¿Cómo internacionalizar tu startup en países emergentes?

En estos días en los que estamos ultimando nuestra ronda de financiación y a la que muchos pequeños inversores se han acercado interesándose, una de las preguntas recurrentes que hemos tenido que responde es ¿cómo hemos planteado la estrategia para expandir internacionalmente un proyecto tecnológico en entornos de países emergentes como es nuestro caso?
A pesar de que es en España crecemos mucho, más de la mitad de nuestro negocio ya está en el exterior y, concretamente, en países emergentes. Un escenario algo diferente al de nuestra competencia. Hace unos días Openshopen abrió su delegación en Kenya. A primera vista es un destino poco habitual para un SaaS de comercio electrónico y una aventura no exenta de complicaciones obviamente. Sistemas de pago, diferencias culturales y adopción tecnológica muy distinta lo hacen todo muy complicado pero apasionante.

Esta delegación del ‘cuerno de África’ se une a otras diez en destinos tan diversos entre los que destacan Nigeria, México o Colombia. Defiendo desde hace dos años, desde el origen de nuestro proyecto, que en países dónde otros no quisieron o no pudieron ir teníamos un reto y un objetivo comercial inmenso. Un mar bravo que exigiría lo mejor de cada uno de los departamentos de la empresa. Tecnología adaptándose a usos diferentes, modos de venta absolutamente distintos y estrategias absolutamente desconocidas para un entorno europeo como el nuestro.

Ni tan siquiera en países de Latinoamérica, donde parece que por el idioma la cultura entre ambas partes debería ser un facilitador, es así. Siempre digo que en DF hablan como nosotros pero piensan como aztecas y eso, sea lo que sea, no tienen nada que ver con el modo de hacer o pensar nuestro. No es nada mejor, ni peor, es diferente. De ahí partimos. De la diferencia. Una diferencia que nos exige, a los que queremos vender, de adaptación técnica y cultural. Es algo que para nada es sencillo y, por supuesto, ni barato.

A pesar de que hoy en día es posible tener un ecosistema comercial en el ‘cloud’ y que muchas startups y empresas asumen que todo lo que es digital se puede vender desde ‘casa’, eso no es así. No hablamos de mercados maduros, aunque lo parezcan y crezcan deprisa. Que la media de uso de teléfonos móviles sea gigantesca o que la penetración de Internet cada día sea mayor, no es sinónimo de permeabilidad al uso de plataformas sociales, de venta o similares. Crecen más que nadie, más temprano que tarde alcanzarán las cifras que manejamos en otros lugares que empezamos antes a disfrutar de todo esto, pero aun requieren de estrategias en detalle. Esa paciencia es la esencia del éxito.

No todo el SaaS se puede vender vía Web sin tener en cuenta geografía, rasgos culturales, leyes locales, impuestos de salida, modos de pago y experiencia en el uso de según que plataformas. Y es que vender tecnología en la nube, como en nuestro caso, requiere de un nivel de implicación fuerte, casi de emprendedor en cada territorio. Muchos me preguntan porque viajo tanto a cada uno de esos destinos. La respuesta es siempre la misma: ‘hay que estar, hay que dedicarle tiempo y energía, un Skype no sirve siempre. Hay que hablar cara a cara con los que valoran ese aspecto’.

Como decía, ya van once delegaciones, y este año esperamos abrir seis más entre los que destacan Sudáfrica y Brasil. Lideramos dos mercados internacionales y esperamos seguir conquistando cuota en el resto. Para ello asumimos que las siguientes ‘normas’ de internacionalización:

1. Ser flexible en los modelos de facturación. Es decir que no todo dependa de una matriz, que no todo esté centralizado, eso crea fricción en el cliente.

2. Permitir el cobro en las monedas locales. Los equipos en cada destino saben y conocen muy bien todos los entresijos de las leyes del país en destino. Su fiscalidad, las retenciones, el cambio de divisas como afecta al producto y su precio es la clave.

3. Localizar a Partners que de verdad puedan serlo. No sirve que ‘el primo de un amigo mío que vivió en Lima me ha dicho que conoce al amante de la señora de un viceministro que seguro que nos ayuda con nuestro proyecto’. Eso no es un partner. Como tampoco es un socio local idóneo una empresa que se dedica a vender flores en Buenos Aires y que de repente en su escaparate pone el logo de tu ‘SaaS’ y dice ser ‘distribuidor oficial para Argentina’

4. Incorporar a los equipos de destino a parte de tu equipo local. Deberá expatriar a alguien y sacrificar la matriz tarde o temprano. La transmisión de conocimiento es un riesgo pero es imprescindible. No sólo de negocio, también técnico. Se llama agilidad.

5. Incrementar las certificaciones. Muchos proyectos, es nuestro caso, precisan de grandes acuerdos con instituciones o cuerpos de estado que sin certificaciones y garantías no te tienen en cuenta. Buscar esos Partners con ese tipo de valía es clave para escalar de modo no orgánico y si certero.

6. Socios locales si, pero con liquidez. Los pasos que debes dar debes medirlos en cualquier país donde las cosas van muy lentas. Prepárate para travesías en el desierto muy largas. Mucho insistir y pocos cambios durante meses. Finalmente dependerá de dos factores: que tu puedas soportar toda esa inversión y que tu socio local también.

7. Que esa inversión latente también sepa explicarse. Una implementación de un proyecto a veces requiere de consultorías previas, de mil reuniones, de técnicos desplazados, de formaciones, de ventas en la calle, de participar en mil eventos. Todo eso, es energía que tarda en llegar a la lámpara que ilumina: la caja.

8. Desarrollar negocio en países como Nigeria o Kenya, Brasil o México precisa de programas de ‘costumer success’ concretos y diferentes. Prepárate para ello si es tu plan desembarcar en esos países.

9. Soporte local. La clave. Teléfono. Lo que nosotros consideramos un modo en decadencia en otros lugares es esencial. Los debates sobre que poner y que no poner en el formulario de inscripción para reducir la fricción en el alta de un usuario o cliente, en este caso no caben. En España cuanto menos pongas mejor, en Kenya, por ejemplo, como no requieras el teléfono has perdido un cliente.

10. Un error habitual en los que quieren ir a esos países es el de dirigir desde la matriz. Cada vez lo escucho más y sobretodo estando allí como estoy cada mes, es el de ‘tengo un equipo’ coordinado desde aquí. Error. Si no tienen independencia en el modelo de operaciones estás acabado. Es duro y difícil pero debes adaptarte. Me encanta aprender de los usos y modelos de desarrollo de cada país.

11. Tener infraestructura de atención al cliente, términos de servicio concretos y particulares, ventajas claras para el cliente local en contratar tu ‘delegación local’ y no una global como tu competencia serán la clave al final. Quien piense que los grandes ‘players’ de muchos negocios Saas no han ido a países emergentes sólo porque ya les va bien estar sólo en USA y parte de Europa que se pregunte porque no están en China. Es un motivo similar. Es difícil, complejo y caro.

América latina, África, parte de Asia y por supuesto el sur de Europa, son oportunidades inmensas, pero hay que afrontarlas con criterio y estrategia. El valor o las ganas se presuponen, pero hace falta más. Afrontar el mundo como mercado está bien, es posible, pero es como ir a una batalla con cien frentes. Por algún lado te van a dar. Focaliza y ves conquistando mercados a tu ritmo.

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