'Libertad o igualdad', lo último de Daniel Lacalle.

En el último libro de Daniel Lacalle, ‘Libertad o igualdad’, hay un fragmento que dice ‘el miedo es una herramienta muy poderosa. Al decirnos constantemente que los robots nos quitarán el trabajo, que la próxima crisis será devastadora y que la vida será peor, los intervencionistas implantarán en nuestra mente una idea peligros: que es indispensable que renunciemos a nuestra libertad y nuestros derechos individuales a cambio de seguridad y protección’. Nada más actual. Cómo si se tratara de un anticipo del debate que vamos a vivir en los próximos años, Daniel Lacalle traslada la idea de que vienen tiempos que pondrán como excusa la seguridad y la protección pero se corre el riesgo de perder la privacidad y la libertad en definitiva. Algo que, por cierto, tiene mucho que ver con la conferencia virtual que ofrezco en unos días y a la que aprovecho para invitarte. 

Seguro que conoces a Daniel Lacalle, pero te recuerdo que es Doctor en Economía, Economista Jefe en Tressis SV, miembro del Consejo Asesor de la Fundación Rafael del Pino y de la HAC Business School en Nueva York y durante cinco años consecutivos fue elegido entre los tres mejores gestores del Extel Survey, el ranking de Thompson Reuters. Obviamente, estamos hablando de un libro escrito por uno de los economistas con mayor recorrido y consideración del mundo y eso, aunque no te sitúes en su misma órbita de pensamiento, debería ser un factor de interés para cualquier lector. De hecho, ¿qué mejor que leer a alguien que no piensa como tú pero que tiene una altura intelectual y de conocimiento que te llevará a los límites de tus propias convicciones? De eso va este libro, de reafirmarte con datos y una descarga intelectual muy generosa o, por el contrario, la de contraponer sus aportaciones con tus criterios aunque sean contrarios. En ambos casos, con este libro, sólo vas a ganar.

En esencia, ‘Libertad e Igualdad’ habla de capitalismo. Pero no lo define, lo confronta a partir de las múltiples maneras que se puede contemplar ese modelo económico. Lacalle ofrece su punto de vista, lo constata con un buen número de pruebas, que el intervencionismo suele fracasar de un modo sistemático. No obstante no creas que en este libro vas a encontrarte un discurso monocromo a favor del capitalismo. Es crítico en el modo en el que se aplica. De hecho pone en cuestión el riesgo de que las clases medias sigan perdiendo la fe en este modelo económico por una observación sesgada. Lacalle asegura que ‘la igualdad de oportunidades no equivale a gasto en prestaciones sociales. Igualdad de oportunidades significa que la sociedad le ofrece a cada individuo los medios para lograr lo que merece con su esfuerzo, no la promesa de que conseguirá más de lo que se merece o de aquello por lo que ha trabajado.’ 

Vienen tiempos difíciles. Eso es una obviedad. De la crisis sanitaria que vivimos vendrá una catástrofe económica inédita para los que estamos en edad de trabajar. Una recesión brutal está en la sala de espera. El modo en el que se está haciendo previsión va a marcar el futuro. Yo mismo defiendo que lo que hagamos en los próximos cinco meses, repercutirá en como vamos a vivir en los próximos quince años. Lacalle no podía saber cuándo escribió este libro lo que íbamos a vivir unos meses después. Pero curiosamente queda completamente contextualizado en lo económico. Coincido como dice él que la única manera de afrontar el futuro inmediato es con tecnología, cambio de modelo productivo y, como reafirma, en libertad. En realidad Daniel se ajusta en la defensa inevitable e irremediable, para no hipotecar a nuestros hijos en esta crisis inminente, de un sistema económico cuyo modelo social esté basado en la responsabilidad, el mérito y la recompensa. Un modelo social más sólido que el que pueda promover cualquier forma de intervencionismo.

En un capítulo memorable, Lacalle enfrenta sus ideas y sus datos a los que utiliza el admirado por muchos, Thomas Piketty. Un fragmento de ese debate atemporal dice que ‘a Piketty no parece importarle que el Estado distribuya bien o mal, que derroche o incluso que confisque hasta el 50 por ciento de la riqueza. Sin embargo, plantea algo que es simplemente imposible de poner en práctica: un impuesto global sobre la riqueza. Es imposible asumir que todos los países del mundo vayan a adoptar esa medida, y lo sabe, pero su propuesta será recibida con los brazos abiertos por gobiernos y partidos de muchos países. Y ése es el objetivo: proporcionar una justificación aparentemente “científica” a una intervención gubernamental masiva’. ¿A que dan ganas de leerlo?

Déjame que te señale un fragmento final que ahora está de rabiosa actualidad y que, en base a lo que podrás leer en el libro, permite digerir adecuadamente las decisiones políticas del gobierno español actual. Verás que, tras decisiones aparentemente económicas, de ‘escudo social’, se esconde una interesada acción ideológica y política. Cuándo esto pasa, el riesgo de tomar medidas que, aunque puedan ser justas, necesarias y sociales, el momento y método utilizado son suicidas. Estoy hablando de la renta básica, del ingreso mínimo vital, y este libro lo analiza de manera política, técnica y económica. Esta parte a mí me ha permitido poner en duda mis principios y mis conclusiones sobre la Renta Básica Universal. Él lo sabe, no coincido en toda la exposición, pero creo que eso hace el  libro mucho más atractivo. Como decía antes, ¿que mejor que un libro lleve al límite la defensa de tus convicciones? Este lo hace. 

Foto: La Razón

Foto: La Razón

Daniel asegura que ‘un caso claro de ideas equivocadas parapetadas bajo la excusa de la igualdad social es la renta básica universal (…) que es un subterfugio de las élites para crear una subclase zombi dependiente (…) es una medida proteccionista tan atroz como conceder un subsidio por motivos de raza o de género. La RBU no es básica. Es la promesa de una renta que se pagará en monedas cada vez más devaluadas con poder adquisitivo menguante. De modo que nosotros, como ciudadanos, renunciamos a nuestra libertad a cambio de una pequeña paga que no valdrá nada dentro de algunos años, cuando la inflación se la coma’.

Reconozco que aquí lo pasé genial. Mi idea sobre la renta básica es distinta y tiene que ver con un futuro inminente tecnológico y vinculado a la automatización de todo que la hará inevitable. Pero, como digo, que mejor que leer aportaciones que pongan en duda lo que piensas. De hecho, Daniel Lacalle dice en muchas partes de su libro algo tremendo. En concreto empieza algunos párrafos con un ‘¡Piénsalo!’ Lo dicho, os recomiendo este magnífico libro, una joya para la reflexión económica y sociopolítica. Se lee rápido, de manera ágil, con ese modo de explicar economía magistral y repleta de información contrastada con la que habitualmente Daniel Lacalle impregna sus obras.

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