Cuando Twitter sea rentable

Cada vez que haces un tuit das un paso hacia la inminencia. A pesar de que se ha convertido en algo cotidiano de narices, lo de escribir algo cada cierto tiempo en la cajita de texto en cuestión sucede algo tan extraordinariamente sencillo y sofisticado a la vez que no nos damos cuenta. Hemos derribado en un santiamén todo cuanto otros usaron para callarnos. La voz de un planeta se va regulando de manera automática con plataformas como esta u otras. Algunas ya no están o son puro vintage, otras viven y no sabemos si durarán mucho y las que vendrán. El tema está en saber quiénes, de las actuales, seguirán. Quien está conquistando el futuro y quien no. Como se hace eso en la nueva economía y que claves serían las que diferencian los que sobrevivirán de las que no.
En principio, la rentabilidad no parece ser el único elemento. Te la puedes saltar durante un tiempo. Lo importante es tener claro el objetivo y para ello inviertes tiempo y dinero. Es como cuando un promotor inmobiliario ¿...? construía gastando mucho a la espera de que llegaran las ventas. Digamos que la comparación da un poco de ‘yuyu‘. Pero es cierto que los que acusan a la nueva economía de estar navegando por los números rojos se basan en esos patrones de siempre.

A mi modo de ver, la rentabilidad, es un tema de hoja de ruta. El error está en ese discurso del ‘estamos buscando el modelo de negocio. Si es así y así lo planteas no vengas a pedirme que invierta. El modelo debe estar claro el primer día y como llegar a él también. Se acepta que tardes, incluso que se varíe el tipo de acceso, pero el negocio debe ser el que se plantea inicialmente. No me creo que Twitter no tuviera modelo de negocio. No tenía concretado el camino, pero si la tipología. Eso ha ido variando levemente hasta explotar durante el mundial de Brasil.

Tener un modelo de negocio flexible si, inestable no. Sigo pensando que un Business Plan es un documento de dudosa utilidad pero una exposición clara de la voluntad de facturación y el método elegido debe existir. Digamos que lo que le plantees a los inversores debe ser una proyección diáfana. Si el período es muy largo y con un enorme coste durante ese tiempo no es malo, sólo es un modo. Lo complejo sería que durante todo ese tiempo, las pérdidas, sólo fueran la antesala de una absoluta falta de idea de como ganar más dinero del que gastas.

Y en esas que Twitter va acercándose a la manera de ser rentable. Pese a que en seis semestres lleva perdidos la friolera de 900 millones de euros, en la presentación de los resultados del segundo trimestre de este año la cosa, aunque no se suaviza mucho, si va estimulando los ingresos y sobretodo, la llegada de usuarios, que en el caso de esta plataforma es clave para entender el ‘modelo de negocio’ que van encontrando. En bolsa las acciones de Twitter se dispararon por cierto.

Hemos visto que el crecimiento de los usuarios netos en Twitter, los ingresos que se han multiplicado por dos y las estadísticas que reflejan todavía una enorme capacidad de retención de cuentas activas pueden estar empezando a ser un cocktail con vías de ir logrando establecer una sólida compañía en el futuro.

Obviamente no debemos olvidar que la Copa del Mundo de fútbol ha marcado de manera determinante el dulce momento de Twitter. De hecho, tras comentar informalmente este tema en un reciente evento celebrado en Dublin con algunos directivos europeos de la compañía, la mayoría aceptan que la plataforma de los 140 caracteres puede estar insinuando nuevos modelos de relación con los ‘clientes’. Puede que se lleven por delante aquello de que ‘los clientes de ayer son los usuarios de hoy’. A tenor de cómo pinta la cosa podríamos estar creando un nuevo axioma. ‘Los usuarios de hoy, serán los clientes cautivos de mañana’ lo que por otro lado no deja de ser la vieja filosofía del producto ‘freemium’.

A mi madre le expliqué hace unos meses que era eso del modelo ‘freemium’. Le expliqué que era algo así como ‘mostrar un producto, que la gente lo pueda probar y si le gusta, compra por la versión completa’. Me respondió: ‘¡ah! como hacen en el mercado cada viernes…’ Pues eso, que a lo mejor no hemos inventado nada, sólo lo hemos adaptado.

Twitter probablemente no ha inventado nada, ha adaptado tecnológicamente algo que ya se reproduce a diario en muchos campos. ¿Estamos entonces en medio de un proceso de reposicionamiento de una plataforma de comunicación gigantesa mutando a una empresa tecnológica o es al revés? Ahora mismo Twitter lucha por desvelar su verdadero ADN. No tenemos claro si se trata de un sistema complejo y socializado de comunicación o simplemente es una empresa tecnológica que está avanzando innovaciones que afectarán al día a día de las personas en diversos ámbitos de acción.

En cualquier caso, los datos son de mareo. Han alcanzado los 271 millones de usuarios activos, un valor de ventas de 312 millones de dólares de los cuales un 81% proviene (¡¡atentos!!) de la publicidad móvil. En Estados Unidos aumentó en tres millones de usuarios en este último período y en el resto del mundo otros diez. Por cierto, que España y Sudáfrica han sido líderes en el crecimiento de sus ingresos. De los datos que me explicaron, como decía, sobre las entrañas numéricas de Twitter, me quedo con un detalle que muestra el alto valor de crecimiento que aún puede tener en el mundo. La compañía aún genera cinco veces más ingresos por vistas agregadas de los usuarios en Estados Unidos que con los de patrón internacional.

A veces vemos estas empresas como algo distante, impresionante e inabarcable pero no son más que eso, empresas. Por eso cuando su debate se centra en la ‘conversión’ de visitas a ‘clientes’ o de coste por click, las vemos tan cercanas que nos recuerdan todos nuestros problemas cotidianos en nuestras propias compañías. Twitter sigue empeñado en lo que cualquier empresa de Internet que precisa de usuarios. Su objetivo es lograr que más personas se registren y creen un perfil. La intención de la dirección de la empresa del pajarito azul es mejorar la experiencia de usuario para conseguir que asuman un papel más activo en su servicio.

La sustitución del responsable financiero de Twitter hace unos días y el hecho de que su CEO siga hablando de que ‘nos enfocamos 100% en la experiencia de los usuarios, no en convertirlo en dinero pues eso será a largo plazo, para poder primero ser una herramienta útil, capaces de hacer que brille el contenido creado por los usuarios, para finalmente ser muy rentables’ abre el debate sobre el peso del desarrollo tecnológico antes de ser rentable o cuando la rentabilidad debe imponerse a tanta innovación.

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