobreza estructural formada por ancianos y viudas con pensiones ridículas. Finalmente, la cuarta tipología de pobres proviene de una capa que se compone de gente muy joven que en estos momentos ni siquiera tiene idea de lo miserables que son. Bajo el amparo de sus padres y de la sociedad del consumo en rebajas constante, sus vidas transcurren en una especia de paraíso capitalista maquillado. Son los que ya hemos definido como microburguesía low cost.

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El imperio de las Cigarras

La semana pasada me entrevistó para ‘La Gaceta‘ el periodista Alvaro Medina. Durante más de una hora estuvimos charlando sobre mi último libro, sobre economía y acerca de que es lo que ha pasado realmente en los últimos años. Os transcribo la entrevista de la que destaco el titular por ser claramente la exposición de lo que pienso. Sigo creyendo que una sociedad que no sueña, que no tiene espíritu de sacrificio, que no arriesga y que no decide por si misma es una sociedad muerta.

Marc Vidal: ‘Hemos vivido en el imperio de las cigarras’
ÁLVARO J. MEDINA

“Luchar por los sueños propios es la receta más importante que debe aplicar cualquier emprendedor a la hora de montar un negocio por su cuenta”, afirma el analista económico.

Marc Vidal, emprendedor e innovador de éxito y también de algún fracaso. “De éstos últimos también se aprende”, indica en su libro. Su premisa principal es perseguir los sueños, sean cuáles sean, y buscar el cómo y el por qué para poder alcanzarlos. El qué, a su juicio, es lo de menos.

“Luchar por los sueños propios es la receta más importante que debe aplicar cualquier emprendedor a la hora de montar un negocio por su cuenta”, indica su último libro ‘una hormiga en Paris’ en la contraportada. En una entrevista para GACETA.ES, ha reafirmado.

En 103 páginas narra la esencia de su experiencia personal y profesional, ‘olvidando’ en algunos momentos los pasajes de este camino. “Son 20 años de sucesos personales”, ha considerado Vidal, muy metido en la era de Internet, a la que se adelantó, abriendo un blog
en la dédaca de los 90, cuando Internet aún era un gran desconocido para familias y usuarios. Un adelanto que le llevó a un fracaso, que superó años después.

Sus pinitos se iniciaron con un blog en 2004, en el que cuenta tanto la realidad y como términos económicos, tan difíciles de entender a veces por el público en general, para que los entendiera hasta su madre. El resto de su éxito y la propagación de sus escritos fue avanzando poco tiempo después.

Pese a ser emprendedor y por tanto empresario, Vidal también ha trabajado por cuenta ajena, es decir, a las órdenes de algún jefe que puede cortar las alas para alcanzar el propósito a realizar. No obstante, se las ha apañado para que dentro de las empresas en las que trabajaba convencía a los superiores para tener esa sensación de libertad.

¿Hay muchas cigarras en España?, se le pregunta en la entrevista. Vidal responde: “Hay muchas. Hemos vivido en el imperio de las cigarras. Llega el momento de las hormigas”. En este sentido, ha destacado que el sector público debe abrir la puerta a la iniciativa del sector privado para poder superar el “complicado” momento que vive la economía española.

El objetivo que debe ponerse un emprendedor es lo de menos, lo importante es responder al cómo y por qué conseguirlo. “El dinero no debe ser el único objetivo”, ha matizado. De los tropiezos también se aprende. “He tenido alguno”, ha dicho, del que se ha recuperado algunos años después.

Para el éxito en el emprendedor, destaca la “capacidad de escuchar” y de aprender de quienes saben más. Asimismo, ha destacado que tener un equipo de trabajo es importante, ya que permite “flexibilidad”, “descubre talento”, las ideas se ponen en común, e incluso de quienes no saben de algún tema en concreto que se debata en determinados momentos.

“La actual crisis económica ha cambiado los hábitos empresariales”, ha señalado. Al respecto, ha considerado que “antes los clientes se acercaban a las empresas, ahora son las empresas quienes deben buscar a los clientes”. Por este motivo, ha afirmado que las empresas “tienen el deber de escuchar” a los compradores de servicios y mercancías.

Según Vidal, en España se ha innovado poco durante la época de expansión económico y es mucho más difícil poder hacerlo ahora, en plena crisis. “La innovación es un valor”, ha subrayado. Y es que, ha indicado que en pleno apogeo, se ha perdido la oportunidad de hacerlo. Por otro lado, ha señalado que la industria no estuvo a la altura para hacer frente a la caída de la construcción.

Asimismo, publicará un nuevo libro en 2015, titulado “Fin”, donde tratará de buscar a los responsables de esta crisis y cambio de época.

El decálogo de Marc Vidal que aparece en su libro ‘Una hormiga en París’

1.- Atender una necesidad.
2.- Establecer una manera de lograrlo
3.- Localizar una oportunidad
4.- Observar el mercado
5.- Establacer cambios radicales pero de forma progresiva
6.- Recurrir a la diversión
7.- Explorar nuevos territorios
8.- Modular un plan comercial distribuido
9.- Organización en beta constante
10.- Saber poner punto y final

Marc Vidal fue seleccionado como una de las personas más influyentes en España y su blog está situado entre los diez mejores de habla hispana galardonado con los Euroblogs Awards 2009 al mejor blog europeo. Habitualmente vive en Dublín aunque realiza más de 200 viajes al año. Ha publicado anteriormente dos libros: Crónica de una crisis anunciada y Contra la cultura del subsidio.

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En 'Espejo Público'

El pasado jueves participé en el programa de Antena3 ‘Espejo Público‘. En apenas unos minutos compartí mesa con Susana Griso y Albert Castillón. En la intervención comento temas sobre emprender, sobre el proyecto Startup Bus y por encima algo de ‘La hormiga‘. Me gusta transmitir siempre que la pasión y los sentimientos son los que nos mueven y los que nos impulsan a decidir lo que queremos llevar a cabo. Creer en tu proyecto y en tus capacidades para sacarlo adelante es esencial para conseguirlo y una apuesta personal siempre tiene que ir vinculada a nuestra pasión por ella. Ganar dinero es un objetivo que inevitablemente existe aunque sin lo primero, y todos los elementos necesarios que el proyecto conlleva, no se puede conseguir. Quien no quiera ganar dinero que se dedique a la contemplación apasionada de lo que quiera. Sino hay voluntad de ganar dinero (otra cosa es que piensas hacer con él) mejor no empezar, corres riesgo. Aunque en televisión no es fácil decir lo que quieres decir si puedes insinuar y, a buen entendedor, pocas palabras son suficientes.

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Detalles de la EPA

Si alguien aterrizara en España recién llegado de Urano podría creer que lo hace en un país donde todo lo que le dijeron que pasaba y por lo que pasaba el día que embarcó en aquel lejano planeta ya pasó. Un viaje desde los confines del Sistema Solar es largo y digamos que lo empezó hace cuatro o cinco años. El personaje en cuestión hubiera podido escuchar y leer que aquí ya hemos empezado a disfrutar de la “recuperación” económica que nos llevana anunciando desde hace siglos y que además, por si alguién tenía dudas, empieza a crearse empleo o algo parecido.
Obviamente en unos días el uranés se habría dado cuenta que lo único que falta en este país es sentido común, un poco de análisis y que se explique en foros autorizados la realidad.

Es de pena mantener el discurso, que analizaré otro día, sobre la supuesta buena salud del renovado sistema financiero. Ahora todos (los que quedan) ganan mucho dinero y pueden vanagloriarse de ello. En realidad lo que hacen es que dotan menos para así tener cuadros contables más chulos. Incluso hay quien dice que ahora ya tenemos un sistema financiero que soportará bien los tests de stress ya que lo malo se lo ha quitado de encima. ¿Dónde está todo lo que antes era tóxico? En tus impuestos, en tus recortes, en tu FROB y en un cúmulo de mierda acumulada en un banco malo que tarde o temprano pagaremos todos. Ya digo que creerse que esto ya se ha arreglado por arte de magia o por las “reformas” del ejecutivo vamos dados. Esto es más complejo.

Ahora bien, miremos la absurda fiesta montada con lo de que el paro baja.

El dato en el que debemos fijarnos es en el número de cotizantes. Dicen que la cifra del paro registrado, según la EPA, evoluciona positivamente. Eso es cierto pero que quede claro que eso no precisa necesariamente que se esté creando nuevos empleos por ejemplo si los parados que entran en edad de jubilación superan al número de nuevos ciudadanos con edad de trabajar o con intención de hacerlo. Eso en España es un número negativo pues se prolonga mucho el ingreso al mundo laboral.

También es factible que la EPA evolucione positivamente a pesar de no crear empleo si los desempleados emigran y no son reemplazados con nuevos demandantes de empleo inmigrantes. Esto es obviamente algo que tambén está sucediendo de manera efectiva.

Cuando la cifra de cotizantes no para de bajar a pesar de que aumentan autónomos y trabajadores de tiempos partidos y de empleos precarios. Es evidente que la caída de empleo real y consistente está llevándose por delante la clase media.

Hay que pensar que los parados que ante las dificultades de encontrar empleo se intentan reciclar o esperan emprendiendo montar un proyectos son borrados de la lista de demandantes por lo que, aunque no estén técnicamente trabajando de manera efectiva, ya no son parados.

Pueden seguir inventado escenarios que la cosa es más pesada que el plomo. La clase media es el mecanismo por el cual la Hacienda pública se aguanta y es el garante del Estado tal y como lo conocemos en los términos de bienestar social. Los países ahora dejan de estar en las listas de los desfavorecidos no por el puesto que ocupan sus ricos en el ranking de los que más tienen, sino por la dimensión y superficie de su clase media. Pero parece que la clase media está en franca decadencia. Estamos asistiendo a su destrucción, algo que no será inmediato sino prolongado en el tiempo.

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Entrevista en TVE

Os dejo con la entrevista que me hicieron en el programa ‘Para Todos la 2’ de TVE durante la promoción del libro ‘Una hormiga en París’. Aunque hablamos del libro también se trataron temas generales de la economía y de emprender. En los próximos días iré enlazando con el resto de intervenciones que podido acudir. Lo he pasado genial y la verdad conocer lo que opinan tus lectores y profesionales de mi trabajo ha ayudado mucho a componer algunas de las cosas que ya tengo en mi fábrica mental particular.

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