Marc Vidal Marc Vidal

Salvaguardar depósitos

El número de consultas acerca de como salvaguardar los depósitos ante una posible “quiebra“ del sistema financiero español no dejan de llegar. Me preguntan por email, en persona, a través de los comentarios del blog, tras cualquier evento, en los aeropuertos cuando alguien me reconoce, me consultan familiares, amigos, socios, periodistas y, aunque parezca sorprendente, trabajadores bancarios. Al respecto he ido hablando con otros blogueros económicos, asesores de patrimonio y directivos financieros en los que confío y todos coinciden en algo que parece haber cambiado sustancialmente en los últimos días: la gente ya pregunta abiertamente sobre la posibilidad de un corralito en España y como pueden evitarlo. Hace unos años, la palabra corralito suponía la expulsión del género humano. Hoy parece que, los que nos definían como incendiarios inconscientes, son los mismos que se apresuran a saber como sacar su dinero del sistema financiero español. Advierto que estoy convencido que las cifras de la fuga legal de depósitos debe estar siendo gigantescas. Es posible que los datos oficiales no respondan a la verdadera magnitud de la huida pues desencadenaría un circuito viciado que retroalimentaría lo que quisiera evitar.
Que obliguen a algún banco a digerir en sus balances a una caja con una agujero bíblico, no ayuda mucho a que el sistema cure sus deficiencias. Que se avance la creación de un banco malo no ayuda demasiado. ¿Alguien puede confiar a estas alturas que un banco repleto de basura financiera va a ayudar a que la realidad se convierta en algo mejor? ¿Alguien cree que tomar todos los activos tóxicos de la banca española y convertirlos automáticamente en los activos de una entidad de resguardo lo soluciona todo? ¿Nos toman por estúpidos? El banco malo se compone de las cosas que nadie va a pagar, de las deudas que se deben eliminar en los balances que evidenciarían quiebras y fallidas técnicas en algunas entidades. El gap es que se confía demasiado en que algún día alguien querrá esos activos malos. Si eso no pasa en un tiempo prudencial, la hostia será soberana y todos tendremos que refinanciar el macroagujero.

Los ahorros deberían ser fuente de tranquilidad y seguridad, no de preocupaciones añadidas en estos tiempos tan revueltos. Haber conseguido ahorrar unos euros es una hazaña notable, dado el incremento de impuestos y precios en un contexto de creciente desempleo, quiebra de empresas, asfixia de autónomos y congelación de salarios y pensiones. La enorme mayoría de los ahorradores solo pide tres cosas: seguridad, liquidez y, por último, algo de rentabilidad. Una petición tan sencilla, pero tan pocas veces satisfecha por los bancos y cajas, sobre todo en los últimos años.

En los últimos años hemos vivido una erosión del concepto de responsabilidad fiduciaria que debería imperar en las actuaciones de todos los responsables de la gestión de nuestros ahorros. Hemos sido testigos de un cadena de fallos, de los reguladores, de la entidades públicas, de los mecanismos de control interno de los bancos y cajas y, lo que es peor, de la voluntad de nuestros líderes políticos para tomar las duras medidas necesarias para poner fin a la crisis y poner las bases de una nueva fase de crecimiento fundamentada en la oportunidades que ofrece la nueva economía digital y la emergente hipersociedad. El principal modelo de consulta de personas preocupadas por la situación financiera de España y la seguridad de sus ahorros en su banco o caja de toda la vida es que hacer con sus depósitos y ¿como evitar un corralito? Lamentablemente, como ya comentaba en otros posts, un análisis detallado del funcionamiento del fondo de garantía de los depósitos bancarios no resulta tranquilizador para el ahorrador por las dudas que se plantean sobre la seguridad y la accesibilidad inmediata al dinero depositado, sobre todo en el caso extremo pero no descartable de fallo en cascada de varias entidades bancarias.

De aquí resulta la primera y primordial preocupación, la sensación popular y que algunos expertos defienden, de que los ahorros en el banco o caja no están seguros en el contexto de la crisis actual. Esta inseguridad surge de dos fuentes. La primera es la preocupación sobre la solvencia del banco o caja en concreto y de la capacidad de respuesta del fondo de garantía de depósitos, y la segunda es la posibilidad de una ruptura del propio euro (cada vez mas comentada en las últimas semanas en Berlín y París), que dejaría a España, y por lo tanto todos los balances y depósitos bancarios en España, excluida del club del euro fuerte. En este escenario, sería probable que el nuevo euro de segunda velocidad sufriera inmediatamente una devaluación del 30% ó 40% en relación con el Euro de primera velocidad y, por lo tanto, una similar devaluación en relación con otras divisas, como el dólar estadounidense. Esto no lo digo yo, se comenta en muchos foros económicos que antes negaban esta posibilidad y que ahora se reafirman en las cada vez más evidentes opciones al respecto. Muchos preguntan que se puede hacer. A continuación os detallo algunas de las opciones que se barajan en los entornos de capital medio y que son totalmente legales y cuya homologación financiera no deja de ser factible.

Cuentas internacionales

La única manera totalmente segura de evitar este escenario es mantener balances en la cuenta corriente y depósitos a plazo en cuentas bancarias fuera de los países en riesgo de sufrir esta exclusión del euro de primera velocidad. Es totalmente legal y legítimo para cualquiera ahorrador residente en España abrir una cuenta bancaria no residente en cualquier otro país que no presente el riesgo de quedar fuera de la zona del euro de primera velocidad, si es que esta hipotética ruptura llegara a materializarse. En España hay total libertad de movimiento de capitales, y los ahorradores no deberían sentir ningún reparo en utilizar esta libertad para mandar fondos a otros entidades fuera de España si estas le dan más seguridad, liquidez y rentabilidad para sus ahorros. Igualmente, fuera del la zona euro, los ahorradores pueden abrir cuentas no residentes en Suiza o los EEUU, países que históricamente han ofrecido un gran estabilidad y cuentan con muchas entidades financieras de última generación en varias divisas, que ofrecen acceso electrónico a los fondos por Internet, y servicio al cliente en español. En la nueva economía digital nuestra selección del banco en que invertir parte de nuestros ahorros no debería estar condicionada por la proximidad de una sucursal a nuestra casa, sino por la capacidad de la entidad financiera, dondequiera que se encuentre ubicada en el mundo, para satisfacer mejor nuestras necesidades. Hay que destacar que cualquier operativa en este sentido debe ser notificada a la autoridad tributaria y que los rendimientos y aportaciones deberán tributar oficialmente.

Inversión en Bonos Corporativos de Empresas no financieras.

Una vez asegurada la seguridad de los ahorros, la liquidez y rentabilidad son las siguientes prioridades. Una inversión es líquida cuando se puede comprar o vender en grandes cantidades cualquier día laboral sin incurrir en costes importantes y sin influir en el precio de mercado. Tradicionalmente, uno de los mercados mas líquidos has sido el mercado de bonos soberanos y letras del Estado, pero en  la actual situación los bonos de los países considerados fuertes (es decir, Alemania) están muy sobrecomprados, con rendimientos muy bajos, mientras los bonos y letras de otros países de la zona euro ofrecen mejores rentabilidades, pero tienen el peligro de sufrir una conversión al hipotético euro de segunda velocidad, con la consiguiente pérdida para el ahorrador que ya hemos comentado.

Por esta razón, recomiendo evitar los bonos soberanos o letras de tesoro a favor de los bonos corporativos de empresas solventes, con mucho flujo libre de caja y libres de cualquier duda sobre su solvencia. Por supuesto, con este criterio, excluimos los bonos de las entidades financieras por ser el sector en el ojo del huracán de la crisis actual que azota Europa y evitamos bonos emitidos en países en peligro de quedarse fuera de la zona del euro de primera velocidad, incluso si se trata de  empresas de la máxima solvencia. En este tipo de empresas, nuestra preocupación se centra en la divisa en que se producirá la devolución del capital a su vencimiento, si en el periodo que media entra la compra de los bonos soberanos o letras del tesoro se produce la ruptura del euro. De producirse la devolución del capital en euros de segunda velocidad, ello acarrearía un grave perjuicio para el ahorrador.

Con bonos corporativos de alta calidad, tanto por la solvencia de la empresa como del país bajo cuya legislación se produce la emisión de los mismos, el ahorrador puede conseguir seguridad, liquidez y rentabilidad, pero con un condicionante muy importante: debe realizarse su compra de forma directa, no a través de fondos de inversión. Efectivamente, este activo no suele ofrecer buenos resultados en el formato de fondo de inversión por dos razones principales. Primero, en la actual coyuntura de bajos tipos de interés, las comisiones y otros costes se comen una gran parte de la rentabilidad de los bonos subyacentes en la cartera del fondo. Segundo, el gestor de un fondo de bonos corporativos suele recibir grandes cantidades de órdenes de venta por parte de los participantes en sus fondos precisamente en los momentos más agudos de crisis en el mercado, cuando las ofertas de compra son más escasas y pobres. Precisamente en estos días el gestor tiene forzosamente que vender los bonos para hacer frente a las órdenes de venta de participaciones de sus fondos. La consecuencia es una bajada de valor contable del fondo que merma de forma sustancial sus resultados como consecuencia de la venta de los bonos en el peor momento posible. Por esta razón, a mi empresa le he ordenado que siempre asesore en la opción de operar en este activo clave a  través de compras directas de bonos con el objetivo de mantenerlos en cartera hasta su vencimiento.

Préstamos Persona a Persona (P2P)

Los préstamos persona a persona constituyen una clase emergente de activos que permite la desintermediación del banco a través de la utilización de herramientas digitales. Ya existen plataformas digitales donde los ahorradores pueden prestar dinero a otras personas cuidadosamente seleccionadas, dispuestas a pagar un tipo de interés muy atractivo por conseguir el préstamo. Todo esto sin la intervención del banco, pero sí con la ayuda de un equipo de personas muy cualificadas para mantener la plataforma, asegurar su legalidad y seleccionar únicamente los candidatos más solventes entre las solicitudes de préstamos. Los préstamos P2P son otro elemento de la nueva forma de gestionar los ahorros con la que estamos ofreciendo rentabilidades muy atractivas para los ahorradores.

Cuentas Segregadas

En los últimos años hemos sido testigos de muchos fallos y negligencias en la responsabilidad fiduciaria, precisamente por parte de los responsables de la gestión de la inversión del ahorro. Casos como los de Madoff,  donde los mas sofisticados inversores del mundo de los grandes bancos perdieron miles de millones de euros de sus clientes, e incluso casos tan recientes como el colapso de MF Global en los EEUU la semana pasada, nos deberían servir de aviso del peligro de confiar en sistemas regulatorios de países extranjeros donde el control sobre el gestor de fondos adolece de graves carencias.

A mi equipo les he recomendado que se ofrezca respuesta honesta, realista y analítica al problema de falta de responsabilidad fiduciaria de tantos gestores de una forma clara y sencilla. Simplemente, el dinero del cliente no sale nunca de su cuenta de origen hacia la cuenta del gestor de fondos u otra entidad financiera que preste servicios de gestión de inversiones. Toda las gestiones de compra/venta se realizan en la propia cuenta del cliente. Este principio de actuación, conocido como “gestión por cuenta segregada”, protege al cliente de la posibilidad de encontrarse entre las víctimas de la próxima estafa en la que desaparecen los ahorros de tantas personas. Los resultados de la gestión por cuenta segregada podrán ser buenos o malos, pero en cualquier momento el cliente puede suspender la delegación de la gestión si los resultados no le satisfacen, ya que durante todo el proceso el cliente mantiene el control sobre su cuenta.

Participaciones Societarias

Las inversiones en depósitos a plazo o bonos corporativos emitidos en países fuera de peligro de encontrarse dentro del euro de segunda velocidad ofrecen seguridad y liquidez al ahorrador, pero con una rentabilidad bastante modesta, ya que los tipos de interés se encuentran en niveles muy bajos por la actuación de los bancos centrales, que los mantienen en estos niveles con la falsa esperanza de estimular así la economía. Al fin y al cabo, la única posibilidad de conseguir rentabilidades altas viene de participar como accionista en el éxito de una empresa. En el caso de las empresas cotizadas, sobre todo los miles de empresas de pequeña capitalización bursátil que coticen en las bolsas de los EEUU, el inversor puede participar en empresas de gran crecimiento con una transparencia informativa total a través de los informes periódicos obligatorios por parte de los reguladores norteamericanos.  Otra forma de convertirse en accionista es tomar participaciones societarias en nuevos proyectos empresariales (no cotizados en bolsa). Aunque una inversión directa en las acciones no cotizadas de una compañía con buenas perspectivas en la nueva economía no ofrece liquidez, puede ofrecer rentabilidades muy atractivas si la empresa cumple sus expectativas de crecimiento. Es necesario que los que tenemos empresas que asesoran en este punto asuman criterios nuevos, lejos de los libros tradicionales, que aporten nuevas fórmulas pues ahora mismo nadie se puede dar por salvado. Nosotros por ejemplo lo que hacemos es ofrecer a ahorradores cualificados la posibilidad de participar en proyectos cuidadosamente seleccionados como los mejores apuestas de obtención de beneficios en la nueva economía en los próximos años.

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Cooperar sin miedo

En mi primer comentario Bits libres propuso el tema, y en la comida del día 1 lo volvimos a comentar. Se me acerco Vizcaíno  y me habló de perder el miedo al cooperativismo. Me dijo que “la experiencia cooperativa de Mondragón puede aportar claves interesantes para las organizaciones del futuro”. La experiencia cooperativa de Mondragón ha creado organizaciones de base democrática en el ámbito de la industria, del crédito, de la educación, de la seguridad social, del consumo, de la universidad, de la investigación tecnológica y de otros ámbitos, todos ellos basados en arquitecturas de poder fundamentadas en última instancia en la autogestión y la co-gestión.

Su trayectoria de medio siglo con más de un centenar de empresas, más de 80.000 trabajadores entre socios y trabajadores por cuenta ajena, filiales en 16 países como China, India, EE.UU., Brasil, México, etc. muestra que, con las limitaciones y condicionantes que conlleva el funcionar en un sistema de mercado capitalista, es posible ser democrático y eficiente al mismo tiempo. De alguna forma contrarresta esas críticas habituales según las cuales, las cooperativas solo son aplicables en ámbitos como el agrícola o que las organizaciones del ámbito de la economía social son poco eficientes.

Ahora bien, la experiencia cooperativa de Mondragón no es una fórmula teórica genial que pueda funcionar universalmente en cualquier circunstancia y lugar. El cooperativismo para que pueda desarrollarse requiere de una cultura cooperativa previa. Diríamos que el cooperativismo ha de cultivarse. ¿Sabéis que cultura y cultivo tienen la misma raíz? A veces la etimología de las palabras suelen dar pistas. Quiero decir que el cooperativismo es una forma de organización empresarial que puede ser eficiente y exitosa pero que requiere de unos condicionantes previos que faciliten su desarrollo. Además, el uso de la palabra “experiencia“ no es casual, sino que pretende transmitir la idea de que como toda acción, el cooperativismo, ha de ser vivido y constantemente mejorado en el elemento de ser compartido.

¿Quien mejor que Bits Libres para complementar este tema? Uno de los lectores de mayor implicación en este blog siempre ha defendido el valor de la cooperativa. Concretamente la defiende diciendo:

“hay muchos tipos de cooperativas y aspectos legales importantes. Coop de consumidores. productores o también de gestión. Dentro de las coopo y soc coop  relacionadas más con la gestión abre la posibilidades de unir profesionales independientes (freelance) sin perder nuestra independencia. Un soporte legal dentro del régimen general de la seguridad social, pero que con un pequeño capital social podemos parar golpes de posibles impagos o morosidad y cubrir esos IVAs impagados. Cada persona paga su SS según unas tablas ya establecidas. Hay un miedo enorme a cooperar o pensar que cooperar significa perder nuestra independencia y es todo lo contrario.”

Partiendo de estas sabias palabras de dos lectores y participantes del blog de Marc, creo que ha llegado el momento de abandonar barreras y perder el miedo a cooperar, a colaborar. Pensamos en grandes proyectos, pero a veces es tan sencillo como llamar a tu competencia mas cercana que seguramente estará pasando las mismas dificultades que tú  y hablarle de cooperar, de ayuntar esfuerzos, seguramente entre los dos prodremos mejorar el negocio y sobrevivir a este entorno actual .

Si vives en una ciudad pequeña puede que tengas un acceso mas fácil a los responsables públicos. Sigamos el ejemplo de Perroflauta que, con el proyecto de  montar huertos urbanos, está logrando cosas increíbles.

“Las dos residencias públicas que tenemos, hay personal del ayuntamiento que ven con bastante recelo un proyecto vecinal de este tipo. Como me vean hablar con los abuelillos lo mismo me echan, es el problema de los pueblos, por mucho que tengamos 65.000 hab esto sigue estando lleno de caciques. No se si me dejarán pegar un cartel en algún tablón de anuncios pero no te preocupes que lo intentaré. Por mis cojones que levantamos la asociación. Y la siguiente será emprendedores. “

Este tipo de proyecto, que para algunos podría parecer pequeño, son los que hacen grande la gente que vive en ese país. El objetivo es reflexionar y abrir nuevos horizontes, recopilar el máximo de ideas para ver que se puede hacer entre todos, y con ello, llegaremos al punto donde otros lectores ya han empezado a comentar acerca de crear un proyecto en común. ¿Os imagináis que de esto surgiera una empresa que ocupe a un buen grupo de personas que leen este blog? ¿Que a partir de los miles de lectores diarios surgiera una cadena de clientes que diera valor a todo ello?

Hoy os planteo el “Emprende Café”. Se trata de compartir ideas olvidando las distancias y el tiempo, la diferencia de edades y planteamientos, sólo incorporando en nuestro modelo el concepto 2.0 que tan brillantemente nos ha inoculado Marc durante estos últimos años y que ahora parece una de las grandes opciones para superar esta dura etapa de la historia.

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Hipersociedad en Amposta

El próximo viernes estaré en la provincia de Tarragona, en concreto en Terres de l’Ebre para ofrecer una conferencia de acceso libre titulada “The Crisis is Over, construyendo la nueva hipersociedad”. En esta conferencia, que se llevará a cabo en el edifici “El Casal” que está en la calle Simpática número 6 de la ciudad de la preciosa ciudad de Amposta. Durante una hora y poco más intentaré contagiar al público del espíritu emprendedor con el que lleno mis depósitos todos los días y con los que afronto los retos cotidianos de dirigir mis empresas y, con ello, de marcar el rumbo de mi propia vida.
Considero que el espíritu emprendedor es la mejor forma para  afrontar con éxito el nuevo ecosistema económico y social en el que ya estamos sumergidos y que he explicado alguna vez por aquí. Me gusta pensar que tenemos una gran oportunidad y que todo prácticamente depende de que lo aceptemos.  ¿Sabíais que toda la tecnología que uso la NASA en 1969 para poner al hombre en la luna cabe hoy en día en cualquiera de nuestros Iphones? Si el hombre de entonces llegó a la luna, con la misma tecnología en una sola de nuestras manos, ¿donde podemos llegar juntos?

Ya no estamos en una crisis. La crisis fue la explosión de un volcán y ahora lo que estamos viviendo es como el magma de ese volcán configura un nuevo paisaje. La envergadura del cambio es de tal calibre que cuesta enmarcarlo en su verdadero contexto. Un nuevo paisaje cuya textura final desconocemos pero lo que si sabemos es que ese magma dejará un resultado final totalmente diferente a lo que estábamos acostumbrados a ver.  Este nuevo paisaje se basará en una sociedad hiperconectada donde las relaciones ya no son son lineales sino transversales y donde la suma de las individualidades dentro del colectivo conformarán como una especie de gran cerebro digital.

La nueva economía implica una serie de cambios disruptivos a todos los niveles. Desde cambios en la cadena de valor, ya que las ideas son las que tienen importancia y no el soporte como en muchos de los modelos tradicionales, hasta cambios en los procesos y en la gestión de las organizaciones. Aceptar que este nuevo modelo implica nuevas condiciones y sólo aquellos capaces de inventarse un nuevo entorno laboral vinculado al nuevo modelo, te acerca al éxito.

Este nuevo modelo, esta nueva etapa, implica apostar por la innovación, siendo ambiciosos y pensando en global (tanto para ofrecer el producto a cualquier pais del mundo como para ser capaces de conceptualizar un producto global para ofrecerlo a nivel local),  siendo capaces de trabajar en equipos y en organizaciones complejas, dinámicas, atemporales y aterritoriales y entender la empresa como un gran ser vivo. Todo es una cuestión de actitud, tenemos que estar en BETA constante para afrontar los nuevos tiempos y no tener miedo al cambio y al fracaso.

Hay cuatro formas distintas de ver un vaso: los pesimistas lo ven medio vacío, los optimistas medio lleno, los racionalistas dicen que sobra medio vaso pero los emprendedores solo se cuestionan de qué y cómo llenarán ese medio vaso que falta por cubrir.

Agradezco las reflexiones sobre otra ponencia anterior por parte de Enrique Díaz.

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Lectores emprendedores

El próximo jueves en un restaurante del centro de Madrid nos reuniremos un buen número de lectores de este blog, la mayoría ya buenos amigos. Entre otros invitados estarán Juan Carlos Barba y Alberto Artero. Un evento impulsado por Suso y apoyado por muchos de los históricos del blog. La verdad es que el tema poco tiene que ver con las fechas, que casualmente son cercanas a la Navidad, mucho con el deseo de afrontar retos, poner en común iniciativas y, sobretodo, con la necesidad orgánica, de gente que se niega a desayunar su tazón de cloroformo, de descifrar lo que está sucediendo en nuestro entorno inmediato. Hablaremos del verdadero calibre de nuestro tiempo, de que la crisis como tal ya se ha terminado, hablaremos de nuevos tiempos, de objetivos, de volver a empezar. A los que vienen, nos vemos, a los que no, será en la próxima. Ahora me gustaría que comentárais los temas que os apetece que tratemos y que luego difundiremos.
 

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Digitalización inevitable

Ayer, cenando uno de mis restaurantes favoritos de Panamá, le comenté a un emprendedor amigo de origen griego las claves para afrontar el futuro empresarial y sus modelos de innovación asociados. El debate giró entorno a modelos económicos inminentes y en los cambios que se avecinan y sobretodo como afectarán los procesos de modernización irrenunciables a la realidad empresarial de tipo tradicional. Os aseguro que este es uno de los temas que más me preocupan actualmente en términos socioeconómicos. En ese sentido me vino a la cabeza un caso personal que ya expliqué hace un tiempo y que ejemplifica un proceso de transformación de un negocio tradicional en otro entroncado en la nueva economía a través de la innovación bien entendida. Ahora bien, innovación sólo es aquello que el mercado acepta, no lo olvidemos. Os dejo con el caso.

Hace un par de años un amigo me llamó para pedirme ayuda. Su negocio estaba en quiebra. Tenía un desguace de vehículos y, contrariamente a lo previsto, la crisis no le estaba beneficiando. Sus ventas habían caído en picado. Su modelo de negocio dependía de que los automóviles que debía descuartizar no eran suficientes para ofrecer un recurso atractivo a los escasos compradores que se acercaban a su superficie en las afueras de una pequeña población al norte de Barcelona.

Me instalé en su empresa durante dos semanas. Examiné los procesos y hablé con los implicados. Al poco le ofrecí una solución que resultó ser muy beneficiosa. Lo primero que le comenté era que su sistema de desguazar los autos debía estar sintetizado. Para ello compré una base de datos que aportaba la mayoría de modelos y marcas del mercado. El sencillo software que instalamos en una PDA permitía que el desmontaje se codificara y concediera una ubicación ordenada de todas la piezas. Asi se lograba una eficaz distribución y una eficiente inventario a tiempo real. Ese listado se incorporaba a una base de datos en las oficinas de la empresa. Hasta ese punto nada nuevo, nada especial.

No disponíamos de ninguna característica que diferenciara ese negocio de otros que ya hacían algo parecido. La singularidad, el diferencial, el valor añadido se logró en el preciso instante que esa base de datos, esa eficiente máquina de ordenar las existencias, se digitalizó en la red. A partir de ese instante las ventas online empezaron a producirse. En menos de un año la facturación aumentó a niveles impensables durante la crisis. A pesar de todo esto, no nos paramos. Ramón, que así se llama el hombre que decidió no detenerse ante las dificultades, preguntó si era factible vender piezas de coches clásicos por Internet.

Fue posible. Esa es ahora una de sus principales ofertas. Se ha convertido en un hub de captación para los coleccionistas y un conector para los exclusivos clientes que se esconden tras el apasionado mundo de los coches de autor. Ahora sus ventas se miden por países y no por comarcas.

Escuchando a los que nos gobiernan y atendiendo a los que garantizan nuestro ahorros, no puedo más que pedir a todos los que nos encontramos aquí que no se detenga nadie, que no se duerman, que hay oportunidades pero todas requieren afrontar los retos con entusiasmo y valor. Si una chatarrería clásica pudo convertirse en un referente digital, que no podemos conseguir cualquiera de nosotros. Recuerdo que algunos de vosotros están organizando un encuentro en Madrid para el día 1 donde podremos hablar de estas cosas y de otra muchas. Tendremos invitados destacados en el campo de la economía y de la emprendeduría. El único requisito es ser lector y miembro de esta comunidad.

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Marc Vidal Marc Vidal

Desvirtualizando

Al final podrá ser. Ya hay un día y un lugar para que una parte del colectivo creativo e inteligente que se da cita a diario en este blog se conozca en persona. A muchos ya os conozco a través de correos personales y a otros a partir de encuentros en alguna conferencia. A veces, tras algún evento, se acerca alguien y me dice “vengo desde muy lejos para verte y saludarte” y me viene una sensación extraña entre orgullo, responsabilidad y una enorme gratitud.
Será un almuerzo en algún restaurante por decidir de Madrid el próximo 1 de diciembre. Siento no poder ser más flexible, pero los que conocéis un poco mi vida seguro que entendéis la dificultad. Para los que queráis asistir no tenéis más que poneos en contacto con Suso, que es en gran medida el culpable de todo esto.

Por cierto, ya tengo confirmado que van a venir dos personas más muy conocidas y que van a permitir darle un toque muy estimulante al encuentro. Gente que han estado estos años en la misma linea que nosotros y que han volcado todo su esfuerzo en crear un escenario de pensamiento alternativo más allá de ideologías o de patrones, simplemente han procurado descloroformizar a la gente. Ellos son lectores también de mi blog. Lo iré desvelando en breve.

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Depende de nosotros

Escribo esto desde la sala Velázquez de la Terminal Internacional de la T4 de Madrid. Como cada mes, vuelvo a Latam y a Estados Unidos. Esta vez es un viaje con premio. Me permite tener una excusa formal para no ver el debate electoral de esta noche y también para, durante este tiempo, alejarme de una campaña electoral de escaso valor, tanto técnicamente como en aspectos de fondo. Los asuntos que ocuparán el mundo estos días no serán muy distintos a los de los últimos meses. Una amalgama imperfecta de personas intentado que se les escuche, otro cúmulo preguntando que hacer con sus vidas para no perder todo cuanto tienen, los mismos tertulianos de siempre retocando sus discursos según convenga y un selecto equipo de gestores determinando una y otra vez acciones que no sirven apenas para retrasar el desenlace.

Italia seguirá su curso hacia el abismo porque nadie se ha atrevido a ejecutar un plan de rescate serio, Grecia, en cuanto se diluya el efecto vaporoso y la transferencia ingente de dinero sea absorbida por la seca economía helena, volverá a poner contra las cuerdas el euro, España, tras las elecciones recibirá los ataques de todos los ejecutivos de mercado que verán en nuestro país una presa mucho más fácil y sin cortafuegos. España vive el desmantelamiento total y el robo organizado.

A cambio seguiremos pendientes de lo que somos capaces de hacer. Os aseguro que, lejos de campañas como “estoloarreglamosentretodos” que rozaban el insulto en el pasado y de las que ahora nadie habla ni nadie pide responsabilidades, lo que debemos hacer es estudiar el escenario, en todos sus ángulos, deducir y tomar decisiones. Aquí nos vamos a dedicar a eso en los próximos meses. Seguiremos analizando lo que pasa pero desde la distancia, desde el valor objetivo y tranquilo que nos otorga a todos el que durante los últimos siete años ya lo llevamos haciendo. Deduciremos gracias a la aportación de los nuevos colaboradores de este espacio y daremos las claves. Emprender, redes, nuevos escenarios, nueva economía y aprendizaje invisible. Sólo nos queda eso. Como dije, cuando la cometa vuela es porque el viento sopla en su contra.

En el tiempo que trabajé como broker aprendí que el talento y la capacidad no suele ser un aliado en esos entornos. Es difícil vencer, por muy bueno que seas, a un aprendiz con muy mala sangre, sin escrúpulos ni ética. La criba que se hace en ese territorio es de tal calibre que no vale como punta de análisis en ningún estudio. Sin embargo si que permite entender que el salto, a veces, incluso en los momentos más extraños hay que ser capaz de darlo. No sirve quedarse quieto pensando que todo va bien. Si no te gusta lo que ves, a mi me pasó, lo mejor es abandonar y hacerlo a tiempo. Si las circunstancias te vencen, puede que te veas en el peor de los juegos.

Tras escoger un centenar de clientes y dividirlos en dos, a unos asegurarles que una acción subirá y a otra mitad que bajará, llamar al día siguiente a los que hipotéticamente creen que acertaste y volverlos a dividir con el mismo criterio y hacerlo hasta que sólo queda una persona que confía ciegamente en un agente de cambio y bolsa que lleva siete aciertos consecutivos, descubres que manipular a quien quiere ganar fácilmente es fácil. Eso lo viví de cerca, lo hacían algunos brokers y lo dejé a tiempo de no tener que hacerlo. Tras una de mis quiebras como emprendedor no pude más que trabajar en lo que sabía y hacerlo como asalariado. Por suerte pude huir sin intoxicarme demasiado, pero aprendí mucho, de mercados, sobre la avaricia, los sofás y las tormentas. Gran parte de lo que ahora somos como sociedad depende de esa actitud mediocre que muchos hemos tenido alguna vez de la vida. La misma que tiene muchísima clase dirigente. Cuando digo dirigente me refiero a todos los estamentos, no sólo político sino también empresarial, social, cultural y, si me apuran, nacional.

Ahora hagan un esfuerzo de imaginación. Piensen en un montón de empresarios de primer nivel. Reúnanlos todos en un foro, en un salón de actos de una escuela de negocios muy prestigios. Pongan en la sala los responsables de las cámaras de comercio, asociaciones patronales, juntas directivas y otros elementos de juguete como esos. Escojan un tema reivindicativo como por ejemplo la solicitud de un aeropuerto como dios manda para una ciudad importante. Una ciudad que siendo un enclave estratégico, no deja de ser una segundona en el país que conforma. No abran aun los ojos, sigan imaginando el acto. Críticas a una hipotética organización centralista que ha apartado a la sociedad en cuestión del éxito y derecho a tener un aeropuerto como Dios manda, alegatos a un futuro empresarial que debe levantarse en armas para lograr lo que merece y aplausos reiterados a los discursos manidos de siempre.

Imaginen que tras ese soporífero evento, meses después se inaugura un aeropuerto fastuoso que deja inservible otro que ya funcionaba a menor capacidad. Piensen en el dispendio que supone dicha idiotez, cavilen sobre el evento y las caras de todos esos señores que debían poner en marcha el país. Gentes que no parecían darse cuenta que el aeropuerto que exigían estaba a punto de ser acabado y que, en lugar de pedir y pedir, debieran de hacer y hacer.

Dejen de imaginar, eso ha pasado aquí hace apenas un año y medio. Un mastodonte aeroportuario medio vacío frente a otro monstruo vacío del todo. Ese es el gran escenario logístico del futuro para los catalanes. Y no hablo del resto de barbaridades que se han hecho en ese campo de las infraestructuras aeroportuarias.

Los de la reunión aquella, quietos y callados, ya parece que lograron lo que esperaban y se acabó. Ahora que toca hacer de verdad algo, resulta que lo que tenemos es una línea aérea que pagamos entre todos pues en realidad, en lugar de eliminarla como se eliminan las empresas inservibles o sobrantes, es imprescindible para llenar unas cuantas puertas de embarque de ese aeropuerto infrautilizado.

Hagámoslo entre todos, sobretodo entre los que tenemos mucho que jugarnos. Si esperamos que otros lo hagan por nosotros vamos dados. Todo ese grupo de prohombres de bien siguen sentados en su cómodo social de alcántara esperando que las cosas cambien a su ritmo, por entonces ellos ya habrán pensado algo para que parezca que lo impulsaron ellos.  Que maravilla.

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Ecosistema de ideas

Hace unos meses escribí: “En esta nueva era, en este nuevo ecosistema plagado de ideas, en ese nuevo mar en el que deberemos navegar, los que antes entiendan que deben impulsarse con vientos desconocidos, los que sepan que es tiempo de veleros y no de lanchas motoras, esos sobrevivirán, crecerán y serán mucho más felices. Los que escuchen a sus mandatarios, a esos dirigentes aparentemente perdidos, a esos que cambian sus previsiones una y otra vez, los que esperen de ellos que les ayuden a sobre volar este momento crucial de la historia sufrirán mucho más.“ Hoy toma mayor actualidad atendiendo a como se están poniendo las cosas.
En estos días de campaña electoral en España a los políticos se les llena la garganta de la palabra “emprendedor”. La realidad paralela en la que viven estos tipos es de vergüenza ajena. Mientras algunas comunidades autónomas como la murciana emiten bonos que no podrán pagar, otros resumen sus programas electorales en un centenar de medidas que parecen sacadas de un cuento de Disney. Les juro que es para darse de baja de todo esto. Estoy convencido que una vez acabe todo esto sólo quedarán las voces de los emprendedores solicitando el cumplimiento de las promesas. De momento, lo único que recibimos son revisiones tributarias.

Todos los malabaristas que se presentan a las elecciones son de cartón piedra. No van a hacer nada de lo que prometen. No por que no sean capaces, que es una opción, sino porque lo imposible no se puede hacer. Las hipotéticas ayudas a los emprendedores y a la economía productiva, en cualquiera de las opciones políticas que se presentan supondrán exclusivamente una subida de impuestos, especialmente el iva, los servicios energéticos y sociales, sequía definitiva del crédito, estancamiento de ayudas, retraso o suspensión de pagos en la administración y modificaciones constitucionales que nos enlacen con la realidad de un país con una prima de riesgo cercana a los 500 puntos y una rentabilidad de su deuda por encima del 7%, lo que, obviamente y una vez rescaten Italia, supondrá la fallida de nuestro país. ¿Alguien piensa que la falacia del valor nominal de la vivienda que se contabiliza en los balances de los bancos de este país se va a poder mantener eternamente? ¿Acaso es factible que a cada nueva revisión del agujero contable de esos bancos aparezca una nueva ampliación de algún fondo de rescate le llamen como le llamen? ¿Es posible que Mariano Rajoy tenga contactos directos con San Pedro y así la ciencia económica afecte a España como la gastronomía al parchís?

La realidad es la que es y no voy a comentar mucho más. Ya lo hace todo el mundo. Ayer estuve ultimando algo nuevo para este blog. Un buen amigo y gran experto en economía financiera y de inversión, cuya visión sobre lo que ha pasado ya la compartía con clientes hace muchos años, incluso comentando en este blog, dirigirá un post semanal con el que esperamos hablar de “como combatir este escenario”. No va a ser el típico artículo bonachón e iluso sobre “entre todos saldremos de esto” como si la realidad económica puediera obviarse por arte de magia. Estamos donde estamos y no hay mucho que analizar, aunque si algo que aportar. Vamos a intentar, con vuestra colaboración, establecer consejos crudos sobre como sobre volar esta merienda. A nivel financiero, profesional, privado y público. En unos días os daré más detalles.

La realidad es la que es y ya comenté en su día como creí que sucedería todo esto. Hoy toma relevancia algún artículo para explicarlo. Sin querer recordar exhaustivamente todo aquello, ni asustar a nadie, si quiero comentar lo que estoy viviendo y conociendo en los últimos dos meses. Tanto colaboradores, amigos en diversos bancos o agentes de inversión ya comentan los movimientos en el campo de los depósitos.  Incluso algunos clientes de una de las empresas en las que participo societariamente, que se dedica a asesorar financieramente a particulares y empresas, sólo recibe peticiones de información de como sacar del país dinero. Por lo que me cuentan, aun asumiendo todo el aspecto legal asociado a dicha operativa, el número de personas que así lo ejecutan no para de crecer. Independientemente del valor de lo que supone secar de liquidez el sistema, algo que ya es más o menos evidente pues la falta de crédito es abrumadora, cabe detectar otra fuga que me parece aun más preocupante si cabe: la de personas que emigran buscando oportunidades en modelos de gestión y negocio que España no ofrece. No voy a hablar del estancamiento de la economía, de la recesión inminente, de la falta de ingresos fiscales, de la subida de impuestos, de la caída en el consumo, de la reducción en la facturación del turismo para el próximo ejercicio, del aumento del paro, de la previsible explosión social a mediados de año o de cualquiera de esos elementos, pues lo hace todo el mundo. Poco a poco aumentan los discursos y ponentes apocalípticos. ¿Quien los vio y quien los ve? Sin embargo son tan cobardes la mayoría y desconocen tanto lo que comentan de “oídas” que van introduciendo los términos más dramáticos a medida que son incontestables.

Espero por el bien de Europa que se vayan por el desagüe la mayoría de sus gestores públicos y sus voceros a sueldo. Si algo bueno trae todo esto es que la voz es colectiva y el gobierno cada vez representa menos en un modelo de nueva economía dependiente de factores colectivos. Hablaremos de esto en breve. Permitidme que finalice con un fragmento que me acaban de premiar en un certamen de textos para emprendedores tecnológicos y que va como anillo al dedo para afincar mi visión sobre el momento actual:

Sin creatividad no hay escapatoria y el Estado no la fomentará. Tampoco ningún escenario educativo lo intenta. Si no se inspira a la juventud, mediante un sistema educativo que genere el deseo de crear difícilmente se conseguirá que se innove y si no se innova no hay empresa. Sin empresa nueva no hay innovación tampoco. Es un maldito pez mordiéndose la puta cola.

¿Se imaginan al estado advirtiendo a los empresarios pequeños que el modelo económico está cambiando y que ellos son fundamentales en esa transición? Yo si, pero acompañado de un montón de promesas de ayudas que no llegarán justo en el instante que las transferencias de estímulo se dirijan a las grandes corporaciones que habrán pedido amparo y protección al gobierno por un “desplome de las ventas” de su sector. ¿Recuerdan lo que pasó con el sector en el que trabajaba Vicente?

(...)

El nivel de la política en este país es de todos sabido: indigencia intelectual generalizada. Si le das una patada a una piedra, de debajo salen diez inútiles dedicados a la política corriendo en todas direcciones. Hay muchísimas cucarachas ejerciendo de concejal. El valor de la chapa y el salvoconducto para aparcar donde quieran concede pretensiones a personas que en la vida civil tendrían serios problemas para comer cada día. Hay miles de excepciones, no lo dudo, pero el modelo político que evita tener gerentes en los ayuntamientos es un terrible lastre. Que diferente en otros países como en Alemania o Suecia, que unos directores generales dirigen las corporaciones como empresas, que impulsan políticas y activan procesos, a cambio que un cortacintas haga de alcalde. Allí pocas son las bromas. 

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Hipersociedad

Hoy estreno en San Sebastián una nueva conferencia. Durante unos meses será, con ligeras adaptaciones al medio, el discurso que compartiré con vosotros en varios países. En concreto su título es “the crisis is over, welcome to new economy”. Aunque en este primer caso me centraré en internacionalización y conectividad empresarial para sobrevolar estos tiempos difíciles. La crisis finalizó hace años pero sin embargo no podemos hablar de “mejora” en las oportunidades económicas. Lo que viene ahora es un nuevo territorio complejo.

Hoy estreno en San Sebastián una nueva conferencia. Durante unos meses será, con ligeras adaptaciones al medio, el discurso que compartiré con vosotros en varios países. En concreto su título es “the crisis is over, welcome to new economy”. Aunque en este primer caso me centraré en internacionalización y conectividad empresarial para sobrevolar estos tiempos difíciles. La crisis finalizó hace años pero sin embargo no podemos hablar de “mejora” en las oportunidades económicas. Lo que viene ahora es un nuevo territorio complejo.

Hace unos años visité Guipúzcoa para dar una conferencia sobre la que se nos venía encima. Cuando la crisis se negaba, aquella vez intenté detallar lo que, por desgracia, luego sucedió. En aquella ocasión comenté que no estábamos en una crisis económica tradicional, sino que entrábamos en una crisis de valores. La crisis económica ya finalizó y lo que vivimos es una nueva etapa, un proceso sofisticado que nos conduce a una gran velocidad hacia un nuevo modelo económico.

La rotura del sistema financiero fue una consecuencia y no una causa. El conjunto de quiebras en cadena de todos los elementos que componen la compleja amalgama de la economía global son el resultado de un vencimiento a corto de la economía tradicional. Ahora estamos en la antesala de una Nueva Economía que se rige por otros parámetros mucho más digitales, socializados e invisibles. La nueva era del mercado obliga a las empresas a buscar otros escenarios donde desarrollarse y crecer. Una vía es la internacionalización y de eso hablaré esta vez. La nueva economía es digital, inteligentemente colectiva y globalmente internacional. Vivimos tiempos apasionantes e intentaré describir algunas de las claves de lo que se viene a llamar la hipersociedad.

En esta vida hay ciertas cosas que van irremediablemente unidas: el dolor de estómago y la manzanilla, Paris Hilton y la progresiva pérdida de fe en el ser humano, la política y la incapacidad, el título de enseñanza secundaria y la incultura supina, la televisión ideológica y el aburrimiento, el hombre del tiempo y los mapas, el deportivo descapotable y el simio que lo conduce, la cuarentena y el

implante de silicona, la plaza de Catalunyay los niños dando por culo con la pelota, las elecciones y las obras, el final de las elecciones y el final de las obras, la ineptitud y la oficina de atención al ciudadano, la desesperación y la pagina Web de RENFE y los aeropuertos con la humillación.

También van juntos el verano y las moscas, la fiesta mayor y el derroche, la radio objetiva y el silencio, yo y las conclusiones más tontas, un nudista y su bicicleta, una advertencia y su amenaza, la política de promoción local y la esterilidad, las mayorías absolutas y la falta de debate, la gestión pública y el retraso tecnológico, la autocomplacencia y los concejales, el divorcio y los cuernos, la anorexia y la moda, el espíritu emprendedor español y el vacío más absoluto, el dinero y la felicidad, los relojes y el tiempo, las pesadillas y el insomnio, la amistad y su cuidado, las matemáticas y Pitágoras, las decisiones arbitrarias y el responsable de vía pública de tu pueblo, la prensa subvencionada y el gasto público selectivo e Internet y el porno.

Los binomios que he enumerado pueden parecer resultado de la generalización, pero la estadística también lo es y nos la tomamos muy en serio. Por ejemplo, sería absurdo decir que los jóvenes son una tribu que solamente piensa en masturbarse, en tenderse en el sofá y en meterse de todo por la nariz. Como también lo sería asegurar que están sanos como manzanas y que todos tienen una habitación dedicada en exclusiva la lectura, a buscar la paz espiritual y a diseñar su microempresa.

Seguramente el término medio sea el idóneo para todas las comparaciones, sin embargo, ¿innovación y emprender no deberían de ir juntos? ¿Son los emprendedores los gestores del cambio a partir de un valor por la innovación que se les presupone?

Innovar hoy en día es algo muy complicado, ya nada está limitado como en el pasado. Antes alguien que se ponía en marcha, primero estudiaba, luego trabajaba y al jubilarse se dedicaba al ocio. Ahora eso ha cambiado, primero se jubila, luego aprende y finalmente trabaja. O incluso de otro modo, primero trabaja, luego aprende y al final se jubila, para volver a trabajar más tarde o estudiar, vete tú a saber.

El cambio de orden si afecta el producto. Es muy distinto. Por eso ahora decir que una cosa va ligada a la otra no es tan evidente, pero si sabemos que muchos de esos procesos están generando un verdadero valor innovador.

Hay ejemplos que demuestran lo que digo, pero, me quedo con uno denominado modelo de “ecoinnovación”. Concretamente uno que Gunter Pauli cita como experiencia de calado social en la isla canaria de El Hierro. Pauli “fue capaz de movilizar más de cien millones de euros en un año con recursos naturales como el viento, la marea o la agricultura”. Ahora mismo, cuenta que a partir de ese proyecto, surgieron 19 proyectos capaces de generar trescientos empleos. Pero como siempre pasa en un país donde emprender es pecado, se mantiene el escaso interés por este nuevo modelo.

Gunter Pauli es alguien admirable. Recomiendo descubrirlo a través de sus libros, de sus videos o de sus aventuras explicadas por otros. Sus libros se escriben en España muchas veces y lo curioso es que, en lugar de editarse aquí, se traducen en China y Corea prioritariamente. De hecho si quieres uno de sus últimos textos debes pedirlo en húngaro como más cercano. Este hombre dice cosas como esta: “cuando se toma café sólo se aprovecha el 0,2% de un grano de café, nadie presta atención al otro 99,8%”. Con él, en Colombia se producen hongos tropicales a menor precio y con más calidad que los chinos y nadie lo destaca, siendo uno de los elementos farmacológicos más potentes y efectivos contra múltiples acepciones y enfermedades cutáneas”.

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Marc Vidal Marc Vidal

Como las cometas


La agresión a la inteligencia colectiva continua su curso. Los proyectos políticos en España rozan el motivo de denuncia en un juzgado de guardia. Por poner un ejemplo: todos los programas electorales incluyen innumerables citas y medidas para mejorar el “clima emprendedor”. Se ha puesto de moda y parece que es el remedio contra todos los males. Está claro, y yo lo he defendido siempre, que emprender es el mejor mecanismo para asumir la vida de uno mismo como reto, como modelo de no dependencia y como generador de riqueza.El cambio de modelo económico y de crecimiento se basan en ese impulso por la emprendeduría por supuesto, pero lo que me parece indignante es que, aquellos que jamás tuvieron la más mínima dedicación al emprendedor, ya sean unos u otros, vengan ahora con estribillos de sirena. Emprender es mucho más que una definición en la página 143 de un tocho infumable repleto de obviedades y párrafos maniqueos. Emprender es sacrificio y apuesta integral de un patrimonio, riesgo y fracaso, deseo y anhelo, sueño y pesadilla y, sobretodo, sobredosis de realidad; precisamente lo contrario a lo que representan todos ellos.

Vivimos tiempos en que sucedáneos de gobernantes buscan el poder a costa de todo, donde no se dan cuenta que las redes y la hipersociedad conectada está ya decidiendo en paralelo. La sorpresa que se van a llevar va a ser lírica. Una vez lo aconsejé, pero vuelvo a recomendarlo: compren pases de primera fila para observar en detalle el desmantelamiento de nuestro modelo social. Viene uno que no se si es mejor o peor, pero donde todos tendremos más opciones de estructurar sociedades complementarias y externas a la “oficial”. Emprender servirá para eso, poner en marcha un modelo personal de economía productiva basada en el conocimiento puede ser perfectamente el embrión del cambio colectivo. Uno cambia para que cambie tu entorno, uno emprende para que su entorno lo haga también.

Sólo hay un pequeño problema. Como quienes debían dirigir esa transformación están más preocupados de sus sillones de alcántara y del robo financiero no se note demasiado, previamente y durante el proceso de mutación, lo vamos a ver en colores pastel queramos o no. La merienda está servida, miles de años de hacer el idiota soplan a nuestro favor.

Por cierto, mientras los candidatos siguen con sus ridículas reyertas de barrio, en 2010, Cáritas ha recibido 6,5 millones de peticiones de ayuda (un 4,3 por ciento más que el año anterior) en toda España, de las que dos millones han sido solicitudes de atención básica de emergencia en materia de alimentos, vivienda o atención sanitaria. El asunto se hará insostenible en los próximos meses. Mientras el BCE sigue comprando deuda y emitiendo papelitos verdes, el colapso se acerca. ¿En manos de quien o de que estamos? La solución es emprender, pero no porque en ello esté la piedra filosofal sino porque mientras dure el viaje no nos daremos cuenta de lo mal que está el camino. Por lo menos yo lo hago así. Llamadme iluso, que me encanta. Hace unas horas, en Los Ángeles, he vivido la maravillosa experiencia de ver como cuanto más difícil es algo más valioso es el vuelo. De hecho he descubierto que te elevas mucho más cuando vuelas a contraviento que cuando lo haces a su favor, como las cometas…

Os he dejo con el video, algo tarde, de la entrevista que mis amigos de Agora News me hicieron al finalizar un evento y con el enlace a la entrevista que me hicieron en Onda Cero hace pocos días.

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Marc Vidal Marc Vidal

La catástrofe no es "cool"

Ya no me suele apetecer hablar de “crisis” o de lo complicado que está todo. Me deprimo y me obliga a hacer un doble esfuerzo a la hora de arrancar proyectos. Pero la realidad a veces pesa como el plomo. Y es que estamos iniciando la fase final de todo este asunto es algo más que visible. La pérdida de moral y criterio de periodistas, opinadores, siervos de la gleba y derivados, dejan en evidencia que algo se derrumbó definitivamente. Recién aterrizado en Estados Unidos alguien me cuenta que hace pocos días un miembro de una tertulia de la Cadena SER recordaba un texto que escribí hace cinco años donde explicaba lo que se nos avecinaba y calificaba de terrible el escenario futuro pues dependía de nuestra clase política ponerle remedio. Pasé de ser calificado en esa misma tertulia y por las mismas personas de “antipatriota” a ser referenciado por mis textos. Miedo me da la verdad. El texto en cuestión es el siguiente:

Una gran bola de mierda se acerca desde el horizonte. Lo hace sin remedio y a un ritmo uniforme. No tengo ninguna intención de asustar ni de ser catastrofista pero los ciclos económicos siguen existiendo y en este país los dos últimos acabaron en recesión, paro y crisis. A finales de 1992 y principios de 1993, en la que el PIB llegó a caer durante cuatro trimestres seguidos más de un 3% acumulado, la tasa de paro aumentó de un modo desconocido hasta la fecha. El crecimiento económico gira entorno a los conocidos “ciclos de los negocios”, que de acuerdo a la certeza histórica sabemos que suelen durar un decenio. España sufrió una pequeña recesión en 1981 y otra más grave en 1992-93. La economía española lleva 14 años de crecimiento ininterrumpido con tasas superiores a la media europea. El actual ciclo expansivo se inicio a finales de 1993 ante las crecientes perspectivas de entrada de España en la Unión Monetaria que provocaron que los tipos de interés cayeran rápidamente. La clasificación crediticia española alcanzó la triple A aumentando la confianza en la económica española. La caída de tipos del 13,3% al 3,0 % desató un tsunami inversor inmobiliario por parte de familias y pequeños ahorradores. El aumento de demanda, aceleró la construcción y esta incorporó al mundo laboral a casi un millón de personas y entre todos agigantaron el consumo y las importaciones.

Es preciso definir con corrección los elementos que acercan a nuestro país a una situación límite. La burbuja inmobiliaria ha sido animada en la creciente demanda de vivienda por parte de europeos, inmigrantes y pequeños inversores que, con sus sociedades patrimoniales de juguete, pretenden adquirir cinco o seis pisos para poder vivir de la renta por alquiler algún día. Derivada de esa burbuja hay otra en el sector de la construcción que supone el 17 % del PIB en términos reales. El 20% de los empleos creados en los últimos diez años en España, que a su vez son el 33% del que se ha creado en la UE de los 15, proceden de la construcción. Esas dos burbujas han hecho que emergiera otra mucho peor y que aun es prácticamente invisible: la burbuja económica.

La fuerte demanda de empleo funcionó como un imán para la mano de obra inmigrante que acudió masivamente dando un empuje al consumo y al propio mercado inmobiliario. En general podemos decir que España ha tenido un periodo larguísismo de crecimiento ininterrumpido gracias a la globalización, en sentido financiero (dinero barato) y también en sentido real (inmigración creciente), lo que le ha permitido compensar el impacto negativo de los precios del crudo y de la competencia internacional. El efecto se traduce ya en una economía recalentada, con una inflación superior a la media europea y por una pérdida de competitividad. La economía española es próspera pero su crecimiento es desequilibrado y poco eficiente. La dependencia en los tipos de interés debilita la capacidad de consumo y el parón inmobiliario por el sobrestock es ya un hecho absolutamente demostrable. España dependerá de que la zona euro recupere su dinamismo y crecimiento en los próximos dos años para poder aguantar el choque de una cadena de acontecimientos que ya ha empezado. En primer lugar, la burbuja inmobiliaria seguirá desinflándose gradualmente dejado de crecer y posteriormente descendiendo. Como reacción a esa caída de valor, el número de viviendas se reducirá, cosa que ya ha empezado a pasar según los colegios de Arquitectos que durante este último trimestre han notado un descenso de visados. Esa reducción de viviendas nuevas en construcción provocará una caída en la demanda de empleo en la construcción y un alza en el paro. Carpinteros, electricistas, comerciales, arquitectos, aparejadores, yeseros y en definitiva todos los profesionales relacionados con el mundo inmobiliario vivirán su peor momento desde hace mucho tiempo. Teniendo en cuenta que el peso de este sector es brutal, la demanda en consumo también se verá afectada. La eliminación de ricos virtuales se representará con el descenso de la venta de coches, viajes y elementos de consumo muy variados. El coste de los créditos hipotecarios tocará franjas desconocidas por los nuevos propietarios que se verán obligados a sacrificar parte del consumo corriente para poder hacerle frente.

Al reducirse el consumo y al aumentar el coste del dinero las compañías ralentizarán sus inversiones en espera del próximo ciclo expansivo con lo que su demanda de empleo bajará. Esta situación desembocará en un crecimiento negativo del PIB que alcanzará su punto más profundo a finales de 2009 o principios de 2010. Que sea más o menos dramático depende de la política. Esa desaceleración cíclica podría pasar simplemente por ser un período de bajo crecimiento, si la caída de la construcción se compensa con obra pública y si el superávit presupuestario supera el 1% del PIB, si se incentivan los nuevos campos de gestión industrial y, como se hizo en EUA, si se convierten en empresarios, autónomos o pymes, a esos miles de inmigrantes jóvenes que ahora son mano de obra barata, para que encuentren alternativas a la perdida de empleo que sufrirán en la construcción fundamentalmente. En definitiva, que esa enorme bola de mierda nos aplaste depende de nuestros gestores públicos en gran medida. ¡Que miedo!

Hace unos años aquí pusimos en evidencia que el FROB y su mecanismo de nacionalización encubierta de todo el sistema era un siniestro plan de expolio. Que la excusa de una crisis global y el acecho de su veneno servirían para hacerle ver a la gente que las cosas no pudieron evitarse. De insultar han pasado a certificar el desastre. Ahora bien, lo más duro del asunto es comprobar como, tras toda esa cháchara victimista actual se esconde una enorme incultura económica por parte de algunos líderes de opinión que están confundiendo más que ayudando. Ahora el miedo es glamour. Ser catastrofista es lo más “cool”.

La aprobación ayer del nuevo fondo de rescate bancario, el FROB, es el ejemplo más evidente de que la sociedad española está muerta, que sus dirigentes son unos irresponsables sin criterio ni perspectiva y que el sistema financiero español está quebrado de punta a punta. Hemos pasado del “mejor sistema bancario del mundo” a las intervenciones, a las fusiones obligadas, al rescate de cajas insolventes y, ahora, a los fondos antiquiebra. Un Fondo de Rescate que es un refrito del que ya tuvieron que activar urgentemente de la mano de los banqueros ibéricos, el Fondo de Adquisición de Activos Financieros, que resultó ser a la práctica un mecano extremadamente sofisticado para poner a buen recaudo los intereses de los más grandes y dejar a la intemperie a los más pequeños.

Lo que sabemos en estos momentos sobre el FROB es que tiene pinta de hurto legal. Zapatero y Mariano de la mano con la mayoría de banqueros han decidido gestionar en crisis para perpetuarla. El gobierno espera que las entidades crediticias no quiebren y que, si lo hacen, no se evidencie, de ahí el voto con el PP. El PP espera que sus amigos no sufran. El hecho de que esos amigotes sean unos ineptos, corruptos, inservibles y peligrosos ayudó al voto con el gobierno.

En realidad ahora lo que tocaba no era un FROB, ni un FAAF, lo que tocaba era dejar que algunos quebraran por haber contribuido dedicadamente a generar el pufo económico de dimensiones bíblicas. En lugar de poner ante la justicia a muchos directivos bancarios de este país por haber hurgado en nuestro futuro de ese modo indecente, se les premia con el dinero de todos y se les garantiza el trabajo de modo vitalicio. A cambio sólo se les pide que sigan concediendo capital y crédito a quienes toque hacerlo y cuando sea preciso.

Por cierto, ¿Cuánto costó el FAAF y cuanto cuesta el FROB? Difícil de saber, pero la traducción estructural de todo es espantosa. España lleva emitida deuda pública por valor de casi 60.000 millones de Euros para intentar pagar todo lo que tenemos entre manos, pero lo jodido es que esa deuda no ha habido manera de colocarla en los mercados externos. Una emisión que multiplica por 30 la que se emitió durante todo el año pasado y sin comprador externo. Habéis leído bien, 30 veces la del año pasado y estamos en julio.

Ahora viene lo mejor. Como la deuda no se ha podido colocar se han tenido que activar los sistemas de flujo que permite la normativa. Por un lado solicitar al Banco de España que la suscriba y por otro buscar el capital donde sea, aunque tenga que meter la mano en los fondos previstos para ayudas sociales o lo que sea. Como la morosidad aumenta por culpa de los vencimientos de deuda en casi un billón de euros y la gestación de problemas integrales del sistema bancario crecen sin reparo, se ha aparecido por “generación espontánea” un nuevo Fondo de rescate. El curioso y malsonante FROB.

Ahora bien, lo importante ya no es que en el sistema bancario español haya insolvencias retrasadas, quiebras escondidas y fusiones obligatorias, no, lo grave es que no se ha definido el uso real de ese fondo, no se tiene certeza de cual va a ser su reparto, el método de control y como piensan atender el ingente desajuste de deuda que se avecina en términos de Estado. A fecha de hoy, la deuda total de España ya debe superar el 175 % del PIB. No hay precedentes en el mundo que pueda compararse a esa barbaridad. Podemos obviarlo y pensar “que todo se arreglará” o asumir que eso tiene muy mala pinta.

La catástrofe ya está encima. Prepárense, aunque sin prisa, para el mayor colapso económico y financiero conocido por los que estamos vivos. Piensen que van a hacer con su dinero, como piensan poner en marcha su negocio o como van crecer. La cadena de sucesos no van a dejar lugar a los experimentos que durante cuatro años han ido llevando a cabo los operarios de la ciencia económica mundial. Se han limitado a lo más simple: emitir dinero, imprimir papel y generar más deuda. Mi hijo de seis años me cuestionó hace pocos días que era eso de la crisis. Le dije que era algo que sucedía cuando el mundo se queda sin dinero o con el dinero que tienen la gente, de repente, solo se pueden comprar cosas más baratas. Me contestó como la Reserva Federal o como lo hubiera hecho el Banco Central Europeo: pues ¿porque no hacen más dinero con el papel blanco que sobra en el colegio? Luego, al decirle que eso no se podía hacer pues provocaría que los billetes de verdad nadie los querría pues no sabríamos lo que es de verdad y lo que no, me miró como diciendo “no te compliques papá”.

La política económica es más complicada que la que nos han representado esta generación que hemos tenido la desgracia de vivir. Una generación que habla por los codos y lo hace a veces con un sentido miserable de la decencia. Hace apenas unos días, el tipo que me catalogó de “charlatán” en un evento en el que dije que la “cultura del subsidio” era un modelo social perfectamente organizado por gobiernos de todo signo y territorio, inclusive la Generalitat en su día, para controlar a la gente, ahora se apunta el título (por casualidad) de mi último libro y lo asciende a todos los listados de búsqueda en la red. Afirma que la cultura del subsidio está instalada en Andalucía y que eso lo pagamos los catalanes. Lo desconozco y sabe mal que se llegue a la simpleza tan burda del discurso. Hay de todo. Como también en Catalunya donde el subsidio se disfraza de otras cosas. ¿Cómo deberíamos llamar a los 300 millones de euros que le soplaron a SEAT para que se mantuvieran los miles de puestos de trabajo en su día cuando no eran necesarios para la producción resultante? ¿Cómo debemos definir los 50 millones de euros que le ha soltado la Generalitat actual (en plena fase de recortes) a una deficitaria e ineficiente Spanair para mantener una estructura aeronáutica que no se aguanta por ningún sitio?

Y es que si hace un lustro hablé de “una gran bola de mierda que se acercaba por el horizonte” ahora cabe hablar de algo peor. La bola ya llegó y a su paso lo ha desajustado todo, abriendo puertas y cajones. La situación española es tan grave que ni tan siquiera podemos imaginar. No tiene que ver con la política, ni con la economía, ni la crisis, ni sus valores. Esto es otra cosa. El nombrado nuevo modelo viene inexorablemente y no lo hace de un modo cariñoso. Viene de culo. La velocidad que ha adquirido y la escasa atención que le están dispensando los agentes implicados es de susto. Lo van a retrasar con decenas de apretadas de mano finales y con planes diversos, ajustes y recortes, pero el sistema no da para mucho más. Es cuestión de tiempo, unos pocos años tal vez, pero sin recuperación real de la economía no hay milagros que permitan pagar todo lo que ya nos hemos gastado. Sin generar nada que estimule una economía del futuro habrá sido imposible vivir un nuevo futuro.

A medida que se vayan evidenciando varios temas concretos y que la terrible cadena de sucesos en Europa transmitan la caducidad de la economía tradicional amparada en los productos financieros de siempre. Esos temas concretos son:

  1. El ajuste de la banca española se finiquitará con diversas nacionalizaciones tras tres años de tomadura de pelo con nombre propio llamado FROB. La generación de riqueza depende de la liquidez y ésta ha desaparecido pues se está utilizando para salvar unas entidades financieras que no son más que cadáveres. Hay varias cajas y bancos que van a quebrar de un modo u otro. Me da igual como le llamen pero sus ahorros no están a buen recaudo en según que entidades. Recuerden el texto que copié sobre el Fondo de Garantía de depósitos que no garantiza el retorno de los famosos 100.000 Euros de un modo tan claro.
  2. Imaginemos que un banco decide darle valor real a sus propiedades y estas resultan ser una décima parte de lo que dicen tener capitalizado como valor patrimonial. ¿Estaría en quiebra? Todos sabemos que la mayor parte del sistema financiero español depende de una valoración hipotecaria totalmente ficticia que no se va a corregir en décadas. ¿A que estamos jugando?
  3. Algo que aun no ha sucedido pero que sucederá. Cuando corra la voz, y lo será con causa y efecto, los depositarios de una entidad requieran sus ahorros, pues no se fíen de las operativas descritas y garantizadas con un patrimonio inmobiliario que está por asumir que sea cierto, y esta entidad deba paralizar la fuga de liquido, ¿cómo se llamará entonces eso? ¿cómo afectará al resto del sistema? ¿habrá servido de algo todo el apretado nuevo mapa financiero de fusiones y tragones? ¿no será que todo esto es una fábula de barrigones engominados que juegan a mantener su imperio de estiércol a costa de lo que sea? ¿no seremos nosotros ese “lo que sea”?
  4. La deuda hipotecaria privada es inasumible por millones de españoles que ya no ingresan. Eso lleva a la situación de insolvencia manifiesta de familias que ven como, mientras a ellos les quitan su vivienda, un banco que ha sido “rescatado” con el dinero de todos, concretamente 80.000 millones de euros, les arrancan lo que tienen.
  5. Cuando se evidencie que hicimos como Grecia pues durante años hemos ido taponando la sangría de gasto metiendo en cajones sin fondo facturas sin pagar y deudas contraídas, la Merkel nos crujirá vivos.
  6. Cuando ya nadie pueda engañarnos con las cifras del turismo y se sepa que proviene de un plan turístico low cost que no es capaz de aportar valor en muchos casos y que el modelo no se está repensando salvo contadas excepciones.
  7. La crisis de consumo es la traducción evidente de una falta de trabajo y del aumento del paro. No se puede esperar mucho más de una economía que se reventó su plan de estímulo económico que tuvo que ser para modificar el modelo antiguo y crear uno nuevo, en el famoso e ineficiente Plan E.
  8. Ya no quedan balas y ahora todo depende de nosotros y de nuestro plan para salir de esta. Plan personal y plan social, pero planes lejos de la opción política existente o venidera. Ni unos ni otros, ni los minoritarios ni nadie nos va a ayudar a salir de esta. La clase política está rendida y sin ideas.

 

Vivimos tiempos apasionantes y de cambio, sin rumbo a veces, pero con un enorme potencial. Los cambios si son reales son dolorosos, aprovechemos que este va a ser el cambio de mayor duelo de la historia contemporánea para hacer algo positivo que ofrezca a nuestros hijos algo en lo que maravillarse de nosotros. Surgirá un nuevo escenario de empresa y producción mucho más cercano a la inteligencia que al producto.

La revolución del conocimiento surgirá del valor de las cosas y no del coste de las mismas, será el momento de las grandes factorías de ideas, de pensamientos, de dudas, de estructurar la fabricación en base a su precio esencial y no tanto al especulativo, de emprender para convertir los sueños en realidad. En esta nueva era, en este nuevo ecosistema plagado de ideas, en ese nuevo mar en el que deberemos navegar, los que antes entiendan que deben impulsarse con vientos desconocidos, los que sepan que es tiempo de veleros y no de lanchas motoras, esos sobrevivirán, crecerán y serán mucho más felices. Los que escuchen a sus mandatarios, a esos dirigentes aparentemente perdidos, a esos que cambian sus previsiones una y otra vez, los que esperen de ellos que les ayuden a sobrevolar este momento crucial de la historia sufrirán mucho más.

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Marc Vidal Marc Vidal

Death to the ‘Business Plan’

My column in the newspaper ABC of this week titles “Death to the Business Plan“, and explains one of the conversations that had with Jack Welch does a time about as it had to manage the previous document to mount a business. Welch Is considered the best CEO of the history and his career endorses a capacity to turn into a machine to do money companies with doubts on his immediate future. The article relates the part of this man ensures that there are not new ideas neither that these can be feasible to generate other brilliant, that all is invented. I am still in disagreement with him, but if I understand which is the engine of the innovation for his generation. Now well, when Welch ensures that the Business Plan, the plan of business of all the life, is a false argument for investors, that does not serve to direct a company and that is used to to be, in the times that we live, energy non exploit, I am entirely of agreement. I leave you with the article that complement with another text in this regard already published previously.

I knew to Jack Welch does some years. My luck! I shared with the best CEO of the 20th century some hours in Capri during some days on New Economy. I remember the debate that produced when finalising the event, during an informal meeting. While I defended that the most important in a business project were the ideas and the plan of business that would carry it to destination, he ensured me that the great ideas do not exist” and that “the business plan would have to eradicate it”. On the ideas (great) defended that these do not exist and that everything is invented. It bore it on the curious structuralist theory of the tales of Vladimir Propp. According to this, there is 30 and some diagrams inside which is possible in any tale, history or novel that we have written or narrated. Boy knows girl, transgression, go far, proof of the hero and other so many that go combining to generate all the literature existent. The same succes with the innovation, said. Everything is invented and the fascinating thing is the efficient combination of these factors.

Over time I have discovered that the most intense effort roots in the research of a problem. I thought that if it wanted big profits, had to solve big problems. If it happened him to Steve Jobs why  can not happen you to you?. In place to think in a big product that went back to position to Apple in the technological head, Jobs devoted to investigate “the big problem”. The puzzle that located situated to the industry of the music in the sight. Like the record industry and authors did not attain to surpass the failure that supposed the massive and free download. It thought in iTunes and created a portal where brushed the chain of traditional value in the business. It did it betting by the problem and delivering the solution: 99 cents of dollar by song. It attained it because it did not have another remedy. If Steve Jobs there was lose in base to a Plan of Business, had contributed his plan B, C, D or others until reaching a solution. It had attained it because there was elected very well the problem.

The business Plan is not more than an option of route, a line that explains us where are and as we think to attain it, no what go to attain. Welch Said me in the airport of Naples, two days afterwards, that the error was not the model of entrepreneur and the dependency of his plan director, according to him, the disparate that commit the Europeans is that “they always expect that the governments lead the economy”. They do not think in the problem, only in the plan of the business. He took his private jet and I expected in the VIP lounge of GroundForce a time more to that my Airbus 321 took me out of there. I reviewed my Mac and commanded to the bin some only “idea” and turned it into recyclable digital paper.

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Marc Vidal Marc Vidal

Just landed


Algunos de mis amigos me llaman el “just landed“. Aseguran tener la sensación que siempre estoy de paso, llegando o marchando. Yo también. En concreto, en estos dos tres días que he pasado por España la sensación ha sido esa. El pasado lunes emitieron en la red de televisiones locales de Catalunya esta entrevista que no es más que un pequeño ejercicio de memoria sobre lo que aquí se ha dicho desde hace tiempo. Está en catalán y no se pueden insertar los subtítulos, pero si alguien no lo logra entender podemos incorporar un comentario con la traducción entre todos. Por otro lado el pasado martes intervine, recién llegado de Estados Unidos, en el mi tercer First Tuesday en Barcelona.

A pesar de que la velada fue tremendamente energética gracias a los más de trescientos amigos que se dieron cita y que pude saludar a muchos lectores y seguidores en las redes, lo que para mi lo más interesante fue detectar todo el potencial que se esconde tras algunas personas que, al finalizar mi intervención, se acercaron para comentar sus proyectos empresariales.

La mayoría eran jóvenes y con propuestas muy interesantes, pero entre ese grupo destacó una docena de no tan jóvenes que, rondando la cincuentena y tras haber sufrido el varapalo del despido o del fracaso empresarial reciente, explicaban sus nuevas intenciones por arrancar una empresa con tanta ilusión y energía como si fuera la primera vez. Eso me hizo pensar que, a pesar de todo y de todos, hay algo que es independiente a lo social y no es más que el valor que cada uno imponemos a nuestros propios retos.

En ese evento hablé de un tema que pasó desapercibido y que no generó revuelo ante mi sorpresa. El hecho de que el “fondo de garantía” de los depósitos en España no garantiza nada realmente me parece algo sabido, pero lo que parece que no se conoce mucho es que eso no es por la cantidad asignada al propio fondo, sino por que por regulación legal se puede dejar de pagar cualquiera de las cantidades establecidas. Es más, pueden esperar todo el tiempo que determinen. La norma lo explica claro. Si el banco en “quiebra” presenta un informe y un plan de viabilidad para subsanar su “suspensión de retiro de depósitos” y el banco central lo asume como válido, nadie percibirá los famosos 100.000 euros de la garantía individual mientras así sea establecido. Dice concretamente que “el Banco de España determine que, en su opinión y por razones directamente derivadas de la situación financiera de la entidad de que se trate, ésta se encuentra en la imposibilidad de restituirlos y no parece tener perspectivas de poder hacerlo en un futuro inmediato”. ¿Saben que nombre tiene eso si se produce?

En otro ámbito de cosas os comento que hoy mismo en Barcelona tendré la curiosa experiencia de dar una conferencia ante únicamente mujeres emprendedoras y estudiantes de diversas escuelas de negocio y universidades catalanas. Voy a hablarles de soñar y emprender, pero en hacerlo de manera consecuente y con elementos que puedan garantizar el menor número de errores. Les voy a hablar de que los que “hemos puesto en marcha nuestros sueños, sin saber si era posible tan siquiera, sabemos que es eso de pasar noches en vela, redactando, corrigiendo, trabajando en la soledad de las noches y los días que se amontonan unos encima de las otras. Vivir es ese domingo por la tarde, exhausto pero ilusionado, viendo desde la ventana del despacho como las familias pasean, las parejas hacen cola para el cine y el mundo no se detiene en su curso sinuoso de fin de semana. Obsesiones y retos, momentos duros que a veces no producen más que disgustos pero que cuando se reproducen con todo su brillo y belleza son la entrada perfecta a un club diferente, el “club de los soñadores”. En el caso de hoy, será de “soñadoras”. Ya os contaré que tal, deseadme suerte.

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Marc Vidal Marc Vidal

Nadar a contracorriente es divertido

Me vais a permitir que replique un fragmento del último capítulo de uno de mis libros. En concreto el que da pie al que estoy escribiendo ahora. Hace unos minutos dejé el procesador de textos donde avanzo día a día en un contenido que simula una conversación entre emprendedores que no se han cruzado jamás, y al parar, me vino a la cabeza que, antes de iniciar una crítica a los acontecimientos que la economía actual vive y a los hecho que se precipitarán sin remedio, sería bueno dejar en la huella digital cuanto pienso sobre “tomar las riendas de nuestra propia vida”. Se avecina el mayor de los desastres conocidos a nivel económico y nada ni nadie parece hacer nada por evitarlo. Seguramente ya nada se puede hacer, pero no por ello debemos abandonar. Hace unos días vendí otra de mis participaciones en una empresa y algunos de vosotros me propone que “coja el dinero y corra”. No os miento si digo que lo he pensado, pero al final siempre me viene la misma ilusión: ¿porque no poner en marcha otro proyecto? ¿porque no ahora que todo parece que se pone del revés? Cuanto más difícil más divertido.

Cuando leí que Martín Varsavsky (Fon), Anill de Mello (Mobuzz), y Michel Jackson (Skype) desestimaron utilizar Alcobendas a cambio de ir a Suiza, como sede central de una compañía nueva que estaban montando llamada Spotnik, una especie de operador móvil virtual para conectar todo tipo de chismes, pensé que era normal. ¿Pero porqué puede parecernos normal algo así? ¿Qué sucede en gran parte del mundo civilizado que nosotros no sabemos (o no queremos) reproducir?

Mientras que en Irlanda se dispone de programas dotados en su conjunto con más de 300 millones de euros aquí las ayudas brillan por su ausencia. No quiero decir que, al contrario de lo que titula este libro, ahora solicite subvenciones a los emprendedores, no, lo que digo es que en este país se está llevando una política de ayudas y programas de tipo subsidiario a acciones que nada tienen que ver con impulsar a la sociedad a tomar una actitud activa en su propia vida y en sus propios proyectos. A diferencia de cómo en Suiza, Varsavsky y sus socios pudieron activar un modelo de negocio imponiendo 50.000 euros. El gobierno suizo entregó medio millón, las oficinas y aportó personal para llevar a cabo el crecimiento inicial de ese proyecto. Las subvenciones públicas suizas encaminadas a la parálisis o a pagar el té y las pastas no existen. Han sustituido los subsidios por ayudas, el empujón para emprender ha enterrado las limosnas para sobrevivir.

Hay modelos sociales como en Irlanda que el gobierno se hace cargo del coste del despido en las empresas de nueva creación. En España, una start-up media suele fracasar por culpa del coste laboral de renovar sus estructuras. Un despido suele ser el fin.

Hace un par de años, durante la fiesta de celebración de la victoría electoral de Barack Obama, en una sala reservada y apartados del bullicio, en el Circulo de Bellas Artes de Madrid, Martóin Varsavsky me confesó que cuando él decidía apostar en un territorio cualquiera a la hora de montar un nuevo proyecto su pensamiento era siempre el mismo: “voy, llevo dinero, tecnología y empleo, si sale bien, perfecto y si sale mal no perjudico a nadie, lo importante es probar. Las ayudas en esos países permiten que muchas cosas acaben funcionando, creando empleo y, en gran medida, tecnología y modelos de crecimiento más cualitativos”. Está claro que en gran medida el hecho de que España tenga estructuralmente el doble de parados que el resto de Europa, siempre, está motivado por esa falta de capacidad para entender el “fenómeno emprendedor”, un aspecto que va mucho más allá del mero hecho de impulsar negocios tecnológicos o de “catalogar créditos ICO”, es generar tendencias de opinión y flujos presupuestarios hacía el valor fundamental de poner en marcha proyectos innovadores, que en la jungla de la economía actual, son los que acabarán perviviendo.

Si se potencia la cultura emprendedora de un país, si se le inyecta la obligación de no esperar los subsidios, la innovación llega tarde o temprano. A medida que los proyectos arrancan, estos se hacen cada vez más innovadores y las ayudas ofrecidas cada vez son más rentables. Poco a poco se genera una economía productiva de mucho más valor y de mayor competitividad. Apoyar la emprendeduría es más que aportar dinero a proyectos de Internet, es intensificar el estrato económico con la más alta tasa de cambio económico. Para ello, cuando hablamos de emprender lo hacemos desde el punto de vista de todo lo que tiene que ver con intensificar el movimiento de toda una sociedad que se ha adormecido creyendo ser (o estar) en la cúspide del bienestar, un bienestar ficticio proveniente de haber vivido en una especie de limbo diseñado por otros y que se la ha venido a llamar “clase media”. Un fragmento social que cada vez está compuesto por menos personas.

¿Por qué en España no hay esa mentalidad de cambio de manera más extendida? Fundamentalmente porque es una directiva inconsciente. Bernardo Hernandez (Google) nos comentaba a un grupo de analistas de inversión extranjera como se había comportado el gobierno español con Tuenti. Decía que, mientras que con la red social española líder las cartas y requerimientos eran continuos acerca del tema de la protección de datos, regulaciones, fotos y la manía de colgarse monedas que no se habían ganado, con Facebook Europa las cartas y solicitudes se morían por silencio administrativo ya que ni tan siquiera había un seguimiento de las mismas.

Hace un año conocí a Elisabet de los Pinos, una emprendedora seleccionada por el Foro Económico de Davos. Durante una cena tuvo el detalle de explicar el modelo de puesta en marcha de su empresa Aura Biosciences. La había instalado en Boston. Elisabet me comentó que “cada vez conocía más gente que, viendo que en España no hay opciones, se va fuera”.

En mi caso, en este preciso instante de internacionalización de dos empresas en las que participo plenamente, ese escenario lo reconozco como mío. Está claro. Incluso ahora, que he decidido emprender otro proyecto vinculado a un tema de aeronáutico, mis socios están en Boston y se relacionan a partir del Massachussets Insititut of Technology ya que aquí nadie me está ayudando a saltar los obstáculos tecnológicos, técnicos y legales para afrontar ese proyecto: un modelo de negocio que, si las cosas van medianamente bien, aportará empleo a mucha gente innovando a la vez.

No me rindo, espero que la alteración del ecosistema laboral y económico español se produzca hacía el camino que he pedido en este libro y que, con el tiempo, ese curso nuevo influya en la mutación de todo un espíritu social que ahora mismo está narcotizado.

Hay casos muy esperanzadores de cómo el “capital riesgo” español es capaz de impulsar proyectos. Softonic, Idealista, Infojobs, eDreams, Privalia, Atrápalo y un centenar de empresas de las cuales más de la mitad están fuera de Internet y tienen que ver con innovaciones en otros campos como el de procesos o el de la logística. Esto y que los jóvenes españoles que no se han pateado el año de Erasmus entre cervezas, están preparados para establecerse en otros países, puede ayudar a un retorno a medio plazo de una generación dispuesta a afrontar el reto de mejorar nuestro entorno económico y social.

Para ello hace falta perseverancia. El emprendedor que sabe que depende de si mismo el espíritu de sacrificio y la confianza es fundamental. Y en eso estamos. Imagina que estás en medio del desierto, sin nada. La certeza de que nadie vendrá a rescatarte es obvia y que la dirección correcta de escape la desconoces. Sólo puedes hacer dos cosas: o te quedas allí esperando un milagro o empiezas a andar en rumbo desconocido. Esa es la gran decisión. Yo siempre tomo la segunda, es la que recomiendo y la que las sociedades más prósperas suelen adoptar en su conjunto.

Cuando inicies el camino buscando un oasis, una salida, un lugar habitado que te permita sobrevivir a ese desierto, la opción tomada será siempre la buena pues en el mero hecho de ponerse en marcha está el éxito. A medida que el trayecto vaya aumentando podrás admitir dos posibilidades: la de admirar las dunas, el sol, el horizonte, la de disfrutar del propio recorrido o la de quejarse continuamente de la mala racha que llevas y de lo fastidioso de la situación. En ninguna de las dos estará la clave para llegar al final, el elemento fundamental será el tesón, la insistencia, el empeño, la constancia, la tenacidad y la firmeza que le pongamos al asunto. Intentarlo será el premio, no lo olvidemos.

Cuando te pongas en marcha poco importará la tipología de emprendedor que seas, pero bien irás definiendo tu propio estilo a medida que las ayudas y los subsidios se alejen irremediablemente de tu curso. Puedes ser un emprendedor soberbio, magnífico, ese vigoroso proyectista de empresas sin límite. Suelen pensar en grande y no temen a nada. Su vocación y su pasión van al unísono. Otros tipos en los que puedes verte reflejado son los exploradores, aquellos que antes de tomar decisiones analizan todo. Estos emprendedores tan racionales suelen venir de empresas grandes o de un mundo laboral muy seguro.

El emprendedor que invierte es el que pone el dinero y apoya relativamente el proyecto. Suelen acabar implicándose más de lo previsto y eso es bueno la mayoría de las veces. El emprendedor activo es el que más innova pues, habiendo tenido éxito habitualmente en todo tipo de negocios, sabe que hay que innovar continuamente y aportar nuevos elementos  para afrontar nuevos retos. Estos tienen la habilidad de “estar en todo”. El emprendedor “starter” es otro espécimen. Se dedica a montar negocios, muchos, y su estrategia de éxito es la de tener pequeños fragmentos en diversos proyectos. Suelen equilibrar los desajustes por mayorías de inversión y en un momento u otro les proponen el “gran negocio” que suelen rechazar puesto que lo que les interesa es estar en el principio de las cosas y no en el crecimiento final de las mismas. El emprendedor persistente es el que no desiste. Suelen ser muy sistemáticos y acotan bien las posibilidades pero insisten hasta lograrlo. Son directivos más que emprendedores pero responden al criterio de la apuesta personal bajo un plan de Negocios exhaustivo.

Hay tres tipos más de emprendedores a mi entender. El que sagaz, el desarrollador y solucionador. El primero suele visualizar muy rápido el proyecto pero le cuesta focalizarlo, el segundo es un “artista” en desarrollo tecnológico pero le cuesta modelar una empresa y el tercero es un experto en dar soluciones a problemas existentes.

En definitiva, si eres un emprendedor o quieres serlo verás que no es una especie uniforme y adoctrinada, es muy heterogénea y depende en gran medida de las casualidades y de las causalidades. Lo importante es levantarse y poner pies sobre el tartán.

No todo el mundo debe ser un “emprendedor que monta empresas”. Sería absurdo, como tampoco podemos reducir todo esto a un mensaje de que “para salir de la crisis es preciso que todo Dios se ponga a emprender”. No tendría ni pies ni cabeza. Lo que si tenemos que procurar es incentivar que la mayor parte de gente que está en condiciones de ser emprendedor lo sea”. Sean cien o mil, pero buenos serán. Ese nuevo curso deberá impulsar otros cambios y entre ellos el de una generación aburguesada en la nada y que peligra como clase.

¿Te has preguntado si eres uno de esos emprendedores de antes? ¿Te has preguntado previamente si tienes los rasgos de un emprendedor? ¿Estas dispuesto a arriesgar tiempo y dinero tuyo y de otras personas? ¿Estas en condiciones de enfrentarte a las dificultades que supone ese desafío? ¿Has inventado algo? ¿Estás dispuesto a que tu empresa deje de funcionar sin ti algún día? ¿Has entendido que significa que la sociedad está aletargada, adormecida, insensible,  y somnolienta?

Si has aceptado que tanta analgesia social no es buena ni para ti ni para los que vengan en el futuro, que existen opciones para cambiar el mundo que nos rodea desde una actitud crítica pero activa, de disposición al cambio y de puesta en marcha del motor colectivo, entonces este libro habrá servido de algo.

Habrá servido para interpretar un método, uno más de tantos, pero que sin lugar a dudas puede ser efectivo. Sigo intentando situar el escenario, hablar de un ecosistema que se resiste a morir pero que se regenera poco a poco hasta el punto que pronto parecerá otro. Es imprescindible buscar nuevos modelos de creación económicos, de territorios de conquista para los nuevos emprendedores y de que podemos hacer para padecer lo mínimo posible como sociedad que despierta de su largo letargo.

Durante un viaje en el Tren de Alta Velocidad francés, entre Bruselas y París, Loic Lemeur y yo estuvimos listando las oportunidades que considerábamos nos ofrecía el futuro: “es preciso que hablemos de talento global, de pensar diferente, de pensar compartiendo, de conectar cerebros, de cuenta de resultados de las ideas, del efecto contagio de la colaboración, de la garantía de la exclusividad como valor del compartir, del caudal de pensar conjuntamente y no tanto en equipo, de cambios inevitables, de gestión del conocimiento en las organizaciones del futuro, de modelos y razones de las comunidades virtuales, de alianzas de éxito como valor democrático de las empresas más débiles, de sociedades dinámicas, de las ventajas de esta crisis, de los negocios transparentes y de la recesión permeable.

Al llegar a Chatelet pensé que en eso debía ponerme y por ello nació este libro. Tuve claro que los que entendieran que esos conceptos son los vértices de un polígono repleto de ventajas, tendrían muchas más herramientas para decidir. Cuantos más seamos más sentido tendrá llevar ese brazalete, esa pulsera de la verdad que decíamos hace unos cuantos capítulos, del conocimiento, del pensar por nosotros mismos. Es momento de razonar, de emprender, de construirnos de manera individual a partir del conocimiento y no tanto del discurso oficial, para entre todos ir estimulando nuestro entorno en modelos económicos nuevos.

Estamos a las puertas de una revolución como ya lo estuvieron otros antepasados, sólo que esta vez es digital, orgánica, distribuida y global. Hace algún tiempo, al confluir diversos factores se reprodujeron sistemáticamente otros grandes cambios. La revolución industrial y tecnológica fueron grandes elementos de cambio, y  convivieron con una crisis sistémica que adelantaba una mutación real y evidente en todos los estadios de la economía. La manera de traducir aquellos cambios siempre condujo a mejores escenarios pero también con una fractura notable del propio sistema. El modelo financiero actual que se sustenta en un crecimiento del valor del dinero por encima del coste real del capital, ha provocado un desajuste insalvable a estas alturas, pero considero que más que una causa, no deja de ser una consecuencia de algo mucho más transversal y que la tecnología de la información ha acelerado, en definitiva es la gran oportunidad que unos pocos, espero que miles, sepan aprovechar para cambiar el mundo de otros muchos, espero millones.

La revolución del conocimiento surgirá del valor de las cosas y no del coste de las mismas, será el momento de las grandes factorías de ideas, de pensamientos, de dudas, de estructurar la fabricación en base a su precio esencial y no tanto al especulativo, de emprender para convertir los sueños en realidad. En esta nueva era, en este nuevo ecosistema plagado de ideas, en ese nuevo mar en el que deberemos navegar, los que antes entiendan que deben impulsarse con vientos desconocidos, los que sepan que es tiempo de veleros y no de lanchas motoras, esos sobrevivirán, crecerán y serán mucho más felices. Los que escuchen a sus mandatarios, a esos dirigentes aparentemente perdidos, a esos que cambian sus previsiones una y otra vez, los que esperen de ellos que les ayuden a sobrevolar este momento crucial de la historia sufrirán mucho más.

No es momento de subsidios sino de purgas, no es momento de alargar agonías sino de amputar aquello que está podrido. El sistema es demasiado duro y robusto como para permitir un parto sin dolor, pero el sistema no es inmune. El momento está cerca y me ilusiona enormemente que así sea. Deseo un mundo mejor para mi hijo, mejor que este. 

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Marc Vidal Marc Vidal

Successful start-up & exit!!

Aprovechando la conferencia que ofrecí el pasado jueves en Pamplona comuniqué oficialmente mi salida del accionariado de Cink a través de una venta total de mis participaciones a diversos inversores. Han sido tres largos años de emprender un modelo de negocio que ha ido variando con el tiempo. Ya dejé la dirección de la empresa hace un año y ahora tocaba rentabilizar la apuesta originaria para afrontar nuevos proyectos. Cabe recordar que Cink fue pionera en la gestión profesional de redes sociales en Europa, bien nos llovieron las críticas cuando empezamos a “vender” lo que ahora se denomina “community manager” a través de unos paquetes de servicios low cost asociados a perfiles corporativos, luego vinieron tiempos del valor añadido en la estrategia de posicionamiento en redes distribuidas y al final el salto al desarrollo tecnológico. Han sido años muy intensos junto a gente extraordinaria. Tras una primera fase en la que pagar las nóminas de los primeros empleados estaba supeditado a un crédito personal de los que éramos socios fundadores pasamos a otra en menos de dos años en la que un centenar de personas trabajaban en Cink desde cuatro países distintos. Dejé la dirección de la empresa en esa situación y tras completar una primera ronda de financiación exitosa. Ahora con la venta total de mis participaciones abandono un proyecto que siempre me acompañará, pero que a partir de ahora servirá para poner en marcha otros tantos.

En Navarra hablé de “las oportunidades de negocio que la nueva economía y las redes ofrecen a las empresas TIC”. Destaqué lo que se convertirá en el hilo argumental de mis proyectos actuales. Entender el momento, el entorno, el reto que se acerca y la definición de una estrategia fueron los puntos a destacar que he aplicado en la cimentación de esta nueva etapa. A pesar de que os iré informando a medida que vayan tomando forma en los próximos meses os adelanto que la marca que englobará el conjunto de operativas emprendedoras será Idodi. En concreto ya trabajan en este proyecto, que aun no ha visto la luz de manera pública, una decena de personas que establecerán soluciones de “internacionalización de autor” con Idodi Internacional, gestión en innovación empresarial con Idodi Corporate y la creación de un fondo para la incubación de proyectos de base tecnológica llamado Idodi Labs. Existirá otra via que será Idodi Talent que se irá desplegando en los tres otros formatos. Ya daremos de que hablar.

El resto de proyectos en marcha parten de mis participaciones societarias o de los modelos de expansión internacional de antiguas empresas que iré anotando aquí en el próximo mes. De momento, a partir de mañana, empezamos otra vez el análisis de la economía a diario. Para lo bueno y para lo malo. Que se preparen algunos de esos que ahora van por las tertulias y escriben columnas como si de esto de la crisis o de lo jodido que está todo llevaran años hablando. No pensaba darle mucha bola a todo eso, pero me parece un abuso por parte de algunos.

Nos vamos viendo por aquí, a partir de mañana, a diario. Hoy os escribo desde Costa Rica. Esta semana estaré en Colombia, Panamá y USA por lo que la hora de publicación puede ser algo más tardía de lo normal.

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Marc Vidal Marc Vidal

Opportunities and New Scenarios

Este pasado fin de semana tuve el honor de intervenir en un evento organizado por la multinacional BASF en Capri. Al llegar el mismo el jueves, ya pudimos descubrir que lo que nos esperaba era especial y diferente, en cuanto al nivel de los participantes como en lo que al diseño de la experiencia se trataba. Fueron cuatro días inolvidables en los que, junto a empresarios de primer orden, pudimos establecer una relación en lo personal que fue más allá del mero expositor con su audiencia. Incluso, como guinda del pastel conocí al gran Jack Welch.
Mi ponencia versaba sobre un “new economy balance for the Mediterranean area. Opportunities and new Scenarios” e intenté, junto al brillante, Erwin Rauhe, aportar una radiografía de la situación económica en el sur de Europa y, especialmente, en el riesgo de contagio a la zona por parte del virus griego. Hablar de crisis ante este grupo de empresas es difícil pues no están viviendo un mal momento a pesar de todo. El oscuro territorio que en términos generales supone esta zona de Europa, para BASF y la mayoría de sus invitados al evento no es así. La facturación y beneficio no ha hecho más que crecer en términos técnicos en los últimos años. He estado revisando el motivo de porque unos ganan cuando todos pierden y porque otros pierden cuando todos ganan. Pronto lo explicaré en un post pues me salen curiosas apreciaciones.

Sin embargo os comento lo que en términos generales expliqué en Capri:

  1. La crisis como tal ya ha finalizado. Estamos ante un nuevo modelo económico que precisa de nuevas herramientas y nuevos conceptos para entender cual es el proceso empresarial en su conjunto
  2. El problema se llama “deuda” y hasta que el mundo no se ajuste en gran medida a su verdadero valor, no abandonará su estado de letargo. Hemos ido impulsando una deuda sobre otra. De la inmobiliaria o de activos pasamos a la financiera, de la financiera a la de los estados y sus ayudas, de las de los estados a la de sus bancos centrales y sus bonos soberanos, y ahora seguimos impulsando la burbuja de la deuda planetaria compartimentada.
  3. En cada uno de los escenarios de capital hay un error de cálculo que lo intoxica todo y que hace difícil el análisis: la impresión de dinero virtual de manera continua y sin control aparente.
  4. Mi teoría sobre que los dirigentes económicos y políticos del mundo, a pesar de su mediocridad manifiesta, han decidido mantener en caída libre todo el modelo a base de inyectar un líquido que ya no responde al capital ni a la riqueza existente. De este modo, considero, esperan dos posibles salidas: una que sería la de que los países emergentes logren reactivar la economía del planeta justo antes de que este perezca en la parte más baja del proceso y se requiera una catarsis dura y larga, o una segunda, que la caída sostenida se produzca en diversas fases hasta que, cuando finalmente se produzca la caída definitiva, esta sea desde un escalón muy bajo y el dolor sea, comparativamente, menor.

A pesar de toda esta exposición, lo que a continuación intenté aportar, en la medida que se supone debe hacer un asesor de empresas, un emprendedor o un soñador, fueron ideas, claves y herramientas que puedan ayudar a sobrevolar estos momentos complejos y visualizar nuevas expectativas de futuro. Estas fueron a modo muy general:

  1. La clave para generar valor empresarial en momentos de recesión está en entender que la “guerra existe” a pesar de que no parezca que nos afecta en primera persona. Es cuestión de tiempo que los impagos, la caída de consumo o el aumento tributario nos afecte.
  2. Ante una caída leve de facturación, la respuesta debe ser la inversión en lugar del ahorro. Invertir en internacionalización prioritariamente debido a que en mercados exteriores se puede compensar la pérdida local y en procesos para mejorar modelos poco eficientes y recopilar beneficios por ello.
  3. Aplicar modelos de gestión, promoción y dirección enmarcados en la Nueva Economía como la digitalización, las redes, los entornos complejos y la viabilidad de las agrupaciones en términos de Open Business.

Al final de la sesión, en el intercambio de posiciones por parte de todos los participantes, tuve la sensación que quien en realidad había ido a aprender era yo. Esa es la mejor de todas las impresiones que se pueden tener cuando das una conferencia.

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Marc Vidal Marc Vidal

No tiremos la toalla

Lo que se comenta estos días en Londres es terrible. Se habla de cómo las familias denunciaron a sus hijos tras los sucesos ocurridos en agosto por miedo a perder subvenciones y ayudas. Familias desestructuradas con apartamentos con pagos mensuales de apenas cien libras y que cobran subsidios de todo tipo recibieron la amenaza de que si descubrían que sus hijos estaban implicados en los incidentes podrían perder todos esos beneficios a menos que hubieran sido denunciados por sus propios padres antes. Es lo que me explican mis vecinos de Covent Garden que aseguran que sin esa apreciación es imposible creerse que la policía hubiera sido capaz de detener a los casi dos mil implicados que dicen haber detectado.
Con noticias como estas a uno se le quitan las ganas de escribir. Quiero agradecer la dedicación de muchos lectores que han seguido dándose cita en este blog cada día a pesar de no haber ningún post nuevo y darle vida con vuestros comentarios.

El motivo del silencio han sido varios. Por un lado, cierto, el cansancio sobre la actualidad económica. Agosto fue un mes dramático como advertí un tiempo antes y muchos son los que escriben ahora sobre lo mal que va todo. Por otro lado mi descanso veraniego, que aunque nunca es demasiado intenso, si lo requiero por unos días. También el inicio y estructuración de dos nuevos libros, uno técnico sobre internacionalización y otro mucho más emotivo sobre emprendedores han copado mi capacidad de escritura. Tengo un límite y roza las diez o doce páginas diarias que se fueron con esas tareas. No quedó espacio intelectual para el blog.

Sin que quiera justificarme os comento que parte de ese silencio se debe a una imposibilidad manifiesta de hacerlo todo. He abierto dos sedes de mis empresas en América y he fundado una nueva empresa en Europa. En unos días actualizaré el blog y sus enlaces y os comentaré detalles pues algunos estoy seguro pueden ser de interés para muchos de vosotros.

Permitidme no obstante, para dar cuerpo a este “regreso”, cinco consideraciones que marcarán este curso en este espacio digital.

  1. Seguiré analizando la realidad pero desde un punto de vista distinto. Hablar del fin de un modelo económico puede entenderse de muchos modos, pero para los que estamos todo el tiempo intentando poner en marcha proyectos no puede ser más que un espacio de oportunidad. Estoy convencido que las cosas se van a poner peor, lo llevo diciendo hace mucho, pero eso no va a limitar mi pasión por emprender donde sea.
  2. Seguiré denunciando aquello que, no obstante, me parezca mezquino, injusto o que insulte a la inteligencia. No entraré en las obviedades que ahora se escuchan en tertulias de radio o se puede leer en columnas de diario. Se pueden leer ahora miles de aportaciones catastróficas sobre el presente y futuro por parte de los mismos que insultaron a gente que, como yo, denunciamos lo que se avecinaba, avisamos a los que quisieron escuchar para salvar sus muebles y anunciamos que se podía salvar lo peor.
  3. Continuaré ejerciendo la didáctica con el mismo valor y sentido que he hecho durante más de ocho años. La realidad económica debe mirarse desde la distancia y al hacerlo, entenderla, es algo más complejo. Volveremos a descifrarla aquí.
  4. Daré las claves de nuevas oportunidades de negocio según mi criterio, de cómo la nueva economía digital o la innovación empresarial es capaz de generar un nuevo patrón de riqueza y gestión del conocimiento que permita sobrevolar esta situación actual. Hablaré de internacionalizar, de emprender, de procesos y de adquisiciones. Lo haré ejemplificando con mis empresas, mis proyectos, pero también con la de amigos y socios.
  5. Intentaré con toda mi alma ayudar a otros a despertar de nuevo a toda una masa social esclerotizada que a mi entender es la principal y mayor herida que nos queda de todo esto. Tengo la terrible sensación que muchos ya han tirado la toalla, que aquellos que gritaron hace unos meses que “con ellos no iban a poder” ya no tienen combustible para continuar y que, sin posibilidades para escapar, se han rendido a su suerte.

Como sucede en el Reino Unido, la sociedad ha perdido el sentido y está dispuesta a denunciar a un hijo por no perder un modelo de vida subsidiado, pues en muchos casos, es el único modelo posible. Estamos jodidos y no lo dejaremos de estar si seguimos atendiendo gustosos a la sodomización intelectual que, en dosis, nos siguen practicando desde muchos estamentos de poder. Ejemplos:

  1. Decir que en Grecia hay posibilidades de que “salga del Euro” es tomarle el pelo al respetable pues ya no están en la moneda única, y no lo están hace meses. Nadie puede, en Grecia, comprar nada vía pago transaccional desde una entidad helena pues ningún banco externo la acepta. Están atrapados y lo saben todos los que trabajan en ese sector.
  2. Advertir que Grecia está cerca de la quiebra pero que aun le queda alguna opción de salvarse por no se que enlace con la banca francesa, también es algo lírico. Atenas sabe que no queda un céntimo líquido en su sistema financiero, saben que cualquier ayuda se va por el retrete pues no hay manera de impedir que los griegos busquen la manera de sacar su dinero del país por miedo al default. No hay salida y el mercado lo descontó hace meses. ¿Es posible que un bono a un año tenga una rentabilidad del 104% y nadie se ponga a reír?
  3. De España se escapan cada mes casi 2.000 millones de euros. El sistema se va secando y cada vez de un modo más rápido. La liquidez real se evapora y se sustituye por otra que proviene de la compra de bonos patrios por parte del BCE saltándose todos los efectos normativos y lógicas económicas. Comprar lo que fabricas tú mismo suele acabar muy mal.
  4. La FED reconoce que se ha equivocado comprando deuda pública. Ahora “han descubierto” que no pueden hacerlo eternamente. De verdad a veces me pregunto que hacían mientras en clase el profesor explicaba que 2+2 son 4. En Europa es cuestión de tiempo que se haga un reconocimiento similar.
  5. Que la subida de impuestos en países como España va a ser olímpica es una obviedad y que nadie se atreve a comentarlo en período electoral también. Aquí lo hemos comentado muchas veces, pero hasta ahora no se había reproducido de manera eficiente.
  6. Esa subida de impuestos, la rebaja de servicios, la caída del consumo por la reducción de capacidad adquisitiva, el aumento de paro, la baja competitividad, el escaso cambio de modelo, la sistemática moderación del crecimiento en términos globales conducirán a un escenario más severo. De eso hay culpables y deben pagar.
  7. Pasan cosas que son humillantes. Hoy escuchaba a un hombre como López Garrido decir que “no ve hoy por hoy riesgo de quiebra en Grecia y que considera el rescate como algo que está funcionando”. El actual secretario de estado para la unión europea vive en otra realidad paralela en el mejor de los casos o algo mucho peor. El tipo destacó el “buen funcionamiento” del programa de rescate y dijo que estaba seguro que todo iba a salir bien. Es terrible pensar que este hombre nos representa en algún ámbito. Atenas apenas puede pagar nóminas y pensiones a menos que se les entregue el sexto tramo de los 110.000 millones irreales de euros que le prometieron a los pobres griegos para salvar su Grecia de juguete.

Sigo con este desorden intencionado. Resulta que el Banco Central Europeo compró deuda durante todo el agosto sobretodo a España e Italia y poco a poco ha ido viendo como los efectos se iban diluyendo. Además se han dado cuenta que si siguen con esa acción nos vamos a comer una inflación de narices a medio plazo. Para eso hoy se han dedicado a subastar 143.000 millones. Resulta que el BCE ha sido el principal comprador de la deuda con la que España e Italia han ido pagando sus facturas a medida que los vencimientos que no podían cubrir llegaban. ¿A que parece evidente el desenlace en unos meses? Imagina que en tu casa tu compras la deuda de tu hijo. Que además cada vez que se la compras es para que con ese dinero pague la deuda que él tiene contigo. ¿Sigo?

Tengo la impresión que el mercado ha sido dopado durante años con inyecciones de liquidez, compra de bonos y otros derivados y que cada vez los efectos de dicha droga en el sistema hace menos efecto y por menor tiempo. Pronto ese chute no hará efecto ninguno pero será imprescindible para seguir vivos. Como un yonki que se droga para no sufrir el síndrome de abstinencia pero que ya no logra ningún efecto significativo con las sucesivas dosis.

Pero tengo otra teoría. Considero que se está dejando caer todo el sistema a cámara lenta. Lo hacen de este modo conscientemente a sabiendas que no hay solución. Esperan que en la medida de lo posible, el repunte de la economía mundial afecte a lo nuestro desde Latinoamérica, China y otros. En eso están. Prefieren que la caída definitiva de algunos grandes países sea desde el escalón más bajo y no desde el más alto. Así, descontando esas quiebras, el ruido y dolor será menor. El contagio puede evitarse si al mismo tiempo el mundo reacciona. Espero que esta vez si me equivoque pues si vuelvo a acertar estamos ante la antesala de la peor recesión jamás vista.

Hoy alguien me pedía que replicara algo que escribí hace más de un año en francés y que también salió publicado en español. Concretamente es un texto que viene muy bien hoy. ¿Me permitís que lo replique ahora?

Desde hace mucho, mi vida gira en torno de la estimulación de negocios, viabilizar proyectos y arrancar aventuras empresariales. Lo hago aquí o donde sea, no me paro, no pienso detenerme frente a un enorme castillo de naipes que se desmorona. Conozco decenas de personas con ideas suficientes para cambiar el mundo. El problema no es tanto si estamos o no aportando soluciones, no nos toca seguramente, ni tampoco si denunciamos o no a los estamentos superiores, cosa que, como ciudadano libre, pienso seguir haciendo hasta el día que no me quede una gota de oxígeno. El asunto es como se denuncia a los que denuncian. Lo grave es vivir todos los días con el estigma de ser un agorero que no acepta lo impensable de nuestro destino inminente. La gravedad de la situación actual era evitable y sí se pudo prever. A la tertuliana que dijo que la reducción del déficit era algo que se tiene que realizar inevitablemente pues era algo que nadie pudo pensar cuando se empezó a estimular la economía, le recomendé leer la hemeroteca de este mismo medio digital o los archivos de un buen puñado de blogs. Ya se denunció qué significaba actuar con tal retraso y qué variable ponía en marcha utilizar a Keynes sin control.

Ha llegado el momento de denunciar a los que han arruinado el futuro de mi hijo, los que ganaron premios suecos asegurando que ese era el mecanismo para evitar la recesión. Ahora toca despacharlos y dejarlos en evidencia. A los que no han tenido narices para evitar esto, gestionarlo adecuadamente o informar a la gente para que tomaran las riendas de su destino, no podemos ofrecerles el beneplácito ahora de comandar la salida de este laberinto.

A cada uno su oportunidad, el desastre no lo puede arreglar quien lo ha provocado, o como mínimo, lo ha amplificado. A mí no me toca dar soluciones, aunque las pueda aportar, a los pobres ciudadanos que tuvimos la decencia de denunciar la enorme bola de estiércol que algunos estaban fabricando, nos queda buscarnos una salida de emergencia. En la medida de lo posible, nos toca perder el menor tiempo para afrontar nuestra propia vida.

En menos de seis meses vivir en Europa va a ser un calvario. Sobrevivir en una España intervenida será un infierno. Sueldos a la baja, impuestos progresivos, aumento de sanciones administrativas hasta el ridículo, colectivos diferentes en protesta, aumento de paro, economía de mercado en parada técnica, administraciones en insolvencia, cajas simulando fusiones para alicatar a la valenciana sus boquetes con el fondo de rescate de entidades en quiebra, reducción de estímulos a la investigación y a la creación de un modelo de crecimiento amparado en las nuevas tecnologías, cierre de grandes empresas vinculadas a la obra pública y descapitalización del sector financiero por parte de depositarios foráneos y locales.

Ese listado es de todos conocido. Por eso, cuando alguien asegura que decir todo ello es ser catastrofista, entonces le acribillo a ideas, una detrás de otra. Ideas que me llevan a pelear contra todo eso, a buscar la oportunidad, a buscar valor, a diseñar modelos de negocio inexistentes, a versionar los que tengo, a darle la vuelta a la caja y dejar que caiga lo ineficiente, a pactar con mis socios, trabajadores, amigos, competencia, proveedores, universidades, administraciones, agentes, con quien sea para sobrevivir en este puñetero barrizal en el que se está convirtiendo emprender en España.

Llevo en crisis toda la vida. Lo he hecho sin quejarme. Emprender es estar en crisis constantemente, pues cuando tienes algo, lo inviertes, cuando por fin un proyecto está maduro, generas otro. Sin embargo no aceptaré bajo ningún concepto que alguien pretenda callarme, taparme la boca o condicionar mis críticas y avisos sobre la que se nos viene encima definitivamente y los responsables de su mala gestión, con la advertencia de que eso me convierte en “catastrofista” o en “el quinto jinete de la Apocalipsis”. Eso es una trampa, un cepo de mal tertuliano. Justifica y ampara a los que debieron hacer algo, permite que la gente siga en la inopia ahora que empieza el mundial que nos alejara de nuestra desdicha y empuja hacia una miserable oferta de recortes en las capacidades de cada uno de sentirse libre de decir lo que piensa.

Lecciones de moralina buenista las justas. Ahora que incluso los columnistas de todo signo se han dado cuenta que la crisis era algo real, que su envergadura era descomunal y que a lo que estamos abocados es a un cambio sistémico, algunos se dignan a criticar a los que denunciamos una hipocresía lírica de periodistas descolocados por la situación actual. Ahora ya parece que han encontrado justificación y amparo. La culpa es del liberalismo. Es de juguete, pero les sirve. Los que llevan años viviendo de un momio protogubernamental pretenden dar lecciones baratas de ética informativa.

Hay cuatro maneras de ver el vaso. Medio lleno si eres optimista, medio vacío si eres pesimista, medio vaso que sobra si eres un tipo racional y medio vaso por llenar si eres un emprendedor. La primera es la manera en como ven el recipiente algunos de los que están apunto de perder su trabajo o pagar más impuestos que nunca. La segunda forma es la de los que la situación les ha vencido ya. La tercera es la modalidad menos arriesgada y suele adoptarse por aquellos que se huelen que lo peor está por llegar. La última es la mía. Lo llenaré con agua española o con la que sea, pero el vaso va a rebosar de agua tarde o temprano, se pongan como se pongan unos y otros. Me encanta el oxímoron ese de la destrucción constructiva o la del emprendedor catastrofista. ¿Tú que eres?

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Marc Vidal Marc Vidal

El caso del "Verde Vicente"

Hace un tiempo, durante una conferencia que ofrecí en Santiago de Chile, un empresario de la zona de Talca me preguntó ¿que quería decir cuando aseguré que un Estado podía ser un inconveniente a la vez que ponía medidas para incentivar la economía?. El hombre dudaba de mi afirmación que estaba anclada en la teoría de que muchas veces una administración seduce a sus ciudadanos con cachivaches inservibles que durante un tiempo pueden ser operativos pero que al final siguen buscando el mismo efecto de siempre: sedar.
Para que entendiera lo que quería decir le hablé del viejo caso de marketing que se estudia en algunas escuelas de negocios y que yo tuve el gusto de utilizar en alguna clase. Se trataba del caso del “verde Vicente”. Este supuesto se refiere a algo que sucedió a finales de los noventa, en una planta de distribución de vehículos catalana los pedidos se realizaban de modo manual y codificado a la factoría situada en Munich. El modelo de uso de dicho sistema estructuraba una comanda de un número determinado de furgones de un modelo exacto y codificaba los colores de los mismos. Por poner un ejemplo diremos que una solicitud a los alemanes que fabricaban el auto en cuestión podía ser como de 10.000 unidades con código X0201, lo que quería decir que de esos 10.000, un porcentaje determinado fijo eran rojos, otro amarillos, otros negros, otro plateados y así hasta completar. El código X0232 sería otra combinación preestablecida.

El encargado de codificar el pedido se llamaba Vicente. En el pedido que realizó en mayo de uno de esos años erró al transcribirlo. En lugar de un hipotético X0331, tecleó un, también hipotético, X0031, lo que suponía un auténtico desastre. No formalizó un pedido con una combinación de colores previamente establecidos, no, lo que hizo fue solicitar 3.000 vehículos del mismo color: un verde invendible.

Nadie se percató del asunto. En Alemania creyeron que alguna concesión de autos de alquiler industrial estaba esperando dar un tono idéntico a toda su flota. La cuestión es que hasta la llegada de esos vehículos a la frontera nadie se dio cuenta del tamaño del problema. El director comercial general convocó a todos sus agentes de zona y les comunicó la gravedad de la situación. No había otra opción que intentar quitarse ese montón de chatarra verde como fuera de encima, tardaran lo que tardaran y costase lo que costase. La única norma a aplicar era que no se podían descontar ni un centavo en la venta.

El grueso de vendedores estableció diversos mecanismos para vender. Se regalaba la rotulación, se hacían fotos que demostraban que el verde era el color ideal para afrontar un negocio y cualquier treta que se les ocurriera. El resultado fue glorioso: en lugar de tardar los 5 meses previstos para vender los 3.000 vehículos, se tardó apenas 2. Ahora bien, lo mejor no fue eso, lo más ridículamente brillante es que durante muchos meses los clientes solicitaban ese color para sus nuevas adquisiciones, teniendo que formalizar 2 pedidos más con el verde Vicente como color único.

Esto viene a demostrar, como pretendí explicar al buen empresario chileno, que todo es cuestión de inducción, de hacer pensar, de direccionar la venta, la opinión, el deseo comprador. Los estados hacen eso mismo con sus políticas de estímulo, son un montón de “verdes Vicente” apretados frente a nuestras narices, y al final, hasta creemos que necesitamos uno, pero la verdad es que nosotros podemos prescindir de eso y afrontar el reto sin ese furgón.

En España se les llena la boca de “ayudas para emprender” o “políticas activas para la emprendeduría”, pero la verdad es que todo eso es palabrería. Lo que pasa aquí es como para olvidarse de emprender. Aquí se precisan, como ya hemos dicho, un montón de días de papeleos para que un proyecto tome forma. Cuando uno tiene en la cabeza su proyecto esos días se hacen muy largos. Te pones y solo encuentras trabas y zancadillas burocráticas. En Alemania se ha aprobado por ley un mecanismo por el cual crear una empresa no puede llevar más de dos días de tiempo.

El Estado es de madera y blando. Es interventor e inconveniente para los ímpetus emprendedores. Si bien pienso que el principal problema en España con respecto a la emprendeduría es la falta de espíritu emprendedor también cabe decir que las cargas impuestas por la administración no ayudan demasiado.

En aquella conferencia en Chile hubo gente que me despidió llamándome Vicente.

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Marc Vidal Marc Vidal

Centroamérica Emprende

Estoy proyectando en Latinoamérica. Emprendiendo en lugares como Panamá, Costa Rica, Colombia, Mexico y Honduras. Colaborando con partners en más de 20 países. Ayudando a otras empresas a instalarse o a simplemente a vender desde Europa sus productos aquí. Pero todo eso no es lo más enriquecedor, lo que más apasionante está resultándome, es estimular las emprendedurías de esta zona. Poco a poco estamos trabando una red de emprendedores centroamericanos que se irá trasladando al resto de países emergentes de toda América a fin de estructurar una plataforma de start-ups de base tecnológicas. Os iré comentando, es un reto inmenso, es, tal vez, lo más complejo que he hecho en la vida, pero estoy disfrutando. Entre la inteligencia emocional de muchos jóvenes que aquí se lanzan a montar sus empresas, el ánimo de todos ellos y la necesidad de enlazar con los miles de emprendedores europeos que ofrecen complementos y sinergias, estoy seguro que la plataforma que lidera mi equipo será un éxito. Si no lo fuera, os aseguro que el camino está siendo enriquecedor como nada antes. Me gusta focalizar en Centroamérica cuando explico todo esto porque simboliza lo que comento a la perfección. Esperamos salir a finales de año con todo preparado con doble sede en Costa Rica en el entorno Intel y en Panamá en el entorno de la Ciudad del Saber.

Hace algún hice referencia a que “durante estos últimos tres años se han producido en el conjunto del mundo más cambios que en los últimos tres siglos. La centenaria banca de inversión ha desaparecido, internet se ha hecho ubicuo y móvil, el poder sistemático de las redes sociales se ha desplegado sin límites y en el norte de África eso ha conducido a identificar el valor del conocimiento compartido”. Por primera vez en la historia de la humanidad, la verdad se construye colectivamente. Si todos los implicados en los cambios nos identificáramos veríamos que somos muchos. Sabemos que una amalgama imperfecta de ciudadanos conectados y relacionados en red son capaces de vender con pocos recursos como una multinacional, comprar organizadamente a costes reducidos y a, colectivamente, cambiar los modelos de producción y distribución por el cambio sistemático de elementos que conforman la cadena de valor.

En este ecosistema plagado de ideas debemos navegar. Los que antes entiendan que deben impulsarse en entornos digitales complejos como las redes sociales serán mucho más eficientes. Pero como en todo, hay un peligro evidente. Aquellos que se dejan llevar por el estatus electrónico, por la gestión puntual de esas redes sociales porque “queda bien” o “todos lo hacen” se equivocarán. El uso de facebook, twitter, blogs o cualquiera otra herramienta no te introduce en la matería orgánica que compone el ecosistema de la internet social. Creer que un Community Manager es capaz de gestionar estrategias complejas o de alto valor por el mero hecho de ser un nativo digital es un error, precisa formación de alto valor. Los daños y perjuicios que puede provocar la gestión ineficiente puede ser catastróficos.

Hace una década que recomiendo analizar muy bien lo que  significa adentrarse en ese modelo socioeconómico llamado “Sociedad del Conocimiento”. Es algo mucho más complicado que “hacer cosas en las redes sociales”. El catálogo de fracasos es amplio: políticos o administraciones que se meten sin más asesorados por un recién experto y empresas que lo hacen con agencias de comunicación tradicionales.

El gestor de estrategias en redes sociales es un investigador eficiente que se mueve entre la gestión integral de marca y la frabricación de plataformas para captar talento colectivo. Acercar el conocimiento a los entornos en los que debemos interactuar es el reto para un entorno como Centroamérica que aparece en los primeros puestos de los ránquings de crecimiento en el uso de internet, redes sociales y dispositivos móbiles. Sin embargo el tiempo pasa y este entorno continua “jugando” a estar en las Redes Sociales en lugar de convertirse definitivamente en una región inteligente plagada de circuitos que fabriquen Conomiciento a partir de esos entornos sociales más transversales. Vivo muchos días al año en esta zona del planeta. Siento que ante todos sus habitnates se muestra la gran oportunidad de lanzar un mensaje de modernidad. Si bien los desequilibrios son evidentes y la formación está aun lejos de los estándares exigibles, el camino está trazado y la hoja de ruta se compromete con el entusiasmo de sus gentes por sentirse más libres y útiles. Son gente maravillosa ante la oportunidad de subirse en el tren de la historia.

Que en internet no está El Dorado es evidente, que en la vida digital no está la solución de todos los graves problemas de este entorno también, pero que a partir de la Nueva Economía Centroamérica puede dar el salto definitivo para embarcarse en la vanguardia del mundo si lo creo. Llegó el momento de averiguar a que se van a dedicar los hijos de todos ellos: ¿a depender del conocimiento ajeno o a exportar inteligencia?

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Marc Vidal Marc Vidal

Emprendedor en crisis

Dos meses después de cumplir 30 años, el 11 de febrero de 1963, Sylvia Plath acomodó en la cuna a sus dos hijos de tres y un año. Cuando verificó que dormían, metió su cabeza en el horno y cocinó su último poema. El mundo civilizado está gobernado por un sinfín de Sylvias. Una vez han comprobado que dormimos como niños, han decidido abrir la llave del gas y que sea lo que Dios quiera. Los ministros de economía de este mundo ya respiran tranquilos. Saben perfectamente que aunque le pidan a la gente que se sacrifique aun más, nadie ni nada se opondrá. La crisis es culpa de todos dicen. Tienen la certeza que nadie se dio cuenta que esta crisis se cimentó por su irresponsabilidad manifiesta. Por eso ahora dicen que está todo solucionado: 135.000 millones de papel impreso en color añil a retornar su valor hipotético a tres décadas. Representa que esto hará que amaine el temporal. Es cómico, o mejor dicho, tragicómico.
Aunque no será en todas partes igual, el repunte económico se estancará cuando se retiren los estímulos o esta alegria impresora se diluya y la evidencia que otras burbujas se han ido alimentando también. Sabemos que lo de hace unos años no eran brotes verdes, era una burbuja de deuda. Las crisis que se suceden tras una explosión de una burbuja sólo se pueden combatir con la paciencia o con la gestación de otra burbuja. Por ejemplo, en Estados Unidos se ha intentado generar riqueza de un modo insensato para paliar lo antes posible una recesión gigantesca. El único modo de que eso se pueda producir es fabricando un globo de tamaño similar. Ya pasó antes. Cada vez que ese dispone liquidez a miles de millones para limitar los efectos de la tensión de la deuda, es como si se drogara el mercado. La cuestión es que como con la droga, a medida que aumentas las dosis estas cada vez hacen menos efecto.

Las Thermodesulfobacterias que penetraron en el sistema y provocaron la crisis financiera que vivimos lo hicieron de modo imperceptible a partir de 2002, cuando la FED bajó los tipos durante mucho tiempo al 1%. Ese dinero barato se canalizó en mercados inmobiliarios de medio mundo. Se hizo para generar consumo y valor en un escenario de crisis bursátil derivada de la explosión de la burbuja puntocom y a la vez se iba gestando la nueva burbuja inmobiliaria. En definitiva, podemos decir que en aquel momento los agentes responsables de la economía norteamericana se colocaron medallas inmerecidas por sacar a medio planeta de una crisis de un modo muy rápido. Nadie les ha pedido cuentas por colocarnos seis años después en un escenario siniestro. Ahora vuelven a parecer héroes de cartón que aseguran habernos sacado de la encrucijada con el “brillante” mérito de meter paladas de dinero-deuda en el sistema.

En aquella ocasión, en 2003, una oportunidad llamada burbuja inmobiliaria se cruzó en el momento justo. No hay método de salir rápido de una crisis si una burbuja no sustituye a otra. Está por ver que la burbuja de deuda que mantiene el tibio impulso de este mundo sea lo suficientemente generosa como para que logre su cometido a corto plazo. Da igual pues está claro que a medio plazo reventará como lo hacen los huevos cuando caen desde un quinto piso. Las burbujas duran lo que duran y benefician muy poco tiempo. Luego la parada técnica.

Bien, pues ya sabemos que no podemos contar demasiado con la gestión de los que deberían de sacarnos de este puré pues son parte de él. Lo engordan y lo desinflan según convenga, pero cada vez el control sobre lo que hacen se les antoja más complejo. Mientras tanto, el ciudadano de a pie con ganas de prosperar ve como se alejan sus opciones. Pues queda alguna: emprender. Tomar las riendas, dejar de lamentarse y empujar.

Que estamos y estaremos en crisis ya lo sabemos, previsiblemente esto ya no es una crisis en si misma sino un estado, no es preciso seguir informando de la obviedad. Pero me pregunto yo ¿qué emprendedor no ha estado sus primeros años en crisis? ¿cómo se puede sobrellevar esa muralla? Pues no pensando demasiado en lo que pueden hacer por mí y empezar a hacer lo que tú puedes hacer. Si llego a poner la palabra “América” parecería que os estoy incentivando a alistaros en los “marines”. Nada más lejos de mi intención.

Para lograr dar el paso, para afrontar ese paso de asalariado subvencionable, futuro parado o subsidiado perenne, nos queda el salto al vacío que lleva de la nómina a la declaración de ivas. El empleo bajo salario se está estrechando y seguir aferrado a ello es un error estratégico que puede provocar deterioro en muchos potenciales emprendedores. Está desapareciendo el empleo asalariado en masa producto de un modelo industrial, concentrado y cuyo valor competitivo era la cantidad. Esos sueldos se han implementado de un modo perverso en toda la estructura funcionarial, derivando en empresas que casi parecen instituciones por su dependencia política del régimen de turno.

Se acaba el sueldo fijo o por lo menos se debilita porque la globalización está alejando la gran producción industrial de baja calidad o de procesos mecanizados. En otros países lejanos emergentes el tema de la mano de obra es clave. Además, en España, el sector inmobiliario ya no genera empleo y gran parte del asalariado vinculado a la construcción está buscando trabajo de cualquier cosa. Otros sectores como el de servicios se va debilitando también pues el consumo se reduce y con él la contratación. Sin contratación no hay salarios. El régimen a base de verduras de la administración para reducir el déficit también adelgazara el nominal público. Es decir, el salario como lo entendemos ahora está en riesgo de ser una reliquia.

Ha llegado otro modelo de emolumento. Ahora la economía es mucho más dinámica y se basa en estructuras de productividad enlazadas con el capital tecnológico. La economía del conocimiento está avanzando y poco a poco generará espacios laborales sólidos pero con un tipo de repercusión salarial mucho menos estanca. El emprendedor y el autónomo dependiente da respuestas mucho más elementales a una economía flexible y dinamizada, donde lo que hoy es evidente, mañana es opaco y donde lo que ahora funciona perfectamente, mañana precisa de una metamorfosis brutal.

Una de las opciones para enfrentarse a un panorama complejo en lo laboral es inventarse el oficio, el puesto de trabajo y el modelo de negocio. Observar las necesidades y buscar el nicho. A partir de ahí ofertar una capacidad multiplataforma del emprendedor que sea capaz de autocrearse la actividad para crear valor añadido a otras existentes. En esa prestación de servicios inmediatos puede estar el origen de una empresa. ¿Por qué no? El puesto de trabajo del futuro es el que te inventes tú, no el que te ofrezcan. Piensa que hace falta y fabrícalo, piensa que hace tu vecino y mejóralo.

Pero no nos equivoquemos, emprender por el mero hecho de emprender no lo soluciona todo, a veces nada. Lo que nos va a dar es la energía necesaria para adoptar los cambios vitales y personales que nos permitirán ser más libres, estar más en sintonía con nuestro propio destino y nuestros propios anhelos.

Considero que no quedan muchas alternativas. O nos ponemos o el cloroformo nos llegará a las orejas. La cultura emprendedora no se enseña en las escuelas, ahora parece que empiezan algunos postgrados al efecto pero dudo de su voluntad real de cambiar modelos y no tanto de mostrar un catálogo con palabras que ahora pegan y de las que este libro está “plagado” por cierto.

Tardaremos en girar la colcha pero la giraremos y una de las razones es que no hay otro remedio. Me niego a aceptar que esto ya no se moverá. Si se potencian redes de conocimiento, si se impulsa la proliferación del capital riesgo, si las administraciones reducen la fricción en los trámites, si el impulso a la innovación crece en lugar de menguar como en los últimos dos años, si la cultura emprendedora se transmite en las escuelas de secundaria y en las universidades, tal vez, si todo eso pasa, un asalariado que pasa a ser emprendedor lo tenga algo más fácil y con ello, un país como el nuestro, esté más cerca de la cabeza económica del mundo civilizado.

Emprender para muchos será la única salida, para otros no. Puede que muchos tengan otras opciones, pero, por higiene intelectual recomiendo ponerse en la piel del primero. Imaginemos que no tenemos más remedio que emprender. Poco a poco, conozco algún caso de emprendedores sobrevenidos, que llega el primer cliente, la primera factura, el primer empleado y el primer cobro. Esos momentos son gloriosos. Encajar la emoción que supone tocar la superficie de los sueños que hace unos meses desconocías tener es maravilloso.

Los que hemos puesto en marcha nuestros sueños, sin saber si era posible tan siquiera, sabemos que es eso de pasar noches en vela, redactando, corrigiendo, trabajando en la soledad de las noches y los días que se amontonan unos encima de las otras. Vivir es ese domingo por la tarde, exhausto pero ilusionado, viendo desde la ventana del despacho como las familias pasean, las parejas hacen cola para el cine y el mundo no se detiene en su curso sinuoso de fin de semana. Obsesiones y retos, momentos duros que a veces no producen más que disgustos pero que cuando se reproducen con todo su brillo y belleza son la entrada perfecta a un club diferente, el “club de los soñadores”. Soñar y emprender van juntos, juntos en la búsqueda, tal y como están las cosas, de la única salida a parte de internacionalizarse.

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