Memoria de pez

Definitivamente vivimos en medio de un teatro siniestro. Unos amenazan con que para alcanzar los beneficios de la jubilación compensada deberemos cotizar unos 38 años en lugar de los 35 actuales. El motivo (dicen) es que no hay manera de sustentar el peso de las pensiones a medio plazo. El consejo al respecto es obvio, asegúrense de llegar a viejos con algún sistema de gestión patrimonial que les permita ingresos más allá de los “garantizados” por papa estado. Digo que es repugnante engullir este tipo de sapos porque, mientras esto es noticia, otro hecho clama al cielo. Resulta que las glotonas entidades financieras de este país, que en medio de la mayor crisis (estimulada por ellas) y que están ganando dinero “arroz” a paladas, se montan unas prejubilaciones que pagamos todos a edades que son insultantes. Para no revolver más las tripas de los que leen este blog, evitaré hablar de los liberados sindicales. No es necesario retorcerse por el ardor de estómago.
Seguimos inmersos en la fábula, en la confusión de lo que aparentemente ha pasado y lo que nos han dicho que no pasó jamás. Ahora resulta que ya se venden más viviendas, que el déficit lo reduciremos sin problemas y que los ayuntamientos no tendrán problemas para financiarse. Pues ni lo primero, ni lo segundo y ni, sobretodo, lo tercero.

¿Más viviendas que cuando? Si es más que hace un mes, en el “intermensual” es lógico que crezca, si las cantidades son tan estrechas que, con que cualquier entidad financiera recoloque en una de sus empresas pantalla una promoción de costa, ya tienen un “crecimiento significativo”. Me va a gustar ver como lo disfrazan con lo de Basilea III. No obstante, viendo como la jefatura financiera y el control económico europeo se tragó lo de los estrés tests, me huelo que mirarán para otro lado a cambio de no tener que afrontar las responsabilidades de todos.

¿Reducción del déficit? Este tema es como para darse de baja del género humano. Resulta que en dos meses de tomar decisiones “obligatorias” contra el desmesurado déficit público, éste ya se ha reducido. La prensa se lo traga y lo pública tal cual. El análisis más detallado demuestra que no es así y que el segundo semestre irá descuadrando adecuadamente las cuentas públicas y que, a medida que se recaude menos, el gasto público irá a cuenta del déficit. Está por ver si Europa nos amenazará otra vez.

¿Ayuntamientos solventes? Unas “empresas” públicas que se han acostumbrado durante años a gastar términos ordinarios unos ingresos extraordinarios no pueden ahora reducir de golpe sus servicios sin incrementar sus impuestos. Como la presión fiscal local no es demasiado flexible y además se evidencia inmediatamente en la conciencia y bolsillo del ciudadano, la capacidad para afrontar el año electoral es escasa para la mayoría de municipios de este país. Mas de un millar de consistorios son cadáveres y por derivación sus ciudadanos consumen servicios a punto de ser embargados.

Cabe destacar que la memoria social sobre la economía es de pez. Que ya nadie recuerde cuando apenas hace dos años nadie aceptaba la situación que se advertía venidera tan triste. Como lo es comprobar que en las comparaciones “interanuales” de los datos macroeconómicos nadie hace las hace a distancia, la de comparar los datos con los de hace dos o tres años, entonces veríamos la verdadera radiografía de la situación. Tengamos en cuenta que eso de “salir de la recesión” es una conceptualización tramposa, que otorga a un crecimiento escaso de un 4 o 5% menor al de hace un año, la posibilidad de entrar en positivo (y por derivación el abandono de la recesión técnica) sólo porque se le compara con el trimestre inmediatamente anterior (que sigue siendo un 4 o 5% inferior al de un año antes). Comparar la miseria con la miseria da una comparativa penosa, pero si la segunda miseria es algo superior a la primera, digamos que es una miseria que abandona la recesión.

Juegan con la mala memoria de la gente, pero toda una generación, mientras tanto, sigue perdiéndose en el desierto.

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