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Hatsune Miku, la estrella pop virtual que modifica el negocio musical otra vez.

Debutó hace 10 años. Su nombre es Hatsune Miku (traducible al inglés como ‘First Sound of the Future’) y se ha convertido en un ícono de la cultura pop japonesa. Una cantante virtual creada por Crypton Future Media en Sapporo que, gracias al sintetizador Vocaloid desarrollado por Yamaha, manipula voces humanas hasta el punto que se le podría considerar un instrumento en si mismo. Sin embargo, lo interesante desde el punto de vista socioeconómico y de integración educativa de la tecnología en la vida de las personas, es el hecho de que tengamos una de las primeras relaciones reales entre público y artista, con todos los elementos tradicionales, pero entre fans y un personaje sintético.

Debutó hace 10 años. Su nombre es Hatsune Miku (traducible al inglés como ‘First Sound of the Future’) y se ha convertido en un ícono de la cultura pop japonesa. Una cantante virtual creada por Crypton Future Media en Sapporo que, gracias al sintetizador Vocaloid desarrollado por Yamaha, manipula voces humanas hasta el punto que se le podría considerar un instrumento en si mismo. Sin embargo, lo interesante desde el punto de vista socioeconómico y de integración educativa de la tecnología en la vida de las personas, es el hecho de que tengamos una de las primeras relaciones reales entre público y artista, con todos los elementos tradicionales, pero entre fans y un personaje sintético.

Hatsune Miku es una especie de Max Headroom de última generación. Lanzada como producto en 2007, cuando el fenómeno youtuber empezaba a emerger, sus creadores pronto se dieron cuenta del potencial de permitir el uso abierto de su ‘artista’ por parte de todo tipo de creadores que quisieran enriquecer el propio personaje. Por eso, tres meses después, Crypton creó Piapro, un sitio web para que todo tipo de personas publicaran trabajos y colaboraran entre si, en abierto y sin restricciones de derechos de autor.

‘Senbonzakura’ (1,000 cerezos), una canción lanzada en 2011, se hizo lo suficientemente popular como para ser una pieza indispensable en cualquier karaoke japonés. Ese tema fue cantado por televisión y ante decenas de millones de personas más tarde por una estrella nipona llamada Sachiko Kobayashi en el Kohaku Utagassen de NHK (Festival de Canto de fin de año ante). Hatsune ya era una estrella virtual colectiva y empezó a lanzar CDs de éxito hasta el punto de alcanzar los primeros puestos de las listas junto a otros artistas consagrados.

Miku dio el salto, gracias a la tecnología de realidad aumentada y virtual, a la escena física. Actuó junto al ballet ‘Dr. Coppelius’ participando con el grupo de percusión de éstos. Las obras compuestas con Miku y las pinturas japonesas tradicionales, como la pantalla plegable byobu "Irises" de Ogata Korin, un maestro famoso del período Edo (1603-1867), son otro ejemplo. Incluso ha sido telonera de Lady Gaga en varios conciertos apareciendo en forma de holograma.

Viste al estilo de cualquier chica ‘manga’ y su pelo es azul. Gracias a esa colaboración del talento colectivo ha lanzado más de 100.000 canciones en múltiples idiomas y cuenta con casi 3 millones de seguidores en sus redes sociales occidentales y diez veces más en las redes propiamente niponas. Una diva sintética que nos obliga a reorientar nuestra percepción de las relaciones entre realidad física y realidad virtual, entre vida analógica y vida sintética. De momento no interviene la inteligencia artificial, pero es un buen punto de partida para entender esta relación a la que vamos a tener que acostumbrarnos, a nivel económico, social, cultural y, sobretodo, ético. Incluso ha actuado en el Late Show de David Letterman tras ser entrevistada por él mismo.

Aparentemente, parece que el hecho de que un modelo que no es de carne y hueso se haya convertido en una reveleción ‘real’, tiene que ver con el punto de digitalización, virtualización y vinculación sintética que los jóvenes tienen actualmente. Sin embargo no es eso. Lo que ha sido crucial es algo menos vaporoso. Se trata de la posibilidad de que cualquier fan de Miku pudiera comprar el software Vocaloid y produjeran canciones para ella. Escribes una letra y Miku te la canta. Si tu aportación es valorada colectivamente puedes llegar a escucharla cantada por tu ídolo virtual en un concierto ‘en vivo’ y acompañada de guitarras, batería y lo que haga falta.

Esa es la clave. El producto es la plataforma, no tanto ella. Una buena adopción del modelo de negocio colaborativo que exige el peaje del software. Es un cambio total del concepto musical incluso que provoca que un concierto de Hatsune Miku, en lugar de ser algo producido profesionalmente con órdenes que vienen de arriba hacia abajo, se trata de una colaboración de creadores que actúan en el propio concierto con Hatsune Miku compartiendo canciones (que se han hecho populares en la propia plataforma) que los fans adoran. Conciertos que ya e han producido en casi 20 países por cierto.

Crypton ha vendido centenares de miles de unidades del software Hatsune Miku a casi 200 euros cada una. Sí, es un software. Partamos de ahí. También gana dinero con licencias del personaje para fines comerciales, entradas de conciertos (para verla 'físicamente'), etc. Según sus creadores el futuro de Hatsune pasa por mejorar su voz, por darle una capacidad de interacción humana y, esperan, hacerla física en forma de robot la próxima década. Consideran sus creadores que están cerca de sobrepasar la voz humana, la conciencia de su virtualidad y la generación de un nuevo modelo artístico, comercial y productivo. Una segunda edición de la disrupción en el sector discográfico. ¿Quién sabe? Lo que sí sabemos es que un aparente derivación manga sumada a la tecnología existente, las plataformas abiertas y el modelo de distribución en red de productos, puede estar dando pistas de una segunda y abrupta disrupción en una industria que ya tuvo una que pareció un auténtico tsunami hace unos años.

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Hoteles, bancos y peluquerías atendidas sólo por robots

Fin de la ciencia ficción. Bienvenido al futuro. Un hotel en la ciudad de Nagasaki, el Henn-na Hotel, está haciendo una selección de personal un tanto curiosa. Entre los seleccionados no habrá un sólo humano. Todos serán una especie de C-3PO diseñados por Kokoro, empresa que lleva desarrollando desde hace 12 años el proyecto ‘Actroid’. Un robot de aspecto humano cada vez más eficiente y real. Son robots que parpadean, ‘respiran’, hablan japonés con fluidez, chapurrean el chino, el coreano y el inglés, tienen lenguaje corporal y atienden al tuyo.
En 2011 tuve la oportunidad de ‘conocer’ a un humanoide similar durante una feria. Recuerdo que lo más sorprendente no es que te hablen, te atiendan, su aspecto o que simulen respirar, lo que realmente les da ‘vida’ es que te miran. Saben distinguir el punto de mirada y eso te hace entrar en contacto directo con un objeto que, de algún modo, a medida que incorpora datos y aumenta su velocidad para procesarlos, casi piensa.

En julio este hotel de 72 habitaciones será atendido por una decena de robots humanoides capaces de saludar a los huéspedes, registrarlos, transportar el equipaje, limpiar las habitaciones y al final, vete tu a saber, dirigirlo. El proyecto no tiene como objetivo quedarse sólo en los servicios que pueden ofrecer estos robots, lo que esperan es ir aumentando el rendimiento, la capacidad cognitiva (si me lo permiten) y generar en generaciones posteriores de ‘personal’ la posibilidad de que la inteligencia artificial aflore y tome decisiones fuera de lo que una conducta digitalizada permite ahora.

El hotel Henn (que significa cambio o algo parecido en japonés) ha intentado que la impresión de que el hotel va a ser algo frío, o que con tanto robot andando por ahí va a faltar ‘calor humano’, se compense diciendo que a parte de recepcionistas, botones y servicio de habitaciones, se complementará con algún ser vivo ‘persona’. No obstante, el presidente de este grupo hotelero, Hideo Sawada, asegura que el 90% de las tareas y servicios del hotel las llevarán humanoides y software asociado.

Pero vamos a los temas sensibles y que en este blog interesan. Por un lado sepamos si esto es un aviso o una extravagancia. Cuando viajas a Japón o Corea te das cuenta de que hay un mundo aproximándose a toda velocidad y que tiene que ver con todo esto de automatizar a base de autómatas. Quien viajara o tuviera acceso a lo que pasaba en Tokio hace dos décadas vio parte del futuro que hoy vivimos todos con respecto a la dependencia de teléfonos móviles, máquinas que lo expenden todo, accesos a transportes sin humanos, trenes que van solos, etc.

Ahora pasa igual, miremos bien al llamado ‘hotel más eficiente del mundo’. Así será este hotel. No es una broma, es la pura realidad futura tocando a la puerta de todas las cadenas de hoteles del mundo y a todas las miserables oficinas de empleo temporal. Veremos robots en la cola del paro algún día.

La CNN explicó como será a partir de julio un día en este hotel. Llegas y podrás acceder a tu habitación sin llaves. Todo irá por reconocimiento facial y la temperatura ambiente se monitorizará en base al calor de tu cuerpo. No se deberá llamar a recepción, eso se hará por medio digital con tu teléfono que activará una aplicación al entrar en el hotel.

Lo mejor, el precio. Resulta que un país caro y en una ciudad cara este hotel ofrecerá habitaciones por menos de 50 Euros la noche. Podría ser esa la clave. Si logras hacer eficiente el uso del hotel, no sólo por salarios, estamos hablando de otros elementos con los que un humano no puede competir, tienes menos costes y al final se repercuten en la venta.

Henn-na no se limita solo a construir robots para hoteles. En Tokio, desde hace unos días, hay un robot que habla 19 idiomas y que te ayuda a utilizar a su primo, un cajero automático que hace de todo y que, hasta hace unos días, sin ‘Nao’ (asi se llama el autómata banquero), tenías que estudiar un MBA. Ahora con su apoyo y comprensión, de una tacada, se han quitado tres recepcionistas, una azafata y dos cajeros viejos.

A pocos metros de este banco, los japoneses de allí pueden ir a un bar espectáculo dónde sólo te sirven, actúan y atienden robots, o a una peluquería donde el lavado y corte de pelo te lo hace un robot de 24 dedos. Tal vez, después de tanto robot, en el banco, en el bar, en la peluquería, lo más lógico es ir a un hotel robot y así acabamos el día como Asimov manda.

Definitivamente vamos al paro todos. De aquí nada, de hecho ya hay alguno, los que damos conferencias seremos sustituidos por un bicho de estos más gracioso, mejor visto, que no se cansa, capaz de dar decenas de charlas al día, con una voz genial, proyectando el mismo y que no le molesten los teléfonos móviles en la sala, y si les molesta les enviará rayos gamma a su propietario en medio del aforo.

Habrá a quien todo esto o bien le asuste o lo vea lejano, incluso freak, que es posible pensar que los japoneses están ‘pallá’ o que es imposible que todo esto llegue a nuestros días de un modo tan real. Si hace diez años te dicen que en el supermercado de barrio al que vas siempre, no ibas a encontrarte un humano que te pase los productos por el lector de precios no te lo hubieras creído. Revisa exactamente tu manera de ver el mundo hace 20 años. Piensa. Yo lo hice, y un día publicaré aquella carta personal. Y os aseguro, yo era un visionario al que todos tachaban de decir cosas que ‘eran imposibles’, y me quedé corto.

Foto de Vincent West Reuters

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Robots en la cola del paro

Empresas que intenten pintar de bondadosa una decisión que en realidad representa todo lo contrario es algo a lo que estamos acostumbrados. Ahora le toca a la todopoderosa Toyota. Resulta que el fabricante de automóviles japonés ha decidido retirar algunos robots de sus cadenas de montaje y sustituirlos por humanos.
El presidente de Toyota, Mitsuru Kawai, en un alarde de humanidad y generosidad hacia la especie de la que es miembro, ha dicho que ‘a la larga, las personas son más eficientes que las máquinas’. Despues marchó a comer y, tras utilizar una docena de dispositivos automatizados y robotizadas que nos hacen la vida ‘más humana’ se ha quedado tan agusto y se ha ido a hacer la siesta japonesa supongo.

Resulta que Japón es el segundo país del mundo (solo por detrás de Corea del Sur) con más robots trabajadores, más de trescientos mil, pero al parecer la precisión de éstos no llega a la necesaria y los errores en la producción se acumulan hasta el punto que acaban de anunciar la llamada a revision de vehiculos entregados más grande de la historia.

La casualidad y el orden de diffusion de las dos noticias no deja de ser interesante. Primero te comento que vamos a dar un giro hacia la humanidad, luego que las maquinas son un desastre y finalmente que mas de seis millones de coches vendidos y pagados estan es seria sospecha de no estar bien terminados.

Creerse que esta decision es la reconquista humana del espacio perdido es un error. Esto solo tiene que ver con el envejecimiento o mala práctica de los sistemas automaticos de la multinacional nipona. La noticia es tan absurda que hasta da vergüenza ajena verla en tantos medios de comunicación ‘serios’ sin ningun analisis ni estudio complementario. Al estilo ‘teletipofago’ que nos tienen acostumbrados si la noticia proviene de una empresa que gasta mucho en publicidad, tenemos ahora esta ‘curiosidad al cuadrado’ sobre la conveniencia de poner humanos donde las maquinas cometen errores de precisión. ¿De que parte del proceso hablamos? ¿Soldaduras, pintura, ensamblaje, conectores o diseño? Obviamente el problema no es de una máquina, en todo caso de quien la mantiene, fabrica o controla. En todo caso es una noticia engañosa, tendenciosa y maniquea.

A la tecnología no debemos tenerle miedo. Está y se quedará, lo robots nos harán la vida más facil y más nutritiva. Nos van a sustituir en casi todo y mejoraran la sociedad y sus derivados mientras nosotros haremos otras cosas. Es así y no hay vuelta atras, solo podemos irnos preparando, estableciendo el espacio, el modelo y el control de los tiempos. Los automatismos llegarán a cambiar, incluso, el valor de la experiencia y del razonamiento ante una duda. Pasará aunque a Toyota le salga más caro.

Fabricar un automóvil (que básicamente es construir uno tras otro exactamente iguales todos ellos) es un trabajo excelente para las máquinas. Que ahora nos digan que eso lo puede hacer mejor un hombre que lleva en la compañía veinte años es falaz. Otra cosa es que ese auto lo ha diseñado un equipo de ingenieros, los robots los programaran personas y la calibración lo ejecuten expertos. No obstante, estos tres últimos casos ya lo pueden hacer también, y bien, robots y software especializado sin cometer ni un error.

Ahora bien, el problema de Toyota es que no tiene actualmente máquinas capaces de sustituir a un equipo de personas pues les falta precisión y flexibilidad. No pueden sustituirlo por un sistema capaz de configurar rápidamente las máquinas para que un cambio simple no sea algo muy complejo. Ese cambio una persona lo puede hacer en un instante y las maquinas que ahora tiene Toyota no lo permiten. Aunque tambien podria ser que el error estuviera en quien fabricó los robots y estos deban ser sustituidos y mientras se ponen de acuerdo la cosa precisa de una salvaguarda humana que va necesitada de trabajo en estos días.

En todo caso, quien considere que la tecnología del futuro tecnosocial, la hipersociedad digitalizada y el trabajo robotizado podria ceder espacios a una mayor interaccion analogica comete un grave error de analisis, comprensión y táctica. A título individual será una pérdida de perspectiva, a nivel empresarial será un error estratégico. En serio, hay que pensar en clave del futuro que sabemos es inminente. Girarse no sirve, creerse fabulas como la de Toyota tampoco.

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"Eres el mono cien" mi columna en ABC

Mi columna ‘Up in the Cloud’ de esta semana en el diario ABC se titula “Eres el mono cien”, y es simplemente una descripción de un caso particular que me sucedió en un viaje hace algunos años. La misma historia que me relató el protagonista del tema coíncide con la que algún lector replicó hace algún tiempo en este blog. Se refiere a los elementos de conectividad social que algunos primates tienen. El experimento fue firmado por Ken Keyes y está por determinar si fue exactamente así. Sin embargo, lo que si permite: masa crítica, conectores sociales y madurez circunstancial.
Independientemente de todo esto, si que me interesa referenciar el hecho que rige todo el modelo económico digital vinculado a las redes sociales. Bajo condiciones determinadas, la inteligencia alcanzada por un grupo suele ser mayor no sólo que la suma de sus partes, sino tambien que la de los individuos más inteligentes que lo componen. En ese sentido, no obstante, debemos atender a ¿cuáles son las condiciones que se han de cumplir? Que el grupo se componga de individuos con diferentes opinione, que los individuos no tengan temor a expresar estas opiniones, que el grupo sea diverso en su origen y que exista una forma de recoger toda la información generada y hacerla útil para un proceso de toma de decisiones. Obviamente el último punto se basa en un modelo de tecnología ofrecidas por plataformas sociales y por aplicaciones móbiles y diversas.

Lo expliqué en el post “la revolución del conocimiento“ pero sigue vigente.  El lector que informaba de este modelo de implementación de la inteligencia colectiva afirmaba que “algunas de las técnicas que servían para implementar la inteligencia colectiva podían ser:

  1. Hacer visibles lista de información generadas por tus usuarios. (desde productos concretos favoritos a temas, opiniones etc)
  2. Introducir la información colectiva de tus usuarios que influya sobre a otros: revisiones, puntuaciones-ratings y recomendaciones.
  3. Inteligencia extraida de la contribución de los usuarios que pueden influir en otros: contenidos generados por el usuario, p. ej. blogs, wikis, comentarios
  4. La Inteligencia Colectiva de los usuarios tiene que ser utilizada para destacar y lanzar contenido interesante, aprender de tus usuarios y usuarios conectados.  Tagging, bookmarking, votaciones, descargas.
  5. Clasificación dinámica de contenidos usando algunas de la siguientes técnicas: creando un algoritmo ad-hoc, taxonomia realizada por un profesional o generada por el usuario. Tag Cloud Navigation.
  6. Analizar el contenido asociado con un determinado usuario para extraer así palabras clave. Esta información es importante para construir perfiles de usuario.
  7. Hacer clustering de usuarios y productos para construir modelos predictivos.
  8. Recomendar contenido relacionado o usuarios basándote en la inteligencia recogida de la interacción de los usuarios y análisis de contenido.
  9. Muestra las búsquedas que sean de interés a cada usuario dependiendo de su perfil.
  10. Facilita información relevante procedente de la blogosfera y sitios externos.

A continuación, el texto completo de la columna:

“Eres el mono cien” Up in the Cloud

Me acomodé en la butaca 2C del vuelo AA6935 con destino aeropuerto de México Juárez Internacional. Hacía apenas unas horas que terminé una conferencia en el ‘Los Angeles Urban League Entrepreneurship Center’ sobre redes sociales y su afectación en la nueva economía. Justo a mi lado un hombre de origen oriental me dijo en un claro castellano: “usted es un mono, en concreto el mono número 100”. No sé si a ustedes les fastidiaría tal comentario proveniente de alguien que no conoces de nada, pero a mí,lejos de sentirme insultado me provocó una curiosidad inmensa.

Le pregunté: “¿cómo dice? ¿habla conmigo?” Se giró y me dijo: “he estado en su conferencia esta tarde, casualidades de la vida, y a medida que veía como muchos de los asistentes tuiteaban sus palabras pensé que “usted era un mono 100”. Le pedí que me dijera a que se refería y me explicó que “en 1952 en una isla al norte de Japón, un científico que estudiaba el comportamiento de un grupo de un millar de macacos, ofreció a esos animales unas patatas dulces, cosa que a los monos les gustaba. Sin embargo como estaban mezcladas con arena y suciedad apenas se las comían. Durante algún tiempo algunos de ellos mojaban la patata en un pequeño estanque y se la comía limpita.

Eso lo hicieron unos cuantos monos. En concreto el número nunca superó el noventa y nueve. La imitación no lograba superar esa cifra. La mayoría de ellos eran los monos más jóvenes. De mil monos sólo casi un centenar se hicieron partícipes del método. Finalmente, a finales de 1958 el macaco que sumaba cien hizo lo mismo. En apenas un par de días el resto, todos, hicieron lo mismo. En las islas cercanas donde había individuos de reposición también se producía una tendencia similar y no habían tenido ningún contacto”. Me quedé pensativo. Me comentó que ese mono era el punto de inflexión. Le negué la mayor y le comenté que ese mono debía ser el punto exacto de la masa crítica, el enlace social necesario y además, visto que en el resto de islas sucedía parecido, pasó cuando debía pasar.

Durante años he buscado que mis modelos de negocio y emprendeduría se rijan por esos tres principios: buscar el conector social que los impulse, alcanzar una masa crítica previa para estimularlos y esperar a que la innovación sea real gracias a que el mercado pueda asumirla. El avión inició su empuje para despegar y me retorcí durante seis horas bajo las imágenes de esos monos y sus patatas. Unos meses después creé una empresa que gestionaba redes y aviación social. Resultó.

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Marc Vidal Marc Vidal

Salir de España

Leo que “infiltrada”, una lectora especialmente lúcida, habla de “salir de España para montar negocios”. Coincido. De hecho vamos a trabajar ese aspecto en diversos posts futuros. No lo digo yo sólo, empieza a ser una constante entre emprendedores y gente que está harta de ver como sus ilusiones se van por el desagüe. Como muchos sabéis, estoy desarrollando mi actividad emprendedora fuera de España. Fue una decisión que tomé hace ya algunos años y que ahora se ha convertido en la prioridad de manera definitiva. Sigo sin ver opciones aquí, considero que al final todo será una especie de barrizal donde unos trabajaremos mucho, pagaremos muchos impuestos y por contra se nos concederán pocos servicios y mucho subsidio.
Pero hay riesgos, hay que atender muy bien el tema y asesorarse adecuadamente. Uno de mis destinos es Panamá, por un tema puramente estratégico a nível logístico pues es un hub latam para ingresar en ese continente, por ser un entorno financiero de primer orden y por su capacidad para transmitir el interés por el negocio de base tecnológica al resto de Centroamérica. Hoy hemos sabido que el gobierno panameño tiene pensado emitir deuda. Puede ser por dos razones: o bien porque se la ven venir debido a la dependencia yankee o por que van a acometer grandes proyectos no cubiertos por los presupuestos objetivos.

De hecho el gobierno de Martinelli contrató a Daiwa Securities Capital Markets Co. y Mitsubishi UFJ Securities Co. para vender bonos denominados en yenes en Japón, según una persona familiarizada con la transacción. Conozco al ministro de Economía y Finanzas de Panamá, Don Alberto Vallarino, y sé que su intención es la de dotar de mayor poder y liquidez al ejecutivo para afrontar diversos proyectos, pero sin embargo me preocupa que pudiera deberse a esa falta de dinamismo que la economía norteamericana está trasladando al país caribeño.

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Marc Vidal Marc Vidal

FREETERS Y MILAGRISTAS

Hace unos días comenté que siguen publicándose enredos y fábulas sobre el estado económico de medio planeta. Incluso sobré Japón se formaliza el mensaje oficial de mejora global. Pero dejando de lado que cuesta creer que, con un consumo privado, eje cuántico del modelo japonés y una caída del gasto público ahogado por el déficit generado con tanto paquete de estímulo, la economía nipona no vuelva a caer en recesión durante 2010, lo interesante sería buscar alguna referencia socioeconómica que pudiera permitirnos enlazarlo con nuestra realidad inmediata. 

En ocasiones en este blog algunos hacen referencia a la japonización ibérica y otros a la argentinización. Aunque sigo pensando que la segunda, guardando las distancias, es la más factible, la primera tiene elementos sociales muy curiosos que nos pueden hacer sentir un dejà vu.

Hoy vamos a conocer a los “freeters”. Son gente joven de estudios superiores pero que se encuentran excluidos del sistema laboral. El término es un juego fonético que encaja free (libre en inglés) y arbeiter (trabajador en alemán). Resulta que Japón, en teoría, ha superado el estancamiento, la quiebra de bancos y empresas y la deflación. Dicen que ya sobrevuela todo ese fango surgido tras una burbuja especulativa en sus mercados financiero e inmobiliario. Resulta que, aunque para bombear la producción interna ya no tienen margen monetario, ni fiscal, al parecer si pueden activar el consumo gracias a un elevado nivel de ahorro en su gente, puesto que Japón es el segundo stock de reservas monetarias del planeta. Suponiendo que los planes de estímulo actúen y las cosas mejoren, Japón debe enfrentarse a una nueva realidad que tiene que ver con algo que los japoneses desconocían. El auge de la pobreza es inédito para ellos

En estos momentos casi 7 millones de jóvenes son "freeters". Representan al 35% de los japoneses menores de 35 años. La media de ingreso de uno de ellos es de 1. 000 euros al mes frente a los 4.000 de promedio en el país. ¿Os suenan las cantidades? En uno de los países más ricos del mundo ellos no tienen ni casa ni trabajo ni futuro a la vista. Son una nueva categoría social que nació a la sombra de la recesión de los años 90 y que se prolonga en el tiempo. Poco importa la recuperación para ellos. Hombres y mujeres de entre 16 y 35 años que permanecen fuera del sistema laboral y que no perciben subsidios de ningún tipo. Se pasan el día navegando por Internet en los “Café-Manga” o paseando sin hacer nada. Millones de jóvenes sin interés por seguir estudiando, sin interés por trabajar, sin nada que les motive. ¿Otro dejà vu? Sobreviven con trabajos mal pagados para su alta calificación, trabajando muchas horas en B y sin seguridad aparente. Pertenecen a esa “economía sumergida” que tanto justifica algunas cifras de paro en otros países.

Hay otros países que van ampliando la brecha entre la pobreza absoluta y la clase media en fase de extinción. Los “neets” británicos, los “bondy” franceses, los “aguees” coreanos o los “milagristas” españoles.

En Japón ya empiezan a estar preocupados ante la enorme distancia que hay entre ricos y pobres. La palabra “clase” no existía hasta hace bien poco en el discurso oficial japonés. Van a aprender a usarla de forma inminente. El número de pobres en Japón crece a pasos acelerados. La tasa de pobreza es hoy del 17%, la segunda más alta entre países industrializados, detrás de EE.UU. La miseria se está viralizando. En los EE.UU, por ejemplo, de sus 309 millones de habitantes, 14 millones de niños tienen problemas para comer todos los días y 49 millones de americanos no disponen de garantías nutritivas diarias. Ese es el escenario, ese es el campo de batalla que quedará después de todo este festín de ayudas, inyecciones y mentiras sistémicas. La puta verdad explotará en la cara de millones de personas que no tenían ninguna culpa.

Lo que pasa en Japón o en medio mundo occidental es lo mismo. La falta de trabajo para los jóvenes no les permite alquilar vivienda ni formar familias. De esa pobreza surge más pobreza. Si consiguen casarse y tener hijos, no tendrán capacidad para incorporarlos en el sistema educativo de primer nivel como si hacen los políticos (incluidos los de izquierdas). Los mercados laborales cada vez son más competitivos y la falta de formación en centros de prestigio te aparca como “freeter” perpetuo o en un mileurista con tres carreras, dos másters, un postgrado y tres años de experiencia trabajando en el apasionante mundo de las pizzas esponjosas.

Mientras el discurso oficial es el de la tranquilidad, el de que las cosas van a mejor, lo que en términos estadísticos así es, la realidad se hace más y más sólida.  El futuro social de occidente es oscuro. Cuando las víctimas de este mapa social desigual dejen de dañarse a sí mismos para comenzar a arrojar sus flechas contra el sistema las cosas pueden ponerse feas. ¿Cuánto tiempo podremos soportar el desencanto y la desidia? ¿Cuánto durará esta atonía social?

En Japón, algunos "freeters" comenzaron a sindicalizarse y a marchar por las calles de Tokyo, pidiendo mejores condiciones ambientales de trabajo y aumentos salariales para los trabajadores ocasionales, que usualmente son destinados a las labores más bajas y sin una paga acorde a esas condiciones desfavorables. Lograron poco de momento pero la debilidad inicial que los viene expulsando del sistema, se ha convertido en una formidable presión ciudadana que poco a poco va calando. En España estamos demasiado ocupados para organizarnos. Aquí tenemos cosas más importantes en las que preocuparnos, ¿verdad?

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